Reflexión:
"Caminando Con Dios"
Por: Hermano Francisco Velázquez Cruz
Por: Hermano Francisco Velázquez Cruz
INTRODUCCIÓN
Hermanos y Hermanas, hoy quiero comenzar con una pregunta que puede parecer simple… pero que tiene un peso eterno: ¿Estás caminando con Dios... o solo estás caminando cerca de las cosas de Dios? Vivimos en una época en la que muchas personas “hablan de Dios”, “cantan sobre Dios”, “publican versículos en redes sociales”, pero sus vidas no reflejan una relación viva, constante y real con Él. La vida cristiana no es una carrera de velocidad los domingos, sino una caminata diaria con el Creador del Universo.
Desde el principio de la historia bíblica vemos que Dios no solo quiere que el ser humano crea en Él… ¡Él quiere caminar con nosotros! Desde el Huerto del Edén, cuando Dios descendía para caminar con Adán y Eva, su deseo ha sido tener comunión con el hombre. Pero algo cambió: el pecado nos desconectó. Y desde entonces, la humanidad ha buscado caminos propios, perdiéndose en senderos de autosuficiencia, religiosidad vacía y pecado encubierto.
Sin embargo, hay una buena noticia: Dios sigue llamando a personas para que caminen con Él. Y no se trata de ser perfectos, según la idea general que se tiene de perfección, sino de estar dispuestos. Él caminó con Enoc`h, con Noé, con Abraham, con Moisés, con los discípulos... y hoy quiere caminar contigo. Hoy no vengo a darte una fórmula mágica, ni una palabra bonita para motivarte emocionalmente. Vengo a recordarte —y a retarte— a volver a lo esencial: Una vida que camina con Dios.
Hoy veremos tres verdades poderosas que te mostrarán cómo es ese caminar: Es una vida de comunión íntima con Dios, una vida de obediencia fiel a su Palabra, y una vida de propósito eterno, que transforma tu entorno. ¿Estás listo para dar ese paso?
Vamos a dar lectura en Miqueas 6:5-8, y leemos en el Nombre del Señor Jesucristo:
5Pueblo mío, acuérdate ahora qué aconsejó Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam, hijo de Beor, desde Sittim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias de Jehová.
6¿Con qué prevendré á Jehová, y adoraré al alto Dios? ¿vendré ante él con holocaustos, con becerros de un año?
7¿Agradaráse Jehová de millares de carneros, ó de diez mil arroyos de aceite? ¿daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma?
8Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno, y qué pida de ti Jehová: solamente hacer juicio, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios.
CAMINAR CON DIOS ES VIVIR EN COMUNIÓN
En Génesis 5:24 dice:
24Caminó, pues, Henoch con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
Este versículo es corto… pero profundo. Enoc vivió 365 años sobre la tierra, y de toda su vida, la Biblia resume su historia con una sola frase: “Caminó Enoc con Dios.” No dice que fue un gran constructor, ni que fue rico, ni que hizo milagros… Su mayor legado fue su comunión con Dios. La palabra “caminó” en hebreo implica una relación continua, progresiva, constante. No fue una visita ocasional a Dios, sino una vida vivida en Su Presencia.
En 1 Juan 1:6-7 nos dice:
6Si nosotros dijéremos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no hacemos la verdad;
7Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Aquí el apóstol San Juan nos dice algo directo: no puedes decir que caminas con Dios y al mismo tiempo vivir en tinieblas. Caminar con Dios es andar en luz, es decir, en transparencia, verdad y santidad.
Caminar con Dios no es tener una religión, recitar oraciones memorizadas o leer la Biblia solo por rutina. Caminar con Dios es tener comunión real, viva, continua. Así como una pareja camina tomada de la mano y se hablan, se escuchan, se conocen más… así es caminar con el Señor. No es un evento, es un estilo de vida.
El Señor Jesús mismo lo dijo en San Juan 15:4:
4Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí.
Él nos llama a permanecer, a vivir en Él. No puedes tener comunión con Dios solo con una oración de 5 minutos a la semana. Dios no busca una visita ocasional, Él quiere habitar contigo. ¿Estás teniendo comunión diaria con Dios? ¿Cuándo fue la última vez que oraste sin prisa, solo para hablar con Él? ¿Lees la Palabra para conocer Su Corazón, o solo para cumplir un deber cristiano? Caminar con Dios implica buscar Su Presencia en la oración, escuchar Su Voz a través de Su Palabra y ser sensibles a Su Guía diaria. Vivir conscientes de que Él está con nosotros… todo el tiempo.
Imagínate caminar con alguien que amas: tu cónyuge, un hijo, un amigo. Vas conversando, compartes lo que sientes, disfrutas la compañía. Así quiere Dios caminar contigo… Y más aún: quiere que te deleites en Su Compañía.
En el Salmo 16:11 nos dice:
11Me mostrarás la senda de la vida: Hartura de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
Caminar con Dios no es una carga, es un deleite. ¡No hay mayor gozo que vivir cerca de Su Corazón!
CAMINAR CON DIOS IMPLICA OBEDIENCIA
En Génesis 6:9, nos dice la Palabra de Dios:
9Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fué en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
La generación de Noé estaba llena de maldad, violencia, corrupción y pecado. Pero en medio de toda esa oscuridad, hubo un hombre que caminó con Dios… y obedeció. Noé no solo creyó, no solo adoró… obedeció a Dios cuando ya nadie más lo hacía.
En Deuteronomio 5:33 nos dice la Palabra:
33Andad en todo camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis, y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.
Aquí se nos revela algo esencial: Caminar con Dios incluye andar por los caminos que Él establece, no los que a mí me parecen más cómodos o convengan a mis propios intereses. Obedecer Sus Mandamientos, obedecer Toda Su Palabra, no es opcional; es una expresión real de nuestro amor y fe.
Hoy en día hay muchos que quieren las bendiciones de Dios, pero no quieren los Caminos de Dios o la manera provista por Dios. Quieren promesas… sin obediencia; quieren los beneficios sin obligaciones con el Padre Celestial. Pero el verdadero caminar con Dios implica rendición, sujeción, renuncia.
En 1 Samuel 15:22 nos dice la Palabra de Dios:
22Y Samuel dijo: ¿Tiene Jehová tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en obedecer á las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que el sebo de los carneros:…
Dios valora más tu obediencia diaria que tus gestos religiosos. El obediente tal vez no brille en público, pero alumbra como lumbrera en el Cielo.
El Señor Jesús también lo enseñó claramente en San Juan 14:23:
23Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos á él, y haremos con él morada.
No hay forma de separar el amor a Dios de la obediencia a Dios. La obediencia es la evidencia de un corazón rendido. Imagina a un hijo o a una hija que dice amar a sus padres… pero constantemente está desobedeciéndolos. ¿De qué sirve su “amor” si no hay obediencia? Lo mismo ocurre con nuestra fe: La obediencia es la prueba práctica de que realmente estamos caminando con Dios.
¿Estás obedeciendo lo que Dios ya te ha dicho en Su Palabra al pie de la letra? ¿Estás resistiendo algún mandato claro del Señor por temor, comodidad o presión externa? ¿No obedeces a Dios plenamente por vergüenza del qué dirán? ¿Estás caminando en integridad, aun cuando nadie te ve? Obedecer a Dios muchas veces va en contra de la cultura, tus emociones, tus deseos carnales, la lógica humana. Pero siempre, obedecer a Dios es lo correcto. Y los que caminan en obediencia, aunque no sean populares, verán el Favor de Dios como Enoch, Noé, Abraham y demás lo vieron.
¿Cuál es el resultado de la obediencia plena a Dios y a Su Palabra? Hebreos 11:7, nos dice:
7Por la fe Noé, habiendo recibido respuesta de cosas que aun no se veían, con temor aparejó el arca en que su casa se salvase: por la cual fe condenó al mundo, y fué hecho heredero de la justicia que es por la fe.
La obediencia de Noé salvó a su familia. Tu obediencia total, plena a Dios, puede ser la clave para el milagro que estás esperando. Obedecer puede costar…pero desobedecer cuesta mucho más. Caminar con Dios no siempre será fácil, pero siempre será seguro, eterno y glorioso.
CAMINAR CON DIOS NOS DA PROPÓSITO
En Colosenses 2:6-7, nos dice la Palabra de Dios:
6Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él:
7Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis aprendido, creciendo en ella con hacimiento de gracias.
