Repaso:
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"Creyéndole a Dios"
"Creyéndole a Dios"
Por: Hno. Francisco Velázquez Cruz
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Creyéndole a Dios
Creyéndole a Dios
Introducción
Hermanos y Hermanas, al comenzar este episodio, reflexionemos en la importancia de creerle a Dios, una verdad que el Hermano Branham destacó de manera poderosa en su Mensaje: “CREYÉNDOLE A DIOS”, el cual predicó el domingo, 24 de febrero de 1952 en el Tabernáculo Branham, Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos. El Hermano Branham, desde el inicio de su Mensaje, nos deja claro que el tema de la fe ha sido central en la relación entre Dios y Su Pueblo. La fe no solo es un requisito para agradar a Dios (Hebreos 11:6), sino que también es la Herramienta Divina que nos permite superar las circunstancias naturales.
En este Mensaje, se nos invita a examinar el ejemplo de Abraham, quien creyó a Dios contra toda esperanza. Como el Hermano Branham enseña, Abraham no miró las circunstancias físicas, como la edad avanzada de él mismo y de Sarah, sino que enfocó su fe en la Promesa de Dios. Este acto de confianza inquebrantable es un Testimonio Eterno del poder que tiene la fe para llevarnos más allá de lo que podemos ver o entender con nuestros sentidos naturales.
El Hermano Branham describe cómo Abraham, al recibir la Promesa de ser el padre de muchas naciones, se enfrentó a pruebas aparentemente imposibles. Aun así, Abraham creyó porque sabía que Dios no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse (Números 23:19). Esta misma fe debe ser un ejemplo para nosotros, porque Dios sigue siendo Jehová-jireh, el Proveedor.
Finalmente, el Mensaje nos lleva a considerar el Carácter de Dios, quien cumple lo que promete. Como nos dice el Hermano Branham, Dios probó a Abraham al pedirle que ofreciera a su único hijo Isaac. Sin embargo, Abraham no dudó en obedecer porque su fe descansaba en que el mismo Dios que le había dado el hijo podía también proveer un sacrificio.
Este episodio, por lo tanto, no solo busca inspirar fe, sino también enseñar que la verdadera fe no es pasiva. Es una confianza activa, que responde en obediencia y espera en las Promesas de Dios. Así como Abraham fue un peregrino que caminó hacia lo desconocido, también nosotros somos llamados a caminar en fe, sabiendo que nuestro Dios siempre será Fiel a Su Palabra.
Génesis 15:1-6:
1DESPUÉS de estas cosas fué la palabra de Jehová á Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón sobremanera grande.
2Y respondió Abram: Señor Jehová ¿qué me has de dar, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese Damasceno Eliezer?
3Dijo más Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que es mi heredero uno nacido en mi casa.
4Y luego la palabra de Jehová fué á él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas será el que te herede.
5Y sacóle fuera, y dijo: Mira ahora á los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu simiente.
6Y creyó á Jehová, y contóselo por justicia.
Romanos 4:1-3:
1¿QUÉ, pues, diremos que halló Abraham nuestro padre según la carne?
2Que si Abraham fué justificado por la obras, tiene de qué gloriarse; mas no para con Dios.
3Porque ¿qué dice la Escritura? Y creyó Abraham á Dios, y le fué atribuído á justicia.
LA FE DE ABRAHAM COMO EJEMPLO ETERNO
El Mensaje del Hermano Branham enfatiza la fe inquebrantable de Abraham como un ejemplo eterno para todos los Creyentes. Abraham fue llamado por Dios a salir de su tierra y de entre su parentela, y caminar hacia lo desconocido con la Promesa de que sería el padre de muchas naciones. Esta fe, basada únicamente en la Palabra de Dios, sigue siendo el estándar para todo aquel que quiera agradar al Señor.
El Hermano Branham describe cómo Abraham, enfrentando circunstancias imposibles, no dudó de la Promesa Divina, sino que permaneció firme, creyendo que Dios tenía el Poder para cumplir lo que había prometido (Romanos 4:20-21). Esta fe fue contada a Abraham como justicia, porque no se debilitó al considerar su propio cuerpo, “que estaba ya como muerto” (Romanos 4:19), ni la esterilidad de Sarah.
La separación como el primer paso de la fe
El Mensaje señala que la obediencia de Abraham comenzó con su separación. En Génesis 12:1-2, Dios le ordena salir de su tierra para recibir una promesa. El Hermano Branham lo destaca como un tipo de nuestro caminar cristiano, cito de la página 10, párrafo 64:
64¡Cuán hermoso tipifica eso el caminar Cristiano hoy, que tenemos que salir de entre nuestros compañías del mundo, para caminar en una tierra ajena, o ajena a la—a la primera tierra en la que caminamos! Y a esa Tierra le llamamos hoy, caminar en el camino Cristiano, caminar con Cristo, separarnos de las cosas del mundo.
El caminar de Abraham como extranjero en una tierra ajena simboliza nuestra vida de fe, donde debemos abandonar el confort del mundo para buscar “una ciudad cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Hebreos 11:10).
Jehová-jireh: el Dios que provee
El Hermano Branham detalla la escena dramática en Génesis 22, cuando Dios pide a Abraham que sacrifique a Isaac, el hijo de la promesa. A pesar de lo difícil que era este mandato, Abraham confió en que Dios proveería un sacrificio. Esto lo llevó a declarar proféticamente “Dios se proveerá de cordero…”:
Génesis 22:7-8:
7Entonces habló Isaac á Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
8Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
El Hermano Branham interpreta esto como un tipo de Cristo, el Sacrificio Perfecto provisto por Dios para redimirnos, cito de la página 16, párrafo 122:
122¿Saben Quién era ese carnero? Ese era Cristo; lo ofreció a Él en su lugar.
Esta escena ilustra que la fe verdadera no solo confía, sino que obedece. Abraham no sabía cómo Dios cumpliría Su Promesa, pero creyó que aun si Isaac moría, Dios era Poderoso para levantarlo de entre los muertos (Hebreos 11:19).
La obediencia activa como manifestación de la fe
El Hermano Branham destaca que la fe de Abraham no se limitó a creer en la Promesa, sino que se manifestó en una obediencia activa, cito de la página 13, párrafo 89:
89Pero Abraham no dudó. Dijo: “¡Sí, Señor!”. Toma al muchacho, aquí van. Él no sabía cómo; no era asunto suyo cuestionar; él obedeció.
Esto nos recuerda que la fe sin obras es muerta (Santiago 2:26). Abraham mostró que su confianza en Dios no era solo teórica, sino que estaba dispuesta a actuar, incluso cuando el Mandato parecía contradictorio con la Promesa.
Hebreos 11:6:
6Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Aplicación práctica para nosotros
Como hijos de Abraham por la fe (Gálatas 3:7), debemos seguir su ejemplo, creyendo en las Promesas de Dios aun cuando las circunstancias parezcan imposibles. El Hermano Branham nos exhorta en la página 21, párrafo 166:
166Ahí lo tienen. No considere su propio cuerpo; no considere las enfermedades, porque son del diablo. Así es. Considere la promesa de Dios.
Debemos aprender a depender completamente de la Palabra de Dios, sabiendo que Él es fiel para cumplir lo que ha prometido.
CREER MÁS ALLÁ DE LAS LIMITACIONES HUMANAS
El Hermano Branham enfatiza en su Mensaje que la fe verdadera no se detiene ante las limitaciones humanas ni las circunstancias naturales. Abraham, enfrentando una situación humanamente imposible, escogió creer en la Palabra de Dios por encima de lo que sus sentidos podían percibir.
La fe no depende de lo visible
El Hermano Branham señala que la verdadera fe no se fundamenta en lo que podemos ver o sentir, sino en la Promesa Divina, cito de la página 9, párrafo 57:
57…Enseñaré un poco acerca de la fe. Es lo que todos necesitamos en abundancia. ¿No es así? [La congregación dice: Amén”.—Ed.] La fe no es una… no es solo una evidencia; es la sustancia. La fe misma es una sustancia y una evidencia de cosas que los sentidos del cuerpo no declaran. Y pensé que quizás al enseñar esto, podría—podría estimular su fe, ¿ven?, llevarla a un nivel en el que Dios pueda moverse en Ud. y bendecirle.
Este principio se alinea con Hebreos 11:1, que define la fe como “la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.” La fe no requiere pruebas físicas; se basa únicamente en la Palabra de Dios.
El ejemplo de la imposibilidad humana
En su Mensaje, el Hermano Branham relata cómo Abraham y Sarah enfrentaron una imposibilidad evidente: la Promesa de un hijo cuando ambos habían pasado la edad de tener hijos. Esto lo conecta directamente con las Escrituras:
Génesis 18:11-14: Sarah, al escuchar la promesa, se rió porque era imposible según la lógica humana.
11Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días: á Sara había cesado ya la costumbre de las mujeres.
12Rióse, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
13Entonces Jehová dijo á Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he de parir siendo ya vieja?
14¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré á ti, según el tiempo de la vida, y Sara tendrá un hijo.
El Hermano Branham explica que, si Abraham hubiera dependido de sus sentidos, habría considerado su cuerpo muerto, pero en cambio, él eligió enfocarse en la `Promesa de Dios, cito de la página 12, párrafo 86:
86Ahora, Abraham, él no miró su cuerpo. Dijo: “Muy bien, Señor, tendremos el bebé”. Podríamos continuar por horas en esto, pero no queremos tomar demasiado tiempo. Ahora él llega al momento en que nace el pequeño Isaac.
Jehová-jireh: el proveedor más allá de las barreras humanas
El Hermano Branham conecta la fe de Abraham con la Provisión de Dios en el monte Moriah. La fe no solo permitió a Abraham recibir la promesa de un hijo, sino que también lo llevó a creer que Dios proveería un sacrificio en lugar de Isaac. Nos dice el Hermano Branham en el párrafo 123:
123Jehová-jireh, que fue el primer Nombre redentor de Dios. Jehová-jireh significa: “El Señor proveerá un sacrificio”
Esto nos muestra que la fe nos da acceso a los Recursos del Cielo, incluso cuando nuestras capacidades son insuficientes.
Aplicación práctica: la fe frente a nuestras imposibilidades
El Hermano Branham exhorta a los Creyentes a no enfocarse en las circunstancias, sino en la promesa de Dios. Relata historias de personas que, enfrentando enfermedades y situaciones críticas, encontraron sanidad y liberación al depender únicamente de la Palabra.
Esta enseñanza se aplica a nuestras vidas cuando enfrentamos desafíos que parecen insuperables. La clave está en abandonar nuestras propias limitaciones y confiar completamente en que Dios es Fiel para hacer lo que ha prometido (2 Corintios 1:20).
Isaías 55:8-9:
8Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
9Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
JEHOVÁ-JIREH: DIOS PROVEERÁ
El mensaje del Hermano William Marrion Branham nos lleva a profundizar en la Revelación de Jehová-jireh, “El Señor proveerá”. Este Nombre Redentor se manifiesta en el relato de Abraham en el monte Moriah, un evento que no solo tipifica la fe, sino que también prefigura la Provisión Divina en Jesucristo como el Sacrificio Perfecto.
La fe de Abraham en la provisión divina
El Hermano Branham destaca la confianza inquebrantable de Abraham incluso en circunstancias incomprensibles. Cuando Dios le pidió que ofreciera a Isaac, Abraham actuó en fe, creyendo que Dios cumpliría Su Promesa. Esto se refleja en su declaración a los siervos antes de ascender al monte, según nos menciona en Génesis 22:5:
5Entonces dijo Abraham á sus mozos: Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos á vosotros.
El Hermano Branham enfatiza que esta declaración muestra la certeza de Abraham en que Dios era capaz de cumplir Su Promesa incluso si Isaac debía ser resucitado de entre los muertos. Nos dice el Hermano Branham y cito del párrafo 114 del Mensaje que estamos repasando:
114…Ahora, cuando él… él sabía que de algún modo, de alguna manera, que él regresaría, y aquí con un cuchillo en su cinturón.
Cuando Abraham estaba a punto de sacrificar a Isaac, Dios proveyó un carnero atrapado en un zarzal como sustituto. El Hermano Branham explica que este acto simboliza a Cristo, quien se ofreció como el Sacrificio Perfecto para redimir a la humanidad, cito de los párrafos 117 al 122:
117Ató a su único hijito, lo arrojó sobre el altar, sacó el cuchillo ya para quitarle la vida; “Dios, Tú lo diste”.
118Y cuando él iba a enterrar el cuchillo, un Ángel le detuvo la mano, dijo: “¡Abraham, Abraham, detén tu mano!”.
119En ese momento un corderito, un carnero, baló en el desierto, tenía sus cuernos trabados alrededor de unas enredaderas. Abraham corrió rápidamente, tomó el carnero, desató a su hijo; y sustituyó, ¿ven?, y mató al carnero. Entonces una…
120Dios le habló a Abraham, dijo: “Abraham, ahora sé que Me amas; no Me has negado nada”.
121Ahora miren, el texto que quiero, leámoslo en el versículo 13 y 14. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por los cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
122¿Saben Quién era ese carnero? Ese era Cristo; lo ofreció a Él en su lugar.
Este evento apunta, como tipo, figura y sombra de la Obra Redentora de Jesús en la cruz, cumpliendo el Plan Divino de Salvación. Como dice 1 Pedro 1:18-19:
18Sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro ó plata;
19Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación:
Dios no escatima en Su provisión
El Mensaje resalta que Dios no retuvo a Su Propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros. Esto está reflejado en las palabras del Hermano Branham, en el párrafo 115:
115Y él puso la leña sobre los hombros de Isaac, e Isaac subió al monte, guiado por Abraham. ¡Un tipo hermoso! Su único hijo, llevándolo a la colina. Y el mismísimo altar en el que puso a su hijo, él lo cargó a la colina sobre su espalda. Un tipo de Dios enviando a Su Hijo al Gólgota, con una cruz de madera en Su espalda, la misma cruz en la que Él fue clavado, y donde “Dios no escatimó ni a Su Propio Hijo”.
Esta verdad es confirmada en Romanos 8:32:
32El que aun a su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
La provisión más allá de las necesidades humanas
El Hermano Branham también señala cómo la provisión de Dios no se limita a nuestras necesidades espirituales, sino que abarca todas las áreas de nuestra vida. En su Mensaje, cuenta historias de sanidad y liberación como ejemplos de cómo Jehová-jireh sigue actuando Hoy. Por ejemplo, en el párrafo 26:
26La otra noche había personas aquí, una mujer que no podía hablar. Tan pronto como ese poder maligno fue retado, ella habló normalmente.
Esto refleja el Carácter de Dios como el proveedor de nuestras necesidades físicas, emocionales y espirituales.
El Hermano Branham nos exhorta a confiar en la Provisión de Dios, incluso cuando las circunstancias parecen imposibles. Este principio se resume en el párrafo 81, donde nos dice el Hermano:
81Cuando se hace una promesa Divina, Dios está bajo juramento y obligado a cumplir cualquiera de Sus promesas.
Esto significa que nuestra responsabilidad es tener fe y actuar en obediencia, sabiendo que Dios proveerá lo necesario en el momento oportuno.
