Las Siete Iglesias del Apocalipsis:
"Una Lección De Perseverancia En La Aflicción"
Por: Hno. Francisco Velázquez Cruz
Por: Hno. Francisco Velázquez Cruz
LA IGLESIA DE SMIRNA
Introducción
En las memorias de la historia eclesiástica, entre los pliegues del Apocalipsis, emerge un relato de una comunidad de fe que desafió las sombras de la persecución y la pobreza con una valentía inquebrantable. La carta a la iglesia de Smirna, una joya incrustada en el libro de Apocalipsis, revela un testimonio épico de resistencia y fidelidad en medio de la adversidad.
En el escenario de Smirna, una ciudad impregnada de opulencia, pero corroída por la hostilidad, Jesucristo dirige palabras específicas a una iglesia marcada por la tribulación y la pobreza. Estas palabras no son meramente un eco del pasado, sino una vibrante exhortación que resuena a través de los corredores del tiempo, desafiándonos a nosotros, los peregrinos de la fe, a considerar la profundidad de nuestro compromiso en medio de las pruebas.
Hoy, nos adentraremos en el crisol de Smirna, explorando sus secretos espirituales, sus desafíos ardientes y las lecciones imperecederas que destilan. La iglesia de Smirna no solo es un capítulo antiguo; es un eco eterno que resuena con la invitación Divina a la fidelidad, la perseverancia y la esperanza en medio de la noche más oscura.
¿Estamos dispuestos a abrir las páginas de este relato intrépido y permitir que la luz de la verdad ilumine nuestras vidas? Acompáñenos en este viaje hacia el corazón de Smirna, donde la fe resplandece con mayor intensidad en la penumbra de la aflicción.
Apocalipsis 2:8-11:
8Y escribe al ángel de la iglesia en SMIRNA: El primero y postrero, que fue muerto, y vivió, dice estas cosas:
9Yo sé tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico,) y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, mas son sinagoga de Satanás.
10No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo ha de enviar algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
11El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda.
Contexto Histórico
Antes de sumergirnos en las profundidades de la carta a la iglesia de Smirna, es imperativo que desentrañemos el contexto histórico en el que esta comunidad de creyentes floreció. Smirna, ubicada en la costa oeste de Asia Menor, no solo era una joya arquitectónica y económica, sino también un crisol de desafíos para los seguidores de Cristo en el primer siglo.
En su apogeo, Smirna se erigía como una ciudad próspera, conocida por su puerto floreciente y sus calles impregnadas de la fragancia de la industria del perfume (mirra), de la cual derivaba su nombre. Sin embargo, esta aparente opulencia no hacía más que ocultar las grietas sociales y religiosas que la atravesaban.
La población de Smirna se hallaba inmersa en una amalgama de culturas y religiones. Bajo el dominio romano, la lealtad al emperador era casi equiparable a la devoción religiosa, y aquellos que se negaban a rendir homenaje a los dioses romanos a menudo enfrentaban desprecio y persecución. En este contexto, la comunidad cristiana de Smirna emergió como un faro de luz en medio de las sombras.
Las tensiones entre los seguidores de Cristo y la sociedad circundante se intensificaron debido a la negativa de los cristianos a participar en rituales y prácticas que contradecían sus principios fundamentales. Como resultado, la iglesia de Smirna se encontró en una encrucijada, desafiando la corriente de la cultura y pagando un precio elevado por su fidelidad.
El judaísmo también desempeñó un papel destacado en la hostilidad hacia la iglesia de Smirna. Aunque algunos se llamaban a sí mismos judíos, sus acciones blasfemas y opuestas a los principios Divinos les ganaron la designación de “sinagoga de Satanás” por parte de Cristo mismo (Apocalipsis 2:9). Esta no era una crítica a todo el pueblo judío, sino una denuncia de aquellos que, a pesar de su afiliación étnica, se oponían activamente a la Obra de Dios.
En este caldero de desafíos culturales y religiosos, la iglesia de Smirna enfrentó una realidad indiscutible: el precio de la fe era alto, marcado por la tribulación y la pobreza. Estos creyentes, aunque empobrecidos materialmente, eran ricos en el Tesoro Eterno de su fe inquebrantable.
Así, cuando nos sumergimos en la carta a la iglesia de Smirna, debemos recordar que estas palabras no fueron escritas en un vacío teológico, sino en el crisol de una ciudad que desafiaba y probaba la autenticidad de la fe de aquellos que llamaban a Cristo su Señor. Con esta comprensión, nos adentramos en un relato que trasciende el tiempo y nos desafía a reflexionar sobre la naturaleza misma de nuestra fe en medio de las tensiones de nuestro propio tiempo.
Análisis Escritural: La Iglesia de Smirna
8Y escribe al ángel de la iglesia en Smirna: El primero y postrero, que fue muerto, y vivió, dice estas cosas.
[Apocalipsis 2:8]
“Y escribe al ángel de la iglesia en Smirna”, la carta es dirigida al “ángel” de la iglesia en Smirna, que se interpreta comúnmente como el líder o mensajero de la congregación. Esto subraya la conexión entre el liderazgo y la salud espiritual de la iglesia, un tema que se encuentra en otras partes del Nuevo Testamento, como en Hebreos 13:17:
17Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil.
“El Primero y Postrero”, este título atribuido a Jesucristo refleja su eternidad y divinidad. “El primero” señala su preeminencia como Creador y Señor desde el principio, mientras que “el postrero” indica su supremacía sobre el tiempo y Su Papel como el cumplimiento final de la historia. Este título resuena con la declaración en Isaías 44:6:
6Así dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
“Que fue muerto, y vivió”, aquí, se resalta la muerte y resurrección de Jesucristo, el corazón mismo del Evangelio. Su muerte expiatoria proporciona redención, mientras que su resurrección garantiza la victoria sobre el pecado y la muerte. Este tema central es ampliamente discutido en el Nuevo Testamento, como en 1 Corintios 15:3-4:
3Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo fue muerto por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
4Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;…
El recordatorio de la Divinidad y la Obra Salvífica de Cristo tiene un significado específico para la iglesia de Smirna. En medio de la tribulación y la pobreza, la afirmación de la victoria de Cristo sobre la muerte proporciona consuelo y esperanza. Es un llamado a mantener la fidelidad, recordando que sirven a un Salvador que ha superado incluso la muerte.
Para los creyentes de hoy día, este versículo nos invita a contemplar la magnitud de la Obra Redentora de Cristo y a confiar en Su Señorío sobre todas las cosas. Recordar que servimos a un Salvador que trasciende el tiempo y que ha vencido la muerte debe infundirnos con una esperanza inquebrantable, independientemente de las circunstancias que enfrentemos. Este versículo establece el tono para el Mensaje a la iglesia de Smirna, presentando a Cristo como el Eterno, el Vencedor de la muerte, y recordándoles que su identidad y esperanza están arraigadas en el Señor resucitado.
9Yo sé tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico,) y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, mas son sinagoga de Satanás.
[Apocalipsis 2:9]
“Yo sé tus obras”, esta afirmación inicial destaca la Omnisciencia de Cristo. Este conocimiento no es superficial; es una comprensión completa y detallada de las acciones y la condición de la iglesia. Esto refleja el entendimiento profundo y personal que Jesucristo tiene de cada congregación y de cada creyente, como se enfatiza en Juan 2:24-25:
24Mas el mismo Jesús no se confiaba a sí mismo de ellos, porque él conocía a todos,
25Y no tenía necesidad que alguien le diese testimonio del hombre; porque él sabía lo que había en el hombre.
“Y tu tribulación, y tu pobreza”, la iglesia de Smirna es reconocida por su tribulación y pobreza. Este no es un diagnóstico superficial de circunstancias externas, sino un reconocimiento profundo de las dificultades que enfrentan. Jesucristo no pasa por alto su sufrimiento, recordándoles que Él está al tanto de cada lágrima derramada y cada desafío enfrentado.
La paradoja en la parte del verso que dice: “y tu pobreza (pero tú eres rico)” es significativa. Aunque la iglesia enfrenta limitaciones materiales, su riqueza espiritual es innegable. Este tema resuena en las palabras de Jesús en Mateo 6:19-21:
19No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladrones minan y hurtan;
20Mas haceos tesoros en el Cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan:
21Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.