Caminar con Dios no es un paseo casual ni un acto simbólico. Es un llamado a vivir de acuerdo a una nueva identidad, a una nueva misión, a un destino eterno. Cuando tú caminas con Dios, Él redefine tu propósito. Te saca de la rutina, del vacío, del egocentrismo, y te lleva a vivir para lo que realmente fuiste creado.
El Señor Jesús mismo lo muestra en San Juan 15:16, y dice:
16No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.
Cuando Él te llama a caminar con Él, no es para entretenerte… Es para llevar fruto. Fruto que bendice, que transforma, que impacta. Tu vida con Dios no puede ser estéril. Caminar con Dios te convierte en un instrumento del Cielo.
Efesios 2:10, nos dice la Palabra de Dios:
10Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.
No fuiste creado por accidente. Dios tiene buenas obras preparadas para ti, caminos trazados desde antes de tu nacimiento, ¡pero necesitas caminar con Él para descubrirlos y vivirlos! Solo en Él encontrarás tu propósito. Fuera de Él, la vida se vuelve supervivencia, rutina, frustración. Pero con Él, cada día tiene sentido, dirección, poder.
Moisés es un ejemplo claro. Moisés fue criado en un palacio, pero a los 40 años no sabía para qué vivía realmente. Tuvo que encontrarse con Dios en una zarza ardiente (Éxodo 3), y desde ese momento, su caminar con Dios lo condujo a su propósito: liberar a Israel de la esclavitud de Egipto.
La Presencia de Dios activó su llamado. Y caminar con Dios sostuvo su llamado durante 40 años en el desierto. ¿Y tú? ¿Ya descubriste para qué estás aquí?
Caminar con Dios te hace parte de algo más grande, 2 Corintios 5:20, que dice:
20Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Caminar con Dios te convierte en un embajador del Cielo en la tierra. Tú representas Su Carácter, Su Justicia, Su Gracia, Su Amor.
En Efesios 4:1-6, nos dice la Palabra del Señor:
1YO pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados;
2Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor;
3Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
4Un cuerpo, y un Espíritu; como sois también llamados á una misma esperanza de vuestra vocación:
5Un Señor, una fe, un bautismo,
6Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros.
Dios no te salvó solo para que te sientes en una silla de iglesia. Te salvó para que camines como digno de ese llamado. Tu vida debe reflejar tu propósito. Tu caminar debe mostrar a qué Reino perteneces. Tus pasos deben inspirar a otros a seguir a Cristo.
Hay peligro en el caminar sin propósito. Muchos hoy caminan sin dirección, sin visión, sin impacto. Caminan guiados por emociones, por deseos temporales, por presiones sociales, por el miedo al qué dirán. Pero cuando caminas con Dios, Él te guía con Su Verdad y te alinea con Su Plan.
En Proverbios 3:5-6, nos dice la Palabra de Dios:
5Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no estribes en tu prudencia.
6Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
Imagina que estás caminando en una selva espesa, sin mapa, sin brújula. Así es la vida sin propósito. Pero caminar con Dios es como tener al Guía perfecto, que ya conoce el camino, que te protege, que te lleva a tu destino. Él no solo camina contigo… Él sabe a dónde llevarte.
Autoevalúate, ¿tu estilo de vida refleja el Propósito de Dios para ti? ¿Estás sirviendo a Dios haciendo uso de los dones que él te dio o hizo que aprendieras a ejercer talentos? ¿O simplemente vives por vivir? Caminar con Dios requiere decisiones diarias, disciplina espiritual y visión eterna.
Caminar con Dios redefine tu historia: Abraham caminó con Dios y se convirtió en padre de naciones y fue llamado “Amigo de Dios”. Moisés caminó con Dios y lideró una generación. David caminó con Dios y fue llamado “un hombre conforme al Corazón de Dios”. El Señor Jesús caminó en obediencia al Padre… ¡y cambió el mundo! Y tú… ¿qué historia escribirás con tus pasos? Tu vida tiene un propósito eterno que solo se activa cuando caminas con Dios. No fuiste creado para vagar por la vida… Fuiste creado para caminar con Dios, reflejar a Cristo y dejar huella en este mundo.
Hoy es el día para volver al propósito, y comenzar a caminar con dirección, misión y poder.
CONCLUSIÓN
Ya, para ir concluyendo: Querido hermano, querida hermana, al llegar al final de este mensaje, quiero que tomes un momento para reflexionar profundamente: ¿Cómo está tu caminar con Dios hoy? ¿Es un caminar cercano… o lejano? ¿Íntimo… o superficial? ¿Constante… o inestable?
Dios no busca gente perfecta, sino corazones dispuestos a caminar con Él día a día. Él te está llamando hoy. No a una religión muerta. No a un compromiso emocional pasajero. Sino a una relación viva, constante, transformadora. Quizás te has desviado. Quizás has estado ocupado con todo… menos con Dios. O quizás has estado cerca de lo espiritual, pero lejos del Espíritu. Hoy, el Espíritu Santo te extiende la mano y te dice: “Camina conmigo.”
Si tú deseas restaurar tu caminar con Dios, o empezar una relación genuina con Él, haz una pausa ahora mismo. Este puede ser el momento más importante de tu vida.
Recuerda lo que dice la Palabra de Dios en Amós 3:3:
3¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de concierto?
Hoy es el día para ponerte de acuerdo con Dios. Deja tus propios caminos y toma Su Senda. Él no solo quiere caminar contigo… quiere llevarte a un propósito eterno.
Cierra tus ojos, abre tu corazón, y repite esta oración con fe: Señor Dios Todopoderoso, hoy escuché tu Voz, y no quiero endurecer mi corazón. Reconozco que muchas veces he caminado lejos de Ti, guiado por mis propias decisiones, por el ruido del mundo, o por mi orgullo. Pero hoy, vuelvo a Ti. Decido dejar mis caminos… para seguir los Tuyos. Perdóname por caminar sin dirección. Perdóname por alejarme cuando solo en Ti hay plenitud. Hoy te entrego mi vida… Te pido que me tomes de la mano, que me enseñes a caminar contigo cada día: en comunión, en obediencia, y con propósito. Padre, que cada paso mío esté guiado por tu Espíritu. Que mi caminar refleje tu gloria. Y que al final de mis días, se diga de mí lo mismo que de Enoch: ‘Caminó con Dios.’ Gracias por amarme, por buscarme, por llamarme. Desde hoy, quiero caminar contigo… y no soltar tu mano. En el Nombre que es sobre todo nombre que se nombra, en el Nombre del Señor Jesucristo, el mismo ayer, hoy y por los siglos. Amén.
Si hiciste esta oración, no estás solo. Dios está contigo ahora mismo. Él te ha oído, y ha comenzado contigo un nuevo caminar. No importa dónde estés. No importa cuántas veces te hayas caído. Hoy empieza una nueva jornada… de la Mano de Dios.
Y recuerda el Salmo 16:11: “En tu presencia hay plenitud de gozo…” ¡No hay mejor lugar para estar… que caminando con Él! Dios te bendiga, Dios te guarde y Dios te proteja. ¡Amén!
Preparado por:
Hno. Francisco Velázquez Cruz
Puerto Rico
Junio 2025
INTRODUCTION
Brothers and Sisters, today I want to start with a question that may seem simple... but that has an eternal weight: Are you walking with God... or are you just walking close to the things of God? We live in a time when many people "talk about God," "sing about God," "post verses on social media," but their lives do not reflect a living, constant, and real relationship with Him. The Christian life is not a sprint on Sundays, but a daily walk with the Creator of the Universe.
From the beginning of the biblical story we see that God doesn't just want man to believe in Him... He wants to walk with us! Ever since the Garden of Eden, when God came down to walk with Adam and Eve, His desire has been to have fellowship with man. But something changed: sin disconnected us. And since then, humanity has sought its own paths, getting lost in paths of self-sufficiency, empty religiosity and hidden sin.
However, there is good news: God continues to call people to walk with Him. And it is not a question of being perfect, according to the general idea of perfection, but of being willing. He walked with Enoch'h, with Noah, with Abraham, with Moses, with the disciples... and today he wants to walk with you. Today I don't come to give you a magic formula, or a nice word to motivate you emotionally. I come to remind you – and to challenge you – to return to what is essential: A life that walks with God.
Today we'll look at three powerful truths that will show you what that walk looks like: It's a life of intimate communion with God, a life of faithful obedience to His Word, and a life of eternal purpose, transforming your environment. Are you ready to take that step?
