Repaso:
"El Camino De Dios Que Ha Sido Hecho Para Nosotros"
Por: Hno. Francisco Velázquez Cruz
Por: Hno. Francisco Velázquez Cruz
Introducción
Hermano y Hermana, la base de este Mensaje es que Dios ha provisto un Camino para Su Pueblo. No podemos acercarnos a Dios por nuestros propios méritos ni esfuerzos, sino únicamente por el Camino que Él ha trazado. Desde el inicio del sermón, el Hermano Branham enfatiza que no podemos venir a Dios sino por medio de Jesucristo, y por eso colocamos Su Nombre delante de nuestra oración. El tema del Mensaje del Hermano Branham que repasaremos en esta ocasión es: “EL CAMINO DE DIOS QUE HA SIDO HECHO PARA NOSOTROS”, el cual fue predicado en septiembre de 1952, en el Tabernáculo Branham, Jeffersonville, Indiana, EE.UU.
El Hermano Branham nos recuerda en este Mensaje la Gran Verdad de que Dios oye nuestras peticiones cuando son hechas en el Nombre de Su Hijo, porque no venimos con nuestra justicia propia, sino solo por Gracia. Tal como en la oración inicial, el Hermano Branham intercede por los pecadores, pidiendo que Dios los llame y los traiga a Su Reino, porque Cristo murió por ellos.
Uno de los puntos cruciales que introduce el Mensaje es el peligro del miedo. El Hermano Branham declara que el miedo es la peor arma que el diablo puede usar contra nosotros. Dice que, aun si una persona tiene una enfermedad mortal como el cáncer, si no teme y confía en Dios, no está en tan mal estado. En contraste, el miedo puede hacer que una persona se hunda en la desesperación y la derrota.
Dios no nos ha llamado a vivir en temor, sino en seguridad y confianza. El mensaje enfatiza que el Creyente nacido de nuevo no tiene nada que temer. Para respaldar esto, el Hermano Branham cita las palabras del Señor Jesús en San Juan 6:37-39:
37Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera.
38Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió.
39Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.
Y añade la certeza de la salvación en Cristo, San Juan 5:24:
24…El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá á condenación, mas pasó de muerte á vida.
Esto nos demuestra que aquellos que han sido llamados por Dios y han aceptado Su Camino están seguros en Cristo. No hay razón para temer, pues nadie puede arrebatarlos de la Mano de nuestro Padre.
Para fortalecer esta verdad, el mensaje se apoya en Isaías 35, un capítulo que habla sobre la restauración y la redención del Pueblo de Dios. En este pasaje, se menciona que habrá un Camino de Santidad por el cual solo transitarán los redimidos: Isaías 35:8:
8Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará por él inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren.
Aquí, la Escritura nos dice que el Camino que Dios ha provisto es seguro. No importa cuán débil o falto de entendimiento pueda ser alguien, si se mantiene en el Camino de Dios, no se perderá.
El Hermano Branham enfatiza que no hay atajos en el Reino de Dios. Si intentamos desviarnos o tomar caminos alternativos, nos meteremos en problemas. Así como un viajero necesita un mapa para llegar a su destino, nosotros necesitamos la guía de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo para permanecer en el camino correcto.
Desde el principio de los tiempos, Dios ha hecho un Camino para Sus Hijos. Cuando los israelitas salieron de Egipto, Dios los guió directamente hacia el Mar Rojo, un lugar que parecía una barrera imposible. Sin embargo, Dios abrió un sendero en medio del mar y ellos caminaron en seco.
Aquí vemos el principio clave: el Camino de Dios puede parecer difícil o imposible, pero Él siempre provee una manera de atravesarlo. El Hermano Branham ilustra esto con una afirmación poderosa en la página 3, y en el párrafo 17, de este Mensaje “EL CAMINO DE DIOS QUE HA SIDO HECHO PARA NOSOTROS”, dice y cito:
17Y cuando llegó el momento, y el reto, e Israel se paró allí frente al mar, el camino de Dios los llevó a través del mar. Pues Dios miró hacia abajo desde la Columna de Fuego, el mar se atemorizó y se apartó, e Israel cruzó en seco. El sendero de Dios los llevó a través de él.
Este ejemplo nos muestra que seguir el Camino de Dios no significa que no enfrentaremos obstáculos, sino que Dios abrirá paso en medio de ellos.
El Mensaje del Hermano Branham comienza con una invitación clara: Dios ha hecho un Camino para nosotros, y debemos seguirlo sin temor. Aquellos que han nacido de nuevo tienen seguridad en Cristo, y aunque el Camino pueda parecer difícil, Dios siempre provee una manera de atravesarlo.
A lo largo del sermón, se nos recordará que tenemos dos opciones: Seguir nuestro propio camino, que lleva al fracaso o seguir el Camino de Dios, que lleva a la Vida Eterna. Con esta base establecida, podemos avanzar al desarrollo del repaso de este Mensaje, explorando cómo Dios ha trazado Su Camino a través de la historia y cómo podemos caminar en Él con seguridad y fe.
EL CAMINO PERFECTO DE DIOS
Desde el principio, Dios ha trazado un Camino para que Su Pueblo pueda caminar en seguridad. En el sermón “EL CAMINO DE DIOS QUE HA SIDO HECHO PARA NOSOTROS”, el Hermano Branham enfatiza que no podemos encontrar el camino correcto por nuestros propios medios, sino que Dios ha provisto Su Propio Sendero y debemos seguirlo fielmente. Nos dice así el Hermano Branham en la página 3, párrafo 15, dice y cito:
15No hay atajos en el Reino de Dios. Saben, si tratamos de tomar un atajo, nos meteremos en algún pantano por aquí y nos hundiremos en el fango. Y eso es lo que hacemos cuando nos salimos de la antigua y gran carretera de Dios. Dios hizo una senda, un camino.
El Camino de Dios no es uno de atajos ni rodeos. Es un camino que a veces nos lleva por pruebas, pero siempre tiene un propósito. Dios diseñó una senda para Israel cuando los sacó de Egipto y los guio por el desierto. Aunque el camino parecía difícil, Dios siempre estuvo presente para guiarlos y proveer lo necesario.
Dios abrió el Mar Rojo: El camino de Dios es sobrenatural
Un gran ejemplo del Camino Perfecto de Dios es el cruce del Mar Rojo. Cuando los israelitas llegaron al mar y el ejército egipcio los perseguía, parecía que no había salida. Sin embargo, Dios ya había provisto un Camino, aunque aún no era visible para ellos.
El Hermano Branham lo describe de la siguiente manera, en la página 3, párrafo 16, y dice así y cito:
16Cuando los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto, ellos siguieron el camino de Dios. Este llevaba hasta el Mar Rojo. Es raro que Dios llevara Su sendero por ese camino. Pero Su sendero atravesó directamente el mar.
Dios nunca se equivoca en la ruta que elige para nosotros. A los ojos humanos, el Mar Rojo parecía una barrera infranqueable, pero en el Tiempo Perfecto de Dios, el mar se abrió y se convirtió en un camino seco para Su Pueblo.
Escuchemos Éxodo 14:22:
22Entonces los hijos de Israel entraron por medio de la mar en seco, teniendo las aguas como muro á su diestra y á su siniestra:…
El Hermano Branham enfatiza que cuando Dios llama a alguien y lo pone en Su Camino, Él se encarga de abrir la senda, repito el párrafo 17, y dice así nuestro amado Hermano William Marrion Branham:
17…el camino de Dios los llevó a través del mar. Pues Dios miró hacia abajo desde la Columna de Fuego, el mar se atemorizó y se apartó, e Israel cruzó en seco.
El camino de Dios pasa por aguas amargas, pero Él provee la solución
Después de cruzar el Mar Rojo, los israelitas llegaron a Mara, donde el agua era amarga e imposible de beber. Una vez más, el Camino de Dios parecía difícil, pero Él ya tenía preparada la solución. Dice el Hermano Branham en el párrafo 18, dice así y cito:
18Luego Él llegó directamente al desierto, al manantial de Mara, agua “amarga”. ¿No es raro que Dios guíe a Sus hijos a través de aguas amargas? Pero todas ellas surgen por el camino. Pero cuando Él estaba allí, el remedio para las aguas amargas estaba parado en la orilla. Moisés cortó un árbol y lo echó en el agua, y ella recobró su dulzura.
Dios le mostró a Moisés un árbol que, al ser echado en el agua, la endulzó y la hizo potable. Este evento simboliza a Cristo: Él es el Árbol de la Vida que puede transformar nuestras pruebas en victorias.
La enseñanza aquí es clara: El camino de Dios puede llevarnos a pruebas, pero Él siempre provee una salida y una bendición.
El Camino de Santidad: No podemos desviarnos
El profeta Isaías nos habla del Camino de Dios como un Camino de Santidad. Es una Senda en la que Dios mismo guía a Sus Redimidos y les da seguridad.
Escuchemos Isaías 35:8, nuevamente:
8Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará por él inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren.
El Hermano Branham enfatiza que, si nos salimos de este camino, nos metemos en problemas. No podemos guiarnos por nuestra propia lógica, sino que debemos seguir la guía del Espíritu Santo. El Hermano Branham nos dice en la página 4, párrafo 20, lo siguiente y cito:
20Y si la Iglesia, esta noche, solo siguiera la Columna de Fuego, el Espíritu Santo, Uds. de seguro llegarían a Canaán. Dios tiene un camino, un camino provisto.
Así como Israel fue guiado por la Columna de Fuego, hoy debemos seguir la guía del Espíritu Santo. Confiemos en que Dios siempre tiene un Camino, incluso en los momentos más imposibles.
Podemos aprender tres lecciones fundamentales del camino perfecto de Dios:
1) Dios siempre tiene un Camino, aunque a veces no lo veamos: Israel no podía ver el camino en el Mar Rojo, pero Dios ya lo había trazado. Nosotros debemos confiar en que Dios tiene la solución para nuestras pruebas.
1) El Camino de Dios a veces nos lleva por pruebas, pero Él provee la salida: Israel pasó por aguas amargas, pero Dios endulzó el agua. Nuestras dificultades pueden ser amargas, pero Dios tiene la solución.
2) Debemos seguir la guía de Dios sin desviarnos: Israel debía seguir la Columna de Fuego; hoy debemos seguir el Espíritu Santo. Si intentamos tomar atajos, nos metemos en problemas.
El Hermano Branham nos llama a confiar en que Dios ha provisto un camino seguro para nosotros. Aunque el camino pueda parecer difícil o imposible, Dios ya ha trazado la senda y abrirá las puertas en Su Tiempo Perfecto.
El Hermano Branham en la página 4, párrafo 21, nos dice y cito:
21Hay dos caminos que un hombre puede seguir: y es su propio camino o el camino de Dios; y eso es el camino correcto o el camino errado. Y el camino suyo siempre es el camino errado, y el camino de Dios es el camino correcto. Y Ud. no puede estar en su propio camino y en el camino de Dios al mismo tiempo, así que Ud. tiene que salir de su propio camino para que Dios pueda tener el de Él en Ud. Así es. Dios hace un camino provisto.
Dios ha hecho un Camino Perfecto para Sus Hijos. No es nuestro deber buscar atajos o alternativas, sino permanecer en el Cxamino que Él ha provisto. Si seguimos a Dios con fe y obediencia, Él abrirá el mar, endulzará las aguas amargas y nos guiará hasta la tierra prometida.
EL PELIGRO DE CREAR NUESTRO PROPIO CAMINO
Desde el principio de la humanidad, el hombre ha intentado establecer su propio camino en lugar de seguir el Camino de Dios. Sin embargo, cada vez que el hombre se aparta de la Voluntad Divina, sufre las consecuencias. En este Mensaje que estamos repasando “EL CAMINO DE DIOS QUE HA SIDO HECHO PARA NOSOTROS”, el Hermano Branham enfatiza que solo hay dos caminos:
1) El Camino de Dios, que es perfecto y seguro.
2) El camino del hombre, que siempre conduce al fracaso.
Vuelvo y cito de la página 4, párrafo 21, y dice así:
21Hay dos caminos que un hombre puede seguir: y es su propio camino o el camino de Dios; y eso es el camino correcto o el camino errado. Y el camino suyo siempre es el camino errado, y el camino de Dios es el camino correcto.
El peligro de querer hacer las cosas a nuestra manera es que nuestro juicio es limitado y nuestras decisiones pueden estar influenciadas por la carne o por el enemigo. El proverbista Salomón, en Proverbios 14:12, nos advierte sobre esta realidad:
12Hay camino que al hombre parece derecho; Empero su fin son caminos de muerte.
El Hermano Branham nos recuerda que no podemos estar en nuestro propio camino y en el Camino de Dios al mismo tiempo. Para caminar con Dios, debemos renunciar a nuestra propia voluntad y someternos a la Suya. En el párrafo 21 del Mensaje, nos dice el Hermano Branham:
21…Ud. no puede estar en su propio camino y en el camino de Dios al mismo tiempo, así que Ud. tiene que salir de su propio camino para que Dios pueda tener el de Él en Ud.
El primer intento del hombre de hacer su propio camino: Adán y Eva
El primer ejemplo de la Biblia sobre el peligro de hacer nuestro propio camino lo encontramos en el Jardín del Edén. Dios creó al hombre en perfección y le dio instrucciones claras, pero Adán y Eva decidieron escuchar otra voz en lugar de obedecer a Dios; Eva escuchó a la voz de la serpiente y Adán escuchó a la voz de Eva. En el párrafo 22, de la página 4, nos dice el Hermano Branham y cito:
22El hombre siempre ha querido hacer su propio camino. En el jardín del Edén, Dios hizo un hombre que no tuviera que desviarse por nada. Dios lo hizo perfecto, pero el hombre quería su propio camino. Él quería manipular. Él quería investigar.
Después de pecar, en lugar de arrepentirse y buscar el perdón de Dios, Adán y Eva intentaron cubrir su desnudez con hojas de higuera. Esto representa los intentos humanos de solucionar sus problemas sin Dios. Nos dice el Hermano Branham mas adelante del mismo párrafo 22 lo siguiente y cito:
22…Él mismo se hizo una religión. Él no esperó a que Dios le hiciera una. Él mismo se hizo una, pero se dio cuenta que su religión, su cobertura, no funcionaría. El hombre siempre ha sido así. Él quiere su propio camino. Pero Dios tenía un camino. Así que el hombre tomó hojas de higuera y se cubrió con ellas, él y su mujer, pero, cuando él vino a presentarse a Dios, se dio cuenta que eso no funcionaría.
Las hojas de higuera fueron su propio método para tapar su vergüenza, pero Dios no aceptó ese camino. Él mismo les hizo túnicas de piel, tomado de tres corderos, demostrando que la única solución para el pecado es el sacrificio de sangre, una sombra de la obra redentora total de Cristo.
Génesis 3:21:
21Y Jehová Dios hizo al hombre y á su mujer túnicas de pieles, y vistiólos.
Caín y Abel: Dos caminos opuestos
Otro gran ejemplo del peligro de seguir nuestro propio camino lo encontramos en Caín y Abel. Ambos trajeron sacrificios a Dios, pero solo uno fue aceptado. Caín decidió ofrecer el fruto de la tierra, su propio esfuerzo y trabajo, en lugar de un sacrificio de sangre como Dios lo había ordenado. Abel, en cambio, siguió el camino de Dios y ofreció de los primogénitos de sus ovejas en sacrificio. El Hermano Branham dice en el párrafo 24 lo siguiente y cito:
24…vimos cómo Caín trató de hacer su camino. Él trajo algunas manzanas y peras y duraznos y calabazas, lo que fuera, lo puso sobre el altar y dijo: “Allí está, Señor, ya construí un altar; construí una iglesia; soy un buen miembro de iglesia”. ¿Ven? “Voy a la iglesia todos los días. Vengo aquí, construyo el altar; pongo el sacrificio allí encima. Ahora voy a arrodillarme y orar. Y ahora, Señor, quiero que Tú me recibas”. Pero Dios lo rechazó.
Sin embargo, Dios rechazó el sacrificio de Caín porque no estaba en el camino correcto, como nos dice la Palabra de Dios en Génesis 4:5:
5Mas no miró propicio á Caín y á la ofrenda suya. Y ensañóse Caín en gran manera, y decayó su semblante.
El Hermano Branham señala que muchos en la actualidad hacen lo mismo que Caín en el párrafo 25 dice y cito:
25Y ese mismo viejo espíritu religioso vive exactamente entre la iglesia hoy, lo mismo, no podría ser más religioso, y no conoce más de Dios de lo que un Hotentote sabría de un caballero Egipcio. Uds. saben que es verdad. ¡Espíritus religiosos!
El problema de Caín no fue que no era religioso, sino que eligió su propio camino en lugar del Camino de Dios. Por eso, su sacrificio fue rechazado.
El fracaso de los falsos caminos religiosos
Uno de los engaños más grandes del enemigo es hacer que la gente confíe en caminos alternativos de salvación. El Hermano Branham enfatiza que muchos religiosos confían en su membresía de iglesia, sus buenas obras o sus tradiciones, pero Dios solo acepta el Camino que Él ha provisto. Nos dice el Hermano Branham en el párrafo 23 y cito:
23Y déjenme decirles, amigos, ha habido muchos hombres, aun en esta noche, llegando al final del camino, que hallarán que esa pequeña religión superficial a la que se están aferrando no funcionará.
El mismo Señor Jesús advirtió que muchos creerán estar en el camino correcto, pero serán rechazados, Mateo 7:22-23:
22Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.
El único Camino a Dios es Jesucristo y Su Palabra. No podemos agregarle ni quitarle nada. Sigue diciendo el Hermano Branham en el párrafo 23 y cito:
23…Solo nacer de nuevo funcionará. Jesús dijo: “Si el hombre no naciere de agua y del Espíritu, no entrará en el Reino”. No hay manera, no importa si es metodista, bautista, presbiteriano, lo que sea que él sea, no entrará hasta que nazca del agua y del Espíritu.
El Hermano Branham toma como base para esta expresión de San Juan 3:3, que dice:
3Respondió Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.
El camino del hombre siempre lleva a la muerte, porque está basado en el razonamiento humano, la tradición y los esfuerzos propios. El Camino de Dios es el único que lleva a la vida, porque está basado en la obediencia a Su Palabra y en la Redención de Cristo.
Cada persona debe elegir qué camino seguirá: El Camino de Dios, que requiere fe, obediencia y sumisión a Su voluntad o el camino del hombre, que parece correcto, pero lleva a la destrucción.
El Hermano Branham nos deja una advertencia clara en el párrafo 99, y dice así y cito :
99Si Ud. rechaza el camino de Dios, Ud. tendrá que ir al infierno. Así tiene que suceder. Es el único otro camino. Así que Ud. está en un camino o en el otro. Amén.
Que cada uno de nosotros elija con sabiduría y permanezca en el Camino provisto por Dios.
CAMINAR POR FE EN EL CAMINO PROVISTO
En este Mensaje del Hermano Branham enfatiza que Dios ha provisto un Camino, pero debemos caminar en Él mediante la fe. No podemos depender de otra lógica, razonamiento humano o emociones, sino que debemos confiar plenamente en la guía del Espíritu Santo. En el párrafo 20, nos dice el Hermano Branham y cito:
20Y si la Iglesia, esta noche, solo siguiera la Columna de Fuego, el Espíritu Santo, Uds. de seguro llegarían a Canaán. Dios tiene un camino, un camino provisto.