“Y la blasfemia de los que se dicen ser judíos”, la iglesia de Smirna enfrenta la blasfemia por parte de aquellos que pretenden ser judíos, pero no siguen los verdaderos principios del judaísmo. Jesucristo denuncia esta contradicción y declara que, en realidad, son “sinagoga de Satanás”. Este lenguaje es fuerte y resuena con las palabras de Jesús en Juan 8:44, donde habla de los adversarios espirituales:
44Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. Él, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
Este versículo 9 del capítulo 2 de Apocalipsis, proporciona un retrato detallado de la situación de la iglesia de Smirna, pero también ofrece una perspectiva divina sobre su verdadera realidad espiritual. La tribulación y la pobreza no definen su identidad; es su riqueza espiritual y su resistencia en medio de la adversidad lo que los distingue.
Para los creyentes contemporáneos, este pasaje plantea la pregunta de si nuestra percepción de riqueza y pobreza está alineada con la perspectiva de Cristo. ¿Valoramos más las riquezas materiales o reconocemos la verdadera riqueza en nuestra relación con Dios?
Apocalipsis 2:9 revela una evaluación profunda y precisa de la iglesia de Smirna, destacando la comprensión completa de Cristo, la paradoja de la riqueza espiritual en medio de la pobreza material, y la confrontación con aquellos que blasfeman en nombre de la fe. Este versículo invita a la reflexión sobre nuestras propias percepciones de riqueza y tribulación en nuestra vida espiritual.
10No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo ha de enviar algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida.
[Apocalipsis 2:10]
“No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer”, es una exhortación clara a la valentía y la confianza en medio de las adversidades. Este tema de no temer es recurrente en la Escritura, con una aparición de 365 veces, como, por ejemplo, en Isaías 41:10:
10No temas, que Yo soy contigo; no desmayes, que Yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la Diestra de mi Justicia.
“El diablo ha de enviar algunos de vosotros a la cárcel”, aquí Jesucristo revela la fuente de la prueba: el diablo. Esta referencia resalta la realidad de la oposición espiritual y la existencia de fuerzas adversas en la vida del creyente. Efesios 6:12:
12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires.
“Para que seáis probados, y tendréis tribulación de diez días”, la prueba no es arbitraria; tiene un propósito redentor. La idea de ser probados refleja la purificación y la confirmación de la fe. El período de “diez días” puede simbolizar un tiempo determinado de prueba, pero también puede evocar el lenguaje simbólico que se encuentra en otras partes de la Escritura, ya que el número diez es un número de consumación.
“Sé fiel hasta la muerte”, en medio de la prueba, la fidelidad es la respuesta requerida. Esta llamada a la fidelidad hasta la muerte resuena con la enseñanza de Jesús en Mateo 24:13:
13Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
“Yo te daré la corona de la vida”, esta promesa final es una corona, un símbolo de victoria y recompensa. La “corona de la vida” sugiere no solo la Vida Eterna sino también la victoria sobre la muerte, y el reinado junto a Cristo en el Reino Milenial. Esta imagen es coherente con otras referencias a la corona en el Nuevo Testamento, como en 1 Corintios 9:25:
25Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, incorruptible.
Para los creyentes contemporáneos, este pasaje ofrece consuelo y desafío. La promesa de la Corona de la Vida nos impulsa a perseverar en medio de las pruebas, recordando que nuestra fidelidad a Dios trae consigo recompensas eternas.
Apocalipsis 2:10 presenta una exhortación a la valentía en la adversidad, revela la fuente y el propósito de la prueba, llama a la fidelidad hasta la muerte y ofrece la promesa de la corona de la vida como recompensa. Este versículo inspira a los creyentes a mantener la confianza y la fidelidad en medio de las pruebas, confiando en la Promesa Divina de la Vida Eterna.
11El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda.
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”, esta afirmación introductoria se repite en varias cartas a las iglesias en Apocalipsis, subrayando la importancia de prestar atención a las Enseñanzas y Exhortaciones Divinas. Aquellos que son sensibles a la Voz del Espíritu deben considerar cuidadosamente el mensaje dirigido a las iglesias. Esto refleja el llamado constante a la obediencia y la respuesta activa a la Revelación Divina.
“El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda”, esta afirmación culminante ofrece una Promesa significativa para aquellos que perseveran y vencen en su fe. La “muerte segunda” se refiere al juicio final y la condena eterna. La promesa de no sufrir daño de la muerte segunda implica la seguridad de la Vida Eterna y la protección contra la condenación. Jesucristo menciona esta muerte segunda en Apocalipsis 20:14:
14Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
El concepto de la muerte segunda se conecta con la idea bíblica más amplia de la separación eterna de Dios para aquellos que rechazan la salvación. La promesa para el vencedor destaca la seguridad de la Salvación y la Vida Eterna para aquellos que perseveran en su fe y superan las pruebas de la vida.
Esta promesa invita a los creyentes a considerar la realidad de su relación con Dios y a perseverar en su fe. Es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades presentes, la Esperanza Eterna está asegurada para aquellos que permanecen fieles hasta el final.
La repetición de la llamada a oír lo que el Espíritu dice a las iglesias destaca la universalidad y la relevancia continua del mensaje. Este llamado no es solo para la iglesia de Smirna, sino para todas las iglesias a lo largo de la historia, incluyendo la iglesia actual.
Apocalipsis 2:11 cierra la carta a la iglesia de Smirna con una promesa esperanzadora para aquellos que vencen, ofreciendo la seguridad de la vida eterna y la protección contra la muerte segunda. Esta promesa resuena no solo en el contexto específico de Smirna, sino en la experiencia espiritual de todos los creyentes a lo largo de la historia.
Conclusión
En el misterioso tejido de la historia eclesiástica, la carta a la iglesia de Smirna se erige como un faro resplandeciente en medio de las sombras de la tribulación y la adversidad. A través de las palabras de Jesucristo, la iglesia de Smirna se convierte en un testamento perdurable de valentía, fidelidad y esperanza en medio de la más profunda oscuridad.
Hoy, estas antiguas letras resuenan como un eco eterno, desafiándonos a nosotros, los peregrinos de la fe, a examinar la fortaleza de nuestra devoción en medio de las pruebas. La llamada a no temer, a ser fiel hasta la muerte y la promesa de la corona de la vida son notas que resuenan en los corredores del tiempo, recordándonos que nuestra esperanza trasciende las circunstancias temporales y se aferra a la eternidad.
Que estas lecciones de Smirna resuciten en nuestros corazones la verdad inmutable de que servimos a un Salvador que no solo conoce nuestras luchas, sino que también nos guía a través de ellas hacia la victoria. Que, en medio de la tribulación, nuestra riqueza espiritual brille más intensamente que cualquier tesoro terrenal, y que, como vencedores en Cristo, nuestra seguridad en la Vida Eterna sea inquebrantable.
Que la Voz del Espíritu continúe resonando en el oído de nuestras almas, llamándonos a oír y responder al Mensaje Divino. Que, al igual que la iglesia de Smirna, enfrentemos las pruebas con valentía, perseveremos con fidelidad y nos regocijemos en la promesa de la Vida Eterna, donde no hay daño de la muerte segunda.
En el crisol de Smirna, aprendemos que la verdadera victoria no siempre yace en evitar la tribulación, sino en enfrentarla con la esperanza indestructible que solo nuestro Señor Resucitado puede otorgar. Que estas lecciones no sean meras palabras, sino un fuego que encienda nuestras almas para vivir una fe inquebrantable en un mundo que anhela la Luz Eterna.
¡Que la iglesia de Smirna resuene en nuestra propia jornada espiritual, inspirándonos a vivir con audacia, fidelidad y la mirada puesta en la Corona de la Vida que aguarda a aquellos que vencen en el Nombre de Jesucristo!
¡Dios continúe bendiciéndote hoy, mañana y siempre! ¡Amén!
THE CHURCH OF SMIRNA
Introduction
In the memoirs of church history, within the folds of Revelation, emerges a story of a community of faith that defied the shadows of persecution and poverty with unwavering courage. The letter to the church of Smyrna, a gem embedded in the book of Revelation, reveals an epic testimony of resilience and faithfulness in the midst of adversity.
In the setting of Smyrna, a city steeped in opulence but corroded by hostility, Jesus Christ addresses specific words to a church marked by tribulation and poverty. These words are not merely an echo of the past, but a vibrant exhortation that resonates through the corridors of time, challenging us, pilgrims of faith, to consider the depth of our commitment in the midst of trials.