Let's read in Micah 6:5-8, and we read in the Name of the Lord Jesus Christ:
5 My people, remember now what Balak king of Moab counseled, and what Balaam son of Beor said to him from Shittim to Gilgal, so that you may know the righteousness of the Lord.
6 By what shall I warn the LORD, and worship the high God? Shall I come before him with burnt offerings, with year-old calves?
7Will the LORD be pleased with thousands of rams, or with ten thousand streams of oil? Shall I give my firstborn for my transgression, the fruit of my womb for the sin of my soul?
8 O man, he has declared to you what is good, and what the Lord may require of you, only to do judgment, and to love mercy, and to humble yourself to walk with your God.
TO WALK WITH GOD IS TO LIVE IN COMMUNION
In Genesis 5:24 it says:
24So Henoch walked with God and disappeared, because God brought him.
This verse is short... but profound. Enoch lived 365 years on earth, and of his entire life, the Bible sums up his story with a single sentence: "Enoch walked with God." It does not say that he was a great builder, or that he was rich, or that he worked miracles... His greatest legacy was his fellowship with God. The word "walked" in Hebrew implies a continuous, progressive, constant relationship. It was not an occasional visit to God, but a life lived in His Presence.
In 1 John 1:6-7 he tells us:
6 If we say that we have fellowship with him, and walk in darkness, we lie, and do not do the truth;
7 But if we walk in the light, as he is in the light, we have fellowship with one another, and the blood of Jesus Christ his Son cleanses us from all sin.
Here the Apostle John tells us something straightforward: you cannot say that you walk with God and at the same time live in darkness. To walk with God is to walk in light, that is, in transparency, truth and holiness.
Walking with God is not having a religion, reciting memorized prayers, or reading the Bible just out of routine. To walk with God is to have real, living, continuous communion. Just as a couple walks hand in hand and talks, listens to each other, gets to know each other more... this is how it is to walk with the Lord. It's not an event, it's a lifestyle.
The Lord Jesus Himself said it in John 15:4:
4Be in me, and I in you. As the branch cannot bear fruit of itself, unless it is in the vine; so neither are you, unless you are in me.
He calls us to abide, to live in Him. You can't have fellowship with God just with one 5-minute prayer a week. God doesn't seek an occasional visitor, He wants to dwell with you. Are you having daily fellowship with God? When was the last time you prayed unhurriedly, just to talk to Him? Do you read the Word to know His Heart, or just to fulfill a Christian duty? Walking with God involves seeking His Presence in prayer, hearing His Voice through His Word, and being sensitive to His daily Guidance. To live aware that He is with us... all the time.
Imagine walking with someone you love: your spouse, a child, a friend. You talk, you share what you feel, you enjoy the company. This is how God wants to walk with you... And more, He wants you to delight in His Company.
In Psalm 16:11 he tells us:
11 You will show me the path of life: there is plenty of joy with your face; delights in your right hand forever.
Walking with God is not a burden, it is a delight. There is no greater joy than living close to His Heart!
WALKING WITH GOD INVOLVES OBEDIENCE
In Genesis 6:9, God's Word tells us:
9 These are the generations of Noah: Noah, a righteous man, perfect in his generations; Noah walked with God.
Noah's generation was full of evil, violence, corruption, and sin. But in the midst of all that darkness, there was a man who walked with God... and he obeyed. Noah not only believed, he didn't just worship... He obeyed God when no one else did.
In Deuteronomy 5:33 the Word tells us:
33 Walk in every way that the Lord your God has commanded you, that you may live, and that it may be well with you, and that you may have long days in the land which you shall possess.
Here something essential is revealed to us: Walking with God includes walking in the ways He establishes, not those that seem most comfortable to me or suit my own interests. Obeying His commandments, obeying His whole Word, is not optional; It is a real expression of our love and faith.
Today there are many who want God's blessings, but they don't want God's Ways or the way provided by God. They want promises... without obedience; they want the benefits without obligations to Heavenly Father. But true walking with God involves surrender, subjection, renunciation.
In 1 Samuel 15:22 God's Word tells us:
22 And Samuel said, "Is the Lord as pleased with burnt offerings and sacrifices as he is in obeying the words of the Lord?" Surely obedience is better than sacrifices; and to pay attention to the fat of rams:...
God values your daily obedience more than your religious gestures. The obedient may not shine in public, but he shines like a light in Heaven.
The Lord Jesus also taught it clearly in St. John 14:23:
23 Jesus answered and said to him, "He who loves me will keep my word, and my Father will love him, and we will come to him and make our home with him."
There is no way to separate love of God from obedience to God. Obedience is the evidence of a surrendered heart. Imagine a son or daughter who says they love their parents... but he is constantly disobeying them. What good is his "love" if there is no obedience? The same goes for our faith: Obedience is the practical proof that we are really walking with God.
Are you obeying what God has already told you in His Word to the letter? Are you resisting some clear command from the Lord out of fear, comfort, or external pressure? Do you not obey God fully out of shame for what they will say? Are you walking in integrity, even when no one sees you? Obeying God often goes against culture, your emotions, your carnal desires, human logic. But always, obeying God is the right thing to do. And those who walk in obedience, even if they are not popular, will see God's Favor as Enoch, Noah, Abraham, and so forth saw it.
What is the result of full obedience to God and His Word? Hebrews 11:7 tells us:
7 By faith Noah, having received an answer of things not yet seen, in fear prepared the ark in which his house might be saved: by which faith he condemned the world, and was made heir of the righteousness which is by faith.
Noah's obedience saved his family. Your total, full obedience to God can be the key to the miracle you're waiting for. Obeying can be costly... but disobeying costs much more. Walking with God will not always be easy, but it will always be safe, eternal, and glorious.
WALKING WITH GOD GIVES US PURPOSE
In Colossians 2:6-7, God's Word tells us:
6 Therefore, as you have received the Lord Jesus Christ, walk in him:
7 Rooted and built up in him, and established in the faith, just as you have learned, growing in it with thanksgiving.
Walking with God is not a casual walk or a symbolic act. It is a call to live according to a new identity, a new mission, an eternal destiny. When you walk with God, He redefines your purpose. It takes you out of routine, emptiness, self-centeredness, and leads you to live for what you were truly created for.
The Lord Jesus Himself shows it in John 15:16, and says:
16 You did not choose me, but I chose you, and I appointed you to go and bear fruit, and your fruit to remain, so that whatever you ask of the Father in my name, he may give it to you.
When He calls you to walk with Him, it's not to entertain you... It is to bear fruit. Fruit that blesses, that transforms, that impacts. Your life with God cannot be sterile. Walking with God makes you an instrument of Heaven.
Ephesians 2:10, God's Word tells us:
10 For we are his workmanship, created in Christ Jesus for good works, which God has prepared for us to walk in.
You weren't created by accident. God has good works prepared for you, paths traced out before your birth, but you need to walk with Him to discover and live them! Only in Him will you find your purpose. Outside of Him, life becomes survival, routine, frustration. But with Him, every day has meaning, direction, power.
Moses is a clear example. Moses was raised in a palace, but at age 40 he didn't know what he was really living for. He had to meet God in a burning bush (Exodus 3), and from that moment on, his walk with God led him to his purpose: to free Israel from the bondage of Egypt.
The Presence of God activated his call. And walking with God sustained his calling for 40 years in the wilderness. And you? Have you already discovered what you're here for?
Walking with God makes you part of something bigger, 2 Corinthians 5:20, which says:
20 So we are ambassadors in Christ's name, as if God were praying through us; we beseech you in the name of Christ: Be reconciled to God.
Walking with God makes you an ambassador for Heaven on earth. You represent His character, His justice, His grace, His love.
In Ephesians 4:1-6, the Word of the Lord tells us:
1 I therefore beseech you, a prisoner in the Lord, to walk worthy of the calling to which you are called;
2 In all humility and meekness, with patience, bearing with one another in love;
3 Anxious to preserve the unity of the Spirit in the bond of peace.
4 One body, and one Spirit, as you are also called to the same hope of your calling:
5One Lord, one faith, one baptism,
6 One God and Father of all, who is over all things, and through all things, and in all of you.
God didn't save you just to sit in a church chair. He saved you to walk worthy of that calling. Your life should reflect your purpose. Your walk should show what Kingdom you belong to. Your steps should inspire others to follow Christ.