Caminar por fe significa seguir el Camino de Dios, aunque no entendamos todo lo que está sucediendo. Los grandes hombres de la Biblia no vieron con sus ojos físicos la solución de inmediato, pero confiaron en la Promesa de Dios. En 2 Corintios 5:7:
7(Porque por fe andamos, no por vista;)
Los jóvenes hebreos: Fe en medio del fuego
Un poderoso ejemplo de caminar por fe en el Camino de Dios es el de Sadrach, Mesach y Abed-nego. Ellos decidieron obedecer a Dios antes que someterse a los decretos del rey Nabucodonosor, aun sabiendo que enfrentarían la muerte en un horno de fuego. El Hermano Branham nos dice en el párrafo 43 lo siguiente:
43Danos más Sadracs, Mesacs y Abed-negos, (sí, señor) que no se inclinarán ante sus cosas mundanas. No tenemos que arrodillarnos ante eso. Dios nos ha hecho libres, por medio del Espíritu Santo. ¡Aleluya! Sí, señor.
Cuando fueron llevados ante el rey, ellos permanecieron firmes en su fe. No sabían cómo Dios los libraría, pero sabían que Él era fiel. En Daniel 3:17-18 nos dice la Palabra de Dios:
17He aquí nuestro Dios á quien honramos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
18Y si no, sepas, oh rey, que tu dios no adoraremos, ni tampoco honraremos la estatua que has levantado.
Cuando fueron arrojados al horno, Dios no los libró antes de entrar, sino que los guardó dentro del fuego. El Hermano Branham describe este momento con una escena impactante en la que Jesús mismo descendió para estar con ellos. Nos dice el Hermano Branham en los párrafos 60 al 62, dice así y cito:
60¡Oh!, puedo verlo a Él levantarse, así. Ellos están a punto de dar el último paso. Puedo verlo a Él extenderse allá y decir: “Ven aquí”, a una gran nube de tormenta flotando allá. ¡Oh, vaya! Le obedeció.
61Puedo verlo, oírle a Él decir: “Viento del este, del norte, del oeste y del sur, vengan aquí y carguen esta nube de tormenta. Voy a conducirlos como caballos. Me sentaré en esta nube de tormenta, esta mañana, como en un carro de guerra. Bajaré a Babilonia, Yo Mismo”. ¡Aleluya!
62Puedo verlo a Él extenderse y agarrar un relámpago en forma de zigzag y hacerlo tronar por los cielos, así; justo cuando ellos daban el último paso, al caminar en el camino provisto por Dios.
En Daniel 3:25, nos dice la Palabra de Dios:
25Respondió él y dijo: He aquí que yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego, y ningún daño hay en ellos: y el parecer del cuarto es semejante á hijo de los dioses.
Esto nos enseña que cuando caminamos por fe en el Camino de Dios, Él estará con nosotros en medio de la prueba. No nos librará siempre del fuego, pero sí nos protege dentro de él.
Noé: Construyendo el arca sin ver evidencia
Otro ejemplo que el Hermano Branham menciona es el de Noé, quien caminó por fe durante ciento veinte años construyendo el arca, a pesar de que nunca había llovido sobre la tierra tras su recomposición. Nos dice el Hermano Branham en los párrafos 63 y 64:
63Una vez hubo un viejo predicador “loco”, un viejo predicador de la santidad allá atrás, hace mucho tiempo, con el nombre de Noé. Él dijo: “Saben, va a llover, vendrá una tormenta”.
64Puedo oír a las personas ir alrededor y decir: “Oigan, ¿escucharon a ese viejo santo rodador allá arriba? Dijo que: ‘Va a llover’. Pues, nunca ha llovido sobre la tierra. ¿Y va a llover? ¿Cómo, de dónde vendrá esa agua? Bueno, vamos a buscar con la ciencia y averiguar si habrá agua allá arriba. Pues no, no hay agua allá arriba. ¿Qué es lo que sucede? Ese viejo predicador ha perdido la razón”.
En la Palabra de Dios en Hebreos 11:7, nos dice:
7Por la fe Noé, habiendo recibido respuesta de cosas que aun no se veían, con temor aparejó el arca en que su casa se salvase: por la cual fe condenó al mundo, y fué hecho heredero de la justicia que es por la fe.
El Hermano Branham nos recuerda que, cuando llegó el tiempo, la lluvia cayó y solo aquellos que habían caminado en el Camino provisto por Dios fueron salvos. Nos dice en el párrafo 68 el Hermano Branham y cito:
68Algunos de ellos se subieron a los troncos y dijeron: “Yo flotaré”. Pero déjenme decirles que cuando las tormentas comenzaron a arrasar, el arca subió. ¡Aleluya! ¿Por qué? Ellos estaban en el camino provisto por Dios. Dios siempre bendecirá a las personas que caminen en el camino que Él provee. Él no proveyó un tronco; Él no proveyó esto, Él proveyó un arca.
Elías: Alimentado por cuervos en el arroyo de Cherith
Cuando Elías enfrentó la sequía en Israel, Dios le ordenó que se dirigiera al arroyo de Cherith, donde sería alimentado de manera sobrenatural. Elías no dudó, sino que obedeció y caminó por fe en el Camino provisto por Dios. Nos dice el Hermano Branham en los párrafos 81 y 82 y cito:
81El anciano Elías dijo: “Señor, ¿qué debo hacer? Tú provee el resto del camino. Yo ya hice eso”. Dijo: “Sube allá junto al arroyo de Cherith, y siéntate”.
82“Está bien, un lugar muy malo, pero subiré y me sentaré. Tú dijiste: ‘Ve allá arriba’. Si Tu sendero lleva hasta allá arriba, yo caminaré hasta allí”.
Dios cumplió Su Promesa que le había dado a su profeta Elías, 1 Reyes 17:2-5:
2Y fué á él palabra de Jehová, diciendo:
3Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Cherith, que está delante del Jordán;
4Y beberás del arroyo; y yo he mandado á los cuervos que te den allí de comer.
5Y él fué, é hizo conforme á la palabra de Jehová; pues se fué y asentó junto al arroyo de Cherith, que está antes del Jordán.
Esto demuestra que Dios es fiel para proveer, incluso en los momentos más difíciles. Nuestra parte es obedecer y confiar en Él.
Marta y María: Creer aunque parezca tarde
En el sermón, el Hermano Branham menciona la historia de Marta y María cuando su hermano Lázaro murió. Cuando Jesús llegó, ya habían pasado cuatro días y parecía que no había esperanza. El Hermano Branham lo relata en los párrafos 112-115, pero citaré solo los párrafos 114 y 115, dice así el Hermano Branham y cito:
114Y entonces ella oyó que Jesús venía, así que salió a encontrarle.
115Ese fue el camino provisto por Dios: ir a encontrar a Jesús. Así es, siempre. Cuando haya tristeza en su hogar: vaya a encontrarse con Jesús. Si tiene enfermedad en su hogar: vaya a encontrarse con Jesús. Si tiene angustias en su hogar: vaya a encontrarse con Jesús. ¡Aleluya! Si tiene alguna una necesidad: vaya a encontrarse con Jesús. Vaya a encontrarse con Él. Él tiene todo el remedio, todo está allí; Él no tiene el remedio, Él tiene la cura. Amén. Entonces ella fue a encontrarlo, y cayó a Sus pies.
Cuando Jesús le dijo a Marta que su hermano resucitaría, ella pensó en la resurrección futura, pero Jesús le mostró que la respuesta estaba en el presente, San Juan 11:25:
25Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
El Hermano Branham enfatiza que Dios no está limitado por el tiempo ni por las circunstancias. Aun cuando parezca tarde, si seguimos caminando por fe en Su Camino, veremos Su Poder manifestarse. Nos dice el Hermano Branham en el párrafo 132 y cito:
132…Si Ud. está enfermo: “Ten misericordia de mí, Señor”, y Él lo hará también ahora. Ud. dice: “El médico me ha desahuciado; ¡mas también ahora, Señor! No he caminado en cinco años; ¡mas también ahora, Señor! No he podido oír, no sé desde cuándo; mas también ahora, Señor. No he hablado ni una palabra, y no puedo decirle desde cuándo; mas también ahora, Señor”. Todo lo que Ud. le pida a Dios, y Él está sentado a la diestra del Padre, intercediendo sobre su confesión. ¡Aleluya! Dijo: “También ahora, todo lo que Tú le pidas a Dios, Dios hará”.
Dios ha provisto un camino, pero debemos caminar por fe en él. Como los jóvenes hebreos, Noé, Elías y Marta, debemos confiar en que Dios cumple Su Palabra, aunque las circunstancias parezcan imposibles.
La fe no es solo creer en Dios, sino actuar basándonos en lo que Él ha dicho. Debemos seguir adelante sin temor, sabiendo que Dios ha provisto el Camino y Su Presencia estará con nosotros en cada paso. El Hermano Branham dice en el párrafo 62 y cito:
62…Él siempre estará allí cuando el hombre camina por el camino provisto por Dios. Sí, señor.
JESUCRISTO: EL CAMINO PROVEÍDO POR DIOS
El tema central del Mensaje del Hermano Branham es que Dios ha provisto un camino para la salvación, y ese camino es Jesucristo. No hay múltiples senderos hacia Dios; solo hay uno, y cualquier otro intento de llegar a Dios por medios humanos está destinado al fracaso. El Hermano Branham nos dice en el párrafo 71 y cito:
71…Ese es el camino de Dios y el único camino. No es el camino metodista, no es el camino bautista, no es el presbiteriano, no es el pentecostal. Es el camino de Cristo. Cristo es el camino provisto por Dios.
Desde el principio de la Biblia hasta el final, Dios ha mostrado que hay un solo Camino para la Redención del hombre, y ese camino siempre ha sido a través del sacrificio de sangre, el cual se cumple en Cristo.
San Juan 14:6:
6Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.
Jehová-Jireh: Dios se Provee a Sí Mismo un Cordero
El Hermano Branham nos recuerda la historia de Abraham, cuando Dios le pidió que ofreciera a su hijo Isaac en sacrificio. En el último momento, Dios proveyó un cordero para el sacrificio, mostrando que Él mismo proporcionaría el Camino para la Redención. Cito ahora del párrafo 72:
72Cuando Abraham ofreció a Isaac, él llamó el lugar allí Jehová-jireh, “el Señor Mismo Se proveerá un sacrificio”. Y allí está, el Hijo de Dios. Amén. Dios siempre hace una vía de escape. Sí, señor.
Dios no aceptó el sacrificio de Isaac porque ya tenía planeado un sacrificio perfecto: Jesucristo, el Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo, como nos dice en San Juan 1:29:
29El siguiente día ve Juan á Jesús que venía á él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Esto demuestra que la salvación no viene por el esfuerzo humano ni por las obras, sino por el sacrificio que Dios mismo proveyó en Cristo.
Jesús: El Único Mediador entre Dios y los Hombres
A lo largo de la historia, el hombre ha tratado de encontrar diferentes maneras de llegar a Dios: religión, buenas obras, filosofía, tradiciones humanas. Pero la Biblia es clara: solo hay un mediador entre Dios y los hombres, y ese mediador es Jesucristo (1 Timoteo 2:5).
El Hermano Branham enfatiza que no podemos confiar en la iglesia, en la denominación o en la religión para salvarnos; solo Cristo es el Camino. Nos dice el Hermano Branham en el párrafo 23 y cito:
23Y déjenme decirles, amigos, ha habido muchos hombres, aun en esta noche, llegando al final del camino, que hallarán que esa pequeña religión superficial a la que se están aferrando no funcionará. Solo nacer de nuevo funcionará. Jesús dijo: “Si el hombre no naciere de agua y del Espíritu, no entrará en el Reino”. No hay manera, no importa si es metodista, bautista, presbiteriano, lo que sea que él sea, no entrará hasta que nazca del agua y del Espíritu.
Jesucristo: Dios Manifestado en Carne
Uno de los puntos clave del sermón es que Jesús no era solo un profeta o un maestro, sino que Él era Dios mismo en carne. El Hermano Branham responde a quienes niegan la Divinidad de Cristo con una poderosa verdad y cito de los párrafos 152 y 153 :
152Y en el camino hacia Lázaro, Él lloró. Él era un hombre cuando estaba llorando.
153Pero cuando Él se paró allí al lado del sepulcro, donde un hombre había estado muerto por cuatro días; y los gusanos de la piel que se arrastraban, entrando y saliendo de su cuerpo, y un hedor a su alrededor; cuando Él dijo: “Lázaro, ven fuera”, un hombre que había estado muerto cuatro días, se puso de pie y vivió de nuevo. Ese era más que un hombre. ¡Aleluya! Sí, señor. Él era un hombre llorando, pero Él era Dios en la resurrección.
Cristo tenía dos naturalezas: Primeramente, él era hombre: sentía hambre, lloraba y dormía. Y también y a su vez era Dios: sanaba a los enfermos, calmaba el mar y resucitaba a los muertos.
El Hermano Branham explica esto con varios ejemplos: Jesús lloró en la tumba de Lázaro como un hombre, pero luego resucitó a Lázaro como Dios. (San Juan 11:35, 43) Jesús tuvo hambre como un hombre, pero alimentó a 5,000 personas con cinco panes y dos peces como Dios. (Mateo 14:17-21) Jesús murió en la cruz como un hombre, pero resucitó al tercer día como Dios. (Mateo 28:6)
Cito de los párrafos 154 y 155:
154Él era un hombre cuando bajó de la montaña, esa noche, hambriento, buscando por todas partes, en los árboles, algo para comer. Él era un hombre cuando tuvo hambre.
155Pero cuando tomó cinco panecillos y dos pedacitos de pescado, y alimentó a cinco mil personas, ese era más que un hombre. Ese era Dios en carne. ¡Aleluya!
La única razón por la que Jesús no se salvó a sí mismo en la cruz fue porque Él tenía que salvarnos a nosotros. Cito del párrafo 158:
158Él era un hombre cuando Él estaba colgado en el Calvario, cuando ellos Le dieron el mayor tributo que jamás le dieron. Cuando dijeron: “A otros salvó, a Sí Mismo no Se puede salvar”. ¡Qué maravilloso tributo, o halago, ellos Le rindieron! Si Él hubiera salvado a estos otros y a Sí Mismo, Él no podría salvar a otros. Así que, Él tuvo que darse a Sí Mismo, para salvar a otros.
La Misión de Jesús: Restaurar el Camino al Padre
El propósito principal de la Venida de Cristo fue reconciliar al hombre con Dios. Desde que Adán y Eva pecaron, la humanidad había estado separada de Dios. Pero Cristo vino a restaurar la comunión que el hombre había perdido.
2 Corintios 5:19:
19Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo á sí, no imputándole sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación.
El Hermano Branham enfatiza que sin Cristo, no hay acceso al Padre. No hay otro nombre, no hay otro camino.
71…Es el camino de Cristo. Cristo es el camino provisto por Dios. Él es el sacrificio provisto por Dios. Él es Jehová-rafa. Él es Jehová-jireh.
En otras palabras, Cristo es todo lo que necesitamos. Él es nuestro Salvador, nuestro Sanador, nuestro Proveedor y nuestro Redentor. Que cada uno de nosotros haga la decisión correcta: caminar en el único camino provisto por Dios: Jesucristo.
CONCLUSIÓN
Este Mensaje que hemos estado repasando titulado: “EL CAMINO DE DIOS QUE HA SIDO HECHO PARA NOSOTROS” del Hermano Branham nos ha mostrado que solo hay un Camino que nos lleva a Dios, y ese Camino ha sido provisto por Él mismo. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la Escritura nos enseña que Dios siempre ha tenido un Camino preparado para Su Pueblo, y nuestra única responsabilidad es seguirlo con fe y obediencia.
El Hermano Branham deja claro que existen solo dos caminos: El camino de Dios, que es seguro, eterno y lleno de bendiciones. El camino del hombre, que parece correcto, pero lleva a la muerte y la separación de Dios. Nos dice el Hermano Branham en los párrafos 20 y 21 y cito:
20…Dios tiene un camino, un camino provisto.
21Hay dos caminos que un hombre puede seguir: y es su propio camino o el camino de Dios; y eso es el camino correcto o el camino errado. Y el camino suyo siempre es el camino errado, y el camino de Dios es el camino correcto.
La Escritura confirma esta verdad en Proverbios 14:12 y cito:
12Hay camino que al hombre parece derecho; Empero su fin son caminos de muerte.
Debemos tomar una decisión. No podemos caminar en ambos caminos al mismo tiempo. O nos entregamos completamente al Camino de Dios, o seguiremos en nuestros propios caminos y sufriremos las consecuencias.
Dios nos ha dado una oportunidad más para caminar en Su Camino: Jesucristo.
El Hermano Branham enfatiza que no hay otro camino, otra religión, otra doctrina o sistema humano que pueda llevarnos a la Vida Eterna. Solo Cristo es el Camino.
El Camino de Dios no está basado en emociones, rituales religiosos o pertenecer a una denominación. Está basado en nacer de nuevo y recibir el Espíritu Santo.
El Hermano Branham nos advierte que rechazar el Camino de Dios tiene graves consecuencias. No hay una tercera opción: o caminamos en el Camino de Dios, o caminamos en el camino de la destrucción.
El Señor Jesús mismo advirtió que muchos creen estar en el camino correcto, pero serán sorprendidos en el día del juicio. Hoy es el día de asegurarnos de que estamos en el Camino correcto. No podemos depender de nuestras propias fuerzas, sino de la gracia de Dios y de Su guía.
Si hoy reconocemos que hemos estado siguiendo nuestros propios caminos, este es el momento de rendirnos completamente a Cristo. No importa cuánto tiempo hayamos estado en el error, Dios nos llama a regresar a Su camino.
Así como los jóvenes hebreos confiaron en Dios en el horno de fuego, como Noé confió en Dios al construir el arca, y como Marta confió en Jesús, aunque parecía que ya era demasiado tarde, nosotros también debemos depositar nuestra fe en Cristo y caminar en el camino provisto por Dios.
Si nunca has nacido de nuevo, si sientes que te has desviado del Camino de Dios o si necesitas reafirmar tu fe, este es el momento para hacerlo.
Oración
Señor Dios Todopoderoso, venimos ante Ti en el Nombre de Jesucristo, el único camino, la única verdad y la única vida. Reconocemos que muchas veces hemos tratado de caminar por nuestros propios caminos, confiando en nuestra fuerza y razonamiento, pero hoy queremos rendirnos completamente a Ti.
Padre, abre nuestros ojos espirituales para que podamos ver el Camino que Tú has provisto. Danos la fe de los jóvenes hebreos para confiar en Ti en medio de la prueba. Danos la obediencia de Noé para seguir Tu Voz, aunque el mundo no entienda. Danos la determinación de Marta para buscar a Jesús, aunque parezca que ya es tarde.
Señor, si hay alguien aquí que aún no ha nacido de nuevo, tócalo con Tu Espíritu Santo y llévalo a la verdadera vida en Cristo. Si hay alguien que se ha desviado del Camino, tráelo de regreso con amor y misericordia.
Sabemos que pronto vienes para Morar Plenamente, en toda Plenitud de Plenitudes en Tu Pueblo. Ayúdanos a permanecer fieles, caminando en el Camino provisto por Ti.