Today, we will delve into the crucible of Smyrna, exploring its spiritual secrets, its fiery challenges, and the enduring lessons it distills. The church of Smyrna is not only an ancient chapter; It is an eternal echo that resonates with the Divine invitation to fidelity, perseverance and hope in the middle of the darkest night.
Are we willing to open the pages of this intrepid story and allow the light of truth to illuminate our lives? Join us on this journey to the heart of Smyrna, where faith shines brightest in the gloom of affliction.
Revelation 2:8-11:
8 And to the angel of the church in SMYRNA write: The first and last, who was dead, and lived, says these things:
9 I know your works, and your tribulation, and your poverty (but you are rich,) and the blasphemy of those who say they are Jews, and are not, but are a synagogue of Satan.
10 Do not be afraid of the things you have to suffer. Behold, the devil is going to send some of you to prison, that you may be tested, and you will have tribulation for ten days. Be faithful until death, and I will give you the crown of life.
11 He who has an ear, let him hear what the Spirit says to the churches. He who conquers will not receive harm from the second death.
Historic context
Before we dive into the depths of the letter to the church of Smyrna, it is imperative that we unravel the historical context in which this community of believers flourished. Smyrna, located on the west coast of Asia Minor, was not only an architectural and economic gem, but also a crucible of challenges for followers of Christ in the first century.
In its heyday, Smyrna stood as a prosperous city, known for its flourishing port and streets filled with the fragrance of the perfume (myrrh) industry, from which it derived its name. However, this apparent opulence did nothing more than hide the social and religious cracks that ran through it.
The population of Smyrna was immersed in an amalgamation of cultures and religions. Under Roman rule, loyalty to the emperor was almost equal to religious devotion, and those who refused to pay homage to the Roman gods often faced scorn and persecution. In this context, the Christian community of Smyrna emerged as a beacon of light in the midst of shadows.
Tensions between Christ's followers and the surrounding society intensified due to Christians' refusal to engage in rituals and practices that contradicted their founding principles. As a result, the Smyrna church found itself at a crossroads, defying the tide of culture and paying a high price for its faithfulness.
Judaism also played a prominent role in the hostility toward the Smyrna church. Although some called themselves Jews, their actions that were blasphemous and opposed to Divine principles earned them the designation “synagogue of Satan” by Christ Himself (Revelation 2:9). This was not a criticism of the entire Jewish people, but a denunciation of those who, despite their ethnic affiliation, actively opposed the Work of God.
In this cauldron of cultural and religious challenges, the church of Smyrna faced an indisputable reality: the price of faith was high, marked by tribulation and poverty. These believers, although materially impoverished, were rich in the Eternal Treasure of their unwavering faith.
Thus, as we immerse ourselves in the letter to the church of Smyrna, we must remember that these words were not written in a theological vacuum, but in the crucible of a city that challenged and tested the authenticity of the faith of those who called Christ their Mister. With this understanding, we enter a story that transcends time and challenges us to reflect on the very nature of our faith amid the tensions of our own time.
Scriptural Analysis: The Church of Smyrna
8 And write to the angel of the church in Smyrna: The first and last, who was dead, and lived, says these things.
[Revelation 2:8]
“And write to the angel of the church in Smyrna,” the letter is addressed to the “angel” of the church in Smyrna, which is commonly interpreted as the leader or messenger of the congregation. This underscores the connection between leadership and the spiritual health of the church, a theme found elsewhere in the New Testament, such as in Hebrews 13:17:
17 Obey your shepherds, and submit to them; because they watch over your souls, as those who must give an account; so that they do it with joy, and not groaning; because this is not useful to you.
“The First and Last” , this title attributed to Jesus Christ reflects his eternity and divinity. “The first” indicates his preeminence as Creator and Lord from the beginning, while “the last” indicates his supremacy over time and his role as the final fulfillment of history. This title resonates with the statement in Isaiah 44:6:
6 Thus says the LORD, King of Israel, and his Redeemer, the LORD of hosts: I am the first, and I am the last, and besides me there is no God.
“He was dead, and lived” , here the death and resurrection of Jesus Christ is highlighted, the very heart of the Gospel. His atoning death provides redemption, while his resurrection guarantees victory over sin and death. This central theme is widely discussed in the New Testament, as in 1 Corinthians 15:3-4:
3 For I have taught you first what I also received: That Christ was killed for our sins, according to the Scriptures;
4 And that he was buried, and that he rose again on the third day, according to the Scriptures;…
The reminder of the Divinity and Saving Work of Christ has a specific meaning for the church of Smyrna. In the midst of tribulation and poverty, the affirmation of Christ's victory over death provides comfort and hope. It is a call to remain faithful, remembering that you serve a Savior who has overcome even death.
For believers today, this verse invites us to contemplate the magnitude of Christ's Redemptive Work and to trust in His Lordship over all things. Remembering that we serve a Savior who transcends time and who has conquered death should infuse us with unwavering hope, regardless of the circumstances we face. This verse sets the tone for the Message to the church at Smyrna, presenting Christ as the Eternal, the Victor over death, and reminding them that his identity and hope are rooted in the risen Lord.
9 I know your works, and your tribulation, and your poverty (but you are rich,) and the blasphemy of those who say they are Jews, and are not, but are a synagogue of Satan.
[Revelation 2:9]
“I know your works” , this initial statement highlights the Omniscience of Christ. This knowledge is not superficial; It is a complete and detailed understanding of the actions and condition of the church. This reflects the deep and personal understanding that Jesus Christ has of each congregation and each believer, as emphasized in John 2:24-25:
24 But Jesus himself did not trust himself with them, because he knew them all,
25 And he had no need for anyone to testify to him about the man; because he knew what was in man.
“And your tribulation, and your poverty,” the church of Smyrna is known for its tribulation and poverty. This is not a superficial diagnosis of external circumstances, but a deep recognition of the difficulties they face. Jesus Christ does not gloss over their suffering, reminding them that He is aware of every tear shed and every challenge faced.
The paradox in the part of the verse that says: “and your poverty (but you are rich)” is significant. Although the church faces material limitations, its spiritual richness is undeniable. This theme resonates in Jesus' words in Matthew 6:19-21:
19 Do not store up for yourselves treasures on earth, where moth and rust destroy, and where thieves break in and steal;
20 But lay up for yourselves treasures in Heaven, where neither moth nor rust destroys, and where thieves do not break in or steal:
21 For where your treasure is, there your heart will be.
“And the blasphemy of those who claim to be Jews”, the church of Smyrna faces blasphemy from those who claim to be Jews, but do not follow the true principles of Judaism. Jesus Christ denounces this contradiction and declares that, in reality, they are “the synagogue of Satan . ” This language is strong and resonates with Jesus' words in John 8:44, where he speaks of spiritual adversaries:
44 You belong to your father the devil, and you want to fulfill your father's desires. He has been a murderer from the beginning, and did not abide in the truth, because there is no truth in him. When he speaks a lie, he speaks of himself; for he is a liar, and the father of lies.
This verse 9 of Revelation chapter 2 provides a detailed portrait of the situation of the Smyrna church, but also offers a divine perspective on its true spiritual reality. Tribulation and poverty do not define your identity; It is their spiritual richness and their resilience in the midst of adversity that sets them apart.
For contemporary believers, this passage raises the question of whether our perception of wealth and poverty is aligned with the perspective of Christ. Do we value material wealth more or do we recognize true wealth in our relationship with God?
Revelation 2:9 reveals a profound and accurate assessment of the church of Smyrna, highlighting the complete understanding of Christ, the paradox of spiritual wealth in the midst of material poverty, and the confrontation with those who blaspheme in the name of faith. This verse invites reflection on our own perceptions of wealth and tribulation in our spiritual lives.
10 Do not be afraid of the things you have to suffer. Behold, the devil is going to send some of you to prison, that you may be tested, and you will have tribulation for ten days. Be faithful until death, and I will give you the crown of life.
[Revelation 2:10]
“Do not be afraid of the things you have to suffer” is a clear exhortation to courage and confidence in the midst of adversity. This theme of not fearing is recurring in Scripture, appearing 365 times, as, for example, in Isaiah 41:10:
10 Do not fear, for I am with you; do not faint, for I am your God who strives for you: I will always help you, I will always sustain you with the Right Hand of my Justice.
“The devil is going to send some of you to prison ,” here Jesus Christ reveals the source of the test: the devil. This reference highlights the reality of spiritual opposition and the existence of adverse forces in the life of the believer. Ephesians 6:12:
12 For we do not wrestle against flesh and blood; but against principalities, against powers, against lords of the world, rulers of this darkness, against spiritual malice in the air.