There is danger in walking without purpose. Many today walk without direction, without vision, without impact. They walk guided by emotions, by temporary desires, by social pressures, by fear of what people will say. But when you walk with God, He guides you with His Truth and aligns you with His Plan.
In Proverbs 3:5-6, God's Word tells us:
5Trust in the Lord with all your heart, and do not be anxious in your understanding.
6 Acknowledge him in all your ways, and he will make your paths straight.
Imagine that you are walking in a thick jungle, without a map, without a compass. Such is life without purpose. But walking with God is like having the perfect Guide, who already knows the way, who protects you, who takes you to your destination. He doesn't just walk with you... He knows where to take you.
Do you reflect God's Purpose for you? Are you serving God by making use of the gifts He gave you or did He make you learn to exercise talents? Or are you just living for the sake of living? Walking with God requires daily choices, spiritual discipline, and eternal vision.
Walking with God redefines your story: Abraham walked with God and became a father of nations and was called "God's Friend." Moses walked with God and led a generation. David walked with God and was called "a man after the Heart of God." The Lord Jesus walked in obedience to the Father—and He changed the world! And you... what story will you write with your steps? Your life has an eternal purpose that is only activated when you walk with God. You weren't created to wander through life... You were created to walk with God, reflect Christ, and make a mark on this world.
Today is the day to return to purpose, and begin to walk with direction, mission and power.
CONCLUSION
Dear brother, dear sister, as we come to the end of this message, I want you to take a moment to reflect deeply: How is your walk with God today? Is it a close walk... or far away? ¿Intimate... or superficial? ¿Constant... or unstable?
God is not looking for perfect people, but for hearts willing to walk with Him day by day. He's calling you today. No to a dead religion. No to a passing emotional commitment. But to a living, constant, transformative relationship. Maybe you've strayed. Maybe you've been busy with everything... less with God. Or perhaps you have been close to the spiritual, but far from the Spirit. Today, the Holy Spirit reaches out to you and says, "Walk with me."
If you want to restore your walk with God, or begin a genuine relationship with Him, pause right now. This may be the most important moment of your life.
Remember what God's Word says in Amos 3:3:
3Will two walk together, if they are not in concert?
Today is the day to come to terms with God. Leave your own ways and take His Path. He doesn't just want to walk with you... It wants to lead you to an eternal purpose.
Close your eyes, open your heart, and repeat this prayer in faith:
Lord Almighty God, today I heard your Voice, and I don't want to harden my heart. I recognize that many times I have walked away from You, guided by my own decisions, by the noise of the world, or by my pride. But today, I return to You. I decide to leave my ways... to follow Yours. Forgive me for walking aimlessly. Forgive me for turning away when only in You is fulfillment. Today I give you my life... I ask you to hold my hand, to teach me to walk with you every day: in communion, in obedience, and with purpose.
Father, may every step of mine be guided by your Spirit. May my walk reflect your glory. And that at the end of my days, the same thing will be said of me as of Enoch: 'He walked with God.' Thank you for loving me, for looking for me, for calling me. From today, I want to walk with you... and not let go of your hand. In the Name that is above every name that is named, in the Name of the Lord Jesus Christ, the same yesterday, today, and forever. Amen.
If you prayed this prayer, you are not alone. God is with you right now. He has heard you, and He has begun a new walk with you. It doesn't matter where you are. It doesn't matter how many times you've fallen. Today begins a new day... of the Hand of God. And remember Psalm 16:11: "In your presence is the fulness of joy..." There's no better place to be... than walking with Him! God bless you, God keep you, and God protect you. Amen!
Prepared by:
Hno. Francisco Velázquez Cruz
Puerto Rico
June 2025
INTRODUCTION
Frères et sœurs, aujourd'hui, je veux commencer par une question qui peut sembler simple... mais qui a un poids éternel : marchez-vous avec Dieu... ou marchez-vous simplement près des choses de Dieu ? Nous vivons à une époque où beaucoup de gens « parlent de Dieu », « chantent à propos de Dieu », « publient des versets sur les réseaux sociaux », mais leur vie ne reflète pas une relation vivante, constante et réelle avec Lui. La vie chrétienne n'est pas un sprint le dimanche, mais une marche quotidienne avec le Créateur de l'Univers.
Dès le début de l'histoire biblique, nous voyons que Dieu ne veut pas seulement que l'homme croie en Lui... Il veut marcher avec nous ! Depuis le jardin d'Eden, lorsque Dieu est descendu pour marcher avec Adam et Eve, Son désir a été d'être en communion avec l'homme. Mais quelque chose a changé : le péché nous a déconnectés. Et depuis lors, l'humanité a cherché ses propres chemins, se perdant dans les chemins de l'autosuffisance, de la religiosité vide et du péché caché.
Cependant, il y a de bonnes nouvelles : Dieu continue d'appeler les gens à marcher avec Lui. Et il ne s'agit pas d'être parfait, selon l'idée générale de perfection, mais d'être voulant. Il a marché avec Hénoch, avec Noé, avec Abraham, avec Moïse, avec les disciples... Et aujourd'hui, il veut marcher avec vous. Aujourd'hui je ne viens pas vous donner une formule magique, ou un mot gentil pour vous motiver émotionnellement. Je viens vous rappeler – et vous mettre au défi – de revenir à l'essentiel : une vie qui marche avec Dieu.
Aujourd'hui, nous allons examiner trois vérités puissantes qui vous montreront à quoi ressemble cette marche : c'est une vie de communion intime avec Dieu, une vie d'obéissance fidèle à sa Parole et une vie de but éternel, transformant votre environnement. Êtes-vous prêt à franchir le pas ?
Lisons dans Michée 6:5-8, et nous lisons au Nom du Seigneur Jésus-Christ :
5 Mon peuple, souvenez-vous maintenant de ce que Balak, roi de Moab, a conseillé, et de ce que Balaam, fils de Béor, lui a dit de Shittim à Guilgal, afin que vous connaissiez la justice de l'Éternel.
6 Par quoi avertirai-je l'Éternel, et j'adorerai le Dieu suprême ? Viendrai-je devant lui avec des holocaustes, avec des veaux d'un an ?
7L'Éternel aura-t-il pris plaisir avec des milliers de béliers, ou avec dix mille ruisseaux d'huile ? Donnerai-je mon premier-né pour ma transgression, le fruit de mes entrailles pour le péché de mon âme ?
8 Ô homme, il t'a annoncé ce qui est bon et ce que le Seigneur peut exiger de toi, c'est-à-dire que tu pratiques le jugement, que tu aimes la miséricorde et que tu t'humilies pour marcher avec ton Dieu.
MARCHER AVEC DIEU, C'EST VIVRE EN COMMUNION
Dans Genèse 5:24, il est dit :
24Hénoch marcha donc avec Dieu, et il disparut, parce que Dieu l'avait amené.
Ce verset est court... mais profond. Hénoch a vécu 365 ans sur terre, et de toute sa vie, la Bible résume son histoire en une seule phrase : « Hénoc marcha avec Dieu. » Il ne dit pas qu'il était un grand bâtisseur, ou qu'il était riche, ou qu'il a fait des miracles... Son plus grand héritage a été sa communion avec Dieu. Le mot « marché » en hébreu implique une relation continue, progressive, constante. Ce n'était pas une visite occasionnelle à Dieu, mais une vie vécue en sa présence.
Dans 1 Jean 1:6-7, il nous dit :
6 Si nous disons que nous sommes en communion avec lui, et que nous marchons dans les ténèbres, nous mentons et nous ne faisons pas la vérité ;
7 Mais si nous marchons dans la lumière, comme il est dans la lumière, nous sommes en communion les uns avec les autres, et le sang de Jésus-Christ, son Fils, nous purifie de tout péché.
Ici, l'apôtre Jean nous dit quelque chose de simple : on ne peut pas dire que l'on marche avec Dieu et que l'on vit en même temps dans les ténèbres. Marcher avec Dieu, c'est marcher dans la lumière, c'est-à-dire dans la transparence, la vérité et la sainteté.
Marcher avec Dieu, ce n'est pas avoir une religion, réciter des prières mémorisées ou lire la Bible par routine. Marcher avec Dieu, c'est avoir une communion réelle, vivante et continue. Tout comme un couple marche main dans la main et parle, s'écoute, apprend à mieux se connaître... c'est ainsi que l'on marche avec le Seigneur. Ce n'est pas un événement, c'est un mode de vie.