EL PODER DE LA PALABRA HABLADA
La Biblia nos enseña que todo lo que existe fue creado por la Palabra Hablada de Dios. En el Mensaje del Hermano Branham, se destaca que este mundo es resultado de esa Palabra hablada, escuchemos del párrafo 135 de este Mensaje:
135¿Saben qué? ¿Cómo hizo la tierra Dios, esta tierra en la que están en esta mañana? La gente no quiere creer en la fe. ¿Cómo hizo la tierra Dios? Él la habló. Amén. ¿Lo ven? Él habló, y el mundo vino a existencia. Y este mundo, en esta mañana, es la Palabra hablada de Dios, y Él creyó Su Propia Palabra.
Si Dios habló el universo a existencia, entonces Su Palabra tiene el mismo Poder Transformador en nuestras vidas.
El poder creativo de la Palabra
El Hermano Branham enfatiza que la Palabra Hablada de Dios no solo es una declaración escrita, sino una realidad viva con el Poder de producir aquello que declara. En los párrafos 83 al 85 nos dice el Hermano Branham y cito:
83Y entonces Esto es Dios: Su Palabra. ¡Y esa Palabra cuando se ancla abajo en el—en el corazón! ¡Oh, si yo pudiera lograr que Uds. lo vieran! Cuando esa Palabra se ancla allí, ella—ella producirá exactamente lo que dijo. Hará exactamente… Ella es Dios; tiene que hacerlo.
84Pero si Ud. solo dice: “Bueno, yo sé que la Palabra está allí; sí, así es”, ellos solo le estarán imponiendo las manos, sí, Ella—Ella quedará inactiva. Así es, Ella no se moverá, porque… “¡Oh, yo, yo leo la Biblia!”.
85Pero hasta que Ud. pueda hacer que Eso ancle, y decir: “Sí, Señor, eso es para mí”, entonces algo va a suceder. Tiene que suceder. Hasta que ocurra, solo es una Palabra escrita. Así es. ¡Pero una vez que está anclada!
Esto refleja lo que Isaías 55:11 declara sobre la Palabra Hablada de Dios:
11Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá á mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
La Palabra hablada en acción
En el Mensaje, el Hermano Branham relata ejemplos de cómo el Poder de la Palabra hablada de Dios opera en la vida de los Creyentes. Uno de los testimonios destacados es el de una mujer con un crecimiento en su cuello, cito de los párrafos 27 al 29:
27Y había una señora aquí que tenía un gran crecimiento en su garganta; yo solo me acerqué a ella y le dije: “Satanás, yo—yo tengo la autoridad para romper tu poder; tienes que salir de ella”. Yo dije: “Ha salido”. Dije: “¿Lo cree Ud.?”. Y ella dijo: “Sí”.
28Yo dije: “Muy bien, vaya a casa y póngase un cordón alrededor del cuello, y mídalo, vea qué—qué tan grande es. Y cada tres días, corte el trozo de cuerda de allí, vea cómo comienza a encogerse”.
29El primer día fue un tanto así, el segundo día, tanto así, y el tercer día tanto así, donde había disminuido, ¿ven? Es la misma cuerda; ella la trajo aquí a la plataforma.
Este ejemplo ilustra que la Palabra hablada con Autoridad Divina, respaldada por la fe, puede cambiar cualquier situación adversa.
La Palabra hablada como nuestra arma espiritual
El Hermano Branham destaca que los Hijos de Dios tienen en sus manos la autoridad para usar el Nombre de Jesucristo y declarar Su Palabra con Poder, cito del párrafo 107:
107…¡Oh, si Uds. tan solo supieran que en su mano, Cristo nos dio la autoridad, con Su Nombre, al ser Cristianos, el arma más poderosa que el mundo haya conocido! La oración, aun lo cambia todo. Ella cambiará la mente de Dios. Así fue. Después de que le fue pronunciada muerte a un hombre, él oró; Dios le dijo al profeta: “Regresa y dile que Yo lo oí”. ¿Ven eso?, ¡la oración, aférrense!
Esto está respaldado por las Escrituras de Marcos 11:23 y San Juan 14:12-14:
23Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere á este monte: Quítate, y échate en la mar, y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho.
[Marcos 11:23]
12De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre.
13Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
[San Juan 14:12-14]
Anclando nuestra fe en la Palabra
El Hermano Branham insiste en que la Palabra de Dios debe estar profundamente arraigada en nuestro corazón, no solo como conocimiento intelectual, sino como una realidad viva, cito nuevamente de los párrafos 83 al 85:
83Y entonces Esto es Dios: Su Palabra. ¡Y esa Palabra cuando se ancla abajo en el—en el corazón! ¡Oh, si yo pudiera lograr que Uds. lo vieran! Cuando esa Palabra se ancla allí, ella—ella producirá exactamente lo que dijo. Hará exactamente… Ella es Dios; tiene que hacerlo.
84Pero si Ud. solo dice: “Bueno, yo sé que la Palabra está allí; sí, así es”, ellos solo le estarán imponiendo las manos, sí, Ella—Ella quedará inactiva. Así es, Ella no se moverá, porque… “¡Oh, yo, yo leo la Biblia!”.
85Pero hasta que Ud. pueda hacer que Eso ancle, y decir: “Sí, Señor, eso es para mí”, entonces algo va a suceder. Tiene que suceder. Hasta que ocurra, solo es una Palabra escrita. Así es. ¡Pero una vez que está anclada!
El Hermano Branham hace una relación sobre la Palabra Hablada de Dios para la creación del mundo y la Palabra Hablada que podemos pronunciar, diciéndonos que Dios tuvo que creer Su Propia Palabra para que Ésta accionara y viniera a creación todo lo visible. De igual manera, nosotros debemos creer sin ápice de dudas la Palabra Hablada que pronunciemos. Nos dice el Hermano Branham en los párrafos 135 y 136:
135¿Saben qué? ¿Cómo hizo la tierra Dios, esta tierra en la que están en esta mañana? La gente no quiere creer en la fe. ¿Cómo hizo la tierra Dios? Él la habló. Amén. ¿Lo ven? Él habló, y el mundo vino a existencia. Y este mundo, en esta mañana, es la Palabra hablada de Dios, y Él creyó Su Propia Palabra.
136¡Aquí está! ¡Mírenlo! Y si Dios, y Uds. son linaje de Él, y Dios está en Uds., Él creerá Su Propia Palabra. Aunque no se pueda ver, sentir, saborear, ni nada, Uds. La creerán. ¿Ven lo que quiero decir? Porque Dios en Ud., creerá Su Propia Palabra. ¿Correcto? [La congregación dice: “Amén”.—Ed.] Entonces Ud. no se fija en las cosas que ve; Ud. mira las cosas que Dios dijo.
La fe en la Palabra nos lleva a no depender de lo que sentimos o vemos, sino a confiar completamente en lo que Dios ha dicho. Como nos enseña el Apóstol Pablo en 2 Corintios 5:7:
7(Porque por fe andamos, no por vista;)…
Debemos permitir que la Palabra Hablada de Dios transforme nuestras vidas al actuar en fe y declarar lo que Él ha prometido. Esto incluye creer en el Poder para sanar, restaurar, y proveer en todas las áreas de nuestra vida. El Hermano Branham resume este principio de manera una poderosa, repito del párrafo 136:
136…Aunque no se pueda ver, sentir, saborear, ni nada, Uds. La creerán. ¿Ven lo que quiero decir? Porque Dios en Ud., creerá Su Propia Palabra. ¿Correcto? [La congregación dice: “Amén”.—Ed.] Entonces Ud. no se fija en las cosas que ve; Ud. mira las cosas que Dios dijo.
Desafiando al Diablo con Autoridad
El Hermano Branham nos enseña en su Mensaje que los Creyentes tenemos la Autoridad para desafiar al diablo y reclamar las Promesas Divinas, porque esa Autoridad proviene de la Palabra de Dios. Nos dice el Hermano Branham y cito del párrafo 27: “Satanás, yo tengo la autoridad para romper tu poder” .
Esta Autoridad no es exclusiva de ministros o siervos específicos de Dios; es una Promesa disponible para cada Creyente que vive en fe y obediencia a la Palabra de Dios.
La autoridad del creyente
El Señor Jesús nos dio Autoridad para resistir al enemigo y destruir sus obras. El Señor Jesús nos dice en Lucas 10:19 y en Marcos 16:17-18, lo siguiente:
19He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
[Lucas 10:19]
17Y estas señales seguirán á los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablaran nuevas lenguas;
18Quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
[Marcos 16:17-18]
El Hermano Branham destaca que esta Autoridad se manifiesta cuando un Creyente se ancla en las Promesas Divinas. El enemigo tiembla ante un Creyente que está firme en la Palabra, cito del párrafo 150:
150Y yo sé esto, que algunos de nosotros tenemos más fe que otros, y aquellos que tienen fe en abundancia deben orar por ellos. Pero si Ud. no vive la clase de vida correcta, es mejor que se aleje de eso; el diablo se reirá de su oración. Pero cuando Ud. Vive correctamente y hace lo correcto, y actúa correctamente, y tiene fe en Dios, Satanás temblará cuando Ud. hable, porque Dios juró bajo obligación que Él se encargaría de esa oración. Es cierto.
Desafiando las circunstancias con fe
En el Mensaje, el Hermano Branham relata el testimonio de un padre cuyo hijo estaba al borde de la muerte por difteria negra. Los médicos declararon que no había esperanza, pero el padre desafió esas circunstancias, les citaré el testimonio que se encuentra en los párrafos 70 al 81, nos dice el Hermano Branham:
70Un anciano… fueron llamados a su casa, él dijo: “Hermano, venga a orar por mi bebé, tiene difteria negra y ha atacado el corazón. Y el cardiograma muestra el corazón muy debilitado, y no se recupera”.
71Bueno, ellos no querían dejarnos entrar a orar por el bebé. Pero cuando él entró allí, pues, ¡oh!, el interno, el médico: “¡No, señor! ¡No, señor! No puede entrar, Ud. también tiene hijos; no puede entrar”.
72Pero aún así, le creyó a Dios y persuadió. Aquel hombre era católico. Le dijo: “Bueno, pues, si el paciente se estuviera muriendo y un sacerdote estuviera aquí para darle los santos óleos, ¿lo dejaría entrar?”. “¡Oh, él no tiene hijos”!
73“Bueno esa no es—esa no es la pregunta. Esto es tan sagrado como los santos óleos, ¿ven?, de la iglesia”. “Muy bien”.
74Finalmente pude entrar y arrodillarme al lado del bebé, y solo hice una corta oración sencilla; puse las manos sobre el bebé, dije: “Señor, Dios de los Cielos y de la tierra, Quien creó todas las cosas, Tú nos das el poder Divino para romper el poder de Satanás sobre esta vida. En el Nombre de Jesucristo, Satanás sal del niño; él vivirá”. Me di la vuelta.
75El papá: “¡Gracias, Señor! ¡Gracias!”. La madre y ellos comenzaron en regocijo a festejar.
76La enfermera estaba molesta. Dijo: “Oiga, sabe, ¿cómo…?”. Dijo: “Está bien tener fe, pero ese bebé se está muriendo”. Dijo: “¿Cómo puede actuar tan despreocupado? ¡Pues” dijo, “Ud. No entendió al médico!”. Dijo: “El médico dijo que el bebé se está muriendo; ha estado inconsciente ahora por más de un día”. Dijo: “Ud. no entendió al médico”.
77El viejo patriarca dijo: “No, yo no enten-… no malentendí al médico”. Dijo: “Escuché lo que él declaró; dijo: ‘El bebé se está muriendo’”.
78Dijo: “Pues, pero, mire, cuando este cardiograma muestra que ese corazón está en esa condición” dijo, “no ha habido un caso de recuperación en toda la historia”. Dijo: “Está bien tener fe, pero” dijo, “no—no puede; ya la fe no puede hacer nada”. ¿Ven?
79El anciano, con un dedo firme, miró a la enfermera y dijo: “Señora, Ud. está mirando esa historia médica; yo estoy mirando a una promesa Divina”.
80El muchacho hoy incluso está casado. Muy bien. Él permaneció así como por veinticuatro horas, acostado, y de repente ese corazón comenzó a latir. Allí comenzó. [El Hermano Branham chasquea el dedo.—Ed.] ¿Ven?
81Cuando se hace una promesa Divina, Dios está bajo juramento y obligado a cumplir cualquiera de Sus promesas.
“Con un dedo firme, miró a la enfermera y dijo: ‘Señora, usted está mirando esa historia médica; yo estoy mirando una promesa divina’”: esa declaración de fe no solo desafió al diagnóstico médico, sino que activó el Poder de Dios, y el niño fue sanado milagrosamente.
CÓMO USAR NUESTRA AUTORIDAD ESPIRITUAL
Primeramente, creer en las Promesas de Dios: el Hermano Branham enfatiza que debemos confiar plenamente en lo que Dios ha dicho, más allá de lo que vemos o sentimos, cito del párrafo 166: “No considere su propio cuerpo; no considere las enfermedades, porque son del diablo. Así es. Considere la promesa de Dios.” El Apóstol Pablo, por otro lado, nos dice en Romanos 4:18-21, hablando de Abraham: “Él creyó en esperanza contra esperanza, para venir á ser padre de muchas gentes, conforme á lo que le había sido dicho: Así será tu simiente. Y no se enflaqueció en la fe, ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya de casi cien años,) ni la matriz muerta de Sara; Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza: antes fué esforzado en fe, dando gloria á Dios, Plenamente convencido de que todo lo que había prometido, era también poderoso para hacerlo.”
Segundo, declarar la Palabra con Autoridad: En otro ejemplo del Mensaje, el Hermano Branham cuenta cómo enfrentó a un hombre poseído que intentó atacarlo físicamente. Él nos cuenta este relato en los párrafos 21 al 25:
21…Un hombre que pesaba unos ciento cincuenta kilos, y corrió a la plataforma, y dijo: “¡Oye tú, hipócrita!”. Dijo: “¡Voy a mostrarles cuánto tiene de hombre de Dios!”. Él era un demente que había salido del manicomio. Y él corrió a la plataforma y—y me iba a romper el cuello. Y—y quinientos predicadores se apartaron de él. Y él echó su brazo hacia atrás y dijo: “¡Voy a quebrarte cada hueso del cuerpo!”. Y yo pesaba cincuenta y ocho kilos. Y él como ciento cincuenta, y de gran pecho, y, ¡oh!, era un—un hombre fuerte, muy capaz de llevar a cabo sus amenazas. Y en el… Allí estando en eso, pues, algo vino sobre mí, y caminé hasta donde él estaba. Él dijo: “¡Esta noche voy a romper cada hueso de tu delicado y frágil cuerpo!”.
22Yo dije: “En el… Por cuanto has retado al Espíritu de Dios, esta noche caerás sobre mis pies, en el Nombre del Señor”. Allí fueron dadas las dos profecías.
23Y él corrió hacia mí, dijo: “¡Mostraré sobre los pies de quién voy a caer!”. Y me escupió en la cara cuando se acercó, y levantó su gran puño.
24En ese momento dije: “Satanás, sal del hombre”. Y él alzó los brazos y gritó, y cayó sobre mis pies, al punto que la policía tuvo que quitarlo.
25Ahora, él no tenía ninguna fe en mí; no me creía. Y veo que se necesita un reto atrevido.