“That you may be tested, and have tribulation of ten days ,” the test is not arbitrary; It has a redemptive purpose. The idea of being tested reflects the purification and confirmation of faith. The “ten day” period can symbolize a certain time of trial, but it can also evoke symbolic language found elsewhere in Scripture, since the number ten is a number of consummation.
“Be faithful until death” , in the midst of trial, fidelity is the required response. This call to faithfulness unto death resonates with Jesus' teaching in Matthew 24:13:
13 But he who endures to the end will be saved.
“I will give you the crown of life ,” this final promise is a crown, a symbol of victory and reward. The “crown of life” suggests not only Eternal Life but also victory over death, and reign alongside Christ in the Millennial Kingdom. This image is consistent with other references to the crown in the New Testament, such as in 1 Corinthians 9:25:
25 And everyone who fights abstains from everything: and they, indeed, to receive a corruptible crown; but we, incorruptible.
For contemporary believers, this passage offers comfort and challenge. The promise of the Crown of Life compels us to persevere in the midst of trials, remembering that our faithfulness to God brings eternal rewards.
Revelation 2:10 presents an exhortation to courage in adversity, reveals the source and purpose of testing, calls for faithfulness unto death, and offers the promise of the crown of life as a reward. This verse inspires believers to maintain trust and faithfulness in the midst of trials, trusting in the Divine Promise of Eternal Life.
11 He who has an ear, let him hear what the Spirit says to the churches. He who conquers will not receive harm from the second death.
“He who has an ear, let him hear what the Spirit says to the churches,” this introductory statement is repeated in several letters to the churches in Revelation, underscoring the importance of paying attention to Divine Teachings and Exhortations. Those who are sensitive to the Voice of the Spirit should carefully consider the message addressed to the churches. This reflects the constant call to obedience and active response to Divine Revelation.
“He who overcomes will not be hurt by the second death,” this culminating statement offers a significant Promise for those who persevere and overcome in their faith. The “second death” refers to the final judgment and eternal damnation. The promise of no harm from the second death implies the security of Eternal Life and protection from damnation. Jesus Christ mentions this second death in Revelation 20:14:
14 And hell and death were cast into the lake of fire. This is the second death.
The concept of the second death connects to the broader biblical idea of eternal separation from God for those who reject salvation. The promise to the overcomer highlights the assurance of Salvation and Eternal Life for those who persevere in their faith and overcome the trials of life.
This promise invites believers to consider the reality of their relationship with God and to persevere in their faith. It is a reminder that, despite present difficulties, Eternal Hope is assured for those who remain faithful to the end.
The repetition of the call to hear what the Spirit says to the churches highlights the universality and continuing relevance of the message. This call is not just for the church in Smyrna, but for all churches throughout history, including the church today.
Revelation 2:11 closes the letter to the church at Smyrna with a hopeful promise for those who overcome, offering the assurance of eternal life and protection against the second death. This promise resonates not only in the specific context of Smyrna, but in the spiritual experience of all believers throughout history.
Conclusion
In the mysterious fabric of ecclesiastical history, the letter to the church of Smyrna stands as a shining beacon amid the shadows of tribulation and adversity. Through the words of Jesus Christ, the church of Smyrna becomes an enduring testament of courage, faithfulness, and hope in the midst of the deepest darkness.
Today, these ancient lyrics resonate like an eternal echo, challenging us, pilgrims of faith, to examine the strength of our devotion in the midst of trials. The call to not fear, to be faithful until death, and the promise of the crown of life are notes that resonate in the corridors of time, reminding us that our hope transcends temporal circumstances and clings to eternity.
May these lessons from Smyrna resurrect in our hearts the immutable truth that we serve a Savior who not only knows our struggles, but also guides us through them to victory. In the midst of tribulation, may our spiritual wealth shine brighter than any earthly treasure, and may, as conquerors in Christ, our security in Eternal Life be unshakable.
May the Voice of the Spirit continue to resonate in the ears of our souls, calling us to hear and respond to the Divine Message. May we, like the church at Smyrna, face trials bravely, persevere faithfully, and rejoice in the promise of Eternal Life, where there is no harm from the second death.
In the crucible of Smyrna, we learn that true victory does not always lie in avoiding tribulation, but in facing it with the indestructible hope that only our Risen Lord can grant. May these lessons not be mere words, but a fire that ignites our souls to live an unwavering faith in a world that longs for the Eternal Light.
May the church of Smyrna resonate in our own spiritual journey, inspiring us to live boldly, faithfully, and with an eye toward the Crown of Life that awaits those who overcome in the Name of Jesus Christ!
May God continue to bless you today, tomorrow and always! Amen!
L'ÉGLISE DE SMYRNE
Introduction
Dans les mémoires de l’histoire de l’Église, au sein de l’Apocalypse, émerge l’histoire d’une communauté de foi qui a défié les ombres de la persécution et de la pauvreté avec un courage inébranlable. La lettre à l’église de Smyrne, joyau incrusté dans le livre de l’Apocalypse, révèle un témoignage épique de résilience et de fidélité au milieu de l’adversité.
Dans le décor de Smyrne, ville pétrie d’opulence mais rongée par l’hostilité, Jésus-Christ adresse des paroles précises à une Église marquée par la tribulation et la pauvreté. Ces paroles ne sont pas seulement un écho du passé, mais une vibrante exhortation qui résonne à travers les couloirs du temps, nous invitant, pèlerins de la foi, à considérer la profondeur de notre engagement au milieu des épreuves.
Aujourd’hui, nous allons plonger dans le creuset de Smyrne, explorer ses secrets spirituels, ses défis enflammés et les leçons durables qu’elle distille. L'église de Smyrne n'est pas seulement un ancien chapitre ; C'est un écho éternel qui résonne avec l'invitation divine à la fidélité, à la persévérance et à l'espérance au milieu de la nuit la plus sombre.
Sommes-nous prêts à ouvrir les pages de cette histoire intrépide et à permettre à la lumière de la vérité d’éclairer nos vies ? Rejoignez-nous dans ce voyage au cœur de Smyrne, où la foi brille le plus dans les ténèbres de l'affliction.
Apocalypse 2 : 8-11 :
8 Et à l'ange de l'église de Smyrne, écris : Le premier et le dernier, qui était mort et qui a vécu, dit ces choses :
9 Je connais vos œuvres, et vos tribulations, et votre pauvreté (mais vous êtes riche) et les blasphèmes de ceux qui se disent Juifs et ne le sont pas, mais qui sont une synagogue de Satan.
10 N'aie pas peur des choses que tu dois souffrir. Voici, le diable va envoyer certains d'entre vous en prison, afin que vous soyez éprouvés, et vous aurez des tribulations pendant dix jours. Soyez fidèle jusqu'à la mort, et je vous donnerai la couronne de vie.
11 Celui qui a des oreilles, qu'il entende ce que l'Esprit dit aux églises. Celui qui vaincra ne subira aucun dommage de la seconde mort.
Contexte historique
Avant de plonger dans les profondeurs de la lettre à l’église de Smyrne, il est impératif de démêler le contexte historique dans lequel cette communauté de croyants a prospéré. Smyrne, située sur la côte ouest de l’Asie Mineure, était non seulement un joyau architectural et économique, mais aussi un creuset de défis pour les disciples du Christ au premier siècle.
À son apogée, Smyrne était une ville prospère, connue pour son port florissant et ses rues remplies du parfum de l'industrie du parfum (myrrhe), d'où elle tire son nom. Mais cette apparente opulence ne fait que cacher les fissures sociales et religieuses qui la traversent.
La population de Smyrne était plongée dans un amalgame de cultures et de religions. Sous la domination romaine, la loyauté envers l'empereur était presque égale à la dévotion religieuse, et ceux qui refusaient de rendre hommage aux dieux romains étaient souvent confrontés au mépris et à la persécution. Dans ce contexte, la communauté chrétienne de Smyrne est apparue comme un phare de lumière au milieu des ombres.
Les tensions entre les disciples du Christ et la société environnante se sont intensifiées en raison du refus des chrétiens de s'engager dans des rituels et des pratiques contraires à leurs principes fondateurs. En conséquence, l’Église de Smyrne s’est retrouvée à la croisée des chemins, défiant le courant culturel et payant le prix élevé de sa fidélité.