Sellamos esta oración en el precioso Nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Hermanos, el mensaje es claro: Solo hay un Camino, y ese Camino es Jesucristo. No hay otro. No podemos confiar en religiones, en tradiciones o en nuestras propias obras. Debemos asegurarnos de que estamos en el Camino correcto, el Camino provisto por Dios.
Hoy hemos escuchado Su Palabra. La decisión es nuestra. ¿Seguirás tu propio camino o caminarás en el Camino que Dios ha provisto?
Que el Señor nos ayude a tomar la decisión correcta y nos fortalezca para permanecer en Su Camino hasta el final. ¡Maranata, Cristo viene! ¡Amén!
Introduction
Brother and Sister, the basis of this Message is that God has provided a Way for His People. We cannot approach God by our own merits or efforts, but only by the Way He has traced. From the beginning of the sermon, Brother Branham emphasizes that we cannot come to God except through Jesus Christ, and so we place His Name before our prayer. The theme of Brother Branham's Message that we will review on this occasion is: "THE WAY OF GOD THAT HAS BEEN MADE FOR US", which was preached in September 1952, at the Branham Tabernacle, Jeffersonville, Indiana, USA.
Brother Branham reminds us in this Message of the Great Truth that God hears our petitions when they are made in the Name of His Son, because we do not come with our self-righteousness, but only by Grace. Just as in the opening prayer, Brother Branham intercedes for sinners, asking God to call them and bring them into His Kingdom, because Christ died for them.
One of the crucial points that the Message introduces is the danger of fear. Brother Branham declares that fear is the worst weapon the devil can use against us. He says that even if a person has a deadly disease like cancer, if he doesn't fear and trust God, he's not in such a bad state. In contrast, fear can cause a person to sink into despair and defeat.
God has not called us to live in fear, but in security and confidence. The message emphasizes that the born-again Believer has nothing to fear. To back this up, Brother Branham quotes the words of the Lord Jesus in St. John 6:37-39:
37All that the Father gives me will come to me; and to him who comes to me, I will not make him out.
38 For I have come down from heaven, not to do my own will, but the will of him who sent me.
39 And this is the will of the Father who sent me, that whatever he gives me, he should not lose of it, but raise it up at the last day.
And he adds the certainty of salvation in Christ, John 5:24:
24… He who hears my word, and believes him who sent me, has eternal life; and he will not come to condemnation, but passed from death to life.
This shows us that those who have been called by God and have accepted His Way are secure in Christ. There is no reason to fear, for no one can snatch them from our Father's Hand.
To strengthen this truth, the message leans on Isaiah 35, a chapter that speaks about the restoration and redemption of God's people. In this passage, it is mentioned that there will be a Path of Holiness that only the redeemed will walk: Isaiah 35:8:
8 And there shall be a highway and a way, and it shall be called the Way of Holiness; he will not pass through it unclean; and there will be for them in him someone to accompany them, so that the foolish will not err.
Here, Scripture tells us that the Way God has provided is sure. No matter how weak or lacking in understanding someone may be, if they stay in God's Way, they will not be lost.
Brother Branham emphasizes that there are no shortcuts in the Kingdom of God. If we try to deviate or take alternate paths, we will get into trouble. Just as a traveler needs a map to get to his destination, we need the guidance of God's Word and the Holy Spirit to stay on the right path.
Since the beginning of time, God has made a Way for His Children. When the Israelites left Egypt, God led them directly to the Red Sea, a place that seemed like an impossible barrier. However, God opened a path in the middle of the sea and they walked dry.
Here we see the key principle: God's Way may seem difficult or impossible, but He always provides a way through it. Brother Branham illustrates this with a powerful statement on page 3, and in paragraph 17, of this Message "THE WAY OF GOD THAT HAS BEEN MADE FOR US," he says and I quote:
17 And when the time came, and the challenge, and Israel stood there by the sea, God's way led them across the sea. For God looked down from the Pillar of Fire, the sea was frightened and parted, and Israel crossed dry. God's path led them through it.
This example shows us that following God's Way does not mean that we will not face obstacles, but that God will make way in the midst of them.
Brother Branham's Message begins with a clear invitation: God has made a Way for us, and we must follow it without fear. Those who have been born again have assurance in Christ, and although the Way may seem difficult, God always provides a way to traverse it.
Throughout the sermon, we will be reminded that we have two choices: Follow our own way, which leads to failure, or follow God's Way, which leads to Eternal Life. With this foundation established, we can move forward to the unfolding review of this Message, exploring how God has traced His Way through history and how we can walk in Him with assurance and faith.
GOD'S PERFECT WAY
From the beginning, God has laid out a Way so that His People can walk in safety. In the sermon "THE WAY OF GOD THAT HAS BEEN MADE FOR US," Brother Branham emphasizes that we cannot find the right way by our own means, but that God has provided His Own Path and we must follow Him faithfully. Brother Branham tells us this on Page 3, paragraph 15, he says, and I quote:
15There are no shortcuts in the kingdom of God. You know, if we try to take a shortcut, we'll get into some swamp around here and sink into the mud. And that's what we do when we step off the old, great highway of God. God made a path, a way.
The Way of God is not one of shortcuts or detours. It is a path that sometimes leads us through trials, but it always has a purpose. God designed a path for Israel when He led them out of Egypt and led them through the wilderness. Although the road seemed difficult, God was always present to guide them and provide what they needed.
God Parted the Red Sea: God's Way Is Supernatural
A great example of God's Perfect Way is the crossing of the Red Sea. When the Israelites reached the sea and the Egyptian army was pursuing them, there seemed to be no way out. However, God had already provided a Way, although it was not yet visible to them.
Brother Branham describes it as follows, on Page 3, paragraph 16, and it says like this, and I quote:
16 When the children of Israel came out of the land of Egypt, they followed the way of God. It led to the Red Sea. It is rare that God would take His path down that path. But His path went straight through the sea.
God is never wrong in the route He chooses for us. To human eyes, the Red Sea seemed like an insurmountable barrier, but in God's Perfect Timing, the sea parted and became a dry road for His People.
Listen to Exodus 14:22:
22 Then the children of Israel entered through the midst of the dry sea, having the waters as a wall on their right hand and on their left: ...
Brother Branham emphasizes that when God calls someone and puts them in His Way, He takes it upon Himself to open the way, I repeat paragraph 17, and our beloved Brother William Marrion Branham says:
17… God's way led them across the sea. For God looked down from the Pillar of Fire, the sea was frightened and parted, and Israel crossed dry.
God's way passes through bitter waters, but He provides the solution
After crossing the Red Sea, the Israelites arrived at Marah, where the water was bitter and undrinkable. Once again, God's way seemed difficult, but He already had the solution ready. Brother Branham says in paragraph 18, it goes like this, and I quote:
18Then he came directly to the wilderness, to the spring of Mara, bitter water. Isn't it strange that God leads His children through bitter waters? But all of them come up along the way. But when He was there, the remedy for bitter waters was standing on the shore. Moses cut down a tree and threw it into the water, and she regained her sweetness.
God showed Moses a tree that, when thrown into the water, sweetened it and made it drinkable. This event symbolizes Christ: He is the Tree of Life that can transform our trials into victories.
The teaching here is clear: God's way can lead to trials, but He always provides a way out and a blessing.
The Way of Holiness: We Cannot Deviate
The prophet Isaiah speaks to us of the Way of God as a Way of Holiness. It is a Path in which God Himself guides His Redeemed and gives them assurance.
Let's listen to Isaiah 35:8, again:
8 And there shall be a highway and a way, and it shall be called the Way of Holiness; he will not pass through it unclean; and there will be for them in him someone to accompany them, so that the foolish will not err.
Brother Branham emphasizes that if we get off this path, we get into trouble. We cannot be guided by our own logic, but must follow the guidance of the Holy Spirit. Brother Branham tells us on Page 4, paragraph 20, the following, and I quote:
E-20 And if the church, tonight, would just follow the Pillar of Fire, the Holy Ghost, you'd surely get to Canaan. God has a way, a way provided.
Just as Israel was led by the Pillar of Fire, today we must follow the guidance of the Holy Spirit. Let us trust that God always has a Way, even in the most impossible moments.
We can learn three fundamental lessons from God's perfect way:
1) God always has a Way, even if sometimes we don't see it: Israel could not see the way in the Red Sea, but God had already traced it. We must trust that God has the solution to our trials.
1) God's way sometimes leads us through trials, but He provides the way out: Israel went through bitter waters, but God sweetened the water. Our difficulties may be bitter, but God has the solution.
2) We must follow God's guidance without deviating: Israel was to follow the Pillar of Fire; today we must follow the Holy Spirit. If we try to take shortcuts, we get into trouble.
Brother Branham calls us to trust that God has provided a safe way for us. Although the path may seem difficult or impossible, God has already laid out the path and will open the doors in His Perfect Timing.
Brother Branham on Page 4, paragraph 21, tells us, and I quote:
21There are two ways that a man can follow: and it is his own way or the way of God; And that is the right way or the wrong way. And His way is always the wrong way, and God's way is the right way. And you can't be in your own way and God's way at the same time, so you've got to get out of your own way so that God can have His in you. God makes a way provided.
God has made a Perfect Way for His Children. It is not our duty to look for shortcuts or alternatives, but to remain in the Cxamino that He has provided. If we follow God in faith and obedience, He will open the sea, sweeten the bitter waters, and lead us to the promised land.
THE DANGER OF CREATING OUR OWN PATH
Since the beginning of mankind, man has tried to establish his own way instead of following God's Way. However, every time man departs from the Divine Will, he suffers the consequences. In this Message we are reviewing "THE WAY OF GOD THAT HAS BEEN MADE FOR US," Brother Branham emphasizes that there are only two ways:
1) The Way of God, which is perfect and sure.
2) The path of man, which always leads to failure.
I go back and quote from Page 4, paragraph 21, and it reads as follows:
21There are two ways that a man can follow: and it is his own way or the way of God; And that is the right way or the wrong way. And His way is always the wrong way, and God's way is the right way.
The danger of wanting to do things our own way is that our judgment is limited and our decisions may be influenced by the flesh or by the enemy. The proverbist Solomon, in Proverbs 14:12, warns us about this reality:
12There is a way that seems straight to man; However, their end is paths of death.
Brother Branham reminds us that we cannot be in our own way and God's Way at the same time. To walk with God, we must renounce our own will and submit to His. In paragraph 21 of the Message, Brother Branham tells us:
21… You can't be in your own way and God's way at the same time, so you've got to get out of your own way so that God can have His in you.
Man's First Attempt to Make His Own Way: Adam and Eve
The first example in the Bible of the danger of making our own way is found in the Garden of Eden. God created man in perfection and gave him clear instructions, but Adam and Eve chose to listen to another voice instead of obeying God; Eve listened to the serpent's voice and Adam listened to Eve's voice. In paragraph 22, on Page 4, Brother Branham tells us, and I quote:
22Man has always wanted to make his own way. In the garden of Eden, God made a man who didn't have to go astray for anything. God made it perfect, but man wanted his own way. He wanted to manipulate. He wanted to investigate.
After sinning, instead of repenting and seeking God's forgiveness, Adam and Eve tried to cover their nakedness with fig leaves. This represents human attempts to solve their problems without God. Brother Branham tells us later in the same paragraph 22 the following and I quote:
22… He made himself a religion. He didn't wait for God to make him one. He made one himself, but he realized that his religion, his covering, would not work. Man has always been like that. He wants his own way. But God had a way. So the man took fig leaves and covered himself with them, he and his wife, but, when he came to present himself to God, he realized that it wouldn't work.
The fig leaves were His own method of covering up their shame, but God did not accept that path. He Himself made them robes of skin, taken from three lambs, demonstrating that the only solution for sin is the blood sacrifice, a shadow of Christ's total redemptive work.
Genesis 3:21:
21 And the Lord God made the man and his wife robes of skins, and clothed them.
Cain and Abel: Two Opposing Paths
Another great example of the danger of going our own way is found in Cain and Abel. Both brought sacrifices to God, but only one was accepted. Cain decided to offer the fruit of the earth, his own effort and labor, instead of a blood sacrifice as God had commanded. Abel, on the other hand, followed God's way and offered the firstborn of his sheep as a sacrifice. Brother Branham says in paragraph 24 the following, and I quote:
24… we saw how Cain tried to make his way. He brought some apples and pears and peaches and pumpkins, whatever, put it on the altar and said, "There it is, Lord, I've already built an altar; I built a church; I am a good member of the Church." Come here? "I go to church every day. I come here, I build the altar; I put the sacrifice on top of it. Now I'm going to kneel down and pray. And now, Lord, I want You to receive me." But God rejected him.
However, God rejected Cain's sacrifice because he was not on the right path, as God's Word tells us in Genesis 4:5:
5 But he did not look favorably on Cain and his offering. And Cain was very angry, and his countenance fell.
Brother Branham points out that many today do the same thing that Cain says in paragraph 25 and I quote:
And that same old religious spirit lives exactly among the church today, just as it could not be more religious, and knows no more of God than a would know of an Egyptian knight. You know it's true. Religious spirits!
Cain's problem was not that he was not religious, but that he chose his own way instead of God's Way. For this reason, his sacrifice was rejected.
The Failure of False Religious Ways
One of the greatest deceptions of the enemy is to make people trust in alternative ways of salvation. Brother Branham emphasizes that many religious people rely on their church membership, their good works, or their traditions, but God only accepts the Way He has provided. Brother Branham tells us in paragraph 23 and I quote:
E-23 And let me tell you, friends, there's been many men, even tonight, coming to the end of the road, who will find that that little superficial religion that they're clinging to won't work.
The Lord Jesus Himself warned that many will believe they are on the right path, but will be rejected, Matthew 7:22-23:
22 Many will say to me in that day, 'Lord, Lord, did we not prophesy in your name, and cast out demons in your name, and perform many miracles in your name?'
23 And then I will say to them, 'I never knew you; depart from me, you workers of iniquity.
The only way to God is Jesus Christ and His Word. We cannot add or take anything away from it. Brother Branham goes on to say in paragraph 23 and I quote:
23… Only being born again will work. Jesus said, "Unless a man is born of water and of the Spirit, he will not enter the Kingdom." There's no way, no matter if he's a Methodist, Baptist, Presbyterian, whatever he is, he won't come in until he's born of water and the Spirit.
Brother Branham takes as a basis for this expression of St. John 3:3, which says:
3 Jesus answered and said to him, "Truly, truly, I say to you, unless one is born again, he cannot see the kingdom of God."
Man's path always leads to death, because it is based on human reasoning, tradition, and one's own efforts. God's Way is the only way that leads to life, because it is based on obedience to His Word and the Redemption of Christ.
Each person must choose which way he or she will follow: God's way, which requires faith, obedience, and submission to His will, or man's way, which seems right, but leads to destruction.
Brother Branham leaves us a clear warning in paragraph 99, and it goes like this, and I quote:
If you reject God's way, you'll have to go to hell. That's how it has to happen. It is the only other way. So you're on one way or the other. Amen.
May each of us choose wisely and stay on the Path provided by God.
WALK BY FAITH IN THE WAY PROVIDED
In this Message Brother Branham emphasizes that God has provided a Way, but we must walk in Him by faith. We cannot rely on other logic, human reasoning, or emotions, but must rely fully on the guidance of the Holy Spirit. In paragraph 20, Brother Branham tells us, and I quote:
E-20 And if the church, tonight, would just follow the Pillar of Fire, the Holy Ghost, you'd surely get to Canaan. God has a way, a way provided.
Walking by faith means following God's Way, even if we don't understand everything that is happening. The great men of the Bible did not see with their physical eyes the solution immediately, but they trusted in God's Promise. In 2 Corinthians 5:7:
7(For we walk by faith, not by sight;)
The Hebrew Youth: Faith in the Midst of the Fire
A powerful example of walking by faith in the Way of God is that of Shadrach, Meshach, and Abednego. They chose to obey God rather than submit to King Nebuchadnezzar's decrees, even though they knew they would face death in a fiery furnace. Brother Branham tells us in paragraph 43 the following:
43Give us more Shadrachs, Meshachs, and Abednegos, (yes, sir), who will not bow down to your worldly things. We don't have to kneel before that. God has set us free, through the Holy Spirit. Hallelujah! Yes, sir.
When they were brought before the king, they remained firm in their faith. They didn't know how God would deliver them, but they knew He was faithful. In Daniel 3:17-18 God's Word tells us:
17 Behold, our God, whom we honor, is able to deliver us from the fiery furnace burning; and from thy hand, O king, he shall deliver us.
18 And if not, know, O king, that we will not worship your god, nor will we honor the image that you have set up.
When they were thrown into the furnace, God did not deliver them before they went in, but kept them in the fire. Brother Branham describes this moment with a shocking scene in which Jesus Himself came down to be with them. Brother Branham tells us in paragraphs 60 to 62, he says this and I quote:
E-60Oh, I can see Him rise up, like this. They are about to take the last step. I can see Him spread out there and say, "Come here," to a great storm cloud floating over there. Oh, dear! He obeyed him.
I can see him, hear him say, "Wind from the east, from the north, from the west, and from the south, come here and carry this storm cloud. I'm going to lead them like horses. I'll sit in this storm cloud, this morning, like in a war chariot. I will go down to Babylon myself." Hallelujah!
62I can see Him reach out and grab a zigzag bolt of lightning and thunder it through the heavens, like this; just as they took the last step, by walking in the way provided by God.
In Daniel 3:25, God's Word tells us:
25 He answered and said, "Behold, I see four men loose walking in the midst of the fire, and there is no harm in them, and the appearance of the fourth is like the son of the gods."
This teaches us that when we walk by faith in God's Way, He will be with us in the midst of trial. It will not always deliver us from the fire, but it does protect us within it.
Noah: Building the Ark Without Seeing Evidence
Another example that Brother Branham mentions is that of Noah, who walked by faith for one hundred and twenty years building the ark, even though it had never rained on the earth after it was reassembled. Brother Branham tells us in paragraphs 63 and 64:
E-63 Once upon a time there was a crazy old preacher, an old preacher of holiness back there, long ago, by the name of Noah. He said, "You know, it's going to rain, there's going to be a storm."
I can hear people go around and say, "Hey, did you hear that old rolling saint up there? He said: 'It's going to rain.' Well, it has never rained on the earth. And is it going to rain? How, where will that water come from? Well, let's look with science and find out if there will be water up there. Well, no, there's no water up there. What is happening? That old preacher has lost his mind."
In God's Word in Hebrews 11:7, He tells us:
7 By faith Noah, having received an answer of things not yet seen, in fear prepared the ark in which his house might be saved: by which faith he condemned the world, and was made heir of the righteousness which is by faith.
Brother Branham reminds us that, when the time came, the rain fell and only those who had walked on the God-provided Way were saved. Brother Branham tells us in paragraph 68, and I quote:
68Some of them climbed on the logs and said, "I will float." But let me tell you, when the storms began to sweep over, the ark went up. Hallelujah! Why? They were on the path provided by God. God will always bless people who walk in the way He provides. He did not provide a log; He didn't provide this, He provided an ark.