En Santiago 4:7, nos dice la Palabra de Dios: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”
Tercero, debemos vivir en obediencia a la Palabra: La autoridad espiritual está ligada a la santidad y la fe. El Hermano Branham nos advierte, repito del párrafo 150:
150…Pero si Ud. no vive la clase de vida correcta, es mejor que se aleje de eso; el diablo se reirá de su oración. Pero cuando Ud. Vive correctamente y hace lo correcto, y actúa correctamente, y tiene fe en Dios, Satanás temblará cuando Ud. hable, porque Dios juró bajo obligación que Él se encargaría de esa oración. Es cierto.
CONCLUSIÓN
El Hermano Branham nos recuerda una verdad eterna: Dios honra la fe que confía plenamente en Su Palabra. Como Abraham, cada uno de nosotros está llamado a creer más allá de las circunstancias, a desafiar lo visible y a declarar las Promesas Divinas con Autoridad.
En el monte Moriah, Abraham no sabía cómo Dios proveería, pero sí sabía que Él era Fiel. Esa misma fe lo llevó a declarar proféticamente: “Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos á vosotros.” (Génesis 22:5).
Hoy, esa misma Promesa de Provisión, Sanidad y Victoria está disponible para todos los Hijos de Dios. Jehová-jireh, el Señor Proveedor, no ha cambiado. Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8).
Para aquellos que necesitan fe: Si hoy enfrentas una situación imposible, recuerda que el mismo Dios que habló el universo a existencia está listo para obrar en tu vida. Como dice la Palabra: “Porque ninguna cosa es imposible para Dios.” (Lucas 1:37).
El Hermano Branham enfatiza en el párrafo 166: “No considere su propio cuerpo; no considere las enfermedades, porque son del diablo. Así es. Considere la promesa de Dios.”
Anímate, no estás solo. Si Dios es Poderoso para crear el mundo con Su Palabra, Él puede transformar cualquier circunstancia en tu vida. ¡Cree y confía en que Él cumplirá Sus Promesas!
Para aquellos que ya tienen fe: Si tu fe ya está firme, este es el momento de usar la Autoridad que Cristo te ha dado. No permitas que el enemigo te intimide. Declara con confianza, como lo hizo Branham: “Satanás, yo tengo la autoridad para romper tu poder”.
Recuerda que Dios ha equipado a Sus Hijos con Su Palabra y Su Espíritu. Como dijo el Señor Jesús: “Las cosas que yo hago, vosotros también las haréis; y mayores que estas haréis” (Juan 14:12).
Este es un llamado a actuar en fe: No dejes que el enemigo te robe las Promesas que Dios ya ha provisto para ti. Declara en voz alta que eres más que vencedor en Cristo Jesús (Romanos 8:37). Levántate con valentía y enfrenta cualquier desafío, sabiendo que el Creador del universo está de tu lado. El Hermano Branham nos dijo: “Cuando se hace una promesa divina, Dios está bajo juramento y obligado a cumplir cualquiera de Sus promesas”.
Oración
Padre Celestial, en este momento venimos ante Tu presencia con corazones humildes, pero llenos de fe, porque sabemos que Tú eres Jehová-jireh, nuestro Proveedor fiel. Reconocemos que Tu Palabra es Viva y Poderosa, capaz de cambiar cualquier situación, romper cadenas y abrir caminos donde no los hay.
Señor, como Abraham, queremos caminar en una fe inquebrantable, confiando plenamente en Tus Promesas. Ayúdanos a no mirar nuestras circunstancias, nuestras limitaciones o nuestras debilidades, sino a fijar nuestra mirada en Ti, el Dios que todo lo puede. Tal como Abraham declaró con valentía: “El muchacho y yo regresaremos”, enséñanos a declarar vida y victoria sobre todo aquello que parece perdido o imposible.
Padre, fortalece nuestra fe en este día. Si hay corazones quebrantados, llénalos con esperanza. Si hay vidas atrapadas por la duda o el miedo, libéralas con la Verdad de Tu Palabra. Declaramos que nada hay imposible para Ti (Lucas 1:37), y reclamamos cada Promesa que has dado a Tus hijos.
Señor, en el Nombre del Señor Jesucristo, tomamos Autoridad contra toda obra del enemigo. Pronunciamos libertad a los cautivos, sanidad a los enfermos, y restauración para aquellos que han sido heridos. Como el Hermano Branham dijo: “Satanás, yo tengo la autoridad para romper tu poder”, hoy levantamos nuestra voz en esa misma autoridad, proclamando que el enemigo no tiene lugar en nuestras vidas.
Por aquellos que están débiles en la fe, oramos para que seas Tú levantándolos y dándoles una nueva medida de confianza en Tu Palabra. Y para aquellos que ya están firmes, pedimos que sean fortalecidos aún más, para que puedan ser luz y testimonio de Tu Poder en este mundo.
Gracias, Señor, porque sabemos que ya estás obrando. Gracias porque nos has dado Armas Poderosas para la batalla: Tu Palabra, Tu Espíritu y la Autoridad en el Nombre de Jesucristo. Ayúdanos a caminar cada día con valentía, creyendo en Tu Fidelidad y proclamando que somos más que vencedores.
Ahora, Padre, Te pedimos que cada necesidad representada en este lugar sea suplida. Tú conoces las cargas de cada corazón, las batallas que enfrentamos y los anhelos más profundos. En Tu Misericordia, extiende Tu Mano Poderosa y manifiesta Tu Gloria en nuestras vidas.
Te damos gracias y te alabamos porque Tú eres el mismo ayer, hoy y por los siglos. En el poderoso Nombre del Señor Jesucristo, lo pedimos, lo creemos, y lo declaramos hecho. Amén y amén.
Believing God
Believing God
Introduction
Brothers and Sisters, as we begin this episode, let us reflect on the importance of believing God, a truth that Brother Branham powerfully highlighted in his Message, "BELIEVING GOD," which he preached on Sunday, February 24, 1952, at the Branham Tabernacle, Jeffersonville, Indiana, United States. Brother Branham, from the beginning of his Message, makes it clear to us that the theme of faith has been central to the relationship between God and His People. Faith is not only a requirement for pleasing God (Hebrews 11:6), but it is also the Divine Tool that enables us to overcome natural circumstances.
In this Message, we are invited to examine the example of Abraham, who believed God against all hope. As Brother Branham teaches, Abraham did not look at physical circumstances, such as the advanced age of himself and Sarah, but focused his faith on God's Promise. This act of unwavering trust is an Eternal Testimony to the power of faith to take us beyond what we can see or understand with our natural senses.
Brother Branham describes how Abraham, upon receiving the Promise to be the father of many nations, faced seemingly impossible trials. Even so, Abraham believed because he knew that God is not a man to lie or a son of man to repent (Numbers 23:19). This same faith should be an example to us, for God is still Jehovah-jireh, the Provider.
Finally, the Message leads us to consider the Character of God, who fulfills what He promises. As Brother Branham tells us, God tested Abraham by asking him to offer his only son Isaac. However, Abraham did not hesitate to obey because his faith rested on the same God who had given him the son could also provide a sacrifice.
This episode, therefore, not only seeks to inspire faith, but also to teach that true faith is not passive. It is an active trust, which responds in obedience and hopes in God's Promises. Just as Abraham was a pilgrim who walked into the unknown, so we are called to walk in faith, knowing that our God will always be faithful to His Word.
Genesis 15:1-6:
1 After these things came the word of the LORD to Abram in vision, saying, "Do not be afraid, Abram; I am your shield, and your reward exceedingly great."
2 And Abram answered, "Lord LORD, what will you give me, since I am without a son, and the steward of my house is this Damascene Eliezer?"
3 Abram said, "Behold, you have not given me offspring, and behold, one born in my house is my heir."
4 And then the word of the LORD went unto him, saying, This man shall not inherit thee, but he that shall come out of thy womb shall be the one that inherits thee.
5 And he brought him out, and said, Look now to the heavens, and count the stars, if you can count them. And he said to him, "So shall your seed be."
6 And he believed the Lord, and counted it to him as righteousness.
Romans 4:1-3:
1 What then shall we say that Abraham our father found according to the flesh?
2 For if Abraham was justified by works, he has reason to boast, but not toward God.
3For what does Scripture say? And Abraham believed God, and it was attributed to him in righteousness.
ABRAHAM'S FAITH AS AN ETERNAL EXAMPLE
Brother Branham's Message emphasizes Abraham's unwavering faith as an eternal example to all Believers. Abraham was called by God to come out of his land and from among his kindred, and walk into the unknown with the Promise that he would be the father of many nations. This faith, based solely on God's Word, remains the standard for anyone who wants to please the Lord.
Brother Branham describes how Abraham, faced with impossible circumstances, did not doubt the Divine Promise, but remained steadfast, believing that God had the Power to fulfill what He had promised (Romans 4:20-21). This faith was counted to Abraham as righteousness, because he was not weakened by considering his own body, "which was already as if dead" (Romans 4:19), nor the barrenness of Sarah.
Separation as the first step of faith
The Message notes that Abraham's obedience began with his separation. In Genesis 12:1-2, God commands him to leave his land to receive a promise. Brother Branham highlights him as a type of our Christian walk, I quote from page 10, paragraph 64:
E-64 How beautiful that typifies the Christian walk today, that we have to get out of our company of the world, to walk in a foreign land, or foreign to the--the first land we walk in. And we call that Earth today, to walk in the Christian way, to walk with Christ, to separate ourselves from the things of the world.
Abraham's walk as a stranger in a foreign land symbolizes our life of faith, where we must leave the comforts of the world to seek "a city whose builder and builder is God" (Hebrews 11:10).
Jehovah-jireh—the God Who Provides
Brother Branham details the dramatic scene in Genesis 22, when God asks Abraham to sacrifice Isaac, the son of promise. As difficult as this command was, Abraham trusted that God would provide a sacrifice. This led him to prophetically declare "God will provide himself with a lamb...":
Genesis 22:7-8:
7 Then Isaac spoke to Abraham his father and said, "My father." And he answered, "Here I am, my son." And he said, Behold the fire and the wood; But where is the lamb for the burnt offering?
8 And Abraham answered, "God will provide himself with a lamb for the burnt offering, my son." And they went together.
Brother Branham interprets this as a type of Christ, the Perfect Sacrifice provided by God to redeem us, I quote from page 16, paragraph 122:
122Do you know who that ram was? That was Christ; He offered it to Him instead.
This scene illustrates that true faith not only trusts, but obeys. Abraham did not know how God would fulfill His Promise, but he believed that even if Isaac died, God was Able to raise him from the dead (Hebrews 11:19).
Active Obedience as a Manifestation of Faith
Brother Branham emphasizes that Abraham's faith was not limited to believing in the Promise, but was manifested in active obedience, I quote from page 13, paragraph 89:
89 But Abraham did not hesitate. He said, "Yes, Lord!" Take the boy, here they go. He didn't know how; It was none of his business to question; he obeyed.
This reminds us that faith without works is dead (James 2:26). Abraham showed that his trust in God was not just theoretical, but that he was willing to act, even when the Command seemed contradictory to the Promise.
Hebrews 11:6:
6 But without faith it is impossible to please God, for he who draws near to God must believe that he is, and that he is a rewarder of those who seek him.
Practical application for us
As children of Abraham by faith (Galatians 3:7), we must follow his example, believing God's Promises even when circumstances seem impossible. Brother Branham exhorts us on page 21, paragraph 166:
166There you have it. Don't consider your own body; Do not consider diseases, for they are of the devil. That's right. Consider God's promise.
We must learn to depend completely on God's Word, knowing that He is faithful to fulfill what He has promised.
BELIEVING BEYOND HUMAN LIMITATIONS
Brother Branham emphasizes in his Message that true faith does not stop at human limitations or natural circumstances. Abraham, faced with a humanly impossible situation, chose to believe God's Word over what his senses could perceive.
Faith does not depend on the visible
Brother Branham points out that true faith is not based on what we can see or feel, but on the Divine Promise, I quote from Page 9, paragraph 57:
57... I'll teach a little bit about faith. It's what we all need in abundance. Isn't it? [The congregation says, Amen."—Ed.] Faith is not a... it is not just evidence; it is the substance. Faith itself is a substance and an evidence of things that the senses of the body do not declare. And I thought maybe by teaching this, I could--I could stimulate your faith, See, bring it to a level where God can move in you and bless you.
This principle aligns with Hebrews 11:1, which defines faith as "the substance of things hoped for, the demonstration of things not seen." Faith does not require physical proof; it is based solely on God's Word.
The example of human impossibility
In his Message, Brother Branham relates how Abraham and Sarah faced an obvious impossibility—the Promise of a child when they were both past childbearing age. This connects you directly to Scripture:
Genesis 18:11-14: Sarah, hearing the promise, laughed because it was impossible according to human logic.
11 And Abraham and Sarah were old, advanced in days: Sarah had ceased the custom of women.
12 So Sarah laughed among herself, saying, "After I am old, shall I have pleasure, since my master is also old?"
13 Then the Lord said to Abraham, "Why did Sarah laugh, saying, ' Surely I will give birth when I am old?'
14 Is there anything difficult for God? At the appointed time I will return to you, according to the time of life, and Sarah will have a son.
Brother Branham explains that, if Abraham had relied on his senses, he would have considered his body dead, but instead, he chose to focus on the 'Promise of God,' I quote from page 12, paragraph 86:
E-86 Now, Abraham, he didn't look at his body. Said, "All right, Lord, we're going to have the baby." We could go on for hours on this, but we don't want to take too long. Now he comes to the moment when little Isaac is born.
Jehovah-jireh—The Provider Beyond Human Barriers
Brother Branham connects Abraham's faith with God's Provision on Mount Moriah. Not only did faith allow Abraham to receive the promise of a son, but it also led him to believe that God would provide a sacrifice in Isaac's place. Brother Branham tells us in paragraph 123:
123Jehovah-jireh, who was the first redeeming Name of God. Jehovah-jireh means: "The Lord will provide a sacrifice."
This shows us that faith gives us access to the Resources of Heaven, even when our capacities are insufficient.
Practical Application: Faith in the Face of Our Impossibilities
Brother Branham exhorts Believers not to focus on circumstances, but on God's promise. It tells stories of people who, facing illness and critical situations, found healing and deliverance by relying solely on the Word.
This teaching applies to our lives when we face challenges that seem insurmountable. The key is to let go of our own limitations and trust completely that God is faithful to do what He has promised (2 Corinthians 1:20).
Isaiah 55:8-9:
8 For my thoughts are not your thoughts, nor are your ways my ways, says the LORD.
9As the heavens are higher than the earth, so are my ways higher than your ways, and my thoughts than your thoughts.
JEHOVAH-JIREH: GOD WILL PROVIDE
Brother William Marrion Branham's message leads us to dig deeper into Jehovah's Revelation-jireh, "The Lord Will Provide." This Redeeming Name is manifested in the account of Abraham on Mount Moriah, an event that not only typifies the faith, but also prefigures the Divine Provision in Jesus Christ as the Perfect Sacrifice.
Abraham's Faith in God's Provision
Brother Branham highlights Abraham's unwavering confidence even in incomprehensible circumstances. When God asked him to offer Isaac, Abraham acted in faith, believing that God would fulfill His Promise. This is reflected in his statement to the servants before ascending the mountain, as he mentions in Genesis 22:5:
5 Then Abraham said to his young men, "Wait here with the donkey, and I and the boy will go there and worship and return to you."