Le judaïsme a également joué un rôle de premier plan dans l’hostilité envers l’Église de Smyrne. Bien que certains se disaient juifs, leurs actions blasphématoires et opposées aux principes divins leur ont valu la désignation de « synagogue de Satan » par le Christ lui-même (Apocalypse 2 : 9). Il ne s’agissait pas d’une critique de l’ensemble du peuple juif, mais d’une dénonciation de ceux qui, malgré leur appartenance ethnique, s’opposaient activement à l’Œuvre de Dieu.
Dans ce chaudron de défis culturels et religieux, l’Église de Smyrne était confrontée à une réalité incontestable : le prix de la foi était élevé, marqué par les tribulations et la pauvreté. Ces croyants, bien que matériellement pauvres, étaient riches du trésor éternel de leur foi inébranlable.
Ainsi, alors que nous nous plongeons dans la lettre à l'église de Smyrne, nous devons nous rappeler que ces paroles n'ont pas été écrites dans un vide théologique, mais dans le creuset d'une ville qui a défié et testé l'authenticité de la foi de ceux qui ont appelé le Christ. leur Monsieur. Avec cette compréhension, nous entrons dans une histoire qui transcende le temps et nous met au défi de réfléchir sur la nature même de notre foi au milieu des tensions de notre époque.
Analyse biblique : l'Église de Smyrne
8 Et écris à l'ange de l'Église de Smyrne : Le premier et le dernier, qui était mort et qui a vécu, dit ces choses.
[Apocalypse 2:8]
« Et écrivez à l'ange de l'église de Smyrne », la lettre est adressée à « l'ange » de l'église de Smyrne, qui est communément interprété comme le chef ou le messager de la congrégation. Cela souligne le lien entre le leadership et la santé spirituelle de l'Église, un thème que l'on retrouve ailleurs dans le Nouveau Testament, comme dans Hébreux 13 : 17 :
17 Obéissez à vos bergers et soumettez-vous à eux ; parce qu'ils veillent sur vos âmes, comme ceux qui doivent rendre compte ; pour qu'ils le fassent avec joie et sans gémissements ; parce que cela ne vous est pas utile.
« Le Premier et le Dernier » , ce titre attribué à Jésus-Christ reflète son éternité et sa divinité. « Le premier » indique sa prééminence en tant que Créateur et Seigneur depuis le début, tandis que « le dernier » indique sa suprématie dans le temps et son rôle en tant qu'accomplissement final de l'histoire. Ce titre fait écho à la déclaration d’Ésaïe 44 : 6 :
6 Ainsi parle l'Éternel, roi d'Israël, et son Rédempteur, l'Éternel des armées : Je suis le premier et je suis le dernier, et hors moi il n'y a pas de Dieu.
« Il était mort et il a vécu » , c'est ici que sont mises en lumière la mort et la résurrection de Jésus-Christ, le cœur même de l'Évangile. Sa mort expiatoire apporte la rédemption, tandis que sa résurrection garantit la victoire sur le péché et la mort. Ce thème central est largement abordé dans le Nouveau Testament, comme dans 1 Corinthiens 15 : 3-4 :
3 Car je vous ai enseigné premièrement ce que j'ai aussi reçu : que Christ a été tué pour nos péchés, selon les Écritures ;
4 Et qu'il fut enterré, et qu'il ressuscita le troisième jour, selon l'Écriture;…
Le rappel de la divinité et de l’œuvre salvifique du Christ a une signification spécifique pour l’église de Smyrne. Au milieu des tribulations et de la pauvreté, l'affirmation de la victoire du Christ sur la mort apporte réconfort et espérance. C’est un appel à rester fidèle, en vous rappelant que vous servez un Sauveur qui a vaincu même la mort.
Pour les croyants d'aujourd'hui, ce verset nous invite à contempler l'ampleur de l'œuvre rédemptrice du Christ et à faire confiance à sa Seigneurie sur toutes choses. Nous rappeler que nous servons un Sauveur qui transcende le temps et qui a vaincu la mort devrait nous insuffler une espérance inébranlable, quelles que soient les circonstances auxquelles nous sommes confrontés. Ce verset donne le ton du message adressé à l'Église de Smyrne, présentant le Christ comme l'Éternel, le vainqueur de la mort, et leur rappelant que leur identité et leur espérance sont enracinées dans le Seigneur ressuscité.
9 Je connais vos œuvres, et vos tribulations, et votre pauvreté (mais vous êtes riche) et les blasphèmes de ceux qui se disent Juifs et ne le sont pas, mais qui sont une synagogue de Satan.
[Apocalypse 2:9]
« Je connais vos œuvres » , cette première affirmation met en valeur l'Omniscience du Christ. Cette connaissance n'est pas superficielle ; C'est une compréhension complète et détaillée des actions et de la condition de l'Église. Cela reflète la compréhension profonde et personnelle que Jésus-Christ a de chaque congrégation et de chaque croyant, comme le souligne Jean 2 : 24-25 :
24 Mais Jésus lui-même ne se confiait pas à eux, parce qu'il les connaissait tous,
25 Et il n’avait besoin de personne pour lui témoigner au sujet de cet homme ; parce qu'il savait ce qu'il y avait dans l'homme.
«Et votre tribulation et votre pauvreté», l'église de Smyrne est connue pour sa tribulation et sa pauvreté. Il ne s’agit pas d’un diagnostic superficiel des circonstances extérieures, mais d’une profonde reconnaissance des difficultés auxquelles ils sont confrontés. Jésus-Christ ne néglige pas leurs souffrances, leur rappelant qu’il est conscient de chaque larme versée et de chaque défi rencontré.
Le paradoxe dans la partie du verset qui dit : « et ta pauvreté (mais tu es riche) » est significatif. Même si l’Église est confrontée à des limitations matérielles, sa richesse spirituelle est indéniable. Ce thème résonne dans les paroles de Jésus dans Matthieu 6 : 19-21 :
19 Ne vous amassez pas de trésors sur la terre, où les mites et la rouille détruisent, et où les voleurs percent et dérobent ;
20 Mais amassez-vous des trésors dans le ciel, où ni la teigne ni la rouille ne détruisent, et où les voleurs ne pénètrent ni ne dérobent.
21 Car là où est ton trésor, là sera ton cœur.
« Et le blasphème de ceux qui prétendent être juifs », l’Église de Smyrne fait face au blasphème de ceux qui prétendent être juifs, mais ne suivent pas les vrais principes du judaïsme. Jésus-Christ dénonce cette contradiction et déclare qu'en réalité, ils sont « la synagogue de Satan » . Ce langage est fort et résonne avec les paroles de Jésus dans Jean 8 :44, où il parle d’adversaires spirituels :
44 Tu appartiens à ton père le diable, et tu veux réaliser les désirs de ton père. Il a été un meurtrier depuis le début et n'a pas respecté la vérité, car il n'y a pas de vérité en lui. Quand il ment, il parle de son propre chef ; parce qu'il est menteur et le père du mensonge.
Ce verset 9 du chapitre 2 de l'Apocalypse dresse un portrait détaillé de la situation de l'église de Smyrne, mais offre également une perspective divine sur sa véritable réalité spirituelle. La tribulation et la pauvreté ne définissent pas votre identité ; C’est leur richesse spirituelle et leur résilience au milieu de l’adversité qui les distinguent.
Pour les croyants contemporains, ce passage soulève la question de savoir si notre perception de la richesse et de la pauvreté est alignée sur la perspective du Christ. Valorisons-nous davantage la richesse matérielle ou reconnaissons-nous la vraie richesse dans notre relation avec Dieu ?
Apocalypse 2 : 9 révèle une évaluation profonde et précise de l’Église de Smyrne, mettant en évidence la compréhension complète du Christ, le paradoxe de la richesse spirituelle au milieu de la pauvreté matérielle et la confrontation avec ceux qui blasphèment au nom de la foi. Ce verset invite à réfléchir sur nos propres perceptions de la richesse et des tribulations dans nos vies spirituelles.
10 N'aie pas peur des choses que tu dois souffrir. Voici, le diable va envoyer certains d'entre vous en prison, afin que vous soyez éprouvés, et vous aurez des tribulations pendant dix jours. Soyez fidèle jusqu'à la mort, et je vous donnerai la couronne de vie.