Le Seigneur Jésus Lui-même l'a dit dans Jean 15:4 :
4Soyez en moi, et moi en vous. Comme le sarment ne peut porter du fruit par lui-même, s'il n'est pas dans la vigne ; Vous ne l'êtes donc pas non plus, à moins que vous ne soyez en moi.
Il nous appelle à demeurer, à vivre en Lui. Vous ne pouvez pas avoir une communion avec Dieu juste avec une prière de 5 minutes par semaine. Dieu ne cherche pas un visiteur occasionnel, il veut habiter avec vous. Entrez-vous quotidiennement une communion avec Dieu ? À quand remonte la dernière fois que vous avez prié sans vous presser, juste pour Lui parler ? Lisez-vous la Parole pour connaître Son Cœur, ou simplement pour accomplir un devoir chrétien ? Marcher avec Dieu implique de rechercher sa présence dans la prière, d'entendre sa voix à travers sa parole et d'être sensible à sa guidance quotidienne. Vivre en sachant qu'Il est avec nous... Tout le temps.
Imaginez que vous marchez avec quelqu'un que vous aimez : votre conjoint, un enfant, un ami. Vous parlez, vous partagez ce que vous ressentez, vous appréciez la compagnie. C'est ainsi que Dieu veut marcher avec vous... Et plus encore, il veut que vous vous délectiez de sa compagnie.
Dans le Psaume 16:11, il nous dit :
11 Tu me montreras le chemin de la vie : il y a beaucoup de joie sur ton visage ; se délecte dans ta main droite pour toujours.
Marcher avec Dieu n'est pas un fardeau, c'est un plaisir. Il n'y a pas de plus grande joie que de vivre près de son Cœur !
MARCHER AVEC DIEU IMPLIQUE L'OBÉISSANCE
Dans Genèse 6:9, la Parole de Dieu nous dit :
9 Voici les générations de Noé : Noé, homme juste, parfait dans ses générations, Noé a marché avec Dieu.
La génération de Noé était pleine de mal, de violence, de corruption et de péché. Mais au milieu de toutes ces ténèbres, il y avait un homme qui marchait avec Dieu... Et il obéit. Noé n'a pas seulement cru, il n'a pas seulement adoré... Il a obéi à Dieu quand personne d'autre ne l'a fait.
Dans Deutéronome 5:33, la Parole nous dit :
33 Marchez dans toutes les voies que l'Éternel, ton Dieu, t'a prescrites, afin que tu vives, que tout soit pour toi, et que tu aies de longs jours dans le pays que tu posséderas.
Ici, quelque chose d'essentiel nous est révélé : marcher avec Dieu implique de marcher dans les voies qu'Il établit, et non dans celles qui me semblent les plus confortables ou qui conviennent à mes propres intérêts. Obéir à ses commandements, obéir à toute sa Parole, n'est pas facultatif ; C'est une véritable expression de notre amour et de notre foi.
Aujourd'hui, il y a beaucoup de gens qui veulent les bénédictions de Dieu, mais ils ne veulent pas des voies de Dieu ou de la voie fournie par Dieu. Ils veulent des promesses... sans obéissance ; ils veulent les avantages sans obligations envers notre Père céleste. Mais la vraie marche avec Dieu implique l'abandon, la soumission, le renoncement.
Dans 1 Samuel 15:22, la Parole de Dieu nous dit :
22 Et Samuel dit : L'Éternel est-il aussi satisfait des holocaustes et des sacrifices qu'il l'est en obéissant aux paroles de l'Éternel ? Certes, l'obéissance vaut mieux que les sacrifices ; Et pour faire attention à la graisse des béliers :...
Dieu accorde plus de valeur à votre obéissance quotidienne qu'à vos gestes religieux. L'obéissant ne brille peut-être pas en public, mais il brille comme une lumière dans le ciel.
Le Seigneur Jésus l'a aussi enseigné clairement dans Saint Jean 14:23 :
23 Jésus lui répondit : « Celui qui m'aime gardera ma parole, et mon Père l'aimera, et nous viendrons à lui et nous ferons notre demeure avec lui. »
Il n'y a aucun moyen de séparer l'amour de Dieu de l'obéissance à Dieu. L'obéissance est la preuve d'un cœur soumis. Imaginez un fils ou une fille qui dit qu'il aime ses parents... Mais il leur désobéit constamment. À quoi sert son « amour » s'il n'y a pas d'obéissance ? Il en va de même pour notre foi : l'obéissance est la preuve pratique que nous marchons vraiment avec Dieu.
Obéissez-vous à la lettre à ce que Dieu vous a déjà dit dans Sa Parole ? Résistez-vous à un commandement clair du Seigneur par peur, par réconfort ou par pression extérieure ? N'obéissez-vous pas pleinement à Dieu par honte de ce qu'ils diront ? Marchez-vous dans l'intégrité, même lorsque personne ne vous voit ? Obéir à Dieu va souvent à l'encontre de la culture, de vos émotions, de vos désirs charnels, de la logique humaine. Mais toujours, obéir à Dieu est la bonne chose à faire. Et ceux qui marchent dans l'obéissance, même s'ils ne sont pas populaires, verront la faveur de Dieu comme Hénoch, Noé, Abraham, et ainsi de suite.
Quel est le résultat d'une obéissance totale à Dieu et à Sa Parole ? Hébreux 11:7 nous dit :
7 C'est par la foi que Noé, ayant reçu une réponse de choses qu'il n'avait pas encore vues, prépara dans la crainte l'arche dans laquelle sa maison serait sauvée, et par cette foi il condamna le monde, et fut fait héritier de la justice qui vient de la foi.
L'obéissance de Noé a sauvé sa famille. Votre obéissance totale et totale à Dieu peut être la clé du miracle que vous attendez. Obéir peut coûter cher... Mais désobéir coûte beaucoup plus cher. Marcher avec Dieu ne sera pas toujours facile, mais ce sera toujours sûr, éternel et glorieux.
MARCHER AVEC DIEU NOUS DONNE UN BUT
Dans Colossiens 2:6-7, la Parole de Dieu nous dit :
6 C'est pourquoi, puisque vous avez reçu le Seigneur Jésus-Christ, marchez en lui.
7 Enraciné et édifié en lui, et affermi dans la foi, comme tu l'as appris, en grandissant en elle avec action de grâces.
Marcher avec Dieu n'est pas une promenade fortuite ou un acte symbolique. C'est un appel à vivre selon une nouvelle identité, une nouvelle mission, un destin éternel. Lorsque vous marchez avec Dieu, Il redéfinit votre but. Il vous sort de la routine, du vide, de l'égocentrisme, et vous amène à vivre pour ce pour quoi vous avez vraiment été créé.
Le Seigneur Jésus Lui-même le montre dans Jean 15:16, et dit :
16 Ce n'est pas vous qui m'avez choisi , c'est moi qui vous ai choisis, et je vous ai établis pour aller porter du fruit, et pour que votre fruit demeure, afin que tout ce que vous demanderez au Père en mon nom, il vous le donne.
Quand Il vous appelle à marcher avec Lui, ce n'est pas pour vous divertir... C'est porter du fruit. Des fruits qui bénissent, qui transforment, qui impactent. Votre vie avec Dieu ne peut pas être stérile. Marcher avec Dieu fait de vous un instrument du Ciel.
Éphésiens 2:10, la Parole de Dieu nous dit :
10 Car nous sommes son ouvrage, créés en Jésus-Christ pour les bonnes œuvres que Dieu a préparées pour que nous y marchions.
Vous n'avez pas été créé par accident. Dieu a préparé pour vous de bonnes œuvres, des chemins tracés avant votre naissance, mais vous avez besoin de marcher avec Lui pour les découvrir et les vivre ! Ce n'est qu'en Lui que vous trouverez votre but. En dehors de Lui, la vie devient survie, routine, frustration. Mais avec Lui, chaque jour a un sens, une direction, une puissance.
Moïse en est un exemple clair. Moïse a été élevé dans un palais, mais à l'âge de 40 ans, il ne savait pas pour quoi il vivait vraiment. Il devait rencontrer Dieu dans un buisson ardent (Exode 3), et à partir de ce moment-là, sa marche avec Dieu l'a conduit à son but : libérer Israël de l'esclavage de l'Égypte.