Elijah: Fed by ravens in the brook of Cherith
When Elijah faced drought in Israel, God commanded him to go to the brook of Cherith, where he would be supernaturally fed. Elijah did not hesitate, but obeyed and walked by faith in the Way provided by God. Brother Branham tells us in paragraphs 81 and 82 and I quote:
81 The elder Elijah said, "Lord, what should I do? You provide the rest of the way. I've already done that." Said, "Go up there by the brook of Cherith, and sit down."
82"Okay, a very bad place, but I'll go up and sit down. You said, 'Go up there.' If Your path leads up there, I'll walk there."
God fulfilled His Promise He had given to His prophet Elijah, 1 Kings 17:2-5:
2 And the word of the Lord came unto him, saying,
3 Depart from here, and turn east, and hide yourself in the brook of Cherith, which is in front of the Jordan;
4 And you shall drink of the brook; and I have commanded the ravens to feed you there.
5 And he went, and did according to the word of the Lord; for he went and settled by the brook of Cherith, which is before the Jordan.
This shows that God is faithful to provide, even in the most difficult of times. Our part is to obey and trust Him.
Martha and Mary: Believing Even If It Seems Late
In the sermon, Brother Branham mentions the story of Martha and Mary when their brother Lazarus died. When Jesus arrived, four days had already passed and it seemed that there was no hope. Brother Branham relates it in paragraphs 112-115, but I will quote only paragraphs 114 and 115, Brother Branham says and I quote:
114 And then she heard Jesus coming, so she went out to meet him.
115 That was the way provided by God: to go and meet Jesus. That's right, always. When there is sadness in your home: go meet Jesus. If you have sickness at home: go meet Jesus. If you have anxieties at home: go meet Jesus. Hallelujah! If you have a need: go meet Jesus. Go meet Him. He has all the remedy, everything is there; He doesn't have the remedy, He has the cure. Amen. Then she went to meet Him, and fell at His feet.
When Jesus told Martha that her brother would be resurrected, she thought of the future resurrection, but Jesus showed her that the answer was in the present, John 11:25:
25 Jesus said to him, "I am the resurrection and the life; whoever believes in me, even if he is dead, will live."
Brother Branham emphasizes that God is not limited by time or circumstance. Even if it seems late, if we continue to walk by faith in His Way, we will see His Power manifest. Brother Branham tells us in paragraph 132 and I quote:
132… If you're sick, "Have mercy on me, Lord," and He'll do it now too. You say: "The doctor has given me up; but also now, Lord! I haven't walked in five years; but also now, Lord! I have not been able to hear, I do not know since when; but also now, Lord. I have not spoken a word, and I cannot tell you since when; but also now, Lord." Whatever you ask of God, and He's setting at the right hand of the Father, interceding over your confession. Hallelujah! He said, "Also now, whatever You ask of God, God will do."
God has provided a way, but we must walk by faith in it. Like the Hebrew youths, Noah, Elijah, and Martha, we must trust God to keep His Word, even though the circumstances seem impossible.
Faith is not just believing in God, but acting on what He has said. We must move forward without fear, knowing that God has provided the Way and His Presence will be with us every step of the way. Brother Branham says in paragraph 62 and I quote:
62… He will always be there when man walks the path provided by God. Yes, sir.
JESUS CHRIST: THE WAY PROVIDED BY GOD
The central theme of Brother Branham's Message is that God has provided a way to salvation, and that way is Jesus Christ. There are not multiple paths to God; there is only one, and any other attempt to reach God by human means is doomed to failure. Brother Branham tells us in paragraph 71 and I quote:
71… That is God's way and the only way. It's not the Methodist way, it's not the Baptist way, it's not the Presbyterian, it's not the Pentecostal way. It is the way of Christ. Christ is the way provided by God.
From the beginning of the Bible to the end, God has shown that there is only one Way to man's Redemption, and that way has always been through the blood sacrifice, which is fulfilled in Christ.
John 14:6:
6 Jesus says to him, "I am the way, and the truth, and the life: no one comes to the Father except through me."
Jehovah-Jireh: God Provides Himself with a Lamb
Brother Branham reminds us of the story of Abraham, when God asked him to offer his son Isaac as a sacrifice. At the last moment, God provided a lamb for the sacrifice, showing that He Himself would provide the Way for Redemption. I now quote from paragraph 72:
72When Abraham offered Isaac, he called the place there Jehovah-jireh, "the Lord Himself will provide a sacrifice." And there he is, the Son of God. Amen. God always makes an escape. Yes, sir.
God did not accept Isaac's sacrifice because He already planned a perfect sacrifice: Jesus Christ, the Lamb of God who would take away the sin of the world, as He tells us in John 1:29:
29 The next day John saw Jesus coming to him, and said, "Behold, the Lamb of God, who takes away the sin of the world."
This shows that salvation does not come by human effort or works, but by the sacrifice that God Himself provided in Christ.
Jesus: The Only Mediator Between God and Men
Throughout history, man has tried to find different ways to reach God: religion, good works, philosophy, human traditions. But the Bible is clear: there is only one mediator between God and men, and that mediator is Jesus Christ (1 Timothy 2:5).
Brother Branham emphasizes that we cannot rely on church, denomination, or religion to save us; only Christ is the Way. Brother Branham tells us in paragraph 23 and I quote:
E-23 And let me tell you, friends, there's been many men, even tonight, coming to the end of the road, who will find that that little superficial religion that they're clinging to won't work. Only being born again will work. Jesus said, "Unless a man is born of water and of the Spirit, he will not enter the Kingdom." There's no way, no matter if he's a Methodist, Baptist, Presbyterian, whatever he is, he won't come in until he's born of water and the Spirit.
Jesus Christ: God Manifest in the Flesh
One of the key points of the sermon is that Jesus was not just a prophet or a teacher, but that He was God Himself in the flesh. Brother Branham responds to those who deny the Divinity of Christ with a powerful truth and I quote from paragraphs 152 and 153:
E-152 And on the way to Lazarus, He wept. He was a man when he was crying.
153But when He stood there by the tomb, where a man had been dead for four days; and the crawling skinworms in and out of his body, and a stench all around him; When He said, "Lazarus, come forth," a man who had been dead four days, stood up and lived again. That was more than a man. Hallelujah! Yes, sir. He was a man weeping, but He was God in the resurrection.
Christ had two natures: First, he was a man: he was hungry, he cried, and he slept. And he was also God: he healed the sick, calmed the sea and raised the dead.
Brother Branham explains this with several examples: Jesus wept at Lazarus' tomb as a man, but then raised Lazarus as God. (John 11:35, 43) Jesus starved like a man, but he fed 5,000 people with five loaves and two fish like God. (Matthew 14:17-21) Jesus died on the cross as a man, but rose again on the third day as God. (Matthew 28:6)
I quote from paragraphs 154 and 155:
He was a man when he came down from the mountain that night, hungry, looking everywhere in the trees for something to eat. He was a man when he was hungry.
155 But when he took five loaves of bread and two pieces of fish and fed five thousand people, that was more than a man. That was God in the flesh. Hallelujah!
The only reason Jesus didn't save Himself on the cross was because He had to save us. I quote from paragraph 158:
He was a man when He hung on Calvary, when they gave Him the greatest tribute they ever gave Him. When they said, "He saved others, He cannot save Himself." What a wonderful tribute, or flattery, they paid Him! If He had saved these others and Himself, He could not save others. So, He had to give Himself, to save others.
Jesus' Mission: Restoring the Way to the Father
The primary purpose of Christ's Coming was to reconcile man to God. Ever since Adam and Eve sinned, mankind had been separated from God. But Christ came to restore the fellowship that man had lost.
2 Corinthians 5:19:
19 For God was in Christ, reconciling the world to himself, not imputing its sins to him, and he put the word of reconciliation in us.
Brother Branham emphasizes that without Christ, there is no access to the Father. There is no other name, there is no other way.
71… It is the way of Christ. Christ is the way provided by God. He is the sacrifice provided by God. He is Jehovah-Raphah. He is Jehovah-jireh.
In other words, Christ is all we need. He is our Savior, our Healer, our Provider, and our Redeemer. May each of us make the right choice: to walk in the only path provided by God: Jesus Christ.
CONCLUSION
This Message that we have been going through entitled, "THE WAY OF GOD THAT HAS BEEN MADE FOR US" by Brother Branham has shown us that there is only one Way that leads us to God, and that Way has been provided by Himself. From Genesis to Revelation, Scripture teaches us that God has always had a Way prepared for His People, and our only responsibility is to follow Him in faith and obedience.
Brother Branham makes it clear that there are only two ways: God's way, which is sure, eternal, and full of blessings. The way of man, which seems right, but leads to death and separation from God. Brother Branham tells us in paragraphs 20 and 21 and I quote:
20… God has a way, a way provided.
21There are two ways that a man can follow: and it is his own way or the way of God; And that is the right way or the wrong way. And His way is always the wrong way, and God's way is the right way.
Scripture confirms this truth in Proverbs 14:12 and I quote:
12There is a way that seems straight to man; However, their end is paths of death.
We must make a decision. We cannot walk on both paths at the same time. Either we give ourselves completely to God's Way, or we will go our own way and suffer the consequences.
God has given us one more opportunity to walk in His Way: Jesus Christ.
Brother Branham emphasizes that there is no other way, another religion, another doctrine, or no other human system that can lead us to Eternal Life. Christ alone is the Way.
The Way of God is not based on emotions, religious rituals, or belonging to a denomination. It is based on being born again and receiving the Holy Spirit.
Brother Branham warns us that rejecting God's Way has serious consequences. There is no third option: either we walk in the Way of God, or we walk in the way of destruction.
The Lord Jesus Himself warned that many believe they are on the right path, but they will be caught in the day of judgment. Today is the day to make sure we are on the right Path. We cannot depend on our own strength, but on God's grace and guidance.
If today we recognize that we have been following our own ways, this is the time to surrender completely to Christ. No matter how long we've been in error, God calls us back to His way.
Just as the Hebrew youth trusted God in the fiery furnace, as Noah trusted God in building the ark, and as Martha trusted in Jesus, even though it seemed too late, we too must place our faith in Christ and walk in the way provided by God.
If you have never been born again, if you feel like you have strayed from God's Way, or if you need to reaffirm your faith, this is the time to do so.
Prayer
Lord God Almighty, we come before You in the Name of Jesus Christ, the only way, the only truth, and the only life. We recognize that many times we have tried to walk our own paths, relying on our strength and reasoning, but today we want to surrender completely to You.
Father, open our spiritual eyes so that we can see the Way that You have provided. Give us the faith of the Hebrew youth to trust in You in the midst of trial. Give us Noah's obedience to follow Your Voice, even though the world does not understand. Give us Martha's determination to seek Jesus, even though it seems too late.
Lord, if there's anyone here who hasn't yet been born again, touch them with Your Holy Spirit and bring them to true life in Christ. If there is someone who has strayed from the Path, bring them back with love and mercy.
We know that you are coming soon to dwell fully, in all fullness of fullness in your people. Help us to remain faithful, walking on the Path provided by You.
We seal this prayer in the precious Name of our Lord Jesus Christ. Amen.
Brethren, the message is clear: There is only one Way, and that Way is Jesus Christ. There is no other. We cannot rely on religions, traditions, or our own works. We must make sure that we are on the right Path, the Way provided by God.
Today we have heard His Word. The choice is ours. Will you go your own way, or will you walk on the Path God has provided?
May the Lord help us make the right choice and strengthen us to stay on His Path to the end. Maranatha, Christ is coming! Amen!
Introduction
Frère et sœur, la base de ce Message est que Dieu a prévu un Chemin pour Son Peuple. Nous ne pouvons pas approcher Dieu par nos propres mérites ou efforts, mais seulement par la Voie qu'Il a tracée. Dès le début du sermon, Frère Branham insiste sur le fait que nous ne pouvons pas venir à Dieu autrement que par Jésus-Christ, et nous plaçons donc Son Nom avant notre prière. Le thème du Message de Frère Branham que nous allons revoir à cette occasion est : « LE CHEMIN DE DIEU QUI A ÉTÉ FAIT POUR NOUS », qui a été prêché en septembre 1952, au Branham Tabernacle, Jeffersonville, Indiana, USA.
Frère Branham nous rappelle dans ce Message de la Grande Vérité que Dieu entend nos supplications lorsqu'elles sont faites au Nom de Son Fils, parce que nous ne venons pas avec notre propre justice, mais seulement par la Grâce. Tout comme dans la prière d'ouverture, Frère Branham intercède pour les pécheurs, demandant à Dieu de les appeler et de les amener dans Son Royaume, parce que Christ est mort pour eux.
L'un des points cruciaux que le Message introduit est le danger de la peur. Frère Branham déclare que la peur est la pire arme que le diable puisse utiliser contre nous. Il dit que même si une personne a une maladie mortelle comme le cancer, si elle ne craint pas Dieu et ne lui fait pas confiance, elle n'est pas dans un si mauvais état. En revanche, la peur peut amener une personne à sombrer dans le désespoir et la défaite.
Dieu ne nous a pas appelés à vivre dans la peur, mais dans la sécurité et la confiance. Le message souligne que le croyant né de nouveau n'a rien à craindre. Pour étayer cela, Frère Branham cite les paroles du Seigneur Jésus dans Saint Jean 6:37-39 :
37Tout ce que le Père me donne viendra à moi ; et à celui qui vient à moi, je ne le distinguerai pas.
38 Car je suis descendu du ciel, non pour faire ma volonté, mais la volonté de celui qui m'a envoyé.
39 Et voici la volonté du Père qui m'a envoyé, c'est que tout ce qu'il me donne, il ne le perde pas, mais qu'il le ressuscite au dernier jour.
Et il ajoute la certitude du salut en Christ, Jean 5:24 :
24… Celui qui écoute ma parole et croit à celui qui m'a envoyé, a la vie éternelle ; et il ne viendra pas à la condamnation, mais il est passé de la mort à la vie.
Cela nous montre que ceux qui ont été appelés par Dieu et qui ont accepté Sa Voie sont en sécurité en Christ. Il n'y a aucune raison d'avoir peur, car personne ne peut les arracher de la main de notre Père.
Pour renforcer cette vérité, le message s'appuie sur Ésaïe 35, un chapitre qui parle de la restauration et de la rédemption du peuple de Dieu. Dans ce passage, il est mentionné qu'il y aura un chemin de sainteté que seuls les rachetés parcourront : Isaïe 35:8 :
8 Et il y aura une route et un chemin, et on l'appellera le Chemin de la Sainteté. il n'y passera pas impure ; et il y aura pour eux en lui quelqu'un pour les accompagner, afin que les insensés ne se trompent pas.
Ici, l'Écriture nous dit que la Voie que Dieu a pourvue est certaine. Peu importe à quel point quelqu'un peut être faible ou incompris, s'il reste dans la voie de Dieu, il ne sera pas perdu.
Frère Branham insiste sur le fait qu'il n'y a pas de raccourcis dans le Royaume de Dieu. Si nous essayons de dévier ou de prendre des chemins alternatifs, nous aurons des ennuis. Tout comme un voyageur a besoin d'une carte pour se rendre à destination, nous avons besoin de la direction de la Parole de Dieu et du Saint-Esprit pour rester sur le bon chemin.
Depuis le début des temps, Dieu a frayé un chemin pour ses enfants. Lorsque les Israélites ont quitté l'Égypte, Dieu les a conduits directement à la mer Rouge, un endroit qui semblait être une barrière impossible. Cependant, Dieu a ouvert un chemin au milieu de la mer et ils ont marché à sec.
Nous voyons ici le principe clé : la Voie de Dieu peut sembler difficile ou impossible, mais Il fournit toujours un chemin à travers elle. Frère Branham illustre cela par une déclaration puissante à la page 3, et au paragraphe 17, de ce Message « LE CHEMIN DE DIEU QUI A ÉTÉ FAIT POUR NOUS », il dit et je cite :
17 Et quand le temps et le défi vinrent, et qu'Israël se tint là au bord de la mer, la voie de Dieu les conduisit de l'autre côté de la mer. Car Dieu a regardé en bas de la Colonne de Feu, la mer s'est effrayée et s'est écartée, et Israël a traversé à sec. Le chemin de Dieu les a conduits à travers elle.
Cet exemple nous montre que suivre la voie de Dieu ne signifie pas que nous ne rencontrerons pas d'obstacles, mais que Dieu fera place au milieu d'eux.
Le Message de Frère Branham commence par une invitation claire : Dieu a tracé un Chemin pour nous, et nous devons le suivre sans crainte. Ceux qui sont nés de nouveau ont l'assurance en Christ, et bien que le Chemin puisse sembler difficile, Dieu fournit toujours un moyen de le traverser.
Tout au long du sermon, il nous sera rappelé que nous avons deux choix : suivre notre propre chemin, qui mène à l'échec, ou suivre le chemin de Dieu, qui mène à la vie éternelle. Une fois cette base établie, nous pouvons aller de l'avant avec l'examen en cours de ce Message, en explorant comment Dieu a tracé Son chemin à travers l'histoire et comment nous pouvons marcher en Lui avec assurance et foi.
LA VOIE PARFAITE DE DIEU
Dès le commencement, Dieu a tracé un chemin pour que son peuple puisse marcher en sécurité. Dans le sermon « LA VOIE DE DIEU QUI A ÉTÉ FAITE POUR NOUS », Frère Branham insiste sur le fait que nous ne pouvons pas trouver le bon chemin par nos propres moyens, mais que Dieu a pourvu à Son propre chemin et que nous devons Le suivre fidèlement. Frère Branham nous le dit à la page 3, paragraphe 15, il dit, et je cite :
15Il n'y a pas de raccourcis dans le royaume de Dieu. Vous savez, si nous essayons de prendre un raccourci, nous entrerons dans un marécage par ici et nous nous enfoncerons dans la boue. Et c'est ce que nous faisons lorsque nous quittons l'ancienne et grande route de Dieu. Dieu a fait un chemin, un chemin.
Le chemin de Dieu n'est pas un chemin de raccourcis ou de détours. C'est un chemin qui nous mène parfois à travers des épreuves, mais il a toujours un but. Dieu a conçu un chemin pour Israël lorsqu'il les a fait sortir d'Égypte et les a conduits à travers le désert. Bien que le chemin semblait difficile, Dieu était toujours présent pour les guider et leur fournir ce dont ils avaient besoin.
Dieu a séparé la mer Rouge : la voie de Dieu est surnaturelle
Un grand exemple de la Voie parfaite de Dieu est la traversée de la mer Rouge. Lorsque les Israélites atteignirent la mer et que l'armée égyptienne les poursuivait, il semblait qu'il n'y avait pas d'issue. Cependant, Dieu avait déjà prévu un chemin, bien qu'il ne leur fût pas encore visible.
Frère Branham le décrit comme suit, à la page 3, paragraphe 16, et il est dit comme ceci, et je cite :
16 Quand les enfants d'Israël sortirent du pays d'Égypte, ils suivirent la voie de Dieu. Il menait à la mer Rouge. Il est rare que Dieu prenne Son chemin sur ce chemin. Mais son chemin passait directement à travers la mer.
Dieu ne se trompe jamais dans la route qu'il choisit pour nous. Aux yeux de l'homme, la mer Rouge semblait être une barrière infranchissable, mais dans le Timing Parfait de Dieu, la mer s'est séparée et est devenue une route aride pour Son peuple.
Écoutez Exode 14:22 :
22 Alors les enfants d'Israël entrèrent par le milieu de la mer desséchée, ayant les eaux comme une muraille à leur droite et à leur gauche.