[Apocalypse 2:10]
« N’ayez pas peur des choses que vous devez souffrir » est une claire exhortation au courage et à la confiance au milieu de l’adversité. Ce thème de ne pas avoir peur est récurrent dans les Écritures, apparaissant 365 fois, comme, par exemple, dans Ésaïe 41 : 10 :
10 Ne crains rien, car je suis avec toi ; ne vous évanouissez pas, car je suis votre Dieu qui lutte pour vous : je vous aiderai toujours, je vous soutiendrai toujours avec la main droite de ma justice.
« Le diable va envoyer certains d'entre vous en prison », Jésus-Christ révèle ici la source de l'épreuve : le diable. Cette référence met en évidence la réalité de l'opposition spirituelle et l'existence de forces adverses dans la vie du croyant. Éphésiens 6 :12 :
12 Car nous ne luttons pas contre la chair et le sang ; mais contre les principautés, contre les puissances, contre les seigneurs du monde, les dirigeants de ces ténèbres, contre la malice spirituelle de l'air.
« Afin que vous soyez éprouvés et que vous ayez une tribulation de dix jours », l'épreuve n'est pas arbitraire ; Il a un but rédempteur. L’idée d’être testé reflète la purification et la confirmation de la foi. La période des « dix jours » peut symboliser une certaine période d’épreuve, mais elle peut aussi évoquer un langage symbolique trouvé ailleurs dans l’Écriture, puisque le nombre dix est un nombre de consommation.
« Soyez fidèle jusqu'à la mort » , en pleine épreuve, la fidélité est la réponse requise. Cet appel à la fidélité jusqu'à la mort résonne avec l'enseignement de Jésus dans Matthieu 24 : 13 :
13 Mais celui qui persévérera jusqu'à la fin sera sauvé.
« Je te donnerai la couronne de vie », cette promesse finale est une couronne, symbole de victoire et de récompense. La « couronne de vie » suggère non seulement la vie éternelle, mais aussi la victoire sur la mort et le règne aux côtés du Christ dans le Royaume millénaire. Cette image est cohérente avec d'autres références à la couronne dans le Nouveau Testament, comme dans 1 Corinthiens 9 :25 :
25 Et quiconque combat s'abstient de tout : et eux, en effet, pour recevoir une couronne corruptible ; mais nous, incorruptibles.
Pour les croyants contemporains, ce passage offre réconfort et défi. La promesse de la couronne de vie nous oblige à persévérer au milieu des épreuves, en nous rappelant que notre fidélité à Dieu nous apporte des récompenses éternelles.
Apocalypse 2 : 10 présente une exhortation au courage dans l’adversité, révèle la source et le but de l’épreuve, appelle à la fidélité jusqu’à la mort et offre la promesse de la couronne de vie en récompense. Ce verset incite les croyants à maintenir leur confiance et leur fidélité au milieu des épreuves, en faisant confiance à la promesse divine de la vie éternelle.
11 Celui qui a des oreilles, qu'il entende ce que l'Esprit dit aux églises. Celui qui vaincra ne subira aucun dommage de la seconde mort.
« Celui qui a une oreille, qu'il entende ce que l'Esprit dit aux églises », cette déclaration introductive est répétée dans plusieurs lettres aux églises de l'Apocalypse, soulignant l'importance de prêter attention aux enseignements et aux exhortations divines. Ceux qui sont sensibles à la Voix de l’Esprit devraient réfléchir attentivement au message adressé aux Églises. Cela reflète l’appel constant à l’obéissance et à la réponse active à la révélation divine.
« Celui qui vaincra ne sera pas blessé par la seconde mort », cette déclaration culminante offre une promesse importante pour ceux qui persévèrent et triomphent dans leur foi. La « seconde mort » fait référence au jugement final et à la damnation éternelle. La promesse que la seconde mort ne causera aucun dommage implique la sécurité de la vie éternelle et la protection contre la damnation. Jésus-Christ mentionne cette seconde mort dans Apocalypse 20 :14 :
14 Et l’enfer et la mort furent jetés dans l’étang de feu. C'est le second décès.
Le concept de seconde mort est lié à l’idée biblique plus large de séparation éternelle d’avec Dieu pour ceux qui rejettent le salut. La promesse faite au vainqueur met en évidence l’assurance du salut et de la vie éternelle pour ceux qui persévèrent dans leur foi et surmontent les épreuves de la vie.
Cette promesse invite les croyants à considérer la réalité de leur relation avec Dieu et à persévérer dans leur foi. C'est un rappel que, malgré les difficultés actuelles, l'espérance éternelle est assurée pour ceux qui resteront fidèles jusqu'au bout.
La répétition de l'appel à entendre ce que l'Esprit dit aux Églises met en évidence l'universalité et la pertinence continue du message. Cet appel ne s’adresse pas seulement à l’Église de Smyrne, mais à toutes les Églises à travers l’histoire, y compris l’Église d’aujourd’hui.
Apocalypse 2 : 11 termine la lettre adressée à l’église de Smyrne avec une promesse pleine d’espoir pour ceux qui vaincraront, offrant l’assurance de la vie éternelle et une protection contre la seconde mort. Cette promesse résonne non seulement dans le contexte spécifique de Smyrne, mais aussi dans l’expérience spirituelle de tous les croyants à travers l’histoire.
Conclusion
Dans le tissu mystérieux de l’histoire ecclésiastique, la lettre à l’église de Smyrne apparaît comme un phare brillant au milieu des ombres de la tribulation et de l’adversité. Grâce aux paroles de Jésus-Christ, l’Église de Smyrne devient un témoignage durable de courage, de fidélité et d’espoir au milieu des ténèbres les plus profondes.
Aujourd’hui, ces paroles anciennes résonnent comme un écho éternel, nous invitant, pèlerins de la foi, à examiner la force de notre dévotion au milieu des épreuves. L’appel à ne pas avoir peur, à être fidèle jusqu’à la mort et la promesse de la couronne de vie sont des notes qui résonnent dans les couloirs du temps, nous rappelant que notre espérance transcende les circonstances temporelles et s’accroche à l’éternité.
Puissent ces leçons de Smyrne ressusciter dans nos cœurs la vérité immuable selon laquelle nous servons un Sauveur qui non seulement connaît nos luttes, mais qui nous guide également à travers elles vers la victoire. Au milieu des tribulations, que notre richesse spirituelle brille plus fort que n’importe quel trésor terrestre et que, en tant que conquérants en Christ, notre sécurité dans la vie éternelle soit inébranlable.
Que la Voix de l'Esprit continue de résonner dans les oreilles de nos âmes, nous appelant à entendre et à répondre au Message Divin. Puissions-nous, comme l’Église de Smyrne, affronter les épreuves avec courage, persévérer fidèlement et nous réjouir de la promesse de la vie éternelle, où il n’y a aucun mal provenant de la seconde mort.
Dans le creuset de Smyrne, nous apprenons que la vraie victoire ne consiste pas toujours à éviter les tribulations, mais à y faire face avec l'espérance indestructible que seul notre Seigneur ressuscité peut accorder. Que ces leçons ne soient pas de simples paroles, mais un feu qui enflamme nos âmes pour vivre une foi inébranlable dans un monde qui aspire à la Lumière éternelle.
Que l'Église de Smyrne résonne dans notre propre voyage spirituel, nous inspirant à vivre avec audace, fidélité et avec un regard tourné vers la couronne de vie qui attend ceux qui vainquent au nom de Jésus-Christ !
Que Dieu continue de vous bénir aujourd'hui, demain et toujours ! Amen!
A IGREJA DE SMIRNA
Introdução
Nas memórias da história da Igreja, dentro das dobras do Apocalipse, emerge a história de uma comunidade de fé que desafiou as sombras da perseguição e da pobreza com coragem inabalável. A carta à igreja de Esmirna, joia incrustada no livro do Apocalipse, revela um testemunho épico de resiliência e fidelidade em meio à adversidade.
No cenário de Esmirna, uma cidade rica em opulência mas corroída pela hostilidade, Jesus Cristo dirige palavras específicas a uma igreja marcada pela tribulação e pela pobreza. Estas palavras não são apenas um eco do passado, mas uma exortação vibrante que ressoa pelos corredores do tempo, desafiando-nos, peregrinos da fé, a considerar a profundidade do nosso compromisso no meio das provações.
Hoje, mergulharemos no cadinho de Esmirna, explorando seus segredos espirituais, seus desafios ardentes e as lições duradouras que ela destila. A igreja de Esmirna não é apenas um capítulo antigo; É um eco eterno que ressoa o convite divino à fidelidade, à perseverança e à esperança no meio da noite mais escura.