La Présence de Dieu a activé son appel. Et marcher avec Dieu a soutenu son appel pendant 40 ans dans le désert. Et toi? Avez-vous déjà découvert pourquoi vous êtes ici ?
Marcher avec Dieu vous fait faire partie de quelque chose de plus grand, 2 Corinthiens 5:20, qui dit :
20 Nous sommes donc des ambassadeurs au nom du Christ, comme si Dieu priait à travers nous. nous vous en supplions au nom du Christ : réconciliez-vous avec Dieu.
Marcher avec Dieu fait de vous un ambassadeur du Ciel sur terre. Vous représentez son caractère, sa justice, sa grâce, son amour.
Dans Éphésiens 4:1-6, la Parole du Seigneur nous dit :
1 C'est pourquoi je vous supplie, vous qui êtes prisonniers dans le Seigneur, de marcher d'une manière digne de l'appel auquel vous êtes appelés.
2 En toute humilité et douceur, avec patience, en se supportant les uns les autres dans l'amour ;
3 Désireux de préserver l'unité de l'Esprit dans le lien de la paix.
4 Un seul corps et un seul Esprit, comme vous êtes aussi appelés à la même espérance de votre appel,
5Un seul Seigneur, une seule foi, un seul baptême,
6 Un seul Dieu et Père de tous, qui est au-dessus de toutes choses, et par toutes choses, et en vous tous.
Dieu ne vous a pas sauvé simplement pour vous asseoir sur une chaise d'église. Il vous a sauvé pour marcher digne de cet appel. Votre vie doit refléter votre objectif. Votre promenade doit montrer à quel royaume vous appartenez. Vos pas devraient inspirer d'autres personnes à suivre le Christ.
Il y a du danger à marcher sans but. Beaucoup marchent aujourd'hui sans direction, sans vision, sans impact. Ils marchent guidés par les émotions, par les désirs passagers, par les pressions sociales, par la peur de ce que les gens vont dire. Mais lorsque vous marchez avec Dieu, Il vous guide avec Sa Vérité et vous aligne sur Son Plan.
Dans Proverbes 3:5-6, la Parole de Dieu nous dit :
5Confie-toi en l'Éternel de tout ton cœur, et ne t'inquiète pas dans ton intelligence.
6 Reconnais-le dans toutes tes voies, et il aplanira tes sentiers.
Imaginez que vous marchez dans une jungle épaisse, sans carte, sans boussole. Telle est la vie sans but. Mais marcher avec Dieu, c'est comme avoir le Guide parfait, qui connaît déjà le chemin, qui vous protège, qui vous emmène à votre destination. Il ne se contente pas de marcher avec vous... Il sait où vous emmener.
Reflètes-tu le dessein de Dieu pour toi ? Serrez-vous Dieu en utilisant les dons qu'Il vous a donnés ou vous a-t-Il fait apprendre à exercer vos talents ? Ou vivez-vous simplement pour le plaisir de vivre ? Marcher avec Dieu exige des choix quotidiens, une discipline spirituelle et une vision éternelle.
Marcher avec Dieu redéfinit votre histoire : Abraham a marché avec Dieu et est devenu un père des nations et a été appelé « l'ami de Dieu ». Moïse a marché avec Dieu et a dirigé une génération. David a marché avec Dieu et a été appelé « un homme selon le Cœur de Dieu ». Le Seigneur Jésus a marché dans l'obéissance au Père, et Il a changé le monde ! Et vous... quelle histoire allez-vous écrire avec vos pas ? Votre vie a un but éternel qui n'est activé que lorsque vous marchez avec Dieu. Vous n'avez pas été créé pour errer dans la vie... Vous avez été créés pour marcher avec Dieu, refléter le Christ et laisser une marque sur ce monde.
Aujourd'hui est le jour où l'on revient à un but et où l'on commence à marcher avec direction, mission et puissance.
CONCLUSION
Cher frère, chère sœur, alors que nous arrivons à la fin de ce message, je veux que vous preniez un moment pour réfléchir profondément : Comment se passe votre marche avec Dieu aujourd'hui ? Est-ce une promenade proche... ou loin ? Intime... Ou superficiels ? Constant... ou instable ?
Dieu ne cherche pas des gens parfaits, mais des cœurs prêts à marcher avec Lui jour après jour. Il vous appelle aujourd'hui. Non à une religion morte. Non à un engagement émotionnel passager. Mais à une relation vivante, constante et transformatrice. Peut-être vous êtes-vous égaré. Peut-être avez-vous été occupé par tout... moins avec Dieu. Ou peut-être avez-vous été proche du spirituel, mais loin de l'Esprit. Aujourd'hui, l'Esprit Saint vous tend la main et vous dit : « Marchez avec moi. »
Si vous voulez restaurer votre marche avec Dieu, ou commencer une relation authentique avec Lui, faites une pause dès maintenant. C'est peut-être le moment le plus important de votre vie.
Rappelez-vous ce que la Parole de Dieu dit dans Amos 3:3 :
3Deux marcheront-ils ensemble, s'ils ne sont pas de concert ?
Aujourd'hui est le jour où il faut se réconcilier avec Dieu. Quittez vos propres voies et prenez Son chemin. Il ne veut pas seulement marcher avec vous... Il veut vous conduire à un but éternel.
Fermez les yeux, ouvrez votre cœur et répétez cette prière avec foi :
Seigneur Dieu Tout-Puissant, aujourd'hui j'ai entendu ta voix, et je ne veux pas endurcir mon cœur. Je reconnais que je me suis souvent éloigné de Toi, guidé par mes propres décisions, par le bruit du monde ou par mon orgueil. Mais aujourd'hui, je reviens à Toi. Je décide de quitter mes chemins... pour suivre le vôtre. Pardonnez-moi de marcher sans but. Pardonne-moi de me détourner alors que ce n'est qu'en Toi que l'accomplissement est accompli. Aujourd'hui je vous donne ma vie... Je vous demande de me tenir la main, de m'apprendre à marcher avec vous tous les jours : dans la communion, dans l'obéissance et avec détermination.
Père, que chacun de mes pas soit guidé par ton Esprit. Que ma marche reflète ta gloire. Et qu'à la fin de mes jours, on dira de moi la même chose que d'Hénoch : « Il marchait avec Dieu ». Merci de m'aimer, de me chercher, de m'appeler. À partir d'aujourd'hui, je veux marcher avec vous... et ne lâchez pas votre main. Dans le Nom qui est au-dessus de tout nom qui est nommé, au Nom du Seigneur Jésus-Christ, le même hier, aujourd'hui et éternellement. Amen.
Si vous avez fait cette prière, vous n'êtes pas seul. Dieu est avec vous en ce moment. Il t'a entendu et il a commencé une nouvelle marche avec toi. Peu importe où vous êtes. Peu importe le nombre de fois où vous êtes tombé. Aujourd'hui commence une nouvelle journée... de la main de Dieu.
Et rappelez-vous le Psaume 16:11 : « En ta présence est la plénitude de la joie... Il n'y a pas de meilleur endroit où être... que de marcher avec Lui! Que Dieu vous bénisse, que Dieu vous garde et que Dieu vous protège. Amen!
Préparé pour:
Hno. Francisco Velázquez CruzPorto Rico
août 2023
INTRODUÇÃO
Irmãos e irmãs, hoje quero começar com uma pergunta que pode parecer simples... mas isso tem um peso eterno: você está andando com Deus... ou você está apenas andando perto das coisas de Deus? Vivemos em uma época em que muitas pessoas "falam sobre Deus", "cantam sobre Deus", "postam versículos nas redes sociais", mas suas vidas não refletem um relacionamento vivo, constante e real com Ele. A vida cristã não é uma corrida aos domingos, mas uma caminhada diária com o Criador do Universo.
Desde o início da história bíblica, vemos que Deus não quer apenas que o homem acredite nEle... Ele quer caminhar conosco! Desde o Jardim do Éden, quando Deus desceu para andar com Adão e Eva, Seu desejo tem sido ter comunhão com o homem. Mas algo mudou: o pecado nos desconectou. E desde então, a humanidade tem buscado seus próprios caminhos, perdendo-se em caminhos de autossuficiência, religiosidade vazia e pecado oculto.