Frère Branham insiste sur le fait que lorsque Dieu appelle quelqu'un et le met sur Son chemin, Il prend sur Lui d'ouvrir le chemin, je répète le paragraphe 17, et notre bien-aimé Frère William Marrion Branham dit :
17… La voie de Dieu les a conduits de l'autre côté de la mer. Car Dieu a regardé en bas de la Colonne de Feu, la mer s'est effrayée et s'est écartée, et Israël a traversé à sec.
Le chemin de Dieu passe par des eaux amères, mais Il fournit la solution
Après avoir traversé la mer Rouge, les Israélites arrivèrent à Mara, où l'eau était amère et imbuvable. Une fois de plus, le chemin de Dieu semblait difficile, mais Il avait déjà la solution toute prête. Frère Branham dit au paragraphe 18 que cela se passe comme suit, et je cite :
18Puis il vint directement dans le désert, à la source de Mara, eau amère. N'est-il pas étrange que Dieu conduise ses enfants à travers des eaux amères ? Mais tous surgissent en cours de route. Mais quand Il était là, le remède contre les eaux amères se trouvait sur le rivage. Moïse coupa un arbre et le jeta dans l'eau, et elle retrouva sa douceur.
Dieu a montré à Moïse un arbre qui, lorsqu'il était jeté dans l'eau, l'adoucissait et le rendait potable. Cet événement symbolise le Christ : il est l'Arbre de Vie qui peut transformer nos épreuves en victoires.
L'enseignement ici est clair : la voie de Dieu peut conduire à des épreuves, mais Il fournit toujours une issue et une bénédiction.
Le chemin de la sainteté : nous ne pouvons pas nous en écarter
Le prophète Isaïe nous parle du Chemin de Dieu comme d'un Chemin de Sainteté. C'est un chemin dans lequel Dieu lui-même guide ses rachetés et leur donne l'assurance.
Écoutons encore une fois Ésaïe 35:8 :
8 Et il y aura une route et un chemin, et on l'appellera le Chemin de la Sainteté. il n'y passera pas impure ; et il y aura pour eux en lui quelqu'un pour les accompagner, afin que les insensés ne se trompent pas.
Frère Branham insiste sur le fait que si nous nous écartons de ce chemin, nous avons des ennuis. Nous ne pouvons pas être guidés par notre propre logique, mais nous devons suivre la direction de l'Esprit Saint. Frère Branham nous dit à la page 4, paragraphe 20, ce qui suit, et je cite :
E-20 Et si l'église, ce soir, suivait simplement la Colonne de Feu, le Saint-Esprit, vous arriveriez certainement à Canaan. Dieu a un moyen, un chemin fourni.
Tout comme Israël a été guidé par la Colonne de Feu, aujourd'hui, nous devons suivre la direction du Saint-Esprit. Ayons confiance que Dieu a toujours un chemin, même dans les moments les plus impossibles.
Nous pouvons tirer trois leçons fondamentales de la voie parfaite de Dieu :
1) Dieu a toujours un chemin, même si parfois nous ne le voyons pas : Israël ne pouvait pas voir le chemin dans la mer Rouge, mais Dieu l'avait déjà tracé. Nous devons croire que Dieu a la solution à nos épreuves.
1) La voie de Dieu nous conduit parfois à travers des épreuves, mais Il fournit la sortie : Israël a traversé des eaux amères, mais Dieu a adouci l'eau. Nos difficultés peuvent être amères, mais Dieu a la solution.
2) Nous devons suivre les directives de Dieu sans dévier : Israël devait suivre la Colonne de Feu ; aujourd'hui, nous devons suivre l'Esprit Saint. Si nous essayons de prendre des raccourcis, nous nous attirons des ennuis.
Frère Branham nous appelle à croire que Dieu nous a fourni un chemin sûr. Bien que le chemin puisse sembler difficile ou impossible, Dieu a déjà tracé le chemin et ouvrira les portes dans Son Timing Parfait.
Frère Branham, à la page 4, paragraphe 21, nous dit, et je cite :
21Il y a deux voies que l'homme peut suivre : c'est sa propre voie ou la voie de Dieu ; Et c'est la bonne ou la mauvaise façon. Et Sa voie est toujours la mauvaise, et la voie de Dieu est la bonne voie. Et vous ne pouvez pas être à la fois à votre manière et à celle de Dieu, alors vous devez sortir de votre propre chemin pour que Dieu puisse avoir le Sien en vous. Dieu fait une voie pourvue.
Dieu a créé un chemin parfait pour ses enfants. Il n'est pas de notre devoir de chercher des raccourcis ou des alternatives, mais de rester dans le Cxamino qu'Il a fourni. Si nous suivons Dieu dans la foi et l'obéissance, il ouvrira la mer, adoucira les eaux amères et nous conduira vers la terre promise.
LE DANGER DE SE CRÉER SON PROPRE CHEMIN
Depuis le début de l'humanité, l'homme a essayé d'établir sa propre voie au lieu de suivre la voie de Dieu. Cependant, chaque fois que l'homme s'écarte de la Volonté divine, il en subit les conséquences. Dans ce Message que nous passons en revue « LE CHEMIN DE DIEU QUI A ÉTÉ FAIT POUR NOUS », Frère Branham souligne qu'il n'y a que deux voies :
1) La Voie de Dieu, qui est parfaite et sûre.
2) Le chemin de l'homme, qui mène toujours à l'échec.
Je reviens en arrière et je cite le paragraphe 21 de la page 4, qui se lit comme suit :
21Il y a deux voies que l'homme peut suivre : c'est sa propre voie ou la voie de Dieu ; Et c'est la bonne ou la mauvaise façon. Et Sa voie est toujours la mauvaise, et la voie de Dieu est la bonne voie.
Le danger de vouloir faire les choses à notre façon est que notre jugement est limité et que nos décisions peuvent être influencées par la chair ou par l'ennemi. Le proverbiste Salomon, dans Proverbes 14:12, nous met en garde contre cette réalité :
12Il y a un chemin qui semble droit à l'homme ; Cependant, leur fin est le chemin de la mort.
Frère Branham nous rappelle que nous ne pouvons pas être à la fois à notre manière et à la manière de Dieu. Pour marcher avec Dieu, nous devons renoncer à notre propre volonté et nous soumettre à la sienne. Au paragraphe 21 du Message, Frère Branham nous dit :
21… Vous ne pouvez pas être à la fois à votre manière et à la manière de Dieu, alors vous devez sortir de votre propre chemin pour que Dieu puisse avoir le Sien en vous.
La première tentative de l'homme pour faire sa propre voie : Adam et Eve
Le premier exemple dans la Bible du danger de faire son propre chemin se trouve dans le jardin d'Eden. Dieu a créé l'homme dans la perfection et lui a donné des instructions claires, mais Adam et Ève ont choisi d'écouter une autre voix au lieu d'obéir à Dieu ; Ève écouta la voix du serpent et Adam écouta la voix d'Ève. Au paragraphe 22, à la page 4, Frère Branham nous dit, et je cite :
22L'homme a toujours voulu faire son propre chemin. Dans le jardin d'Eden, Dieu a créé un homme qui n'avait à s'égarer pour rien au monde. Dieu l'a rendu parfait, mais l'homme voulait sa propre voie. Il voulait manipuler. Il voulait enquêter.
Après avoir péché, au lieu de se repentir et de chercher le pardon de Dieu, Adam et Ève ont essayé de couvrir leur nudité avec des feuilles de figuier. Cela représente des tentatives humaines de résoudre leurs problèmes sans Dieu. Frère Branham nous dit plus loin dans le même paragraphe 22 ce qui suit, et je cite :
22… Il s'est fait une religion. Il n'a pas attendu que Dieu le fasse un. Il en a fait un lui-même, mais il s'est rendu compte que sa religion, sa couverture, ne fonctionnerait pas. L'homme a toujours été ainsi. Il veut sa propre voie. Mais Dieu avait un moyen. Alors l'homme a pris des feuilles de figuier et s'en est couvert, lui et sa femme, mais, quand il est venu se présenter à Dieu, il s'est rendu compte que cela ne marcherait pas.
Les feuilles de figuier étaient Sa propre méthode pour couvrir leur honte, mais Dieu n'a pas accepté ce chemin. Il leur a lui-même fait des robes de peau, prélevées sur trois agneaux, démontrant que la seule solution au péché est le sacrifice de sang, une ombre de l'œuvre rédemptrice totale du Christ.
Genèse 3:21 :
21 Et le Seigneur Dieu fit à l'homme et à sa femme des vêtements de peaux, et les revêtit.
Caïn et Abel : deux chemins opposés
Un autre grand exemple du danger de suivre notre propre chemin se trouve chez Caïn et Abel. Tous deux ont apporté des sacrifices à Dieu, mais un seul a été accepté. Caïn décida d'offrir le fruit de la terre, ses propres efforts et son propre travail, au lieu d'un sacrifice sanglant comme Dieu l'avait commandé. Abel, quant à lui, a suivi la voie de Dieu et a offert le premier-né de ses brebis en sacrifice. Frère Branham dit au paragraphe 24 ce qui suit, et je cite :
24… nous avons vu comment Caïn essayait de se frayer un chemin. Il a apporté des pommes, des poires, des pêches, des citrouilles, peu importe, il l'a mis sur l'autel et a dit : « Le voilà, Seigneur, j'ai déjà bâti un autel ; J'ai construit une église ; Je suis un bon membre de l'Église. Viens ici? « Je vais à l'église tous les jours. Je viens ici, je bâtis l'autel ; J'ai mis le sacrifice par-dessus. Maintenant, je vais m'agenouiller et prier. Et maintenant, Seigneur, je veux que Tu me reçoives. Mais Dieu l'a rejeté.
Cependant, Dieu a rejeté le sacrifice de Caïn parce qu'il n'était pas sur le bon chemin, comme la Parole de Dieu nous le dit dans Genèse 4:5 :
5 Mais il ne voyait pas d'un bon œil Caïn et son offrande. Et Caïn fut très en colère, et son visage s'assombrit.
Frère Branham souligne que beaucoup font aujourd'hui la même chose que Caïn dit au paragraphe 25 et je cite :
Et ce même vieil esprit religieux vit exactement parmi l'église aujourd'hui, tout comme elle ne pourrait pas être plus religieuse, et ne connaît pas plus Dieu qu'un chevalier égyptien n'en connaîtrait. Vous savez que c'est vrai. Esprits religieux !
Le problème de Caïn n'était pas qu'il n'était pas religieux, mais qu'il choisissait sa propre voie au lieu de la voie de Dieu. Pour cette raison, son sacrifice a été rejeté.
L'échec des fausses voies religieuses
L'une des plus grandes tromperies de l'ennemi est de faire croire aux gens dans d'autres voies de salut. Frère Branham insiste sur le fait que de nombreuses personnes religieuses comptent sur leur appartenance à l'église, leurs bonnes œuvres ou leurs traditions, mais Dieu n'accepte que la Voie qu'Il a fournie. Frère Branham nous dit au paragraphe 23 et je cite :
E-23 Et laissez-moi vous dire, mes amis, qu'il y a eu beaucoup d'hommes, même ce soir, qui sont arrivés au bout du chemin, qui découvriront que cette petite religion superficielle à laquelle ils s'accrochent ne fonctionnera pas.
Le Seigneur Jésus Lui-même a averti que beaucoup croiront qu'ils sont sur le bon chemin, mais seront rejetés, Matthieu 7:22-23 :
22 En ce jour-là, beaucoup me diront : Seigneur, Seigneur, n'avons-nous pas prophétisé en ton nom, chassé les démons en ton nom, et fait beaucoup de miracles en ton nom ?
23 Et alors je leur dirai : « Je ne vous ai jamais connus ; Retirez-vous de moi, ouvriers d'iniquité.
Le seul chemin vers Dieu, c'est Jésus-Christ et Sa Parole. Nous ne pouvons rien y ajouter ou en retrancher. Frère Branham poursuit en disant au paragraphe 23 et je cite :
23… Seul le fait de naître de nouveau fonctionnera. Jésus a dit : « Si l'homme ne naît d'eau et d'Esprit, il n'entrera pas dans le Royaume. » Il n'y a aucun moyen, peu importe qu'il soit méthodiste, baptiste, presbytérien, quoi qu'il soit, il ne viendra pas avant d'être né d'eau et de l'Esprit.
Frère Branham prend comme base cette expression de Saint Jean 3:3, qui dit :
3 Jésus lui répondit : « En vérité, en vérité, je te le dis, si quelqu'un ne naît de nouveau, il ne peut voir le royaume de Dieu. »
Le chemin de l'homme mène toujours à la mort, parce qu'il est basé sur le raisonnement humain, la tradition et ses propres efforts. La Voie de Dieu est la seule voie qui mène à la vie, parce qu'elle est basée sur l'obéissance à Sa Parole et la Rédemption du Christ.
Chaque personne doit choisir le chemin qu'il suivra : le chemin de Dieu, qui exige la foi, l'obéissance et la soumission à sa volonté, ou le chemin de l'homme, qui semble juste, mais qui mène à la destruction.
Frère Branham nous laisse un avertissement clair au paragraphe 99, et cela se lit comme suit, et je cite :
Si tu rejettes la voie de Dieu, tu devras aller en enfer. C'est comme ça que ça doit se passer. C'est la seule autre voie. Vous êtes donc dans un sens ou dans l'autre. Amen.
Que chacun de nous choisisse judicieusement et reste sur le Chemin fourni par Dieu.
MARCHER PAR LA FOI DANS LA VOIE QUI NOUS EST FOURNIE
Dans ce message, Frère Branham insiste sur le fait que Dieu a pourvu à un chemin, mais que nous devons marcher en Lui par la foi. Nous ne pouvons pas nous fier à d'autres logiques, à d'autres raisonnements humains ou à d'autres émotions, mais nous devons nous fier entièrement à la direction du Saint-Esprit. Au paragraphe 20, Frère Branham nous dit, et je cite :
E-20 Et si l'église, ce soir, suivait simplement la Colonne de Feu, le Saint-Esprit, vous arriveriez certainement à Canaan. Dieu a un moyen, un chemin fourni.
Marcher par la foi signifie suivre le chemin de Dieu, même si nous ne comprenons pas tout ce qui se passe. Les grands hommes de la Bible n'ont pas vu la solution de leurs yeux physiques immédiatement, mais ils ont fait confiance à la promesse de Dieu. Dans 2 Corinthiens 5:7 :
7(Car nous marchons par la foi, non par la vue)
La jeunesse hébraïque : la foi au milieu du feu
Un exemple puissant de marche par la foi dans le chemin de Dieu est celui de Shadrac, Méschac et Abed-Nego. Ils ont choisi d'obéir à Dieu plutôt que de se soumettre aux décrets du roi Nebucadnetsar, même s'ils savaient qu'ils feraient face à la mort dans une fournaise ardente. Frère Branham nous dit ce qui suit au paragraphe 43 :
43Donne-nous encore des Schadracs, des Méschacs et des Abed-Negos, qui ne se prosterneront pas devant tes objets terrestres. Nous n'avons pas besoin de nous agenouiller avant cela. Dieu nous a libérés, par l'Esprit Saint. Alléluia! Oui Monsieur.
Lorsqu'ils furent amenés devant le roi, ils restèrent fermes dans leur foi. Ils ne savaient pas comment Dieu les délivrerait, mais ils savaient qu'Il était fidèle. Dans Daniel 3:17-18, la Parole de Dieu nous dit :
17 Voici, notre Dieu, que nous honorons, peut nous délivrer de la fournaise ardente qui brûle ; et de ta main, ô roi, il nous délivrera.
18 Et si ce n'est pas le cas, sache, ô roi, que nous n'adorerons pas ton dieu, et que nous n'honorerons pas l'image que tu as élevée.
Lorsqu'ils ont été jetés dans la fournaise, Dieu ne les a pas délivrés avant qu'ils n'y entrent, mais les a gardés dans le feu. Frère Branham décrit ce moment avec une scène choquante dans laquelle Jésus Lui-même est descendu pour être avec eux. Frère Branham nous dit aux paragraphes 60 à 62 qu'il dit ceci et je cite :
E-60Oh, je peux Le voir se lever, comme ceci. Ils sont sur le point de faire le dernier pas. Je peux Le voir se répandre là et dire : « Venez ici », à un grand nuage d'orage qui flottait là-bas. Oh, mon Dieu! Il lui obéit.
Je peux le voir, l'entendre dire : « Vent de l'est, du nord, de l'ouest et du sud, venez ici et portez ce nuage d'orage. Je vais les conduire comme des chevaux. Je m'assiérai dans ce nuage d'orage, ce matin, comme dans un char de guerre. Je descendrai moi-même à Babylone. Alléluia!
62Je peux Le voir tendre la main, saisir un éclair en zigzag et le faire exploser dans les cieux, comme ceci. tout comme ils ont fait le dernier pas, en marchant dans la voie prévue par Dieu.
Dans Daniel 3:25, la Parole de Dieu nous dit :
25 Il répondit : Voici, je vois quatre hommes déchaînés qui marchent au milieu du feu, et il n'y a pas de mal en eux, et l'aspect du quatrième est semblable à celui du fils des dieux.
Cela nous enseigne que lorsque nous marchons par la foi dans la voie de Dieu, Il sera avec nous au milieu de l'épreuve. Il ne nous délivrera pas toujours du feu, mais il nous protège à l'intérieur.
Noé : Construire l'arche sans voir de preuves
Un autre exemple que Frère Branham mentionne est celui de Noé, qui a marché par la foi pendant cent vingt ans en construisant l'arche, même si elle n'avait jamais plu sur la terre après son rassemblement. Frère Branham nous dit aux paragraphes 63 et 64 :
E-63 Il était une fois un vieux prédicateur fou, un vieux prédicateur de sainteté là derrière, il y a longtemps, du nom de Noé. Il a dit : « Vous savez, il va pleuvoir, il va y avoir une tempête. »
J'entends les gens se promener et dire : « Hé, avez-vous entendu ce vieux saint qui roule là-haut ? Il a dit : « Il va pleuvoir. » Eh bien, il n'a jamais plu sur la terre. Et va-t-il pleuvoir ? Comment, d'où viendra cette eau ? Eh bien, regardons avec la science et voyons s'il y aura de l'eau là-haut. Eh bien, non, il n'y a pas d'eau là-haut. Que se passe-t-il? Ce vieux prédicateur a perdu la tête.
Dans la Parole de Dieu dans Hébreux 11:7, Il nous dit :
7 C'est par la foi que Noé, ayant reçu une réponse de choses qu'il n'avait pas encore vues, prépara dans la crainte l'arche dans laquelle sa maison serait sauvée, et par cette foi il condamna le monde, et fut fait héritier de la justice qui vient de la foi.
Frère Branham nous rappelle que, le moment venu, la pluie est tombée et que seuls ceux qui avaient marché sur le Chemin fourni par Dieu ont été sauvés. Frère Branham nous dit au paragraphe 68, et je cite :
68Quelques-uns d'entre eux grimpèrent sur les rondins et dirent : « Je flotterai. » Mais laissez-moi vous dire que lorsque les tempêtes ont commencé à balayer, l'arche s'est levée. Alléluia! Pourquoi? Ils étaient sur le chemin prévu par Dieu. Dieu bénira toujours les gens qui marchent dans la voie qu'Il pourvoit. Il n'a pas fourni de journal de bord ; Il n'a pas pourvu à cela, Il a fourni une arche.