Estamos dispostos a abrir as páginas desta história intrépida e permitir que a luz da verdade ilumine as nossas vidas? Junte-se a nós nesta jornada ao coração de Esmirna, onde a fé brilha mais forte na escuridão da aflição.
Apocalipse 2:8-11:
8 E ao anjo da igreja que está em SMIRNA escreve: O primeiro e o último, que morreu e viveu, diz estas coisas:
9 Conheço as tuas obras, e a tua tribulação, e a tua pobreza (mas tu és rico), e a blasfêmia daqueles que se dizem judeus, e não o são, mas são sinagoga de Satanás.
10 Não tenha medo das coisas que você tem que sofrer. Eis que o diabo vai mandar alguns de vocês para a prisão, para que sejam provados, e terão tribulações por dez dias. Seja fiel até a morte, e eu lhe darei a coroa da vida.
11 Quem tem ouvidos, ouça o que o Espírito diz às igrejas. Quem vencer não receberá o mal da segunda morte.
Contexto histórico
Antes de mergulharmos nas profundezas da carta à igreja de Esmirna, é imperativo desvendarmos o contexto histórico em que esta comunidade de crentes floresceu. Esmirna, localizada na costa oeste da Ásia Menor, não era apenas uma joia arquitetônica e econômica, mas também um caldeirão de desafios para os seguidores de Cristo no primeiro século.
No seu apogeu, Esmirna era uma cidade próspera, conhecida pelo seu porto próspero e pelas ruas repletas da fragrância da indústria do perfume (mirra), da qual derivou o seu nome. No entanto, esta aparente opulência nada mais fez do que esconder as fissuras sociais e religiosas que a atravessavam.
A população de Esmirna estava imersa numa amálgama de culturas e religiões. Sob o domínio romano, a lealdade ao imperador era quase igual à devoção religiosa, e aqueles que se recusavam a prestar homenagem aos deuses romanos enfrentavam frequentemente desprezo e perseguição. Neste contexto, a comunidade cristã de Esmirna emergiu como um farol de luz no meio das sombras.
As tensões entre os seguidores de Cristo e a sociedade circundante intensificaram-se devido à recusa dos cristãos em se envolverem em rituais e práticas que contradiziam os seus princípios fundadores. Como resultado, a igreja de Esmirna encontrou-se numa encruzilhada, desafiando a maré da cultura e pagando um preço elevado pela sua fidelidade.
O judaísmo também desempenhou um papel proeminente na hostilidade contra a igreja de Esmirna. Embora alguns se autodenominassem judeus, suas ações que eram blasfemas e contrárias aos princípios divinos valeram-lhes a designação de “sinagoga de Satanás” pelo próprio Cristo (Apocalipse 2:9). Esta não foi uma crítica a todo o povo judeu, mas uma denúncia daqueles que, apesar da sua filiação étnica, se opuseram ativamente à Obra de Deus.
Neste caldeirão de desafios culturais e religiosos, a igreja de Esmirna enfrentou uma realidade indiscutível: o preço da fé era alto, marcado pela tribulação e pela pobreza. Estes crentes, embora materialmente empobrecidos, eram ricos no Tesouro Eterno da sua fé inabalável.
Assim, ao mergulharmos na carta à igreja de Esmirna, devemos lembrar que estas palavras não foram escritas num vácuo teológico, mas no cadinho de uma cidade que desafiou e testou a autenticidade da fé daqueles que chamaram Cristo seu senhor. Com esta compreensão, entramos numa história que transcende o tempo e nos desafia a refletir sobre a própria natureza da nossa fé no meio das tensões do nosso próprio tempo.
Análise Bíblica: A Igreja de Esmirna
8 E escreve ao anjo da igreja que está em Esmirna: O primeiro e o último, que morreu e viveu, diz estas coisas.
[Apocalipse 2:8]
“E escreve ao anjo da igreja em Esmirna”, a carta é dirigida ao “anjo” da igreja em Esmirna, que é comumente interpretado como o líder ou mensageiro da congregação. Isto sublinha a ligação entre liderança e a saúde espiritual da igreja, um tema encontrado em outras partes do Novo Testamento, como em Hebreus 13:17:
17 Obedeçam aos seus pastores e submetam-se a eles; porque zelam pelas vossas almas, como quem deve prestar contas; para que o façam com alegria e não gemendo; porque isso não é útil para você.
“O Primeiro e o Último” , este título atribuído a Jesus Cristo reflete a sua eternidade e divindade. “O primeiro” indica a Sua preeminência como Criador e Senhor desde o início, enquanto “o último” indica a Sua supremacia ao longo do tempo e o Seu papel como o cumprimento final da história. Este título ressoa com a declaração de Isaías 44:6:
6 Assim diz o Senhor, rei de Israel, e seu Redentor, o Senhor dos exércitos: Eu sou o primeiro e sou o último, e fora de mim não há Deus.
“Ele estava morto e viveu” , aqui é destacada a morte e ressurreição de Jesus Cristo, o próprio coração do Evangelho. Sua morte expiatória proporciona redenção, enquanto sua ressurreição garante a vitória sobre o pecado e a morte. Este tema central é amplamente discutido no Novo Testamento, como em 1 Coríntios 15:3-4:
3 Porque eu vos ensinei primeiro o que também recebi: que Cristo foi morto por nossos pecados, segundo as Escrituras;
4 E que foi sepultado e ressuscitou ao terceiro dia, segundo as Escrituras;…
A lembrança da Divindade e da Obra Salvadora de Cristo tem um significado específico para a igreja de Esmirna. No meio da tribulação e da pobreza, a afirmação da vitória de Cristo sobre a morte proporciona conforto e esperança. É um chamado para permanecermos fiéis, lembrando que servimos a um Salvador que venceu até a morte.
Para os crentes de hoje, este versículo nos convida a contemplar a magnitude da Obra Redentora de Cristo e a confiar em Seu Senhorio sobre todas as coisas. Lembrar que servimos a um Salvador que transcende o tempo e que venceu a morte deve infundir-nos uma esperança inabalável, independentemente das circunstâncias que enfrentemos. Este versículo dá o tom da Mensagem à igreja em Esmirna, apresentando Cristo como o Eterno, o Vencedor da morte, e lembrando-lhes que a sua identidade e esperança estão enraizadas no Senhor ressuscitado.
9 Conheço as tuas obras, e a tua tribulação, e a tua pobreza (mas tu és rico), e a blasfêmia daqueles que se dizem judeus, e não o são, mas são sinagoga de Satanás.
[Apocalipse 2:9]
“Conheço as tuas obras” , esta afirmação inicial destaca a Onisciência de Cristo. Este conhecimento não é superficial; É uma compreensão completa e detalhada das ações e condições da igreja. Isto reflete o entendimento profundo e pessoal que Jesus Cristo tem de cada congregação e de cada crente, conforme enfatizado em João 2:24-25:
24 Mas o próprio Jesus não confiava neles, porque os conhecia a todos,
25 E ele não precisava que alguém lhe testificasse sobre aquele homem; porque ele sabia o que havia no homem.
“E a tua tribulação e a tua pobreza”, a igreja de Esmirna é conhecida por sua tribulação e pobreza. Este não é um diagnóstico superficial das circunstâncias externas, mas um reconhecimento profundo das dificuldades que enfrentam. Jesus Cristo não ignora o sofrimento deles, lembrando-lhes que Ele está ciente de cada lágrima derramada e de cada desafio enfrentado.
O paradoxo na parte do versículo que diz: “e a tua pobreza (mas tu és rico)” é significativo. Embora a igreja enfrente limitações materiais, a sua riqueza espiritual é inegável. Este tema ressoa nas palavras de Jesus em Mateus 6:19-21:
19 Não ajunteis tesouros na terra, onde a traça e a ferrugem destroem, e onde os ladrões minam e roubam;
20 Mas ajuntai para vós tesouros no céu, onde nem a traça nem a ferrugem consomem, e onde os ladrões não arrombam nem roubam.