No entanto, há boas notícias: Deus continua chamando as pessoas para caminhar com Ele. E não se trata de ser perfeito, segundo a ideia geral de perfeição, mas de estar disposto. Ele andou com Enoque, com Noé, com Abraão, com Moisés, com os discípulos... e hoje ele quer caminhar com você. Hoje não venho dar-lhe uma fórmula mágica, ou uma palavra bonita para motivá-lo emocionalmente. Venho recordar-vos – e desafiá-los – a voltar ao essencial: uma vida que caminha com Deus.
Hoje veremos três verdades poderosas que mostrarão como é essa caminhada: é uma vida de comunhão íntima com Deus, uma vida de obediência fiel à Sua Palavra e uma vida de propósito eterno, transformando seu ambiente. Você está pronto para dar esse passo?
Vamos ler em Miquéias 6:5-8, e lemos em Nome do Senhor Jesus Cristo:
5 Lembra-te agora do que Balaque, rei de Moabe, aconselhou, e do que Balaão, filho de Beor, lhe disse desde Sitim até Gilgal, para que conheças a justiça do Senhor.
6 Com que advertirei o Senhor, e adorarei o Deus Altíssimo? Porventura irei perante ele com holocaustos, com bezerros de um ano?
7Agradará o Senhor de milhares de carneiros, ou de dez mil correntes de azeite? Darei o meu primogênito pela minha transgressão, o fruto do meu ventre pelo pecado da minha alma?
8 Ó homem, ele te declarou o que é bom, e o que o Senhor pode exigir de ti, apenas para julgar, e amar a misericórdia, e humilhar-te para andar com o teu Deus.
ANDAR COM DEUS É VIVER EM COMUNHÃO
Em Gênesis 5:24 diz:
24Então Enoque andou com Deus e desapareceu, porque Deus o trouxe.
Este versículo é curto... mas profundo. Enoque viveu 365 anos na terra e, de toda a sua vida, a Bíblia resume sua história com uma única frase: "Enoque andou com Deus". Não diz que ele foi um grande construtor, ou que ele era rico, ou que ele fez milagres... Seu maior legado foi sua comunhão com Deus. A palavra "andou" em hebraico implica um relacionamento contínuo, progressivo e constante. Não era uma visita ocasional a Deus, mas uma vida vivida em Sua Presença.
Em 1 João 1:6-7, ele nos diz:
6 Se dissermos que temos comunhão com ele e andarmos nas trevas, mentimos e não praticamos a verdade;
7 Mas, se andarmos na luz, como ele está na luz, temos comunhão uns com os outros, e o sangue de Jesus Cristo, seu Filho, nos purifica de todo pecado.
Aqui o apóstolo João nos diz algo simples: você não pode dizer que caminha com Deus e ao mesmo tempo vive nas trevas. Caminhar com Deus é caminhar na luz, ou seja, na transparência, na verdade e na santidade.
Andar com Deus não é ter uma religião, recitar orações memorizadas ou ler a Bíblia apenas fora da rotina. Caminhar com Deus é ter uma comunhão real, viva e contínua. Assim como um casal anda de mãos dadas e conversa, se ouve, se conhece mais... assim é andar com o Senhor. Não é um evento, é um estilo de vida.
O próprio Senhor Jesus disse isso em João 15:4:
4Esteja em mim, e eu em você. Como o ramo não pode dar fruto por si mesmo, a menos que esteja na videira; assim também não o és, a menos que estejais em mim.
Ele nos chama a permanecer, a viver Nele. Você não pode ter comunhão com Deus apenas com uma oração de 5 minutos por semana. Deus não procura um visitante ocasional, Ele quer habitar com você. Você está tendo comunhão diária com Deus? Quando foi a última vez que você orou sem pressa, apenas para falar com Ele? Você lê a Palavra para conhecer o Seu Coração, ou apenas para cumprir um dever cristão? Andar com Deus envolve buscar Sua Presença em oração, ouvir Sua Voz através de Sua Palavra e ser sensível à Sua orientação diária. Viver consciente de que Ele está conosco... O tempo todo.
Imagine caminhar com alguém que você ama: seu cônjuge, um filho, um amigo. Você fala, compartilha o que sente, gosta da companhia. É assim que Deus quer caminhar com você... E mais, Ele quer que você se deleite em Sua Companhia.
No Salmo 16:11, ele nos diz:
11 Tu me mostrarás o caminho da vida: há muita alegria no teu rosto; deleita-se em sua mão direita para sempre.
Andar com Deus não é um fardo, é um deleite. Não há alegria maior do que viver perto de Seu Coração!
ANDAR COM DEUS ENVOLVE OBEDIÊNCIA
Em Gênesis 6:9, a Palavra de Deus nos diz:
9 Estas são as gerações de Noé: Noé, homem justo, perfeito nas suas gerações; Noé andou com Deus.
A geração de Noé estava cheia de maldade, violência, corrupção e pecado. Mas no meio de toda aquela escuridão, havia um homem que andava com Deus... e ele obedeceu. Noé não apenas acreditou, ele não apenas adorou... Ele obedeceu a Deus quando ninguém mais o fez.
Em Deuteronômio 5:33 a Palavra nos diz:
33 Andai em todo o caminho que o Senhor vosso Deus vos ordenou, para que vivais, e para que vos vá bem, e para que tenhais longos dias na terra que haveis de possuir.
Aqui algo essencial nos é revelado: andar com Deus inclui andar nos caminhos que Ele estabelece, não naqueles que me parecem mais confortáveis ou que atendem aos meus próprios interesses. Obedecer aos Seus mandamentos, obedecer a toda a Sua Palavra, não é opcional; É uma expressão real de nosso amor e fé.
Hoje há muitos que querem as bênçãos de Deus, mas não querem os caminhos de Deus ou o caminho fornecido por Deus. Eles querem promessas... sem obediência; eles querem os benefícios sem obrigações para com o Pai Celestial. Mas o verdadeiro andar com Deus envolve rendição, sujeição, renúncia.
Em 1 Samuel 15:22, a Palavra de Deus nos diz:
22 E disse Samuel: Agrada o Senhor tanto dos holocaustos e dos sacrifícios como da obediência às palavras do Senhor? Certamente a obediência é melhor do que os sacrifícios; e prestar atenção à gordura dos carneiros:...
Deus valoriza sua obediência diária mais do que seus gestos religiosos. O obediente pode não brilhar em público, mas brilha como uma luz no céu.
O Senhor Jesus também ensinou isso claramente em São João 14:23:
23 Respondeu-lhe Jesus : Quem me ama guardará a minha palavra, e meu Pai o amará, e viremos para ele e faremos nele morada.
Não há como separar o amor a Deus da obediência a Deus. A obediência é a evidência de um coração rendido. Imagine um filho ou filha que diz que ama seus pais... mas ele está constantemente desobedecendo-os. De que adianta o seu "amor" se não há obediência? O mesmo vale para a nossa fé: a obediência é a prova prática de que estamos realmente andando com Deus.
Você está obedecendo ao que Deus já lhe disse em Sua Palavra ao pé da letra? Você está resistindo a algum mandamento claro do Senhor por medo, conforto ou pressão externa? Você não obedece a Deus totalmente por vergonha do que eles vão dizer? Você está andando em integridade, mesmo quando ninguém o vê? Obedecer a Deus muitas vezes vai contra a cultura, suas emoções, seus desejos carnais, a lógica humana. Mas sempre, obedecer a Deus é a coisa certa a fazer. E aqueles que andam em obediência, mesmo que não sejam populares, verão o favor de Deus como Enoque, Noé, Abraão e assim por diante o viram.
Qual é o resultado da plena obediência a Deus e à Sua Palavra? Hebreus 11:7 nos diz:
7 Pela fé Noé, tendo recebido resposta de coisas que ainda não se viam, preparou com temor a arca em que a sua casa poderia ser salva; fé essa que condenou o mundo, e foi feito herdeiro da justiça que é pela fé.
A obediência de Noé salvou sua família. Sua obediência total a Deus pode ser a chave para o milagre que você está esperando. Obedecer pode custar caro... mas desobedecer custa muito mais. Andar com Deus nem sempre será fácil, mas sempre será seguro, eterno e glorioso.
ANDAR COM DEUS NOS DÁ PROPÓSITO
Em Colossenses 2:6-7, a Palavra de Deus nos diz:
6 Portanto, assim como recebestes o Senhor Jesus Cristo, andai nele;
7 arraigados e edificados nele, e confirmados na fé, assim como aprendestes, crescendo nela com ações de graças.