Élie : Nourri par les corbeaux dans le ruisseau de Cherith
Quand Élie a fait face à la sécheresse en Israël, Dieu lui a ordonné d'aller au ruisseau de Kérith, où il serait nourri de manière surnaturelle. Élie n'a pas hésité, mais il a obéi et a marché par la foi dans la Voie fournie par Dieu. Frère Branham nous dit aux paragraphes 81 et 82 et je cite :
81 Élie le père dit : « Seigneur, que dois-je faire ? Vous fournissez le reste du chemin. Je l'ai déjà fait. Il a dit : « Monte là-haut près du ruisseau de Kérith, et assieds-toi. »
82« D'accord, c'est un très mauvais endroit, mais je vais monter et m'asseoir. Vous avez dit : « Montez là-haut. » Si Ton chemin mène là-haut, j'y marcherai.
Dieu a accompli la promesse qu'il avait faite à son prophète Élie, 1 Rois 17:2-5 :
2 Et la parole de l'Éternel lui fut adressée, en ces mots :
3 Partez d'ici, tournez-vous à l'orient, et cachez-vous dans le torrent de Kérith, qui est en face du Jourdain.
4 Et tu boiras du ruisseau ; et j'ai ordonné aux corbeaux de te nourrir là-bas.
5 Et il s'en alla, et fit selon la parole du Seigneur ; car il s'en alla et s'établit près du torrent de Kérith, qui est avant le Jourdain.
Cela montre que Dieu est fidèle à pourvoir, même dans les moments les plus difficiles. Notre rôle est de lui obéir et de lui faire confiance.
Marthe et Marie : croire même si cela semble tard
Dans le sermon, Frère Branham mentionne l'histoire de Marthe et Marie lorsque leur frère Lazare est mort. Quand Jésus est arrivé, quatre jours s'étaient déjà écoulés et il semblait qu'il n'y avait plus d'espoir. Frère Branham le rapporte aux paragraphes 112-115, mais je ne citerai que les paragraphes 114 et 115, Frère Branham dit et je cite :
114 Et puis elle entendit Jésus venir, et elle sortit à sa rencontre.
115 C'était le chemin que Dieu avait prévu : aller à la rencontre de Jésus. C'est vrai, toujours. Quand il y a de la tristesse dans votre maison : allez à la rencontre de Jésus. Si vous avez une maladie à la maison : allez à la rencontre de Jésus. Si vous avez des angoisses à la maison : allez à la rencontre de Jésus. Alléluia! Si vous avez un besoin : allez à la rencontre de Jésus. Allez à sa rencontre. Il a tout le remède, tout est là ; Il n'a pas le remède, Il a le remède. Amen. Puis elle alla à sa rencontre, et tomba à ses pieds.
Quand Jésus a dit à Marthe que son frère serait ressuscité, elle a pensé à la résurrection future, mais Jésus lui a montré que la réponse était dans le présent, Jean 11:25 :
25 Jésus lui dit : Je suis la résurrection et la vie ; celui qui croit en moi, même s'il est mort, vivra.
Frère Branham insiste sur le fait que Dieu n'est pas limité par le temps ou les circonstances. Même s'il semble tard, si nous continuons à marcher par la foi dans Son Chemin, nous verrons Sa Puissance se manifester. Frère Branham nous dit au paragraphe 132 et je cite :
132… Si vous êtes malade : « Aie pitié de moi, Seigneur », et Il le fera maintenant aussi. Vous dites : « Le médecin m'a abandonné ; mais aussi maintenant, Seigneur ! Je n'ai pas marché depuis cinq ans ; mais aussi maintenant, Seigneur ! Je n'ai pas pu entendre, je ne sais pas depuis quand ; mais aussi maintenant, Seigneur. Je n'ai pas dit un mot, et je ne peux pas vous dire depuis quand ; mais aussi maintenant, Seigneur. Tout ce que vous demandez à Dieu, Il est assis à la droite du Père, intercédant sur votre confession. Alléluia! Il a dit : « Et maintenant, tout ce que Tu demandes à Dieu, Dieu le fera. »
Dieu a pourvu à un chemin, mais nous devons marcher par la foi en lui. Comme les jeunes Hébreux, Noé, Élie et Marthe, nous devons faire confiance à Dieu pour tenir sa parole, même si les circonstances semblent impossibles.
La foi ne consiste pas seulement à croire en Dieu, mais à agir en fonction de ce qu'Il a dit. Nous devons aller de l'avant sans crainte, sachant que Dieu a pourvu au Chemin et que Sa Présence sera avec nous à chaque étape du chemin. Frère Branham dit au paragraphe 62 et je cite :
62… Il sera toujours là quand l'homme marchera sur le chemin fourni par Dieu. Oui Monsieur.
JÉSUS-CHRIST : LE CHEMIN FOURNI PAR DIEU
Le thème central du Message de Frère Branham est que Dieu a pourvu à un chemin vers le salut, et ce chemin est Jésus-Christ. Il n'y a pas plusieurs chemins vers Dieu ; il n'y en a qu'un, et toute autre tentative d'atteindre Dieu par des moyens humains est vouée à l'échec. Frère Branham nous dit au paragraphe 71 et je cite :
71… C'est la voie de Dieu et la seule voie. Ce n'est pas la voie méthodiste, ce n'est pas la voie baptiste, ce n'est pas la voie presbytérienne, ce n'est pas la voie pentecôtiste. C'est le chemin du Christ. Christ est le chemin fourni par Dieu.
Depuis le début de la Bible jusqu'à la fin, Dieu a montré qu'il n'y a qu'un seul chemin vers la rédemption de l'homme, et ce chemin a toujours été par le sacrifice de sang, qui s'accomplit en Christ.
Jean 14:6 :
6 Jésus lui dit : « Je suis le chemin, la vérité et la vie : nul ne vient au Père que par moi. »
Jéhovah-Jiré : Dieu se donne lui-même un agneau
Frère Branham nous rappelle l'histoire d'Abraham, lorsque Dieu lui a demandé d'offrir son fils Isaac en sacrifice. Au dernier moment, Dieu a pourvu à un agneau pour le sacrifice, montrant qu'Il fournirait Lui-même le Chemin de la Rédemption. Je cite maintenant le paragraphe 72 :
72Quand Abraham offrit Isaac, il appela le lieu Jéhovah-Jiré : « Le Seigneur lui-même offrira un sacrifice. » Et le voilà, le Fils de Dieu. Amen. Dieu s'échappe toujours. Oui Monsieur.
Dieu n'a pas accepté le sacrifice d'Isaac parce qu'Il avait déjà prévu un sacrifice parfait : Jésus-Christ, l'Agneau de Dieu qui enlèverait le péché du monde, comme Il nous le dit dans Jean 1:29 :
29 Le lendemain, Jean vit Jésus venir à lui, et il lui dit : Voici l'Agneau de Dieu, qui enlève le péché du monde.
Cela montre que le salut ne vient pas de l'effort ou des œuvres humaines, mais du sacrifice que Dieu lui-même a fourni dans le Christ.
Jésus, l'unique médiateur entre Dieu et les hommes
Tout au long de l'histoire, l'homme a essayé de trouver différentes voies pour atteindre Dieu : la religion, les bonnes œuvres, la philosophie, les traditions humaines. Mais la Bible est claire : il n'y a qu'un seul médiateur entre Dieu et les hommes, et ce médiateur est Jésus-Christ (1 Timothée 2:5).
Frère Branham insiste sur le fait que nous ne pouvons pas compter sur l'église, la dénomination ou la religion pour nous sauver. seul Christ est le Chemin. Frère Branham nous dit au paragraphe 23 et je cite :
E-23 Et laissez-moi vous dire, mes amis, qu'il y a eu beaucoup d'hommes, même ce soir, qui sont arrivés au bout du chemin, qui découvriront que cette petite religion superficielle à laquelle ils s'accrochent ne fonctionnera pas. Seul le fait de naître de nouveau fonctionnera. Jésus a dit : « Si l'homme ne naît d'eau et d'Esprit, il n'entrera pas dans le Royaume. » Il n'y a aucun moyen, peu importe qu'il soit méthodiste, baptiste, presbytérien, quoi qu'il soit, il ne viendra pas avant d'être né d'eau et de l'Esprit.
Jésus-Christ : Dieu manifesté dans la chair
L'un des points clés du sermon est que Jésus n'était pas seulement un prophète ou un enseignant, mais qu'Il était Dieu Lui-même dans la chair. Frère Branham répond à ceux qui nient la divinité du Christ par une vérité puissante, et je cite les paragraphes 152 et 153 :
E-152 Et sur le chemin de Lazare, Il a pleuré. C'était un homme quand il pleurait.
153Mais lorsqu'il se tint là, près du sépulcre, où un homme était mort depuis quatre jours, et les vers de peau rampants à l'intérieur et à l'extérieur de son corps, et une puanteur tout autour de lui ; Quand Il a dit : « Lazare, sors », un homme qui était mort depuis quatre jours s'est levé et a revécu. C'était plus qu'un homme. Alléluia! Oui Monsieur. C'était un homme qui pleurait, mais Il était Dieu à la résurrection.
Le Christ avait deux natures : d'abord, il était un homme : il avait faim, il pleurait et il dormait. Et il était aussi Dieu : il guérissait les malades, calmait la mer et ressuscitait les morts.
Frère Branham explique cela par plusieurs exemples : Jésus a pleuré sur le tombeau de Lazare en tant qu'homme, mais ensuite il est ressuscité en tant que Dieu. (Jean 11:35, 43). Jésus est mort de faim comme un homme, mais il a nourri 5 000 personnes avec cinq pains et deux poissons comme Dieu. (Matthieu 14:17-21) Jésus est mort sur la croix en tant qu'homme, mais il est ressuscité le troisième jour en tant que Dieu. (Matthieu 28:6)
Je cite les paragraphes 154 et 155 :
Il était un homme quand il est descendu de la montagne cette nuit-là, affamé, cherchant partout dans les arbres quelque chose à manger. Il était un homme quand il avait faim.
155 Mais quand il prit cinq pains et deux morceaux de poisson et qu'il nourrit cinq mille personnes, c'était plus qu'un homme. C'était Dieu dans la chair. Alléluia!
La seule raison pour laquelle Jésus ne s'est pas sauvé lui-même sur la croix, c'est parce qu'il devait nous sauver. Je cite le paragraphe 158 :
Il était un homme quand Il s'est pendu au Calvaire, quand ils Lui ont rendu le plus grand hommage qu'ils Lui aient jamais rendu. Quand ils ont dit : « Il a sauvé les autres, Il ne peut pas se sauver Lui-même. » Quel merveilleux hommage, ou flatterie, ils lui rendirent ! S'il avait sauvé ces autres et lui-même, il ne pourrait pas sauver les autres. Alors, Il a dû se donner, pour sauver les autres.
La mission de Jésus : restaurer le chemin vers le Père
Le but principal de la venue du Christ était de réconcilier l'homme avec Dieu. Depuis qu'Adam et Ève ont péché, l'humanité a été séparée de Dieu. Mais le Christ est venu pour restaurer la communion que l'homme avait perdue.
2 Corinthiens 5:19 :
19 Car Dieu était en Christ, réconciliant le monde avec lui-même, ne lui imputant pas ses péchés, et il a mis en nous la parole de réconciliation.
Frère Branham insiste sur le fait que sans Christ, il n'y a pas d'accès au Père. Il n'y a pas d'autre nom, il n'y a pas d'autre moyen.
71… C'est le chemin du Christ. Christ est le chemin fourni par Dieu. Il est le sacrifice fourni par Dieu. Il est Jéhovah-Raphah. Il est Jéhovah-Jiré.
En d'autres termes, le Christ est tout ce dont nous avons besoin. Il est notre Sauveur, notre Guérisseur, notre Pourvoyeur et notre Rédempteur. Que chacun de nous fasse le bon choix : marcher sur le seul chemin fourni par Dieu : Jésus-Christ.
CONCLUSION
Ce Message que nous avons parcouru et qui s'intitule « LE CHEMIN DE DIEU QUI A ÉTÉ FAIT POUR NOUS » par Frère Branham nous a montré qu'il n'y a qu'un seul Chemin qui nous mène à Dieu, et ce Chemin a été fourni par Lui-même. De la Genèse à l'Apocalypse, les Écritures nous enseignent que Dieu a toujours eu une Voie préparée pour Son Peuple, et que notre seule responsabilité est de Le suivre dans la foi et l'obéissance.
Frère Branham indique clairement qu'il n'y a que deux voies : la voie de Dieu, qui est sûre, éternelle et pleine de bénédictions. Le chemin de l'homme, qui semble juste, mais qui mène à la mort et à la séparation d'avec Dieu. Frère Branham nous dit aux paragraphes 20 et 21 et je cite :
20… Dieu a un moyen, un chemin fourni.
21Il y a deux voies que l'homme peut suivre : c'est sa propre voie ou la voie de Dieu ; Et c'est la bonne ou la mauvaise façon. Et Sa voie est toujours la mauvaise, et la voie de Dieu est la bonne voie.
L'Écriture confirme cette vérité dans Proverbes 14:12 et je cite :
12Il y a un chemin qui semble droit à l'homme ; Cependant, leur fin est le chemin de la mort.
Nous devons prendre une décision. Nous ne pouvons pas marcher sur les deux chemins en même temps. Soit nous nous donnons entièrement à la voie de Dieu, soit nous suivrons notre propre chemin et en subirons les conséquences.
Dieu nous a donné une autre occasion de marcher à sa manière : Jésus-Christ.
Frère Branham insiste sur le fait qu'il n'y a pas d'autre chemin, d'autre religion, d'autre doctrine ou d'autre système humain qui puisse nous conduire à la Vie Eternelle. Christ seul est le Chemin.
Le chemin de Dieu n'est pas basé sur les émotions, les rituels religieux ou l'appartenance à une dénomination. Elle est basée sur la naissance de nouveau et la réception du Saint-Esprit.
Frère Branham nous avertit que le rejet de la Voie de Dieu a de graves conséquences. Il n'y a pas de troisième option : soit nous marchons dans le chemin de Dieu, soit nous marchons dans le chemin de la destruction.
Le Seigneur Jésus Lui-même a averti que beaucoup croient qu'ils sont sur le bon chemin, mais qu'ils seront pris au jour du jugement. Aujourd'hui est le jour où nous devons nous assurer que nous sommes sur le bon chemin. Nous ne pouvons pas compter sur nos propres forces, mais sur la grâce et la direction de Dieu.
Si nous reconnaissons aujourd'hui que nous avons suivi nos propres chemins, c'est le moment de nous abandonner complètement au Christ. Peu importe combien de temps nous avons été dans l'erreur, Dieu nous rappelle à Son chemin.
Tout comme la jeunesse hébraïque a fait confiance à Dieu dans la fournaise ardente, comme Noé a fait confiance à Dieu dans la construction de l'arche, et comme Marthe a fait confiance à Jésus, même s'il semblait trop tard, nous devons nous aussi placer notre foi en Christ et marcher dans la voie fournie par Dieu.
Si vous n'êtes jamais né de nouveau, si vous avez l'impression de vous être écarté du chemin de Dieu, ou si vous avez besoin de réaffirmer votre foi, c'est le moment de le faire.
Prière
Seigneur Dieu Tout-Puissant, nous venons devant Toi au Nom de Jésus-Christ, le seul chemin, la seule vérité et la seule vie. Nous reconnaissons que nous avons souvent essayé de suivre nos propres chemins, en nous appuyant sur notre force et notre raisonnement, mais aujourd'hui nous voulons nous abandonner complètement à Toi.
Père, ouvre nos yeux spirituels afin que nous puissions voir le Chemin que Tu as fourni. Donne-nous la foi de la jeunesse hébraïque pour te faire confiance au milieu de l'épreuve. Donne-nous l'obéissance de Noé pour suivre Ta Voix, même si le monde ne comprend pas. Donnez-nous la détermination de Marthe à chercher Jésus, même s'il semble trop tard.
Seigneur, s'il y a quelqu'un ici qui n'est pas encore né de nouveau, touche-le avec Ton Saint-Esprit et amène-le à la vraie vie en Christ. S'il y a quelqu'un qui s'est écarté du Chemin, ramenez-le avec amour et miséricorde.
Nous savons que tu viens bientôt pour habiter pleinement, dans toute la plénitude de la plénitude de ton peuple. Aide-nous à rester fidèles, en marchant sur le Chemin que Tu nous as donné.
Nous scellons cette prière dans le précieux Nom de notre Seigneur Jésus-Christ. Amen.
Frères, le message est clair : il n'y a qu'un seul chemin, et ce chemin, c'est Jésus-Christ. Il n'y en a pas d'autre. Nous ne pouvons pas nous fier aux religions, aux traditions ou à nos propres œuvres. Nous devons nous assurer que nous sommes sur le bon chemin, le chemin fourni par Dieu.
Aujourd'hui, nous avons entendu Sa Parole. Le choix nous appartient. Allez-vous suivre votre propre chemin, ou allez-vous marcher sur le chemin que Dieu a prévu?
Que le Seigneur nous aide à faire le bon choix et nous fortifie pour rester sur Son chemin jusqu'à la fin. Maranatha, le Christ revient! Amen!
Introdução
Irmão e irmã, a base desta Mensagem é que Deus providenciou um Caminho para o Seu Povo. Não podemos nos aproximar de Deus por nossos próprios méritos ou esforços, mas apenas pelo Caminho que Ele traçou. Desde o início do sermão, o irmão Branham enfatiza que não podemos ir a Deus exceto por meio de Jesus Cristo, e por isso colocamos Seu Nome antes de nossa oração. O tema da Mensagem do irmão Branham que revisaremos nesta ocasião é: "O CAMINHO DE DEUS QUE FOI FEITO PARA NÓS", que foi pregado em setembro de 1952, no Tabernáculo Branham, Jeffersonville, Indiana, EUA.
O irmão Branham nos lembra nesta Mensagem da Grande Verdade que Deus ouve nossas petições quando elas são feitas em Nome de Seu Filho, porque não viemos com nossa justiça própria, mas somente pela Graça. Assim como na oração de abertura, o irmão Branham intercede pelos pecadores, pedindo a Deus que os chame e os traga para o Seu Reino, porque Cristo morreu por eles.
Um dos pontos cruciais que a Mensagem introduz é o perigo do medo. O irmão Branham declara que o medo é a pior arma que o diabo pode usar contra nós. Ele diz que mesmo que uma pessoa tenha uma doença mortal como o câncer, se ela não teme e confia em Deus, ela não está em um estado tão ruim. Em contraste, o medo pode fazer com que uma pessoa afunde no desespero e na derrota.
Deus não nos chamou para viver com medo, mas com segurança e confiança. A mensagem enfatiza que o crente nascido de novo não tem nada a temer. Para apoiar isso, o irmão Branham cita as palavras do Senhor Jesus em São João 6:37-39:
37Tudo o que o Pai me dá virá a mim; e àquele que vem a mim, não o farei entender.