Brother Branham emphasizes that this statement shows Abraham's certainty that God was able to fulfill His Promise even if Isaac was to be raised from the dead. Brother Branham tells us, and I quote from paragraph 114 of the Message we are reviewing:
114... Now, when he... He knew somehow, somehow, that he'd come back, and here with a knife in his belt.
When Abraham was about to sacrifice Isaac, God provided a ram trapped in a bramble as a substitute. Brother Branham explains that this act symbolizes Christ, who offered Himself as the Perfect Sacrifice to redeem mankind, I quote from paragraphs 117 to 122:
117 He bound his only son, threw him on the altar, and drew his knife to kill him. "God, You gave it."
118 And as he was about to bury the knife, an angel stopped his hand, said, "Abraham, Abraham, hold your hand!"
119 At that moment a little lamb, a ram, bleated in the desert, its horns tied around some vines. Abraham ran quickly, took the ram, and loosed his son; And he substituted, see, and killed the ram. So a...
120God spoke to Abraham, saying, "Abraham, now I know that you love me; you have denied me nothing."
E-121 Now, look, the text I want, let's read it in verse 13 and 14. Then Abraham lifted up his eyes and looked, and behold, behind him a ram caught in a bramble by its horns; And Abraham went and took the ram, and offered it as a burnt offering in place of his son.
122Do you know who that ram was? That was Christ; He offered it to Him instead.
This event points as a type, figure, and shadow of the Redemptive Work of Jesus on the cross, fulfilling the Divine Plan of Salvation. As 1 Peter 1:18-19 says:
18 Knowing that you have been redeemed from your vain conversation, which you received from your fathers, not with corruptible things, such as gold or silver;
19 But with the precious blood of Christ, as of a lamb without blemish and without spot:
God Spares No Supply
The Message highlights that God did not hold His own Son, but gave Him up for us. This is reflected in the words of Brother Branham, in paragraph 115:
115 And he put the wood on Isaac's shoulders, and Isaac went up the mountain, led by Abraham. A beautiful guy! His only son, taking him up the hill. And the very altar on which he put his son, he carried him to the hill on his back. A kind of God sending His Son to Golgotha, with a wooden cross on His back, the same cross that He was nailed to, and where "God spared not His own Son."
This truth is confirmed in Romans 8:32:
32He who did not spare even his own Son, but gave him up for us all, how will he not also with him give us all things?
Provision Beyond Human Needs
Brother Branham also points out how God's provision is not limited to our spiritual needs, but encompasses all areas of our lives. In his Message, he tells stories of healing and deliverance as examples of how Jehovah-jireh continues to act today. For example, in paragraph 26:
E-26 The other night there were people here, a woman who couldn't speak. As soon as that evil power was challenged, she spoke normally.
This reflects God's Character as the provider of our physical, emotional, and spiritual needs.
Brother Branham exhorts us to trust in God's Provision, even when circumstances seem impossible. This principle is summed up in paragraph 81, where the Brother tells us:
81When a Divine promise is made, God is under oath and obligated to fulfill any of His promises.
This means that our responsibility is to have faith and act in obedience, knowing that God will provide what is needed at the right time.
THE POWER OF THE SPOKEN WORD
The Bible teaches us that everything that exists was created by God's Spoken Word. In Brother Branham's Message, it is emphasized that this world is the result of that spoken Word, let us hear from paragraph 135 of this Message:
E-135 You know what? How did God make the earth, this land that you're on this morning? People don't want to believe in faith. How did God make the earth? He spoke to her. Amen. Do you see it? He spoke, and the world came into existence. And this world, this morning, is the spoken Word of God, and He believed His own Word.
If God spoke the universe into existence, then His Word has the same Transforming Power in our lives.
The Creative Power of the Word
Brother Branham emphasizes that God's Spoken Word is not just a written statement, but a living reality with the Power to produce that which it declares. In paragraphs 83 to 85 Brother Branham tells us, and I quote:
And then This is God, His Word. And that Word when it's anchored down in the--in the heart. Oh, if I could get you to see it. When that Word is anchored there, she--she will produce exactly what she said. It will do exactly... She is God; he has to.
But if you just say, "Well, I know the Word is there; yes, that's right," they'll just be laying hands on her, yes, She--She'll be inactive. That's right, She won't move, because... "Oh, I, I read the Bible!"
But until you can make It anchor, and say, "Yes, Lord, that's for me," then something's going to happen. It has to happen. Until it happens, it's just a written Word. That's right. But once it's anchored!
This reflects what Isaiah 55:11 states about God's Spoken Word:
11 So shall my word be that proceedeth out of my mouth: it shall not return unto me void, but shall do what I please, and it shall prosper in that for which I sent it.
The Spoken Word in Action
In the Message, Brother Branham relates examples of how the Power of God's spoken Word operates in the lives of Believers. One of the outstanding testimonies is that of a woman with a growth in her neck, I quote from paragraphs 27 to 29:
27 And there was a lady here who had a great growth in her throat; I just went up to her and said, "Satan, I--I have the authority to break your power; you have to get out of it." I said, "It's out." I said, "Do you believe it?" And she said, "Yes."
E-28 I said, "All right, go home and put a cord around your neck, and measure it, see what--how big it is. And every three days, cut the piece of rope over there, see how it starts to shrink."
E-29 The first day was a little like this, the second day, so much like that, and the third day so much like that, where it had decreased, see? It is the same rope; She brought her here to the platform.
This example illustrates that the Word spoken with Divine Authority, backed by faith, can change any adverse situation.
The Spoken Word as Our Spiritual Weapon
Brother Branham emphasizes that the Children of God have in their hands the authority to use the Name of Jesus Christ and declare His Word with Power, I quote from paragraph 107:
Oh, if you'd only know that in His hand, Christ gave us authority, with His Name, to be Christians, the most powerful weapon the world has ever known. Prayer even changes everything. She will change the mind of God. That's how it was. After a man was pronounced dead, he prayed; God said to the prophet, "Go back and tell him that I heard him." Do you see that, prayer, hold on!
This is supported by the Scriptures of Mark 11:23 and John 14:12-14:
23 For verily I say unto you, Whosoever shall say unto this mountain, Be ye withdrawn, and cast thyself into the sea, and shall not doubt in his heart, but shall believe that what he saith shall be done, that which he shall say shall be done unto him.
[Mark 11:23]
12 Truly, truly, I say to you, he who believes in me, the works that I do he will also do; and greater than these he shall make; for I go to the Father.
13 And whatever you ask of the Father in my name, this I will do, so that the Father may be glorified in the Son.
14If you ask anything in my name, I will do it.
[John 14:12-14]
Anchoring Our Faith in the Word
Brother Branham insists that the Word of God must be deeply rooted in our hearts, not only as intellectual knowledge, but as a living reality, I quote again from paragraphs 83 to 85:
And then This is God, His Word. And that Word when it's anchored down in the--in the heart. Oh, if I could get you to see it. When that Word is anchored there, she--she will produce exactly what she said. It will do exactly... She is God; he has to.
But if you just say, "Well, I know the Word is there; yes, that's right," they'll just be laying hands on her, yes, She--She'll be inactive. That's right, She won't move, because... "Oh, I, I read the Bible!"
But until you can make It anchor, and say, "Yes, Lord, that's for me," then something's going to happen. It has to happen. Until it happens, it's just a written Word. That's right. But once it's anchored!
Brother Branham relates to God's Spoken Word for the creation of the world and the Spoken Word we can speak, telling us that God had to believe His Own Word in order for it to act and come into creation all that is visible. In the same way, we must believe without an iota of doubt the Spoken Word that we pronounce. Brother Branham tells us in paragraphs 135 and 136:
E-135 You know what? How did God make the earth, this land that you're on this morning? People don't want to believe in faith. How did God make the earth? He spoke to her. Amen. Do you see it? He spoke, and the world came into existence. And this world, this morning, is the spoken Word of God, and He believed His own Word.
136Here he is! Look at him! And if God, and you're His offspring, and God is in you, He'll believe His own Word. Even though you can't see, feel, taste, or anything, you'll believe it. See what I mean? Because God in you will believe His own Word. Correct? [The congregation says: "Amen."—Ed.] Then you don't look at the things you see; you look at the things that God said.
Faith in the Word leads us not to depend on what we feel or see, but to trust completely in what God has said. As the Apostle Paul teaches us in 2 Corinthians 5:7:
7(For we walk by faith, not by sight;)...
We must allow God's Spoken Word to transform our lives by acting in faith and declaring what He has promised. This includes believing in the Power to heal, restore, and provide in all areas of our lives. Brother Branham sums up this principle in a powerful way, I repeat paragraph 136:
136... Even though you can't see, feel, taste, or anything, you'll believe it. See what I mean? Because God in you will believe His own Word. Correct? [The congregation says: "Amen."—Ed.] Then you don't look at the things you see; you look at the things that God said.
Challenging the Devil with Authority
Brother Branham teaches us in his Message that Believers have the Authority to challenge the devil and claim the Divine Promises, because that Authority comes from the Word of God. Brother Branham tells us, and I quote from paragraph 27, "Satan, I have the authority to break your power."
This Authority is not exclusive to specific ministers or servants of God; it is a Promise available to every Believer who lives in faith and obedience to God's Word.
The authority of the believer
The Lord Jesus gave us Authority to resist the enemy and destroy his works. The Lord Jesus tells us in Luke 10:19 and Mark 16:17-18, the following:
19 Behold, I give you the power to tread on serpents and scorpions, and on every force of the enemy, and nothing will harm you.
[Luke 10:19]
17 And these signs will follow those who believe: In my name they will cast out demons; they will speak new tongues;
18 They shall remove serpents, and if they drink anything deadly, it shall not harm them; On the sick they will lay their hands, and they will heal.
[Mark 16:17-18]
Brother Branham emphasizes that this Authority is manifested when a Believer anchors himself in the Divine Promises. The enemy trembles before a Believer who is steadfast in the Word, I quote from paragraph 150:
E-150 And I know this, that some of us have more faith than others, and those who have faith in abundance ought to pray for them. But if you don't live the right kind of life, you'd better stay away from it; The devil will laugh at your prayer. But when you You live right and do right things, and act rightly, and have faith in God, Satan will tremble when you speak, because God swore under obligation that He would take care of that prayer. It's true.
Defying Circumstances with Faith
In the Message, Brother Branham relates the testimony of a father whose son was on the verge of death from black diphtheria. The doctors declared that there was no hope, but the father defied those circumstances, I will quote you from the testimony found in paragraphs 70 to 81, Brother Branham tells us:
70An old man... were called to his home, he said, "Brother, come and pray for my baby, he has black diphtheria and has attacked the heart. And the cardiogram shows the heart very weakened, and it does not recover."
E-71 Well, they didn't want to let us come in and pray for the baby. But when he went in there, why, oh, the intern, the doctor: "No, sir! No, sir! You can't come in, you have children too; he cannot enter."
72 But even so, he believed God and persuaded. That man was Catholic. He said, "Well, if the patient was dying and a priest was here to give him the holy oils, would you let him in?" "Oh, he has no children!"
E-73"Well, that's not--that's not the question. This is as sacred as the holy oils, see, of the church." "Very good."
E-74 I was finally able to go in and kneel beside the baby, and I just said a short simple prayer; I laid my hands on the baby, said, "Lord, God of heaven and earth, Who created all things, You give us the Divine power to break Satan's power over this life. In the Name of Jesus Christ, Satan come out of the child; he will live." I turned around.
75The father: "Thank you, Lord! Thank you!" The mother and they began to celebrate in joy.
76The nurse was upset. He said, "Hey, you know, how...?" He said, "It's okay to have faith, but that baby is dying." He said, "How can he act so carefree? "Well," said he, "you. He didn't understand the doctor!" He said, "The doctor said the baby is dying; he's been unconscious now for more than a day." Said, "You didn't understand the doctor."
77The old patriarch said, "No, I don't understand-... I didn't misunderstand the doctor." He said, "I heard what he declared; he said, 'The baby is dying.'"
He said, "Well, but, look, when this cardiogram shows that that heart is in that condition," he said, "there hasn't been a case of recovery in all history." Said, "It's all right to have faith, but," he said, "no--can't; faith can no longer do anything." Come here?
The old man, with a firm finger, looked at the nurse and said, "Ma'am, you're looking at that medical history; I am looking at a Divine promise."
80The boy is even married today. Very well. He lay like that for about twenty-four hours, and suddenly that heart started beating. That's where it began. [Brother Branham snaps his finger.—Ed.] Come here?
81When a Divine promise is made, God is under oath and obligated to fulfill any of His promises.
"With a firm finger, he looked at the nurse and said, 'Ma'am, you're looking at that medical history; I am looking at a divine promise'": that statement of faith not only defied medical diagnosis, but activated the Power of God, and the child was miraculously healed.
HOW TO USE OUR SPIRITUAL AUTHORITY
First, believe in God's Promises: Brother Branham emphasizes that we must fully trust what God has said, beyond what we see or feel, I quote from paragraph 166: "Do not consider your own body; Do not consider diseases, for they are of the devil. That's right. Consider God's promise." The Apostle Paul, on the other hand, tells us in Romans 4:18-21, speaking of Abraham: "He believed in hope against hope, that he might become the father of many nations, according to what was said to him, 'So shall your seed be.' And he did not weaken in faith, nor did he consider his body already dead (being almost a hundred years old) nor the dead womb of Sarah; Neither did he doubt with distrust in the promise of God: but he was strengthened in faith, giving glory to God, fully convinced that all that he had promised, he was also able to do."
Second, Declaring the Word with Authority: In another example from the Message, Brother Branham tells how he faced a possessed man who tried to physically attack him. He tells us this account in paragraphs 21 to 25:
21... A man who weighed about a hundred and fifty pounds, and he ran to the platform, and said, "Hey, you hypocrite!" He said, "I'm going to show you how much of a man of God he is!" He was a madman who had been released from the asylum. And he ran to the platform and--and was going to break my neck. And--and five hundred preachers turned away from him. And he threw his arm back and said, "I'm going to break every bone in your body!" And I weighed fifty-eight kilos. And he was about a hundred and fifty, and big-chested, and, oh, he was a--a strong man, very capable of carrying out his threats. And in the... There, while I was at it, well, something came upon me, and I walked to where he was. He said, "Tonight I'm going to break every bone in your delicate, fragile body!"
22 I said, "In the... Because you have challenged the Spirit of God, tonight you will fall on my feet, in the Name of the Lord." There the two prophecies were given.
23 And he ran to me, and said, "I will show on whose feet I am going to fall!" And he spat in my face as he approached, and raised his big fist.
24 At that moment I said, "Satan, come out of the man." And he raised his arms and screamed, and fell on my feet, to the point that the police had to take him away.
25 Now he had no faith in me; I didn't believe myself. And I see that a bold challenge is needed.
In James 4:7, God's Word tells us, "Submit yourselves therefore to God; resist the devil, and he will flee from you."
Third, we must live in obedience to the Word: Spiritual authority is tied to holiness and faith. Brother Branham warns us, I repeat paragraph 150:
150... But if you don't live the right kind of life, you'd better stay away from it; The devil will laugh at your prayer. But when you You live right and do right things, and act rightly, and have faith in God, Satan will tremble when you speak, because God swore under obligation that He would take care of that prayer. It's true.
CONCLUSION
Brother Branham reminds us of an eternal truth: God honors faith that trusts fully in His Word. Like Abraham, each of us is called to believe beyond circumstances, to challenge the visible, and to declare the Divine Promises with Authority.