21 Pois onde estiver o seu tesouro, aí estará o seu coração.
“E a blasfêmia daqueles que se dizem judeus”, a igreja de Esmirna enfrenta a blasfêmia daqueles que se dizem judeus, mas não seguem os verdadeiros princípios do Judaísmo. Jesus Cristo denuncia esta contradição e declara que, na realidade, eles são “a sinagoga de Satanás ” . Esta linguagem é forte e ressoa com as palavras de Jesus em João 8:44, onde ele fala de adversários espirituais:
44 Você pertence ao seu pai, o diabo, e deseja realizar os desejos de seu pai. Ele foi um assassino desde o início e não permaneceu na verdade, porque não há verdade nele. Quando ele fala uma mentira, ele fala por conta própria; porque ele é mentiroso e pai da mentira.
Este versículo 9 do capítulo 2 de Apocalipse fornece um retrato detalhado da situação da igreja de Esmirna, mas também oferece uma perspectiva divina sobre a sua verdadeira realidade espiritual. A tribulação e a pobreza não definem a sua identidade; É a sua riqueza espiritual e a sua resiliência em meio à adversidade que os diferencia.
Para os crentes contemporâneos, esta passagem levanta a questão de saber se a nossa percepção de riqueza e pobreza está alinhada com a perspectiva de Cristo. Valorizamos mais a riqueza material ou reconhecemos a verdadeira riqueza em nosso relacionamento com Deus?
Apocalipse 2:9 revela uma avaliação profunda e precisa da igreja de Esmirna, destacando a compreensão completa de Cristo, o paradoxo da riqueza espiritual em meio à pobreza material e o confronto com aqueles que blasfemam em nome da fé. Este versículo convida à reflexão sobre as nossas próprias percepções de riqueza e tribulação em nossas vidas espirituais.
10 Não tenha medo das coisas que você tem que sofrer. Eis que o diabo vai mandar alguns de vocês para a prisão, para que sejam provados, e terão tribulações por dez dias. Seja fiel até a morte, e eu lhe darei a coroa da vida.
[Apocalipse 2:10]
“Não tenha medo das coisas que você tem que sofrer” é uma exortação clara à coragem e à confiança em meio à adversidade. Este tema de não temer é recorrente nas Escrituras, aparecendo 365 vezes, como, por exemplo, em Isaías 41:10:
10 Não temas, pois estou contigo; não desmaie, pois eu sou o seu Deus que luta por você: sempre te ajudarei, sempre te sustentarei com a Mão Direita da minha Justiça.
“O diabo vai mandar alguns de vocês para a prisão ”, aqui Jesus Cristo revela a fonte da prova: o diabo. Esta referência destaca a realidade da oposição espiritual e a existência de forças adversas na vida do crente. Efésios 6:12:
12 Porque não lutamos contra carne e sangue; mas contra os principados, contra as potestades, contra os senhores do mundo, os governantes destas trevas, contra a malícia espiritual no ar.
“Para que sejais provados e tenhais tribulação de dez dias ”, o teste não é arbitrário; Tem um propósito redentor. A ideia de ser testado reflete a purificação e a confirmação da fé. O período de “dez dias” pode simbolizar um certo tempo de provação, mas também pode evocar linguagem simbólica encontrada em outras partes das Escrituras, já que o número dez é um número de consumação.
“Sede fiéis até à morte” , no meio da provação a fidelidade é a resposta exigida. Este chamado à fidelidade até a morte ressoa com o ensino de Jesus em Mateus 24:13:
13 Mas quem perseverar até o fim será salvo.
“Eu te darei a coroa da vida ”, esta promessa final é uma coroa, um símbolo de vitória e recompensa. A “coroa da vida” sugere não apenas a Vida Eterna, mas também a vitória sobre a morte e o reinado ao lado de Cristo no Reino Milenial. Esta imagem é consistente com outras referências à coroa no Novo Testamento, como em 1 Coríntios 9:25:
25 E todo aquele que luta se abstém de tudo: e eles, na verdade, receberão uma coroa corruptível; mas nós, incorruptíveis.
Para os crentes contemporâneos, esta passagem oferece conforto e desafio. A promessa da Coroa da Vida nos obriga a perseverar em meio às provações, lembrando que nossa fidelidade a Deus traz recompensas eternas.
Apocalipse 2:10 apresenta uma exortação à coragem na adversidade, revela a fonte e o propósito da provação, apela à fidelidade até a morte e oferece a promessa da coroa da vida como recompensa. Este versículo inspira os crentes a manterem a confiança e a fidelidade em meio às provações, confiando na Promessa Divina de Vida Eterna.
11 Quem tem ouvidos, ouça o que o Espírito diz às igrejas. Quem vencer não receberá o mal da segunda morte.
“Quem tem ouvidos, ouça o que o Espírito diz às igrejas”, esta declaração introdutória é repetida em várias cartas às igrejas no Apocalipse, sublinhando a importância de prestar atenção aos Ensinamentos e Exortações Divinas. Aqueles que são sensíveis à Voz do Espírito devem considerar cuidadosamente a mensagem dirigida às igrejas. Isto reflete o apelo constante à obediência e à resposta ativa à Revelação Divina.
“Aquele que vencer não será ferido pela segunda morte”, esta declaração culminante oferece uma promessa significativa para aqueles que perseveram e vencem na sua fé. A “segunda morte” refere-se ao julgamento final e à condenação eterna. A promessa de nenhum dano causado pela segunda morte implica a segurança da Vida Eterna e a proteção contra a condenação. Jesus Cristo menciona esta segunda morte em Apocalipse 20:14:
14 E o inferno e a morte foram lançados no lago de fogo. Esta é a segunda morte.
O conceito da segunda morte se conecta à ideia bíblica mais ampla de separação eterna de Deus para aqueles que rejeitam a salvação. A promessa ao vencedor destaca a garantia da Salvação e da Vida Eterna para aqueles que perseveram na fé e superam as provações da vida.
Esta promessa convida os crentes a considerar a realidade da sua relação com Deus e a perseverar na sua fé. É um lembrete de que, apesar das dificuldades actuais, a Esperança Eterna está assegurada para aqueles que permanecem fiéis até ao fim.
A repetição do chamado para ouvir o que o Espírito diz às igrejas destaca a universalidade e a relevância contínua da mensagem. Este apelo não é apenas para a igreja em Esmirna, mas para todas as igrejas ao longo da história, incluindo a igreja de hoje.
Apocalipse 2:11 encerra a carta à igreja de Esmirna com uma promessa esperançosa para aqueles que vencerem, oferecendo a certeza da vida eterna e proteção contra a segunda morte. Esta promessa ressoa não apenas no contexto específico de Esmirna, mas na experiência espiritual de todos os crentes ao longo da história.
Conclusão
No misterioso tecido da história eclesiástica, a carta à igreja de Esmirna permanece como um farol brilhante em meio às sombras da tribulação e da adversidade. Através das palavras de Jesus Cristo, a igreja de Esmirna torna-se um testemunho duradouro de coragem, fidelidade e esperança no meio das trevas mais profundas.
Hoje, essas letras antigas ressoam como um eco eterno, desafiando-nos, peregrinos da fé, a examinar a força da nossa devoção em meio às provações. O chamado para não temer, para sermos fiéis até a morte e a promessa da coroa da vida são notas que ressoam nos corredores do tempo, lembrando-nos que nossa esperança transcende as circunstâncias temporais e se apega à eternidade.
Que essas lições de Esmirna ressuscitem em nossos corações a verdade imutável de que servimos a um Salvador que não apenas conhece nossas lutas, mas também nos guia através delas para a vitória. Em meio à tribulação, que nossa riqueza espiritual brilhe mais do que qualquer tesouro terreno, e que, como vencedores em Cristo, nossa segurança na Vida Eterna seja inabalável.
Que a Voz do Espírito continue ressoando nos ouvidos de nossas almas, chamando-nos a ouvir e responder à Mensagem Divina. Que nós, como a igreja de Esmirna, enfrentemos as provações com coragem, perseveremos fielmente e nos regozijemos na promessa da Vida Eterna, onde não há dano da segunda morte.
No cadinho de Esmirna aprendemos que a verdadeira vitória nem sempre consiste em evitar a tribulação, mas em enfrentá-la com a esperança indestrutível que só o nosso Senhor Ressuscitado pode conceder. Que essas lições não sejam meras palavras, mas um fogo que acenda nossas almas para vivermos uma fé inabalável em um mundo que anseia pela Luz Eterna.
Que a igreja de Esmirna ressoe em nossa jornada espiritual, inspirando-nos a viver com ousadia, fidelidade e com os olhos voltados para a Coroa da Vida que aguarda aqueles que vencem em Nome de Jesus Cristo!
Que Deus continue te abençoando hoje, amanhã e sempre! Amém!
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