38 Porque desci do céu, não para fazer a minha vontade, mas a vontade daquele que me enviou.
39 E esta é a vontade do Pai que me enviou: que tudo o que ele me dá, não o perca, mas o ressuscite no último dia.
E ele acrescenta a certeza da salvação em Cristo, João 5:24:
24… Quem ouve a minha palavra e crê naquele que me enviou tem a vida eterna; e ele não virá para condenação, mas passará da morte para a vida.
Isso nos mostra que aqueles que foram chamados por Deus e aceitaram Seu Caminho estão seguros em Cristo. Não há razão para temer, pois ninguém pode arrebatá-los da mão de nosso Pai.
Para fortalecer essa verdade, a mensagem se apóia em Isaías 35, um capítulo que fala sobre a restauração e redenção do povo de Deus. Nesta passagem, é mencionado que haverá um Caminho de Santidade que somente os redimidos percorrerão: Isaías 35:8:
8 E haverá uma estrada e um caminho, e será chamado Caminho de Santidade; ele não passará por ele impuro; e haverá para eles nele alguém para acompanhá-los, para que os tolos não errem.
Aqui, a Escritura nos diz que o Caminho que Deus providenciou é certo. Não importa quão fraco ou sem entendimento alguém possa ser, se permanecer no Caminho de Deus, não estará perdido.
O irmão Branham enfatiza que não há atalhos no Reino de Deus. Se tentarmos nos desviar ou seguir caminhos alternativos, teremos problemas. Assim como um viajante precisa de um mapa para chegar ao seu destino, precisamos da orientação da Palavra de Deus e do Espírito Santo para permanecer no caminho certo.
Desde o início dos tempos, Deus abriu um caminho para Seus filhos. Quando os israelitas deixaram o Egito, Deus os levou diretamente ao Mar Vermelho, um lugar que parecia uma barreira impossível. No entanto, Deus abriu um caminho no meio do mar e eles caminharam secos.
Aqui vemos o princípio-chave: o Caminho de Deus pode parecer difícil ou impossível, mas Ele sempre fornece um caminho através dele. O irmão Branham ilustra isso com uma declaração poderosa na página 3, e no parágrafo 17, desta Mensagem "O CAMINHO DE DEUS QUE FOI FEITO PARA NÓS", ele diz e cito:
17 E quando chegou a hora, e o desafio, e Israel estava ali à beira-mar, o caminho de Deus os conduziu através do mar. Pois Deus olhou para baixo da Coluna de Fogo, o mar se amedrontou e se abriu, e Israel secou. O caminho de Deus os guiou por isso.
Este exemplo nos mostra que seguir o Caminho de Deus não significa que não enfrentaremos obstáculos, mas que Deus abrirá caminho no meio deles.
A Mensagem do irmão Branham começa com um convite claro: Deus fez um Caminho para nós, e devemos segui-lo sem medo. Aqueles que nasceram de novo têm segurança em Cristo e, embora o Caminho possa parecer difícil, Deus sempre fornece uma maneira de percorrê-lo.
Ao longo do sermão, seremos lembrados de que temos duas escolhas: seguir nosso próprio caminho, que leva ao fracasso, ou seguir o caminho de Deus, que leva à Vida Eterna. Com esse fundamento estabelecido, podemos avançar para a revisão desta Mensagem, explorando como Deus traçou Seu Caminho ao longo da história e como podemos andar Nele com segurança e fé.
O CAMINHO PERFEITO DE DEUS
Desde o início, Deus traçou um Caminho para que Seu Povo possa caminhar em segurança. No sermão "O CAMINHO DE DEUS QUE FOI FEITO PARA NÓS", o irmão Branham enfatiza que não podemos encontrar o caminho certo por nossos próprios meios, mas que Deus providenciou Seu Próprio Caminho e devemos segui-Lo fielmente. O irmão Branham nos diz isso na página 3, parágrafo 15, ele diz, e cito:
15Não há atalhos no reino de Deus. Você sabe, se tentarmos pegar um atalho, entraremos em algum pântano por aqui e afundaremos na lama. E é isso que fazemos quando saímos da velha e grande estrada de Deus. Deus fez um caminho, um caminho.
O Caminho de Deus não é de atalhos ou desvios. É um caminho que às vezes nos leva através de provações, mas sempre tem um propósito. Deus projetou um caminho para Israel quando os tirou do Egito e os conduziu pelo deserto. Embora o caminho parecesse difícil, Deus estava sempre presente para guiá-los e prover o que precisavam.
Deus abriu o Mar Vermelho: o caminho de Deus é sobrenatural
Um grande exemplo do Caminho Perfeito de Deus é a travessia do Mar Vermelho. Quando os israelitas chegaram ao mar e o exército egípcio os perseguia, parecia não haver saída. No entanto, Deus já havia providenciado um Caminho, embora ainda não fosse visível para eles.
O irmão Branham descreve da seguinte forma, na página 3, parágrafo 16, e diz assim, e cito:
16 Quando os filhos de Israel saíram da terra do Egito, seguiram o caminho de Deus. Isso levou ao Mar Vermelho. É raro que Deus siga Seu caminho por esse caminho. Mas Seu caminho foi direto através do mar.
Deus nunca está errado no caminho que Ele escolhe para nós. Aos olhos humanos, o Mar Vermelho parecia uma barreira intransponível, mas no tempo perfeito de Deus, o mar se abriu e se tornou uma estrada seca para Seu povo.
Ouça Êxodo 14:22:
22 Então os filhos de Israel entraram pelo meio do mar seco, tendo as águas como um muro à sua direita e à sua esquerda.
O irmão Branham enfatiza que quando Deus chama alguém e o coloca em Seu Caminho, Ele assume a responsabilidade de abrir o caminho, repito o parágrafo 17, e nosso amado irmão William Marrion Branham diz:
17… O caminho de Deus os levou através do mar. Pois Deus olhou para baixo da Coluna de Fogo, o mar se amedrontou e se abriu, e Israel secou.
O caminho de Deus passa por águas amargas, mas Ele fornece a solução
Depois de cruzar o Mar Vermelho, os israelitas chegaram a Mara, onde a água era amarga e intragável. Mais uma vez, o caminho de Deus parecia difícil, mas Ele já tinha a solução pronta. O irmão Branham diz no parágrafo 18, é assim, e cito:
18Então ele foi diretamente para o deserto, para a fonte de Mara, água amarga. Não é estranho que Deus conduza Seus filhos através de águas amargas? Mas todos eles surgem ao longo do caminho. Mas quando Ele estava lá, o remédio para as águas amargas estava na praia. Moisés cortou uma árvore e a jogou na água, e ela recuperou sua doçura.
Deus mostrou a Moisés uma árvore que, quando jogada na água, a adoçou e a tornou potável. Este acontecimento simboliza Cristo: Ele é a Árvore da Vida que pode transformar as nossas provações em vitórias.
O ensinamento aqui é claro: o caminho de Deus pode levar a provações, mas Ele sempre fornece uma saída e uma bênção.
O Caminho da Santidade: Não Podemos Desviar-nos
O profeta Isaías fala-nos do Caminho de Deus como Caminho de Santidade. É um Caminho no qual o próprio Deus guia Seus Redimidos e lhes dá segurança.
Vamos ouvir Isaías 35:8, novamente:
8 E haverá uma estrada e um caminho, e será chamado Caminho de Santidade; ele não passará por ele impuro; e haverá para eles nele alguém para acompanhá-los, para que os tolos não errem.
O irmão Branham enfatiza que, se sairmos desse caminho, teremos problemas. Não podemos ser guiados por nossa própria lógica, mas devemos seguir a orientação do Espírito Santo. O irmão Branham nos diz na página 4, parágrafo 20, o seguinte, e cito:
20 E se a igreja, esta noite, apenas seguisse a Coluna de Fogo, o Espírito Santo, você certamente chegaria a Canaã. Deus tem um caminho, um caminho provido.
Assim como Israel foi guiado pela Coluna de Fogo, hoje devemos seguir a orientação do Espírito Santo. Confiemos que Deus sempre tem um Caminho, mesmo nos momentos mais impossíveis.
Podemos aprender três lições fundamentais do caminho perfeito de Deus:
1) Deus sempre tem um Caminho, mesmo que às vezes não o vejamos: Israel não podia ver o caminho no Mar Vermelho, mas Deus já o havia traçado. Devemos confiar que Deus tem a solução para nossas provações.
1) O caminho de Deus às vezes nos leva através de provações, mas Ele fornece a saída: Israel passou por águas amargas, mas Deus adoçou a água. Nossas dificuldades podem ser amargas, mas Deus tem a solução.
2) Devemos seguir a orientação de Deus sem nos desviarmos: Israel deveria seguir a Coluna de Fogo; hoje devemos seguir o Espírito Santo. Se tentarmos pegar atalhos, teremos problemas.
O irmão Branham nos chama a confiar que Deus providenciou um caminho seguro para nós. Embora o caminho possa parecer difícil ou impossível, Deus já traçou o caminho e abrirá as portas em Seu Tempo Perfeito.
O irmão Branham na página 4, parágrafo 21, nos diz, e cito:
21Há dois caminhos que o homem pode seguir: e é o seu próprio caminho ou o caminho de Deus; E esse é o caminho certo ou o caminho errado. E o caminho de Deus é sempre o caminho errado, e o caminho de Deus é o caminho certo. E você não pode estar no seu próprio caminho e no caminho de Deus ao mesmo tempo, então você tem que sair do seu próprio caminho para que Deus possa ter o Seu em você. Deus faz um caminho provido.
Deus fez um caminho perfeito para Seus filhos. Não é nosso dever procurar atalhos ou alternativas, mas permanecer no Cxamino que Ele providenciou. Se seguirmos a Deus com fé e obediência, Ele abrirá o mar, adoçará as águas amargas e nos conduzirá à terra prometida.
O PERIGO DE CRIAR NOSSO PRÓPRIO CAMINHO
Desde o início da humanidade, o homem tem tentado estabelecer seu próprio caminho em vez de seguir o Caminho de Deus. No entanto, toda vez que o homem se afasta da Vontade Divina, ele sofre as consequências. Nesta Mensagem estamos revisando "O CAMINHO DE DEUS QUE FOI FEITO PARA NÓS", o irmão Branham enfatiza que existem apenas dois caminhos:
1) O Caminho de Deus, que é perfeito e seguro.
2) O caminho do homem, que sempre leva ao fracasso.
Volto e cito a página 4, parágrafo 21, e diz o seguinte:
21Há dois caminhos que o homem pode seguir: e é o seu próprio caminho ou o caminho de Deus; E esse é o caminho certo ou o caminho errado. E o caminho de Deus é sempre o caminho errado, e o caminho de Deus é o caminho certo.
O perigo de querer fazer as coisas do nosso jeito é que nosso julgamento é limitado e nossas decisões podem ser influenciadas pela carne ou pelo inimigo. O provérbio Salomão, em Provérbios 14:12, nos adverte sobre essa realidade:
12Há um caminho que parece reto ao homem; No entanto, seu fim são os caminhos da morte.
O irmão Branham nos lembra que não podemos estar em nosso próprio caminho e no Caminho de Deus ao mesmo tempo. Para andar com Deus, devemos renunciar à nossa própria vontade e nos submeter à Dele. No parágrafo 21 da Mensagem, o irmão Branham nos diz:
21… Você não pode estar no seu próprio caminho e no caminho de Deus ao mesmo tempo, então você tem que sair do seu próprio caminho para que Deus possa ter o Seu em você.
A primeira tentativa do homem de fazer seu próprio caminho: Adão e Eva
O primeiro exemplo na Bíblia do perigo de fazer nosso próprio caminho é encontrado no Jardim do Éden. Deus criou o homem em perfeição e lhe deu instruções claras, mas Adão e Eva escolheram ouvir outra voz em vez de obedecer a Deus; Eva ouviu a voz da serpente e Adão ouviu a voz de Eva. No parágrafo 22, na página 4, o irmão Branham nos diz, e cito:
22O homem sempre quis fazer o seu próprio caminho. No jardim do Éden, Deus fez um homem que não precisava se desviar por nada. Deus o aperfeiçoou, mas o homem queria o seu próprio caminho. Ele queria manipular. Ele queria investigar.
Depois de pecar, em vez de se arrepender e buscar o perdão de Deus, Adão e Eva tentaram cobrir sua nudez com folhas de figueira. Isso representa as tentativas humanas de resolver seus problemas sem Deus. O irmão Branham nos diz mais tarde, no mesmo parágrafo 22, o seguinte e cito:
22… Ele se tornou uma religião. Ele não esperou que Deus o tornasse um. Ele mesmo fez um, mas percebeu que sua religião, sua cobertura, não funcionaria. O homem sempre foi assim. Ele quer o seu próprio caminho. Mas Deus tinha um jeito. Então o homem pegou folhas de figueira e se cobriu com elas, ele e sua esposa, mas, quando veio se apresentar a Deus, percebeu que não funcionaria.
As folhas de figueira eram Seu próprio método de encobrir sua vergonha, mas Deus não aceitou esse caminho. Ele mesmo fez para eles vestes de pele, tiradas de três cordeiros, demonstrando que a única solução para o pecado é o sacrifício de sangue, uma sombra da obra redentora total de Cristo.
Gênesis 3:21:
21 E fez o Senhor Deus o homem e sua mulher vestes de peles, e os vestiu.
Caim e Abel: dois caminhos opostos
Outro grande exemplo do perigo de seguir nosso próprio caminho é encontrado em Caim e Abel. Ambos trouxeram sacrifícios a Deus, mas apenas um foi aceito. Caim decidiu oferecer o fruto da terra, seu próprio esforço e trabalho, em vez de um sacrifício de sangue como Deus havia ordenado. Abel, por outro lado, seguiu o caminho de Deus e ofereceu o primogênito de suas ovelhas como sacrifício. O irmão Branham diz no parágrafo 24 o seguinte, e cito:
24… vimos como Caim tentou abrir caminho. Ele trouxe algumas maçãs e peras e pêssegos e abóboras, o que quer que seja, colocou-o no altar e disse: "Aí está, Senhor, eu já construí um altar; Eu construí uma igreja; Sou um bom membro da Igreja." Vem cá? "Eu vou à igreja todos os dias. Eu venho aqui, construo o altar; Eu coloquei o sacrifício em cima disso. Agora vou me ajoelhar e orar. E agora, Senhor, quero que me recebas." Mas Deus o rejeitou.
No entanto, Deus rejeitou o sacrifício de Caim porque ele não estava no caminho certo, como a Palavra de Deus nos diz em Gênesis 4:5:
5 Mas ele não viu Caim e sua oferta com bons olhos. E Caim ficou muito irado, e o seu semblante desfaleceu.
O irmão Branham aponta que muitos hoje fazem a mesma coisa que Caim diz no parágrafo 25 e cito:
E esse mesmo velho espírito religioso vive exatamente entre a igreja hoje, assim como não poderia ser mais religioso, e não sabe mais de Deus do que um cavaleiro egípcio. Você sabe que é verdade. Espíritos religiosos!
O problema de Caim não era que ele não fosse religioso, mas que ele escolheu seu próprio caminho em vez do Caminho de Deus. Por esta razão, seu sacrifício foi rejeitado.
O fracasso dos modos religiosos falsos
Um dos maiores enganos do inimigo é fazer com que as pessoas confiem em formas alternativas de salvação. O irmão Branham enfatiza que muitas pessoas religiosas confiam em sua membresia na igreja, em suas boas obras ou em suas tradições, mas Deus só aceita o Caminho que Ele providenciou. O irmão Branham nos diz no parágrafo 23 e cito:
23 E deixe-me dizer-lhes, amigos, tem havido muitos homens, mesmo esta noite, chegando ao fim da estrada, que descobrirão que aquela pequena religião superficial à qual eles estão se apegando não funcionará.
O próprio Senhor Jesus advertiu que muitos acreditarão que estão no caminho certo, mas serão rejeitados, Mateus 7:22-23:
22 Muitos me dirão naquele dia: 'Senhor, Senhor, não profetizamos em teu nome, e não expulsamos demônios em teu nome, e não fizemos muitos milagres em teu nome?'
23 E então lhes direi: 'Nunca vos conheci; apartai-vos de mim, vós que praticais a iniqüidade.
O único caminho para Deus é Jesus Cristo e Sua Palavra. Não podemos acrescentar ou retirar nada disso. O irmão Branham continua dizendo no parágrafo 23 e cito:
23… Somente nascer de novo funcionará. Jesus disse: "Se alguém não nascer da água e do Espírito, não entrará no Reino". Não há como, não importa se ele é metodista, batista, presbiteriano, o que quer que ele seja, ele não entrará até que ele nasça da água e do Espírito.
O irmão Branham toma como base para esta expressão de São João 3:3, que diz:
3 Respondeu-lhe Jesus: Em verdade, em verdade te digo que, se alguém não nascer de novo, não pode ver o reino de Deus.
O caminho do homem sempre leva à morte, porque se baseia no raciocínio humano, na tradição e nos próprios esforços. O Caminho de Deus é o único caminho que conduz à vida, porque se baseia na obediência à Sua Palavra e na Redenção de Cristo.
Cada pessoa deve escolher o caminho que seguirá: o caminho de Deus, que requer fé, obediência e submissão à Sua vontade, ou o caminho do homem, que parece certo, mas leva à destruição.
O irmão Branham nos deixa uma advertência clara no parágrafo 99, e é assim, e cito:
Se você rejeitar o caminho de Deus, terá que ir para o inferno. É assim que tem que acontecer. É a única outra maneira. Então você está de uma forma ou de outra. Amém.
Que cada um de nós escolha sabiamente e permaneça no Caminho fornecido por Deus.
ANDE PELA FÉ NO CAMINHO PROVIDO
Nesta Mensagem, o irmão Branham enfatiza que Deus providenciou um Caminho, mas devemos andar Nele pela fé. Não podemos confiar em outra lógica, raciocínio humano ou emoções, mas devemos confiar totalmente na orientação do Espírito Santo. No parágrafo 20, o irmão Branham nos diz, e cito:
20 E se a igreja, esta noite, apenas seguisse a Coluna de Fogo, o Espírito Santo, você certamente chegaria a Canaã. Deus tem um caminho, um caminho provido.
Andar pela fé significa seguir o Caminho de Deus, mesmo que não entendamos tudo o que está acontecendo. Os grandes homens da Bíblia não viram com seus olhos físicos a solução imediatamente, mas confiaram na promessa de Deus. Em 2 Coríntios 5:7:
7(Porque andamos por fé, não por vista);
A Juventude Hebraica: Fé no Meio do Fogo
Um exemplo poderoso de andar pela fé no Caminho de Deus é o de Sadraque, Mesaque e Abednego. Eles escolheram obedecer a Deus em vez de se sujeitar aos decretos do rei Nabucodonosor, embora soubessem que enfrentariam a morte em uma fornalha ardente. O irmão Branham nos diz no parágrafo 43 o seguinte:
43Dá-nos mais Sadraques, Mesaque e Abednegos, que não se curvarão diante das tuas coisas terrenas. Não temos que nos ajoelhar diante disso. Deus nos libertou, através do Espírito Santo. Aleluia! Sim senhor.
Quando foram trazidos perante o rei, permaneceram firmes em sua fé. Eles não sabiam como Deus os livraria, mas sabiam que Ele era fiel. Em Daniel 3:17-18, a Palavra de Deus nos diz:
17 Eis que o nosso Deus, a quem honramos, é poderoso para nos livrar da fornalha ardente; e da tua mão, ó rei, ele nos livrará.