On Mount Moriah, Abraham didn't know how God would provide, but he did know that He was faithful. That same faith led him to prophetically declare, "Wait here with the donkey, and I and the boy will go hither, and worship, and return to you." (Genesis 22:5).
Today, that same Promise of Provision, Healing, and Victory is available to all of God's Children. Jehovah-jireh, the Lord Provider, has not changed. He is the same yesterday, today, and forever (Hebrews 13:8).
For those who need faith: If you are facing an impossible situation today, remember that the same God who spoke the universe into existence is ready to work in your life. As the Word says, "For nothing is impossible with God." (Luke 1:37).
Brother Branham emphasizes in paragraph 166: "Do not consider your own body; Do not consider diseases, for they are of the devil. That's right. Consider God's promise."
Cheer up, you're not alone. If God is Mighty to create the world with His Word, He can transform any circumstance in your life. Believe and trust that He will keep His Promises!
For those who already have faith: If your faith is already firm, this is the time to use the Authority Christ has given you. Don't let the enemy intimidate you. He confidently declares, as Branham did, "Satan, I have the authority to break your power."
Remember that God has equipped His Children with His Word and His Spirit. As the Lord Jesus said, "The things that I do, you will also do; and greater than these you shall make" (John 14:12).
This is a call to act in faith: Don't let the enemy steal from you the Promises God has already provided for you. Declare out loud that you are more than conqueror in Christ Jesus (Romans 8:37). Stand up boldly and face any challenge, knowing that the Creator of the universe is on your side. Brother Branham told us, "When a divine promise is made, God is under oath and obligated to keep any of His promises."
Prayer
Heavenly Father, at this moment we come into Your presence with humble hearts, but full of faith, for we know that You are Jehovah-jireh, our faithful Provider. We recognize that Your Word is Living and Powerful, capable of changing any situation, breaking chains and opening paths where there are none.
Lord, like Abraham, we want to walk in unwavering faith, trusting fully in Your Promises. Help us not to look at our circumstances, our limitations or our weaknesses, but to fix our gaze on You, the God who can do all things. As Abraham boldly declared, "The boy and I will return," teach us to declare life and victory over all that seems lost or impossible.
Father, strengthen our faith in this day. If there are broken hearts, fill them with hope. If there are lives trapped by doubt or fear, set them free with the Truth of Your Word. We declare that nothing is impossible with You (Luke 1:37), and we claim every Promise You have given to Your children.
Lord, in the Name of the Lord Jesus Christ, we take Authority against every work of the enemy. We pronounce liberty to the captives, healing to the sick, and restoration to those who have been wounded. As Brother Branham said, "Satan, I have the authority to break your power," today we raise our voice in that same authority, proclaiming that the enemy has no place in our lives.
For those who are weak in faith, we pray that it will be You lifting them up and giving them a new measure of confidence in Your Word. And for those who are already steadfast, we pray that they may be strengthened even more, that they may be a light and witness of Thy Power in this world.
Thank you, Lord, that we know you are already at work. Thank You that You have given us Mighty Weapons for battle: Your Word, Your Spirit, and the Authority in the Name of Jesus Christ. Help us to walk each day with courage, believing in Your Faithfulness and proclaiming that we are more than conquerors.
Now, Father, we pray that every need represented in this place will be met. You know the burdens of every heart, the battles we face, and the deepest longings. In Your Mercy, extend Your Mighty Hand and manifest Your Glory in our lives.
We thank You and praise You that You are the same yesterday, today, and forever. In the mighty Name of the Lord Jesus Christ, we ask it, we believe it, and we declare it done. Amen and amen.
Croire en Dieu
Croire en Dieu
Introduction
Frères et Sœurs, alors que nous commençons cet épisode, réfléchissons sur l'importance de croire en Dieu, une vérité que Frère Branham a puissamment soulignée dans son Message, « CROIRE DIEU », qu'il a prêché le dimanche 24 février 1952, au Branham Tabernacle, Jeffersonville, Indiana, États-Unis. Frère Branham, dès le début de son Message, nous dit clairement que le thème de la foi a été central dans la relation entre Dieu et Son Peuple. La foi n'est pas seulement une exigence pour plaire à Dieu (Hébreux 11:6), mais c'est aussi l'outil divin qui nous permet de surmonter les circonstances naturelles.
Dans ce Message, nous sommes invités à examiner l'exemple d'Abraham, qui a cru en Dieu contre toute espérance. Comme l'enseigne Frère Branham, Abraham n'a pas regardé les circonstances physiques, comme son âge avancé et celui de Sarah, mais a concentré sa foi sur la promesse de Dieu. Cet acte de confiance inébranlable est un témoignage éternel du pouvoir de la foi qui nous emmène au-delà de ce que nous pouvons voir ou comprendre avec nos sens naturels.
Frère Branham décrit comment Abraham, après avoir reçu la promesse d'être le père de nombreuses nations, a fait face à des épreuves apparemment impossibles. Même ainsi, Abraham croyait parce qu'il savait que Dieu n'est pas un homme pour mentir ou un fils d'homme pour se repentir (Nombres 23:19). Cette même foi devrait être un exemple pour nous, car Dieu est toujours Jéhovah-Jiré, le Pourvoyeur.
Enfin, le Message nous amène à considérer le Caractère de Dieu, qui accomplit ce qu'Il promet. Comme nous le dit Frère Branham, Dieu a testé Abraham en lui demandant d'offrir son fils unique Isaac. Cependant, Abraham n'a pas hésité à obéir parce que sa foi reposait sur le même Dieu qui lui avait donné le fils pouvait aussi faire un sacrifice.
Cet épisode ne cherche donc pas seulement à inspirer la foi, mais aussi à enseigner que la vraie foi n'est pas passive. C'est une confiance active, qui répond par l'obéissance et l'espérance dans les promesses de Dieu. De même qu'Abraham était un pèlerin qui a marché vers l'inconnu, nous sommes appelés à marcher dans la foi, sachant que notre Dieu sera toujours fidèle à sa Parole.
Genèse 15:1-6 :
1 Après cela, la parole de l'Éternel fut adressée à Abram en vision, en ces mots : N'aie pas peur, Abram, car je suis ton bouclier, et ta récompense est extrêmement grande.
2 Et Abram répondit : Seigneur, Éternel, que me donneras-tu, puisque je n'ai pas de fils, et que l'intendant de ma maison est cet Éliézer damascène ?
3 Abram dit : Voici, tu ne m'as pas donné de postérité, et voici, celui qui est né dans ma maison est mon héritier.
4 Et alors la parole de l'Éternel fut adressée à lui, en disant : Ce n'est pas cet homme qui t'héritera, mais celui qui sortira de ton sein sera celui qui t'héritera.
5 Et il le fit sortir, et dit : Regarde maintenant les cieux, et compte les étoiles, si tu peux les compter. Et il lui dit : Ainsi sera ta postérité.
6 Et il crut au Seigneur, et il le lui considéra comme justice.
Romains 4:1-3 :
1 Que dirons-nous donc qu'Abraham, notre père, a trouvé selon la chair ?
2 Car si Abraham a été justifié par les œuvres, il a des raisons de se glorifier, mais non devant Dieu.
3Car que dit l'Écriture ? Et Abraham crut en Dieu, et cela lui fut attribué en justice.
LA FOI D'ABRAHAM COMME EXEMPLE ÉTERNEL
Le Message de Frère Branham met l'accent sur la foi inébranlable d'Abraham en tant qu'exemple éternel pour tous les croyants. Abraham a été appelé par Dieu à sortir de son pays et de sa famille, et à marcher vers l'inconnu avec la promesse qu'il serait le père de nombreuses nations. Cette foi, basée uniquement sur la Parole de Dieu, reste la norme pour quiconque veut plaire au Seigneur.
Frère Branham décrit comment Abraham, confronté à des circonstances impossibles, n'a pas douté de la promesse divine, mais est resté inébranlable, croyant que Dieu avait le pouvoir d'accomplir ce qu'Il avait promis (Romains 4:20-21). Cette foi a été comptée pour Abraham comme justice, parce qu'il n'était pas affaibli par la considération de son propre corps, « qui était déjà comme mort » (Romains 4:19), ni de la stérilité de Sara.
La séparation comme premier pas de la foi
Le Message note que l'obéissance d'Abraham a commencé avec sa séparation. Dans Genèse 12:1-2, Dieu lui ordonne de quitter son pays pour recevoir une promesse. Frère Branham le met en évidence comme un type de notre marche chrétienne, je cite la page 10, paragraphe 64 :
E-64 Comme c'est beau cela qui caractérise la marche chrétienne aujourd'hui, que nous devons sortir de notre compagnie du monde, pour marcher dans un pays étranger, ou étranger au - au premier pays dans lequel nous marchons. Et nous appelons cette Terre aujourd'hui, à marcher dans le chemin chrétien, à marcher avec Christ, à nous séparer des choses du monde.
La marche d'Abraham en tant qu'étranger dans un pays étranger symbolise notre vie de foi, où nous devons quitter le confort du monde pour chercher « une ville dont Dieu est le bâtisseur et le constructeur » (Hébreux 11:10).
Jéhovah-Jiré, le Dieu qui pourvoit
Frère Branham détaille la scène dramatique dans Genèse 22, lorsque Dieu demande à Abraham de sacrifier Isaac, le fils de la promesse. Aussi difficile que soit ce commandement, Abraham était convaincu que Dieu fournirait un sacrifice. Cela l'a conduit à déclarer prophétiquement : « Dieu se donnera un agneau... » :
Genèse 22:7-8 :
7 Alors Isaac parla à Abraham, son père, et lui dit : Mon père. Et il répondit : « Me voici, mon fils. » Et il dit : Voici le feu et le bois ; Mais où est l'agneau pour l'holocauste ?
8 Et Abraham répondit : Dieu se donnera un agneau pour l'holocauste, mon fils. Et ils sont allés ensemble.
Frère Branham interprète cela comme un type de Christ, le Sacrifice Parfait fourni par Dieu pour nous racheter, je cite la page 16, paragraphe 122 :
122Sais-tu qui était ce bélier ? C'était le Christ ; Il le lui offrit à la place.
Cette scène illustre que la vraie foi non seulement fait confiance, mais obéit. Abraham ne savait pas comment Dieu accomplirait sa promesse, mais il croyait que même si Isaac mourait, Dieu était capable de le ressusciter d'entre les morts (Hébreux 11:19).
L'obéissance active comme manifestation de la foi
Frère Branham insiste sur le fait que la foi d'Abraham ne se limitait pas à croire en la Promesse, mais qu'elle se manifestait dans l'obéissance active, je cite à la page 13, paragraphe 89 :
89 Mais Abraham n'hésita pas. Il a dit : « Oui, Seigneur ! » Prenez le garçon, c'est parti. Il ne savait pas comment ; Ce n'était pas à lui de poser des questions, il obéit.
Cela nous rappelle que la foi sans les œuvres est morte (Jacques 2:26). Abraham a montré que sa confiance en Dieu n'était pas seulement théorique, mais qu'il était prêt à agir, même lorsque le Commandement semblait contradictoire avec la Promesse.
Hébreux 11:6 :
6 Mais sans la foi, il est impossible de plaire à Dieu, car celui qui s'approche de Dieu doit croire qu'il l'est, et qu'il est le rémunérateur de ceux qui le cherchent.
Application pratique pour nous
En tant qu'enfants d'Abraham par la foi (Galates 3:7), nous devons suivre son exemple, en croyant aux promesses de Dieu même lorsque les circonstances semblent impossibles. Frère Branham nous exhorte à la page 21, paragraphe 166 :
166Voilà. Ne considérez pas votre propre corps ; Ne considérez pas les maladies, car elles sont du diable. C’est juste. Considérez la promesse de Dieu.
Nous devons apprendre à dépendre entièrement de la Parole de Dieu, sachant qu'Il est fidèle pour accomplir ce qu'Il a promis.
CROIRE AU-DELÀ DES LIMITES HUMAINES
Frère Branham insiste dans son Message sur le fait que la vraie foi ne s'arrête pas aux limites humaines ou aux circonstances naturelles. Abraham, confronté à une situation humainement impossible, a choisi de croire la Parole de Dieu plutôt que ce que ses sens pouvaient percevoir.
La foi ne dépend pas du visible
Frère Branham souligne que la vraie foi n'est pas basée sur ce que nous pouvons voir ou ressentir, mais sur la Promesse Divine, je cite la page 9, paragraphe 57 :
57... Je vais enseigner un peu sur la foi. C'est ce dont nous avons tous besoin en abondance. N’est-ce pas? [L'assemblée dit : Amen.] La foi n'est pas une... Ce n'est pas seulement une preuve ; c'est la substance. La foi elle-même est une substance et une évidence des choses que les sens du corps ne déclarent pas. Et je me suis dit que peut-être qu'en enseignant cela, je pourrais–je pourrais stimuler votre foi, Voyez, l'amener à un niveau où Dieu peut agir en vous et vous bénir.
Ce principe s'aligne sur Hébreux 11:1, qui définit la foi comme « la substance des choses qu'on espère, la démonstration des choses qu'on ne voit pas. » La foi n'exige pas de preuve physique, elle est basée uniquement sur la Parole de Dieu.
L'exemple de l'impossibilité humaine
Dans son message, Frère Branham raconte comment Abraham et Sara ont fait face à une impossibilité évidente : la promesse d'un enfant alors qu'ils avaient tous deux dépassé l'âge de procréer. Cela vous connecte directement à l'Écriture :
Genèse 18:11-14 : Sara, entendant la promesse, rit parce que c'était impossible selon la logique humaine.
11 Et Abraham et Sara étaient âgés, avancés en jours ; Sara avait cessé la coutume des femmes.
12 Sara se mit à rire entre elle, en disant : Quand je serai vieille, aurai-je du plaisir, puisque mon maître est vieux aussi ?
13 Alors le Seigneur dit à Abraham : « Pourquoi Sara a-t-elle ri en disant : Certainement , j'enfanterai quand je serai vieux ? »
14 Y a-t-il quelque chose de difficile pour Dieu ? Au temps fixé, je reviendrai vers vous, selon le temps de la vie, et Sara aura un fils.
Frère Branham explique que, si Abraham s'était fié à ses sens, il aurait considéré son corps comme mort, mais au lieu de cela, il a choisi de se concentrer sur la « Promesse de Dieu », je cite à la page 12, paragraphe 86 :
E-86 Eh bien, Abraham, il n'a pas regardé son corps. Il a dit : « Très bien, Seigneur, nous allons avoir l'enfant. » Nous pourrions continuer pendant des heures là-dessus, mais nous ne voulons pas prendre trop de temps. Maintenant, il arrive au moment où le petit Isaac est né.
Jéhovah-Jiré, le pourvoyeur au-delà des barrières humaines
Frère Branham relie la foi d'Abraham à la provision de Dieu sur le mont Moriah. Non seulement la foi a permis à Abraham de recevoir la promesse d'un fils, mais elle l'a également amené à croire que Dieu pourvoirait à un sacrifice à la place d'Isaac. Frère Branham nous dit au paragraphe 123 :
123Jéhovah-Jiré, qui fut le premier Nom rédempteur de Dieu. Jéhovah-Jireh signifie : « Le Seigneur pourvoira au sacrifice. »
Cela nous montre que la foi nous donne accès aux Ressources du Ciel, même lorsque nos capacités sont insuffisantes.