Andar com Deus não é uma caminhada casual ou um ato simbólico. É um chamado a viver de acordo com uma nova identidade, uma nova missão, um destino eterno. Quando você anda com Deus, Ele redefine seu propósito. Tira você da rotina, do vazio, do egocentrismo e o leva a viver para o que você realmente foi criado.
O próprio Senhor Jesus mostra isso em João 15:16 e diz:
16 Não fostes vós que me escolhestes, mas eu vos escolhi a vós, e vos designei para irdes e dardes fruto, e o vosso fruto para permanecer, para que tudo o que pedirdes ao Pai em meu nome, ele vo-lo dê.
Quando Ele te chama para andar com Ele, não é para entretê-lo... É dar fruto. Fruto que abençoa, que transforma, que impacta. Sua vida com Deus não pode ser estéril. Andar com Deus faz de você um instrumento do Céu.
Efésios 2:10, a Palavra de Deus nos diz:
10 Porque somos feitura sua, criados em Cristo Jesus para boas obras, as quais Deus preparou para andarmos.
Você não foi criado por acaso. Deus tem boas obras preparadas para você, caminhos traçados antes do seu nascimento, mas você precisa caminhar com Ele para descobri-los e vivê-los! Somente Nele você encontrará seu propósito. Fora Dele, a vida se torna sobrevivência, rotina, frustração. Mas com Ele, cada dia tem significado, direção, poder.
Moisés é um exemplo claro. Moisés foi criado em um palácio, mas aos 40 anos ele não sabia para que realmente estava vivendo. Ele teve que encontrar Deus em uma sarça ardente (Êxodo 3) e, a partir daquele momento, sua caminhada com Deus o levou ao seu propósito: libertar Israel da escravidão do Egito.
A Presença de Deus ativou seu chamado. E andar com Deus sustentou seu chamado por 40 anos no deserto. E você? Você já descobriu para que está aqui?
Andar com Deus faz de você parte de algo maior, 2 Coríntios 5:20, que diz:
20 Portanto, somos embaixadores em nome de Cristo, como se Deus estivesse orando por nosso intermédio; nós vos suplicamos em nome de Cristo: Reconciliai-vos com Deus.
Andar com Deus faz de você um embaixador do Céu na terra. Você representa Seu caráter, Sua justiça, Sua graça, Seu amor.
Em Efésios 4:1-6, a Palavra do Senhor nos diz:
1 Rogo-te, pois, que andes digno da vocação a que foste chamado;
2 Com toda humildade e mansidão, com paciência, suportando-vos uns aos outros em amor;
3 Zelando por preservar a unidade do Espírito no vínculo da paz.
4 Um só corpo e um só Espírito, como também vós sois chamados para a mesma esperança da vossa vocação;
5Um só Senhor, uma só fé, um só batismo,
6 Um só Deus e Pai de todos, que é sobre todas as coisas, e por todas as coisas, e em todos vós.
Deus não o salvou apenas para sentar em uma cadeira de igreja. Ele o salvou para andar digno desse chamado. Sua vida deve refletir seu propósito. Sua caminhada deve mostrar a que Reino você pertence. Seus passos devem inspirar outras pessoas a seguir a Cristo.
Há perigo em andar sem propósito. Muitos hoje caminham sem direção, sem visão, sem impacto. Eles caminham guiados por emoções, por desejos temporários, por pressões sociais, por medo do que as pessoas vão dizer. Mas quando você anda com Deus, Ele o guia com Sua Verdade e o alinha com Seu Plano.
Em Provérbios 3:5-6, a Palavra de Deus nos diz:
5Confie no Senhor de todo o seu coração e não se preocupe com o seu entendimento.
6 Reconheça-o em todos os seus caminhos, e ele endireitará as suas veredas.
Imagine que você está andando em uma selva densa, sem mapa, sem bússola. Assim é a vida sem propósito. Mas caminhar com Deus é como ter o Guia perfeito, que já conhece o caminho, que te protege, que te leva ao seu destino. Ele não apenas caminha com você... Ele sabe para onde levá-lo.
Você reflete o Propósito de Deus para você? Você está servindo a Deus fazendo uso dos dons que Ele lhe deu ou Ele fez você aprender a exercitar talentos? Ou você está apenas vivendo por viver? Andar com Deus requer escolhas diárias, disciplina espiritual e visão eterna.
Andar com Deus redefine sua história: Abraão andou com Deus e se tornou pai de nações e foi chamado de "Amigo de Deus". Moisés andou com Deus e liderou uma geração. Davi andou com Deus e foi chamado de "homem segundo o Coração de Deus". O Senhor Jesus andou em obediência ao Pai - e Ele mudou o mundo! E você... que história vai escrever com os seus passos? Sua vida tem um propósito eterno que só é ativado quando você anda com Deus. Você não foi criado para vagar pela vida... Você foi criado para andar com Deus, refletir Cristo e deixar uma marca neste mundo.
Hoje é o dia de retornar ao propósito e começar a caminhar com direção, missão e poder.
CONCLUSÃO
Querido irmão, querida irmã, ao chegarmos ao final desta mensagem, quero que você reserve um momento para refletir profundamente: Como está sua caminhada com Deus hoje? É uma caminhada próxima... ou longe? Íntimo... ou superficial? Constante... ou instável?
Deus não está procurando pessoas perfeitas, mas corações dispostos a andar com Ele dia após dia. Ele está ligando para você hoje. Não a uma religião morta. Não a um compromisso emocional passageiro. Mas para um relacionamento vivo, constante e transformador. Talvez você tenha se desviado. Talvez você tenha estado ocupado com tudo... menos com Deus. Ou talvez você tenha estado perto do espiritual, mas longe do Espírito. Hoje, o Espírito Santo estende a mão para você e diz: "Ande comigo".
Se você deseja restaurar sua caminhada com Deus ou iniciar um relacionamento genuíno com Ele, faça uma pausa agora mesmo. Este pode ser o momento mais importante da sua vida.
Lembre-se do que a Palavra de Deus diz em Amós 3:3:
3Caminharão dois juntos, se não estiverem em harmonia?
Hoje é o dia de chegar a um acordo com Deus. Deixem seus próprios caminhos e sigam Seu Caminho. Ele não quer apenas caminhar com você... Ele quer levá-lo a um propósito eterno.
Feche os olhos, abra o coração e repita esta oração com fé:
Senhor Deus Todo-Poderoso, hoje ouvi a tua Voz e não quero endurecer o meu coração. Reconheço que muitas vezes me afastei de Ti, guiado por minhas próprias decisões, pelo barulho do mundo ou pelo meu orgulho. Mas hoje, Eu retorno a Ti. Eu decido deixar meus caminhos... para seguir o Seu. Perdoe-me por andar sem rumo. Perdoe-me por me afastar quando somente em Ti está a realização. Hoje eu te dou minha vida... Peço-lhe que segure minha mão, que me ensine a caminhar com você todos os dias: em comunhão, em obediência e com propósito.
Pai, que cada passo meu seja guiado pelo seu Espírito. Que minha caminhada reflita sua glória. E que no final dos meus dias, a mesma coisa será dita de mim e de Enoque: 'Ele andou com Deus'. Obrigado por me amar, por me procurar, por me chamar. A partir de hoje, quero caminhar com você... e não solte sua mão. No Nome que está acima de todo nome que é nomeado, no Nome do Senhor Jesus Cristo, o mesmo ontem, hoje e eternamente. Amém.
Se você fez esta oração, você não está sozinho. Deus está com você agora. Ele ouviu você e começou uma nova caminhada com você. Não importa onde você esteja. Não importa quantas vezes você caiu. Hoje começa um novo dia... da Mão de Deus. E lembre-se do Salmo 16:11: "Na tua presença está a plenitude da alegria..." Não há lugar melhor para se estar... do que andar com Ele! Deus te abençoe, Deus te guarde e Deus te proteja. Amém!
NOTA SOBRE LOS DERECHOS DE AUTOR
Este sitio web posee contenido con derechos reservados. Puede ser compartido de forma gratuita para propagar el Evangelio de Jesucristo. Se permite su reproducción en masa, publicarlo en sitios web, redes sociales, traducir a otros idiomas dando el crédito al escritor de este contenido. Se prohíbe la venta o recaudación de fondos de cualquier contenido en este sitio web. Para más información puede escribirnos a:
LA PALABRA HABLADA DE DIOS
PO Box 2017 PMB 345
Las Piedras, PR 00771