18 E, se não, sabe, ó rei, que não adoraremos o teu deus, nem honraremos a imagem que levantaste.
Quando eles foram jogados na fornalha, Deus não os livrou antes de entrarem, mas os manteve no fogo. O irmão Branham descreve esse momento com uma cena chocante em que o próprio Jesus desceu para estar com eles. O irmão Branham nos diz nos parágrafos 60 a 62, ele diz isso e cito:
60Oh, eu posso vê-Lo levantar-se, assim. Eles estão prestes a dar o último passo. Eu posso vê-lo se espalhar lá fora e dizer: "Venha aqui", para uma grande nuvem de tempestade flutuando ali. Oh, céus! Ele o obedeceu.
Eu posso vê-lo, ouvi-lo dizer: "Vento do leste, do norte, do oeste e do sul, venha aqui e carregue esta nuvem de tempestade. Vou conduzi-los como cavalos. Vou sentar nesta nuvem de tempestade, esta manhã, como em uma carruagem de guerra. Eu mesmo descerei para a Babilônia." Aleluia!
62Posso vê-lo estender a mão e agarrar um relâmpago em zigue-zague e trovejá-lo pelos céus, assim; assim como deram o último passo, andando no caminho fornecido por Deus.
Em Daniel 3:25, a Palavra de Deus nos diz:
25 Ele respondeu e disse: "Eis que vejo quatro homens soltos andando no meio do fogo, e não há mal nenhum neles, e a aparência do quarto é como o filho dos deuses".
Isso nos ensina que, quando andamos pela fé no Caminho de Deus, Ele estará conosco em meio à provação. Nem sempre nos livrará do fogo, mas nos protege dentro dele.
Noé: construindo a arca sem ver evidências
Outro exemplo que o irmão Branham menciona é o de Noé, que andou pela fé por cento e vinte anos construindo a arca, embora nunca tivesse chovido na terra depois que ela foi remontada. O irmão Branham nos diz nos parágrafos 63 e 64:
63 Era uma vez um velho pregador louco, um velho pregador de santidade lá atrás, há muito tempo, chamado Noé. Ele disse: "Sabe, vai chover, vai haver uma tempestade".
Eu posso ouvir as pessoas darem a volta e dizerem: "Ei, você ouviu aquele velho santo rolando lá em cima? Ele disse: 'Vai chover'. Bem, nunca choveu na terra. E vai chover? Como, de onde virá essa água? Bem, vamos olhar com a ciência e descobrir se haverá água lá em cima. Bem, não, não há água lá em cima. O que está acontecendo? Aquele velho pregador perdeu a cabeça.
Na Palavra de Deus em Hebreus 11:7, Ele nos diz:
7 Pela fé Noé, tendo recebido resposta de coisas que ainda não se viam, preparou com temor a arca em que a sua casa poderia ser salva; fé essa que condenou o mundo, e foi feito herdeiro da justiça que é pela fé.
O irmão Branham nos lembra que, quando chegou a hora, a chuva caiu e somente aqueles que haviam caminhado no Caminho provido por Deus foram salvos. O irmão Branham nos diz no parágrafo 68, e cito:
68Alguns deles subiram nos troncos e disseram: "Vou flutuar". Mas deixe-me dizer-lhe, quando as tempestades começaram a varrer, a arca subiu. Aleluia! Por que? Eles estavam no caminho fornecido por Deus. Deus sempre abençoará as pessoas que andam no caminho que Ele provê. Ele não forneceu um registro; Ele não providenciou isso, Ele providenciou uma arca.
Elias: Alimentado por corvos no riacho de Querite
Quando Elias enfrentou a seca em Israel, Deus ordenou que ele fosse ao riacho de Querite, onde seria alimentado de forma sobrenatural. Elias não hesitou, mas obedeceu e andou pela fé no Caminho provido por Deus. O irmão Branham nos diz nos parágrafos 81 e 82 e cito:
81 O ancião Elias disse: "Senhor, o que devo fazer? Você fornece o resto do caminho. Eu já fiz isso." Disse: Subi ali junto ao ribeiro de Querite e assentai-vos.
82 "Ok, um lugar muito ruim, mas vou subir e sentar. Você disse: 'Vá até lá'. Se o Teu caminho levar até lá, eu andarei por lá."
Deus cumpriu Sua promessa que havia feito ao Seu profeta Elias, 1 Reis 17:2-5:
2 E veio a ele a palavra do Senhor, dizendo:
3 Sai daqui, vira para o leste e esconde-te no ribeiro de Querite, que está defronte do Jordão;
4 E bebereis do ribeiro; e ordenei aos corvos que ali vos apascentassem.
5 E foi, e fez conforme a palavra do Senhor; pois ele foi e se estabeleceu junto ao ribeiro de Querite, que está defronte do Jordão.
Isso mostra que Deus é fiel em prover, mesmo nos momentos mais difíceis. Nossa parte é obedecer e confiar Nele.
Marta e Maria: Acreditando Mesmo Que Pareça Tarde
No sermão, o irmão Branham menciona a história de Marta e Maria quando seu irmão Lázaro morreu. Quando Jesus chegou, quatro dias já haviam se passado e parecia que não havia esperança. O irmão Branham relata isso nos parágrafos 112-115, mas citarei apenas os parágrafos 114 e 115, o irmão Branham diz e cito:
114 E então ela ouviu Jesus chegando, então ela saiu ao seu encontro.
115 Esse foi o caminho oferecido por Deus: ir ao encontro de Jesus. Isso mesmo, sempre. Quando houver tristeza em sua casa: vá ao encontro de Jesus. Se você tem doença em casa: vá ao encontro de Jesus. Se você tem angústias em casa: vá ao encontro de Jesus. Aleluia! Se você tem uma necessidade: vá ao encontro de Jesus. Vá encontrá-lo. Ele tem todo o remédio, tudo está lá; Ele não tem o remédio, Ele tem a cura. Amém. Então ela foi ao encontro dele e caiu a seus pés.
Quando Jesus disse a Marta que seu irmão seria ressuscitado, ela pensou na ressurreição futura, mas Jesus mostrou a ela que a resposta estava no presente, João 11:25:
25 Disse-lhe Jesus: Eu sou a ressurreição e a vida; quem crê em mim, mesmo que esteja morto, viverá.
O irmão Branham enfatiza que Deus não é limitado pelo tempo ou circunstância. Mesmo que pareça tarde, se continuarmos a andar pela fé em Seu Caminho, veremos Seu Poder se manifestar. O irmão Branham nos diz no parágrafo 132 e cito:
132… Se você está doente, "Tenha misericórdia de mim, Senhor", e Ele fará isso agora também. Você diz: "O médico me abandonou; mas também agora, Senhor! Eu não ando há cinco anos; mas também agora, Senhor! Não consigo ouvir, não sei desde quando; mas também agora, Senhor. Não falei uma palavra e não posso dizer desde quando; mas também agora, Senhor." Tudo o que você pede a Deus, e Ele está assentado à direita do Pai, intercedendo sobre sua confissão. Aleluia! Ele disse: "Também agora, tudo o que você pedir a Deus, Deus fará".
Deus providenciou um caminho, mas devemos andar pela fé nele. Como os jovens hebreus, Noé, Elias e Marta, devemos confiar em Deus para guardar Sua Palavra, mesmo que as circunstâncias pareçam impossíveis.
Fé não é apenas acreditar em Deus, mas agir de acordo com o que Ele disse. Devemos avançar sem medo, sabendo que Deus providenciou o Caminho e Sua Presença estará conosco a cada passo do caminho. O irmão Branham diz no parágrafo 62 e cito:
62… Ele sempre estará lá quando o homem trilhar a senda fornecida por Deus. Sim senhor.
JESUS CRISTO: O CAMINHO FORNECIDO POR DEUS
O tema central da Mensagem do irmão Branham é que Deus providenciou um caminho para a salvação, e esse caminho é Jesus Cristo. Não há vários caminhos para Deus; há apenas um, e qualquer outra tentativa de alcançar Deus por meios humanos está fadada ao fracasso. O irmão Branham nos diz no parágrafo 71 e cito:
71… Esse é o caminho de Deus e o único caminho. Não é o caminho metodista, não é o caminho batista, não é o presbiteriano, não é o caminho pentecostal. É o caminho de Cristo. Cristo é o caminho fornecido por Deus.
Desde o início da Bíblia até o fim, Deus mostrou que só existe um Caminho para a Redenção do homem, e esse Caminho sempre foi através do sacrifício de sangue, que se cumpre em Cristo.
João 14:6:
6 Jesus lhe disse: "Eu sou o caminho, a verdade e a vida; ninguém vem ao Pai senão por mim".
Jeová-Jiré: Deus provê a Si mesmo um cordeiro
O irmão Branham nos lembra da história de Abraão, quando Deus lhe pediu que oferecesse seu filho Isaque como sacrifício. No último momento, Deus providenciou um cordeiro para o sacrifício, mostrando que Ele mesmo providenciaria o Caminho para a Redenção. Passo agora a citar o nº 72:
72Quando Abraão ofereceu Isaque, chamou ali Jeová-Jiré: "O próprio Senhor providenciará um sacrifício". E aí está ele, o Filho de Deus. Amém. Deus sempre faz uma fuga. Sim senhor.
Deus não aceitou o sacrifício de Isaque porque já planejou um sacrifício perfeito: Jesus Cristo, o Cordeiro de Deus que tiraria o pecado do mundo, como Ele nos diz em João 1:29:
29 No dia seguinte, João viu Jesus aproximar-se dele, e disse: Eis o Cordeiro de Deus, que tira o pecado do mundo.
Isso mostra que a salvação não vem pelo esforço ou obras humanas, mas pelo sacrifício que o próprio Deus providenciou em Cristo.
Jesus: o único mediador entre Deus e os homens
Ao longo da história, o homem tentou encontrar diferentes caminhos para chegar a Deus: religião, boas obras, filosofia, tradições humanas. Mas a Bíblia é clara: há apenas um mediador entre Deus e os homens, e esse mediador é Jesus Cristo (1 Timóteo 2:5).
O irmão Branham enfatiza que não podemos confiar na igreja, denominação ou religião para nos salvar; somente Cristo é o Caminho. O irmão Branham nos diz no parágrafo 23 e cito:
23 E deixe-me dizer-lhes, amigos, tem havido muitos homens, mesmo esta noite, chegando ao fim da estrada, que descobrirão que aquela pequena religião superficial à qual eles estão se apegando não funcionará. Somente nascer de novo funcionará. Jesus disse: "Se alguém não nascer da água e do Espírito, não entrará no Reino". Não há como, não importa se ele é metodista, batista, presbiteriano, o que quer que ele seja, ele não entrará até que ele nasça da água e do Espírito.
Jesus Cristo: Deus manifestado em carne
Um dos pontos-chave do sermão é que Jesus não era apenas um profeta ou um professor, mas que Ele era o próprio Deus em carne. O irmão Branham responde àqueles que negam a Divindade de Cristo com uma verdade poderosa e cito os parágrafos 152 e 153:
152 E no caminho para Lázaro, Ele chorou. Ele era um homem quando estava chorando.
153Mas quando Ele estava lá perto do túmulo, onde um homem estava morto há quatro dias; e os vermes rastejantes dentro e fora de seu corpo, e um fedor ao seu redor; Quando Ele disse: "Lázaro, vem para fora", um homem que estava morto há quatro dias, levantou-se e viveu novamente. Isso era mais do que um homem. Aleluia! Sim senhor. Ele era um homem chorando, mas Ele era Deus na ressurreição.
Cristo tinha duas naturezas: primeiro, ele era um homem: ele estava com fome, chorou e dormiu. E ele também era Deus: curava os enfermos, acalmava o mar e ressuscitava os mortos.
O irmão Branham explica isso com vários exemplos: Jesus chorou no túmulo de Lázaro como um homem, mas depois ressuscitou Lázaro como Deus. (João 11:35, 43) Jesus passou fome como um homem, mas alimentou 5.000 pessoas com cinco pães e dois peixes como Deus. (Mateus 14:17-21) Jesus morreu na cruz como homem, mas ressuscitou no terceiro dia como Deus. (Mateus 28:6)
Passo a citar os n.os 154 e 155:
Ele era um homem quando desceu da montanha naquela noite, com fome, procurando algo para comer em todos os lugares nas árvores. Ele era um homem quando estava com fome.
155 Mas quando ele pegou cinco pães e dois pedaços de peixe e alimentou cinco mil pessoas, isso foi mais do que um homem. Isso era Deus em carne. Aleluia!
A única razão pela qual Jesus não se salvou na cruz foi porque Ele tinha que nos salvar. Passo a citar o nº 158:
Ele era um homem quando estava pendurado no Calvário, quando Lhe deram o maior tributo que já Lhe deram. Quando eles disseram: "Ele salvou os outros, Ele não pode salvar a Si mesmo". Que maravilhoso tributo, ou lisonja, eles Lhe prestaram! Se Ele tivesse salvado esses outros e a Si mesmo, Ele não poderia salvar outros. Então, Ele teve que se doar, para salvar os outros.
A missão de Jesus: restaurar o caminho para o Pai
O propósito principal da Vinda de Cristo era reconciliar o homem com Deus. Desde que Adão e Eva pecaram, a humanidade estava separada de Deus. Mas Cristo veio para restaurar a comunhão que o homem havia perdido.
2 Coríntios 5:19:
19 Porque Deus estava em Cristo, reconciliando consigo o mundo, não lhe imputando os seus pecados, e pôs em nós a palavra da reconciliação.
O irmão Branham enfatiza que sem Cristo, não há acesso ao Pai. Não há outro nome, não há outro caminho.
71… É o caminho de Cristo. Cristo é o caminho fornecido por Deus. Ele é o sacrifício fornecido por Deus. Ele é Jeová-Rafá. Ele é Jeová-Jiré.
Em outras palavras, Cristo é tudo o que precisamos. Ele é nosso Salvador, nosso Curador, nosso Provedor e nosso Redentor. Que cada um de nós faça a escolha certa: caminhar no único caminho oferecido por Deus: Jesus Cristo.
CONCLUSÃO
Esta Mensagem pela qual estamos passando, intitulada "O CAMINHO DE DEUS QUE FOI FEITO PARA NÓS" pelo irmão Branham, nos mostrou que há apenas um Caminho que nos leva a Deus, e esse Caminho foi providenciado por Ele mesmo. De Gênesis a Apocalipse, as Escrituras nos ensinam que Deus sempre teve um Caminho preparado para Seu Povo, e nossa única responsabilidade é segui-Lo em fé e obediência.
O irmão Branham deixa claro que existem apenas dois caminhos: o caminho de Deus, que é seguro, eterno e cheio de bênçãos. O caminho do homem, que parece certo, mas leva à morte e à separação de Deus. O irmão Branham nos diz nos parágrafos 20 e 21 e cito:
20… Deus tem um caminho, um caminho provido.
21Há dois caminhos que o homem pode seguir: e é o seu próprio caminho ou o caminho de Deus; E esse é o caminho certo ou o caminho errado. E o caminho de Deus é sempre o caminho errado, e o caminho de Deus é o caminho certo.
A Escritura confirma essa verdade em Provérbios 14:12 e cito:
12Há um caminho que parece reto ao homem; No entanto, seu fim são os caminhos da morte.
Temos de tomar uma decisão. Não podemos andar nos dois caminhos ao mesmo tempo. Ou nos entregamos completamente ao Caminho de Deus, ou seguiremos nosso próprio caminho e sofreremos as consequências.
Deus nos deu mais uma oportunidade de andar em Seu Caminho: Jesus Cristo.
O irmão Branham enfatiza que não há outro caminho, outra religião, outra doutrina ou nenhum outro sistema humano que possa nos levar à Vida Eterna. Somente Cristo é o Caminho.
O Caminho de Deus não se baseia em emoções, rituais religiosos ou pertencimento a uma denominação. Baseia-se em nascer de novo e receber o Espírito Santo.
O irmão Branham nos adverte que rejeitar o Caminho de Deus tem sérias consequências. Não há terceira opção: ou andamos no Caminho de Deus, ou andamos no caminho da destruição.
O próprio Senhor Jesus advertiu que muitos acreditam que estão no caminho certo, mas serão apanhados no dia do julgamento. Hoje é o dia de ter certeza de que estamos no caminho certo. Não podemos depender de nossa própria força, mas da graça e orientação de Deus.
Se hoje reconhecemos que temos seguido nossos próprios caminhos, este é o momento de nos rendermos completamente a Cristo. Não importa há quanto tempo estejamos errados, Deus nos chama de volta ao Seu caminho.
Assim como os jovens hebreus confiaram em Deus na fornalha ardente, como Noé confiou em Deus na construção da arca e como Marta confiou em Jesus, mesmo que pareça tarde demais, nós também devemos colocar nossa fé em Cristo e andar no caminho provido por Deus.
Se você nunca nasceu de novo, se sente que se desviou do Caminho de Deus ou se precisa reafirmar sua fé, este é o momento de fazê-lo.
Oração
Senhor Deus Todo-Poderoso, viemos diante de Ti em Nome de Jesus Cristo, o único caminho, a única verdade e a única vida. Reconhecemos que muitas vezes tentamos trilhar nossos próprios caminhos, confiando em nossa força e raciocínio, mas hoje queremos nos render completamente a Ti.
Pai, abra nossos olhos espirituais para que possamos ver o Caminho que Tu providenciaste. Dá-nos a fé da juventude hebréia para confiar em Ti em meio à provação. Dá-nos a obediência de Noé para seguir a Tua Voz, ainda que o mundo não entenda. Dê-nos a determinação de Marta de buscar Jesus, mesmo que pareça tarde demais.
Senhor, se há alguém aqui que ainda não nasceu de novo, toque-o com o Seu Espírito Santo e traga-o para a verdadeira vida em Cristo. Se houver alguém que se desviou do Caminho, traga-o de volta com amor e misericórdia.
Sabemos que em breve você virá para habitar plenamente, em toda a plenitude de plenitude em seu povo. Ajuda-nos a permanecer fiéis, caminhando no Caminho fornecido por Ti.
Selamos esta oração no precioso Nome de nosso Senhor Jesus Cristo. Amém.
Irmãos, a mensagem é clara: há apenas um Caminho, e esse Caminho é Jesus Cristo. Não há outro. Não podemos confiar em religiões, tradições ou em nossas próprias obras. Devemos ter certeza de que estamos no Caminho certo, o Caminho fornecido por Deus.
Hoje ouvimos Sua Palavra. A escolha é nossa. Você seguirá seu próprio caminho ou seguirá o Caminho que Deus providenciou?
Que o Senhor nos ajude a fazer a escolha certa e nos fortaleça para permanecermos em Seu Caminho até o fim. Maranata, Cristo está voltando! Amém!
NOTA SOBRE LOS DERECHOS DE AUTOR
Este sitio web posee contenido con derechos reservados. Puede ser compartido de forma gratuita para propagar el Evangelio de Jesucristo. Se permite su reproducción en masa, publicarlo en sitios web, redes sociales, traducir a otros idiomas dando el crédito al escritor de este contenido. Se prohíbe la venta o recaudación de fondos de cualquier contenido en este sitio web. Para más información puede escribirnos a:
LA PALABRA HABLADA DE DIOS
PO Box 2017 PMB 345
Las Piedras, PR 00771