Application pratique : la foi face à nos impossibilités
Frère Branham exhorte les croyants à ne pas se concentrer sur les circonstances, mais sur la promesse de Dieu. Il raconte l'histoire de personnes qui, confrontées à la maladie et à des situations critiques, ont trouvé la guérison et la délivrance en s'appuyant uniquement sur la Parole.
Cet enseignement s'applique à nos vies lorsque nous faisons face à des défis qui semblent insurmontables. La clé est de lâcher prise de nos propres limites et de faire entièrement confiance que Dieu est fidèle pour faire ce qu'Il a promis (2 Corinthiens 1:20).
Ésaïe 55:8-9 :
8 Car mes pensées ne sont pas vos pensées, et vos voies ne sont pas mes voies, dit l'Éternel.
9Comme les cieux sont plus élevés que la terre, ainsi mes voies sont élevées au-dessus de vos voies, et mes pensées au-dessus de vos pensées.
JÉHOVAH-JIRÉ : DIEU POURVOIRA
Le message de Frère William Marrion Branham nous amène à approfondir la Révélation de Jéhovah : « Le Seigneur pourvoira. » Ce Nom Rédempteur est manifesté dans le récit d'Abraham sur le mont Moriah, un événement qui non seulement caractérise la foi, mais préfigure également la Provision divine en Jésus-Christ comme le Sacrifice Parfait.
La foi d'Abraham dans la provision de Dieu
Frère Branham souligne la confiance inébranlable d'Abraham, même dans des circonstances incompréhensibles. Lorsque Dieu lui a demandé d'offrir Isaac, Abraham a agi avec foi, croyant que Dieu accomplirait sa promesse. Cela se reflète dans sa déclaration aux serviteurs avant de monter sur la montagne, comme il le mentionne dans Genèse 22:5 :
5 Alors Abraham dit à ses jeunes gens : Attendez ici avec l'âne, et moi et le garçon, nous irons là-bas, nous nous prosternerons, et nous reviendrons vers vous.
Frère Branham souligne que cette déclaration montre la certitude d'Abraham que Dieu était capable d'accomplir Sa promesse même si Isaac devait être ressuscité d'entre les morts. Frère Branham nous dit, et je cite le paragraphe 114 du Message que nous sommes en train de réviser :
114... Maintenant, quand il... Il savait d'une manière ou d'une autre, d'une manière ou d'une autre, qu'il reviendrait, et qu'il serait ici, avec un couteau à la ceinture.
Quand Abraham était sur le point de sacrifier Isaac, Dieu a fourni un bélier coincé dans une ronce comme substitut. Frère Branham explique que cet acte symbolise le Christ, qui s'est offert lui-même en sacrifice parfait pour racheter l'humanité, je cite les paragraphes 117 à 122 :
117 Il lia son fils unique, le jeta sur l'autel et tira son couteau pour le tuer. « Dieu, c'est toi qui l'as donné. »
118 Et comme il était sur le point d'enterrer le couteau, un ange arrêta sa main et dit : « Abraham, Abraham, tiens ta main ! »
119 En ce moment, un petit agneau, un bélier, bêlait dans le désert, ses cornes nouées autour de vignes. Abraham courut vite, prit le bélier et délia son fils ; Et il substitua, voici, et tua le bélier. Alors, un...
120Dieu parla à Abraham et lui dit : Abraham, maintenant je sais que tu m'aimes. tu ne m'as rien refusé.
E-121 Maintenant, écoutez, le texte que je veux, lisons-le aux versets 13 et 14. Alors Abraham leva les yeux et regarda, et voici, derrière lui, un bélier pris dans une ronce par ses cornes ; Et Abraham alla prendre le bélier, et l'offrit en holocauste à la place de son fils.
122Sais-tu qui était ce bélier ? C'était le Christ ; Il le lui offrit à la place.
Cet événement est un type, une figure et une ombre de l'Œuvre Rédemptrice de Jésus sur la croix, accomplissant le Plan Divin du Salut. Comme le dit 1 Pierre 1:18-19 :
18 Sachant que tu as été racheté de ta vaine conduite, que tu as reçue de tes pères, non avec des choses corruptibles, comme l'or ou l'argent,
19 Mais avec le sang précieux du Christ, comme d'un agneau sans défaut et sans tache,
Dieu n'épargne aucune provision
Le Message souligne que Dieu n'a pas tenu son propre Fils, mais qu'il l'a livré pour nous. Cela se reflète dans les paroles de Frère Branham, au paragraphe 115 :
115 Et il mit le bois sur les épaules d'Isaac, et Isaac monta sur la montagne, conduit par Abraham. Un beau gars ! Son fils unique, l'emmenant en haut de la colline. Et c'est sur l'autel même où il déposa son fils, il le porta sur son dos jusqu'à la colline. Une sorte de Dieu envoyant son Fils au Golgotha, avec une croix de bois sur le dos, la même croix à laquelle il a été cloué, et où « Dieu n'a pas épargné son propre Fils ».
Cette vérité est confirmée dans Romains 8:32 :
32Lui qui n'a pas épargné son propre Fils, mais qui l'a livré pour nous tous, comment ne nous donnera-t-il pas aussi tout avec lui ?
Une prestation au-delà des besoins humains
Frère Branham souligne également que la provision de Dieu ne se limite pas à nos besoins spirituels, mais englobe tous les domaines de notre vie. Dans son message, il raconte des histoires de guérison et de délivrance comme exemples de la façon dont Jéhovah-Jiré continue d'agir aujourd'hui. Par exemple, au paragraphe 26 :
E-26 L'autre soir, il y avait des gens ici, une femme qui ne pouvait pas parler. Dès que cette puissance maléfique a été défiée, elle a parlé normalement.
Cela reflète le caractère de Dieu en tant que pourvoyeur de nos besoins physiques, émotionnels et spirituels.
Frère Branham nous exhorte à faire confiance à la Provision de Dieu, même lorsque les circonstances semblent impossibles. Ce principe est résumé au paragraphe 81, où le Frère nous dit :
81Lorsqu'une promesse divine est faite, Dieu est sous serment et obligé d'accomplir n'importe laquelle de ses promesses.
Cela signifie que notre responsabilité est d'avoir la foi et d'agir dans l'obéissance, sachant que Dieu pourvoira à ce qui est nécessaire au bon moment.
LE POUVOIR DE LA PAROLE
La Bible nous enseigne que tout ce qui existe a été créé par la Parole de Dieu. Dans le Message de Frère Branham, il est souligné que ce monde est le résultat de cette Parole parlée, écoutons le paragraphe 135 de ce Message :
E-135 Savez-vous quoi ? Comment Dieu a-t-Il créé la terre, ce pays sur lequel vous vous trouvez ce matin ? Les gens ne veulent pas croire en la foi. Comment Dieu a-t-il créé la terre ? Il lui a parlé. Amen. Le voyez-vous ? Il a parlé, et le monde a vu le jour. Et ce monde, ce matin, c'est la Parole de Dieu qui a été prononcée, et Il a cru en Sa propre Parole.
Si Dieu a créé l'univers par la parole, alors Sa Parole a la même puissance transformatrice dans nos vies.
La puissance créatrice de la Parole
Frère Branham insiste sur le fait que la Parole de Dieu n'est pas seulement une déclaration écrite, mais une réalité vivante avec le Pouvoir de produire ce qu'elle déclare. Aux paragraphes 83 à 85, Frère Branham nous dit, et je cite :
Et alors, ceci est Dieu, Sa Parole. Et cette Parole, quand elle est ancrée dans le–dans le coeur. Oh, si je pouvais vous le faire voir. Quand cette Parole sera ancrée là, elle–elle produira exactement ce qu'elle a dit. Il fera exactement l'affaire... Elle est Dieu ; Il le doit.
Mais si vous dites simplement : « Eh bien, je sais que la Parole est là ; oui, c'est vrai, ils vont simplement lui imposer les mains, oui, Elle–Elle sera inactive. C'est vrai, Elle ne bougera pas, parce que... « Oh, moi, j'ai lu la Bible ! »
Mais jusqu'à ce que vous puissiez L'ancrer et dire : « Oui, Seigneur, c'est pour moi », alors quelque chose va arriver. Il faut que cela se produise. Jusqu'à ce que cela arrive, ce n'est qu'une Parole écrite. C’est juste. Mais une fois qu'il est ancré !
Cela reflète ce qu'Ésaïe 55:11 déclare à propos de la Parole parlée de Dieu :
11 Ainsi sera ma parole qui sort de ma bouche : elle ne me reviendra pas vide, mais elle fera ce que je voudrai, et elle prospérera dans ce pour quoi je l'ai envoyée.
La parole en action
Dans le Message, Frère Branham rapporte des exemples de la façon dont la Puissance de la Parole de Dieu opère dans la vie des croyants. L'un des témoignages les plus marquants est celui d'une femme avec une excroissance dans le cou, je cite les paragraphes 27 à 29 :
27 Et il y avait là une dame qui avait une grande excroissance dans la gorge. Je suis simplement allé vers elle et je lui ai dit : « Satan, je–j'ai l'autorité de briser ton pouvoir ; Il faut s'en sortir. J'ai dit : « C'est sorti. » J'ai dit : « Croyez-vous cela ? » Et elle a dit : « Oui. »
E-28 J'ai dit : « Très bien, rentre chez toi, mets une corde autour de ton cou, mesure-la, vois quelle - combien elle est grande. Et tous les trois jours, coupez le morceau de corde là-bas, voyez comment il commence à rétrécir.
E-29 Le premier jour, c'était un peu comme ceci, le deuxième jour, tellement comme cela, et le troisième jour tellement comme cela, alors que cela avait diminué, voyez-vous ? C'est la même corde ; Elle l'a amenée ici sur l'estrade.
Cet exemple illustre que la Parole prononcée avec l'Autorité divine, soutenue par la foi, peut changer n'importe quelle situation adverse.
La parole comme arme spirituelle
Frère Branham insiste sur le fait que les enfants de Dieu ont entre leurs mains l'autorité d'utiliser le Nom de Jésus-Christ et de déclarer Sa Parole avec puissance, je cite le paragraphe 107 :
Oh ! si seulement vous saviez que dans Sa main, Christ nous a donné l'autorité, avec Son Nom, d'être chrétiens, l'arme la plus puissante que le monde ait jamais connue. La prière change même tout. Elle changera l'esprit de Dieu. C'était comme ça. Après qu'un homme ait été déclaré mort, il a prié ; Dieu dit au prophète : « Retourne et dis-lui que je l'ai entendu. » Voyez-vous cela, je vous prie, tenez bon !
Ceci est soutenu par les Écritures de Marc 11:23 et Jean 14:12-14 :
23 Car en vérité, je vous le dis, quiconque dira à cette montagne : Retirez-vous, et jetez-vous dans la mer, et vous ne douterez pas dans son cœur, mais vous croirez que ce qu'il a dit sera fait, ce qu'il dira lui sera fait.
[Marc 11:23]
12 En vérité, en vérité, je vous le dis, celui qui croit en moi, il fera aussi les oeuvres que je fais ; et il en fera plus que ceux-ci ; car je vais au Père.
13 Et tout ce que vous demanderez au Père en mon nom, je le ferai, afin que le Père soit glorifié dans le Fils.
14Si tu demandes quelque chose en mon nom, je le ferai.
(Jean 14:12-14)
Ancrément de notre foi dans la Parole
Frère Branham insiste sur le fait que la Parole de Dieu doit être profondément enracinée dans nos cœurs, non seulement en tant que connaissance intellectuelle, mais en tant que réalité vivante, je cite encore des paragraphes 83 à 85 :
Et alors, ceci est Dieu, Sa Parole. Et cette Parole, quand elle est ancrée dans le–dans le coeur. Oh ! si je pouvais vous amener à voir cela. Quand cette Parole sera ancrée là, elle–elle produira exactement ce qu'elle a dit. Il fera exactement l'affaire... Elle est Dieu ; Il le doit.
Mais si vous dites simplement : « Eh bien, je sais que la Parole est là ; oui, c'est vrai, ils vont simplement lui imposer les mains, oui, Elle–Elle sera inactive. C'est vrai, Elle ne bougera pas, parce que... « Oh, moi, j'ai lu la Bible ! »
Mais jusqu'à ce que vous puissiez L'ancrer et dire : « Oui, Seigneur, c'est pour moi », alors quelque chose va arriver. Il faut que cela se produise. Jusqu'à ce que cela arrive, ce n'est qu'une Parole écrite. C’est juste. Mais une fois qu'il est ancré !
Frère Branham se rapporte à la Parole Parlée de Dieu pour la création du monde et à la Parole Parlée que nous pouvons prononcer, nous disant que Dieu devait croire en Sa Propre Parole pour qu'elle agisse et vienne dans la création tout ce qui est visible. De la même manière, nous devons croire sans un iota de doute à la Parole Parlée que nous prononçons. Frère Branham nous dit aux paragraphes 135 et 136 :
E-135 Savez-vous quoi ? Comment Dieu a-t-Il créé la terre, ce pays sur lequel vous vous trouvez ce matin ? Les gens ne veulent pas croire en la foi. Comment Dieu a-t-il créé la terre ? Il lui a parlé. Amen. Le voyez-vous ? Il a parlé, et le monde a vu le jour. Et ce monde, ce matin, c'est la Parole de Dieu qui a été prononcée, et Il a cru en Sa propre Parole.
136Le voici, regardez-le ! Et si Dieu, et que vous êtes Sa descendance, et que Dieu est en vous, Il croira Sa propre Parole. Même si vous ne pouvez pas voir, sentir, goûter ou quoi que ce soit, vous le croirez. Vous voyez ce que je veux dire ? Parce que Dieu en vous croira Sa propre Parole. C’est bien ça? [L'assemblée dit : « Amen. » — N.D.E.] Alors, vous ne regardez pas les choses que vous voyez, vous regardez les choses que Dieu a dites.
La foi en la Parole nous conduit à ne pas dépendre de ce que nous ressentons ou voyons, mais à faire entièrement confiance à ce que Dieu a dit. Comme l'apôtre Paul nous l'enseigne dans 2 Corinthiens 5:7 :
7(Car nous marchons par la foi, non par la vue)...
Nous devons permettre à la Parole de Dieu de transformer nos vies en agissant avec foi et en déclarant ce qu'Il a promis. Cela inclut de croire au pouvoir de guérir, de restaurer et de pourvoir dans tous les domaines de notre vie. Frère Branham résume ce principe d'une manière puissante, je répète le paragraphe 136 :
136... Même si vous ne pouvez pas voir, sentir, goûter ou quoi que ce soit, vous le croirez. Vous voyez ce que je veux dire ? Parce que Dieu en vous croira Sa propre Parole. C’est bien ça? [L'assemblée dit : « Amen. » — N.D.E.] Alors, vous ne regardez pas les choses que vous voyez, vous regardez les choses que Dieu a dites.
Défier le diable avec autorité
Frère Branham nous enseigne dans son Message que les croyants ont l'autorité de défier le diable et de réclamer les promesses divines, parce que cette autorité vient de la Parole de Dieu. Frère Branham nous dit, et je cite le paragraphe 27 : « Satan, j'ai l'autorité de briser ta puissance. »
Cette autorité n'est pas exclusive à des ministres ou des serviteurs de Dieu spécifiques ; c'est une promesse disponible pour chaque croyant qui vit dans la foi et l'obéissance à la Parole de Dieu.
L'autorité du croyant
Le Seigneur Jésus nous a donné l'autorité de résister à l'ennemi et de détruire ses œuvres. Le Seigneur Jésus nous dit dans Luc 10:19 et Marc 16:17-18, ce qui suit :
19 Voici, je te donne le pouvoir de marcher sur les serpents et les scorpions, et sur toutes les forces de l'ennemi, et rien ne te fera de mal.
[Luc 10:19]
17 Et voici les miracles qui accompagneront ceux qui auront cru : en mon nom, ils chasseront les démons, ils parleront de nouvelles langues ;
18 Ils enlèveront les serpents, et s'ils boivent quelque chose de mortel, cela ne leur fera pas de mal. Sur les malades, ils imposeront les mains et ils guériront.
[Marc 16:17-18]
Frère Branham insiste sur le fait que cette Autorité se manifeste lorsqu'un croyant s'ancre dans les Promesses Divines. L'ennemi tremble devant un croyant qui est ferme dans la Parole, je cite le paragraphe 150 :
E-150 Et je sais ceci, que certains d'entre nous ont plus de foi que d'autres, et ceux qui ont la foi en abondance devraient prier pour eux. Mais si vous ne vivez pas le bon genre de vie, vous feriez mieux de rester à l'écart ; Le diable se moquera de votre prière. Mais lorsque vous Si vous vivez correctement, vous faites les bonnes choses, vous agissez correctement, et vous avez foi en Dieu, Satan tremblera lorsque vous parlerez, parce que Dieu a juré par obligation qu'Il prendrait soin de cette prière. C’est vrai.
Défier les circonstances avec la foi
Dans le Message, Frère Branham rapporte le témoignage d'un père dont le fils était sur le point de mourir de la diphtérie noire. Les médecins ont déclaré qu'il n'y avait pas d'espoir, mais le père a défié ces circonstances, je vais vous citer le témoignage que l'on trouve aux paragraphes 70 à 81, Frère Branham nous dit :
70Un vieil homme... ont été appelés chez lui, il a dit : « Frère, viens prier pour mon bébé, il a la diphtérie noire et a attaqué le cœur. Et le cardiogramme montre que le cœur est très affaibli et qu'il ne récupère pas.
E-71 Eh bien, ils ne voulaient pas nous laisser entrer et prier pour l'enfant. Mais quand il est entré là-bas, eh bien, l'interne, le médecin : « Non, monsieur ! Non, Monsieur! Vous ne pouvez pas entrer, vous avez aussi des enfants ; Il ne peut pas entrer.
72 Mais même ainsi, il crut en Dieu et persuada. Cet homme était catholique. Il a dit : « Eh bien, si le patient était mourant et qu'un prêtre était ici pour lui donner les huiles saintes, le laisseriez-vous entrer ? » « Oh, il n'a pas d'enfants ! »
E-73«Eh bien, ce n'est pas–ce n'est pas la question. C'est aussi sacré que les huiles saintes, voyez-vous, de l'Église. « Très bien. »
E-74 J'ai finalement pu entrer et m'agenouiller à côté de l'enfant, et j'ai simplement fait une courte prière simple ; j'ai imposé mes mains à l'enfant, j'ai dit : « Seigneur, Dieu du ciel et de la terre, qui as créé toutes choses, Tu nous donnes la puissance divine pour briser la puissance de Satan sur cette vie. Au Nom de Jésus-Christ, Satan est sorti de l'enfant ; il vivra. Je me suis retourné.
75Le père : « Merci, Seigneur ! Merci ! La mère et elles ont commencé à célébrer dans la joie.
76L'infirmière était bouleversée. Il a dit : « Hé, vous savez, comment... ? » Il a dit : « C'est bien d'avoir la foi, mais ce bébé est en train de mourir. » Il a dit : « Comment peut-il agir de manière si insouciante ? « Eh bien, dit-il, vous. Il ne comprenait pas le docteur ! Il a dit : « Le médecin a dit que le bébé était en train de mourir ; Il est inconscient depuis plus d'une journée. Il a dit : « Vous n'avez pas compris le docteur. »
77Le vieux patriarche dit : « Non, je ne comprends pas-... Je n'ai pas mal compris le docteur. Il dit : « J'ai entendu ce qu'il a dit ; il a dit : 'Le bébé est en train de mourir.'
Il a dit : « Eh bien, mais, écoutez, quand ce cardiogramme montre que ce cœur est dans cet état, il a dit, il n'y a pas eu de cas de guérison dans toute l'histoire. » Il a dit : « C'est bien d'avoir la foi, mais, a-t-il dit, non–je ne peux pas ; La foi ne peut plus rien faire. Viens ici?
Le vieil homme, d'un doigt ferme, a regardé l'infirmière et a dit : « Madame, vous examinez ces antécédents médicaux ; Je regarde une promesse divine.
80Le garçon est même marié aujourd'hui. Très bien. Il est resté ainsi pendant environ vingt-quatre heures, et soudain son cœur s'est mis à battre. C'est là que tout a commencé. [Frère Branham claque des doigts.—N.D.E.] Viens ici?
81Lorsqu'une promesse divine est faite, Dieu est sous serment et obligé d'accomplir n'importe laquelle de ses promesses.
« D'un doigt ferme, il a regardé l'infirmière et a dit : « Madame, vous examinez ces antécédents médicaux ; Je regarde une promesse divine » : cette déclaration de foi a non seulement défié le diagnostic médical, mais a activé la puissance de Dieu, et l'enfant a été miraculeusement guéri.
COMMENT UTILISER NOTRE AUTORITÉ SPIRITUELLE
Premièrement, croyez aux promesses de Dieu : Frère Branham insiste sur le fait que nous devons faire pleinement confiance à ce que Dieu a dit, au-delà de ce que nous voyons ou ressentons, je cite le paragraphe 166 : « Ne considérez pas votre propre corps ; Ne considérez pas les maladies, car elles sont du diable. C’est juste. Considérez la promesse de Dieu. L'apôtre Paul, quant à lui, nous dit dans Romains 4:18-21, en parlant d'Abraham : « Il crut à l'espérance contre l'espérance, afin de devenir le père d'une multitude de nations, selon ce qui lui avait été dit : Ainsi sera ta postérité. Et il n'a pas faibli dans la foi, ni considéré son corps déjà mort (il avait presque cent ans), ni le sein mort de Sara ; Il n'a pas non plus douté avec défiance de la promesse de Dieu, mais il a été fortifié dans la foi, rendant gloire à Dieu, pleinement convaincu que tout ce qu'il avait promis, il était aussi capable de le faire.
Deuxièmement, Déclarer la Parole avec autorité : Dans un autre exemple tiré du Message, Frère Branham raconte comment il a fait face à un homme possédé qui a essayé de l'attaquer physiquement. Il nous raconte ce récit aux paragraphes 21 à 25 :
21... Un homme qui pesait environ cent cinquante livres, a couru vers l'estrade et a dit : « Hé, espèce d'hypocrite ! » Il a dit : « Je vais vous montrer à quel point il est un homme de Dieu ! » C'était un fou qui avait été libéré de l'asile. Et il a couru jusqu'à l'estrade et–et il allait me briser le cou. Et–et cinq cents prédicateurs se sont détournés de lui. Et il a jeté son bras en arrière et a dit : « Je vais te briser tous les os du corps ! » Et je pesais cinquante-huit kilos. Et il avait environ cent cinquante ans, il avait une grosse poitrine, et, oh ! c'était un–un homme fort, très capable de mettre ses menaces à exécution. Et dans le... Là, pendant que j'y étais, eh bien, quelque chose m'est arrivé, et j'ai marché jusqu'à l'endroit où il était. Il a dit : « Ce soir, je vais briser tous les os de ton corps délicat et fragile ! »
22 J'ai dit : « Dans le... Parce que tu as défié l'Esprit de Dieu, ce soir tu tomberas à mes pieds, au Nom du Seigneur. C'est là que les deux prophéties ont été données.
23 Et il courut vers moi, et me dit : Je montrerai sur les pieds de qui je vais tomber. Et il m'a craché au visage en s'approchant, et a levé son gros poing.
24 À ce moment-là, je dis : « Satan, sors de cet homme. » Et il a levé les bras et a crié, et il est tombé sur mes pieds, au point que la police a dû l'emmener.
25 Or, il n'avait plus confiance en moi. Je n'y croyais pas. Et je vois qu'un défi audacieux est nécessaire.
Dans Jacques 4:7, la Parole de Dieu nous dit : « Soumettez-vous donc à Dieu ; résistez au diable, et il s'enfuira loin de vous.
Troisièmement, nous devons vivre dans l'obéissance à la Parole : l'autorité spirituelle est liée à la sainteté et à la foi. Frère Branham nous prévient, je répète au paragraphe 150 :
150... Mais si vous ne vivez pas le bon genre de vie, vous feriez mieux de rester à l'écart ; Le diable se moquera de votre prière. Mais lorsque vous Si vous vivez correctement, vous faites les bonnes choses, vous agissez correctement, et vous avez foi en Dieu, Satan tremblera lorsque vous parlerez, parce que Dieu a juré par obligation qu'Il prendrait soin de cette prière. C’est vrai.
CONCLUSION
Frère Branham nous rappelle une vérité éternelle : Dieu honore la foi qui fait pleinement confiance à Sa Parole. Comme Abraham, chacun de nous est appelé à croire au-delà des circonstances, à défier le visible et à déclarer les promesses divines avec autorité.
Sur le mont Morija, Abraham ne savait pas comment Dieu pourvoirait, mais il savait qu'il était fidèle. Cette même foi l'a conduit à déclarer prophétiquement : « Attends ici avec l'âne, et moi et le garçon, j'irai ici, et nous adorerons, et nous reviendrons vers toi. » (Genèse 22:5).
Aujourd'hui, cette même promesse de provision, de guérison et de victoire est disponible pour tous les enfants de Dieu. Jéhovah-Jiré, le Seigneur pourvoyeur, n'a pas changé. Il est le même hier, aujourd'hui et éternellement (Hébreux 13:8).
Pour ceux qui ont besoin de foi : Si vous êtes confronté à une situation impossible aujourd'hui, rappelez-vous que le même Dieu qui a créé l'univers par la parole est prêt à travailler dans votre vie. Comme le dit la Parole : « Car rien n'est impossible à Dieu. » (Luc 1:37).
Frère Branham souligne au paragraphe 166 : « Ne considérez pas votre propre corps ; Ne considérez pas les maladies, car elles sont du diable. C’est juste. Considérez la promesse de Dieu.
Courage, vous n'êtes pas seul. Si Dieu est puissant pour créer le monde avec Sa Parole, Il peut transformer n'importe quelle circonstance dans votre vie. Croyez et ayez confiance qu'Il tiendra Ses Promesses !
Pour ceux qui ont déjà la foi : si votre foi est déjà ferme, c'est le moment d'utiliser l'Autorité que Christ vous a donnée. Ne laissez pas l'ennemi vous intimider. Il déclare avec assurance, comme Branham l'a fait : « Satan, j'ai l'autorité de briser ton pouvoir. »
Rappelez-vous que Dieu a équipé ses enfants de sa Parole et de son Esprit. Comme l'a dit le Seigneur Jésus : « Tout ce que je fais, vous le ferez aussi ; et tu feras plus grand que ceux-ci » (Jean 14:12).
C'est un appel à agir avec foi : ne laissez pas l'ennemi vous voler les promesses que Dieu vous a déjà faites. Déclarez à haute voix que vous êtes plus que vainqueur en Jésus-Christ (Romains 8:37). Levez-vous avec audace et relevez tous les défis, sachant que le Créateur de l'univers est à vos côtés. Frère Branham nous a dit : « Lorsqu'une promesse divine est faite, Dieu est sous serment et obligé de tenir n'importe laquelle de Ses promesses. »
Prière
Père céleste, en ce moment nous venons en ta présence avec des cœurs humbles, mais pleins de foi, car nous savons que tu es Jéhovah-Jiré, notre fidèle pourvoyeur. Nous reconnaissons que Ta Parole est vivante et puissante, capable de changer n'importe quelle situation, de briser les chaînes et d'ouvrir des chemins là où il n'y en a pas.
Seigneur, comme Abraham, nous voulons marcher dans une foi inébranlable, en faisant pleinement confiance à Tes promesses. Aide-nous à ne pas regarder nos circonstances, nos limites ou nos faiblesses, mais à fixer notre regard sur Toi, le Dieu qui peut tout. Comme Abraham l'a déclaré avec audace, « L'enfant et moi, nous reviendrons », enseigne-nous à déclarer la vie et la victoire sur tout ce qui semble perdu ou impossible.
Père, fortifie notre foi en ce jour. S'il y a des cœurs brisés, remplissez-les d'espoir. S'il y a des vies piégées par le doute ou la peur, libère-les avec la Vérité de Ta Parole. Nous déclarons que rien n'est impossible avec Toi (Luc 1:37), et nous revendiquons chaque Promesse que Tu as donnée à Tes enfants.
Seigneur, au Nom du Seigneur Jésus-Christ, nous prenons l'autorité contre toute oeuvre de l'ennemi. Nous annonçons la liberté aux captifs, la guérison aux malades et le rétablissement à ceux qui ont été blessés. Comme Frère Branham l'a dit : « Satan, j'ai l'autorité de briser ton pouvoir », aujourd'hui, nous élevons notre voix avec cette même autorité, proclamant que l'ennemi n'a pas de place dans nos vies.
Pour ceux qui sont faibles dans la foi, nous prions que ce soit Toi qui les élève et leur donne une nouvelle mesure de confiance en Ta Parole. Et pour ceux qui sont déjà inébranlables, nous prions pour qu'ils soient encore plus fortifiés, qu'ils soient une lumière et un témoin de Ta Puissance dans ce monde.
Merci, Seigneur, de savoir que tu es déjà à l'œuvre. Merci de nous avoir donné des armes puissantes pour la bataille : Ta Parole, Ton Esprit et l'Autorité au Nom de Jésus-Christ. Aide-nous à marcher chaque jour avec courage, en croyant en Ta Fidélité et en proclamant que nous sommes plus que des vainqueurs.
Maintenant, Père, nous prions pour que tous les besoins représentés en ce lieu soient satisfaits. Vous connaissez les fardeaux de chaque cœur, les batailles auxquelles nous sommes confrontés et les désirs les plus profonds. Dans Ta Miséricorde, étends Ta Main Puissante et manifeste Ta Gloire dans nos vies.
Nous Te remercions et Te louons d'être le même hier, aujourd'hui et éternellement. Au Nom puissant du Seigneur Jésus-Christ, nous le demandons, nous le croyons et nous déclarons que cela est accompli. Amen et amen.
Crendo em Deus
Crendo em Deus
Introdução
Irmãos e irmãs, ao iniciarmos este episódio, reflitamos sobre a importância de crer em Deus, uma verdade que o irmão Branham destacou poderosamente em sua Mensagem, "CRER DEUS", que ele pregou no domingo, 24 de fevereiro de 1952, no Tabernáculo Branham, Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos. O irmão Branham, desde o início de sua Mensagem, deixa claro para nós que o tema da fé tem sido central para o relacionamento entre Deus e Seu Povo. A fé não é apenas um requisito para agradar a Deus (Hebreus 11:6), mas também é a Ferramenta Divina que nos permite superar as circunstâncias naturais.
Nesta Mensagem, somos convidados a examinar o exemplo de Abraão, que acreditou em Deus contra toda esperança. Como o irmão Branham ensina, Abraão não olhou para as circunstâncias físicas, como a idade avançada dele e de Sara, mas concentrou sua fé na Promessa de Deus. Este ato de confiança inabalável é um testemunho eterno do poder da fé para nos levar além do que podemos ver ou entender com nossos sentidos naturais.
O irmão Branham descreve como Abraão, ao receber a promessa de ser o pai de muitas nações, enfrentou provações aparentemente impossíveis. Mesmo assim, Abraão creu porque sabia que Deus não é um homem para mentir ou um filho do homem para se arrepender (Números 23:19). Essa mesma fé deve ser um exemplo para nós, pois Deus ainda é Jeová-Jiré, o Provisor.
Finalmente, a Mensagem nos leva a considerar o Caráter de Deus, que cumpre o que promete. Como o irmão Branham nos diz, Deus testou Abraão pedindo-lhe que oferecesse seu único filho Isaque. No entanto, Abraão não hesitou em obedecer porque sua fé repousava no mesmo Deus que lhe dera o filho também poderia fornecer um sacrifício.
Este episódio, portanto, não procura apenas inspirar a fé, mas também ensinar que a verdadeira fé não é passiva. É uma confiança ativa, que responde em obediência e espera nas promessas de Deus. Assim como Abraão foi um peregrino que caminhou para o desconhecido, também somos chamados a andar na fé, sabendo que nosso Deus sempre será fiel à Sua Palavra.
Gênesis 15:1-6:
1 Depois destas coisas , veio a palavra do Senhor a Abrão em visão, dizendo: Não temas, Abrão; eu sou o teu escudo, e o teu galardão é mui grande.
2 E Abrão respondeu: "Senhor Senhor, que me darás, visto que estou sem filho, e o mordomo da minha casa é este Damasceno Eliézer?"
3 Abrão disse: "Eis que você não me deu descendência, e eis que um nascido em minha casa é meu herdeiro".
4 E então lhe dirigiu a palavra do SENHOR , dizendo: Este não te herdará, mas aquele que sair do teu ventre será o que te herdará.
5 E , tirando-o para fora, disse: Olha agora para o céu, e conta as estrelas, se as podes contar. E ele lhe disse: "Assim será a tua descendência".
6 E creu no Senhor, e considerou-o como justiça.
Romanos 4:1-3:
1 Que diremos, pois, que nosso pai Abraão achou segundo a carne?
2 Porque, se Abraão foi justificado pelas obras, tem razão para se gloriar, mas não para com Deus.
3Pois o que diz a Escritura? E Abraão creu em Deus, e isso lhe foi atribuído em justiça.
A FÉ DE ABRAÃO COMO UM EXEMPLO ETERNO
A Mensagem do irmão Branham enfatiza a fé inabalável de Abraão como um exemplo eterno para todos os crentes. Abraão foi chamado por Deus para sair de sua terra e de seus parentes, e caminhar para o desconhecido com a promessa de que ele seria o pai de muitas nações. Essa fé, baseada exclusivamente na Palavra de Deus, continua sendo o padrão para quem quer agradar ao Senhor.
O irmão Branham descreve como Abraão, diante de circunstâncias impossíveis, não duvidou da Promessa Divina, mas permaneceu firme, acreditando que Deus tinha o Poder para cumprir o que Ele havia prometido (Romanos 4:20-21). Essa fé foi contada a Abraão como justiça, porque ele não foi enfraquecido por considerar seu próprio corpo, "que já estava morto" (Romanos 4:19), nem a esterilidade de Sara.
A separação como primeiro passo da fé
A Mensagem observa que a obediência de Abraão começou com sua separação. Em Gênesis 12:1-2, Deus ordena que ele deixe sua terra para receber uma promessa. O irmão Branham o destaca como um tipo de nossa caminhada cristã, cito da página 10, parágrafo 64:
64 Quão belo isto tipifica a caminhada cristã hoje, que nós temos que sair de nossa companhia do mundo, para andar em uma terra estrangeira, ou estranha à – a primeira terra em que andamos. E chamamos essa Terra hoje, para caminhar no caminho cristão, para caminhar com Cristo, para nos separarmos das coisas do mundo.
A caminhada de Abraão como estrangeiro em uma terra estrangeira simboliza nossa vida de fé, onde devemos deixar os confortos do mundo para buscar "uma cidade cujo arquiteto e construtor é Deus" (Hebreus 11:10).
Jeová-Jireh — o Deus que provê
O irmão Branham detalha a cena dramática em Gênesis 22, quando Deus pede a Abraão que sacrifique Isaque, o filho da promessa. Por mais difícil que fosse esse mandamento, Abraão confiava que Deus providenciaria um sacrifício. Isso o levou a declarar profeticamente "Deus proverá a si mesmo um cordeiro...":
Gênesis 22:7-8:
7 Então Isaque falou a Abraão, seu pai, e disse: "Meu pai". E ele respondeu: "Eis-me aqui, meu filho". E ele disse: Eis o fogo e a lenha; Mas onde está o cordeiro para o holocausto?
8 E Abraão respondeu: "Deus proverá a si mesmo um cordeiro para o holocausto, meu filho". E eles foram juntos.
O irmão Branham interpreta isso como um tipo de Cristo, o Sacrifício Perfeito fornecido por Deus para nos redimir, cito da página 16, parágrafo 122:
122Vocês sabem quem era aquele carneiro? Esse era Cristo; Em vez disso, ele o ofereceu a Ele.
Esta cena ilustra que a verdadeira fé não apenas confia, mas obedece. Abraão não sabia como Deus cumpriria Sua promessa, mas acreditava que, mesmo que Isaque morresse, Deus seria capaz de ressuscitá-lo dos mortos (Hebreus 11:19).
Obediência ativa como manifestação de fé
O irmão Branham enfatiza que a fé de Abraão não se limitava a crer na Promessa, mas se manifestava em obediência ativa, cito da página 13, parágrafo 89:
89 Mas Abraão não hesitou. Ele disse: "Sim, Senhor!" Pegue o menino, aqui vão eles. Ele não sabia como; Não era da sua conta questionar; ele obedeceu.
Isso nos lembra que a fé sem obras é morta (Tiago 2:26). Abraão mostrou que sua confiança em Deus não era apenas teórica, mas que ele estava disposto a agir, mesmo quando o Comando parecia contraditório com a Promessa.
Hebreus 11:6:
6 Mas sem fé é impossível agradar a Deus, pois é necessário que aquele que se aproxima de Deus creia que ele existe e que é galardoador dos que o buscam.
Aplicação prática para nós
Como filhos de Abraão pela fé (Gálatas 3:7), devemos seguir seu exemplo, acreditando nas promessas de Deus mesmo quando as circunstâncias parecem impossíveis. O irmão Branham nos exorta na página 21, parágrafo 166:
166Aí está. Não considere seu próprio corpo; Não considere as doenças, pois elas são do diabo. Está correto. Considere a promessa de Deus.
Devemos aprender a depender completamente da Palavra de Deus, sabendo que Ele é fiel para cumprir o que prometeu.
CRENDO ALÉM DAS LIMITAÇÕES HUMANAS
O irmão Branham enfatiza em sua Mensagem que a verdadeira fé não para nas limitações humanas ou nas circunstâncias naturais. Abraão, diante de uma situação humanamente impossível, escolheu crer na Palavra de Deus em vez do que seus sentidos podiam perceber.
A fé não depende do visível
O irmão Branham ressalta que a verdadeira fé não se baseia no que podemos ver ou sentir, mas na Promessa Divina, cito da página 9, parágrafo 57:
57... Vou ensinar um pouco sobre fé. É o que todos nós precisamos em abundância. Não é? [A congregação diz: Amém."—Ed.] A fé não é uma... não é apenas evidência; é a substância. A própria fé é uma substância e uma evidência de coisas que os sentidos do corpo não declaram. E eu pensei que talvez ensinando isso, eu poderia – eu poderia estimular sua fé, Veja, trazê-la a um nível onde Deus possa se mover em você e abençoá-lo.
Este princípio se alinha com Hebreus 11:1, que define a fé como "o firme fundamento das coisas que se esperam, a demonstração das coisas que não se veem". A fé não requer prova física; é baseada exclusivamente na Palavra de Deus.
O exemplo da impossibilidade humana
Em sua Mensagem, o irmão Branham relata como Abraão e Sara enfrentaram uma impossibilidade óbvia – a promessa de um filho quando ambos já haviam passado da idade fértil. Isso conecta você diretamente às Escrituras:
Gênesis 18,11-14: Sara, ouvindo a promessa, riu porque era impossível de acordo com a lógica humana.
11 E Abraão e Sara eram velhos, avançados em dias; Sara tinha cessado o costume das mulheres.
12 Então Sara riu entre si, dizendo: "Depois que eu envelhecer, terei prazer, já que meu senhor também é velho?"
13 Então o Senhor disse a Abraão: "Por que Sara riu, dizendo: ' Certamente darei à luz quando for velha?'
14 Existe algo difícil para Deus? No tempo determinado, voltarei para você, de acordo com o tempo da vida, e Sara terá um filho.
O irmão Branham explica que, se Abraão tivesse confiado em seus sentidos, ele teria considerado seu corpo morto, mas em vez disso, ele escolheu se concentrar na 'Promessa de Deus', cito da página 12, parágrafo 86:
86 Agora, Abraão, ele não olhou para o seu corpo. Disse: "Tudo bem, Senhor, nós vamos ter o bebê." Poderíamos continuar por horas nisso, mas não queremos demorar muito. Agora ele chega ao momento em que o pequeno Isaac nasce.
Jeová-Jireh — o provisor além das barreiras humanas
O irmão Branham conecta a fé de Abraão com a Provisão de Deus no Monte Moriá. A fé não apenas permitiu que Abraão recebesse a promessa de um filho, mas também o levou a acreditar que Deus providenciaria um sacrifício no lugar de Isaque. O irmão Branham nos diz no parágrafo 123:
123Jeová-Jiré, que foi o primeiro Nome redentor de Deus. Jeová-jireh significa: "O Senhor proverá um sacrifício."
Isso nos mostra que a fé nos dá acesso aos Recursos do Céu, mesmo quando nossas capacidades são insuficientes.
Aplicação Prática: Fé Diante de Nossas Impossibilidades
O irmão Branham exorta os crentes a não se concentrarem nas circunstâncias, mas na promessa de Deus. Conta histórias de pessoas que, enfrentando doenças e situações críticas, encontraram cura e libertação confiando apenas na Palavra.
Esse ensinamento se aplica a nossa vida quando enfrentamos desafios que parecem intransponíveis. A chave é deixar de lado nossas próprias limitações e confiar completamente que Deus é fiel para fazer o que prometeu (2 Coríntios 1:20).
Isaías 55:8-9:
8 Porque os meus pensamentos não são os vossos pensamentos, nem os vossos caminhos os meus caminhos, diz o SENHOR.
9Assim como os céus são mais altos do que a terra, assim são os meus caminhos mais altos do que os vossos caminhos, e os meus pensamentos mais altos do que os vossos pensamentos.
JEOVÁ-JIRÉ: DEUS VAI PROVER
A mensagem do irmão William Marrion Branham nos leva a nos aprofundarmos na Revelação de Jeová - jireh, "O Senhor Proverá". Este Nome Redentor é manifestado no relato de Abraão no Monte Moriá, um evento que não apenas tipifica a fé, mas também prefigura a Provisão Divina em Jesus Cristo como o Sacrifício Perfeito.
A fé de Abraão na provisão de Deus
O irmão Branham destaca a confiança inabalável de Abraão, mesmo em circunstâncias incompreensíveis. Quando Deus lhe pediu para oferecer Isaque, Abraão agiu com fé, acreditando que Deus cumpriria Sua promessa. Isso se reflete em sua declaração aos servos antes de subir ao monte, como ele menciona em Gênesis 22:5:
5 Então Abraão disse aos seus moços: "Esperem aqui com a jumenta, e eu e o menino iremos para lá, adoraremos e voltaremos para vocês".
O irmão Branham enfatiza que esta declaração mostra a certeza de Abraão de que Deus foi capaz de cumprir Sua Promessa mesmo que Isaque fosse ressuscitado dos mortos. O irmão Branham nos diz, e cito o parágrafo 114 da Mensagem que estamos revisando:
114... Agora, quando ele... Ele sabia de alguma forma, de alguma forma, que voltaria, e aqui com uma faca no cinto.
Quando Abraão estava prestes a sacrificar Isaque, Deus providenciou um carneiro preso em um espinheiro como substituto. O irmão Branham explica que este ato simboliza Cristo, que se ofereceu como o Sacrifício Perfeito para redimir a humanidade, cito os parágrafos 117 a 122:
117 Ele amarrou seu único filho, jogou-o no altar e puxou sua faca para matá-lo. "Deus, você deu."
118 E quando ele estava prestes a enterrar a faca, um anjo parou sua mão e disse: "Abraão, Abraão, segure sua mão!"
119 Naquele momento, um cordeirinho, um carneiro, baliu no deserto, com os chifres amarrados em torno de algumas videiras. Abraão correu rapidamente, pegou o carneiro e soltou seu filho; E ele substituiu, veja, e matou o carneiro. Então um...
120Deus falou a Abraão, dizendo: "Abraão, agora sei que você me ama; você não me negou nada.
121 Agora, olhe, o texto que eu quero, vamos lê-lo nos versículos 13 e 14. Então Abraão levantou os olhos e olhou, e eis atrás dele um carneiro preso em um espinheiro pelos chifres; E foi Abraão, e tomou o carneiro, e o ofereceu em holocausto em lugar de seu filho.
122Vocês sabem quem era aquele carneiro? Esse era Cristo; Em vez disso, ele o ofereceu a Ele.
Este evento aponta como tipo, figura e sombra da Obra Redentora de Jesus na cruz, cumprindo o Plano Divino de Salvação. Como diz 1 Pedro 1:18-19:
18 sabendo que fostes resgatados da vossa vã vivência, que recebestes de vossos pais, não com coisas corruptíveis, como ouro ou prata;
19 mas com o precioso sangue de Cristo, como de um cordeiro imaculado e imaculado;
Deus não poupa suprimentos
A Mensagem destaca que Deus não segurou Seu próprio Filho, mas O entregou por nós. Isso se reflete nas palavras do irmão Branham, no parágrafo 115:
115 E pôs a lenha sobre os ombros de Isaque, e Isaque subiu ao monte, guiado por Abraão. Um cara lindo! Seu único filho, levando-o colina acima. E o próprio altar em que ele colocou seu filho, ele o carregou para a colina em suas costas. Uma espécie de Deus enviando Seu Filho ao Gólgota, com uma cruz de madeira nas costas, a mesma cruz em que Ele foi pregado, e onde "Deus não poupou Seu próprio Filho".
Esta verdade é confirmada em Romanos 8:32:
32Aquele que não poupou nem mesmo o seu próprio Filho, mas o entregou por todos nós, como não nos dará também com ele todas as coisas?
Provisão além das necessidades humanas
O irmão Branham também aponta como a provisão de Deus não se limita às nossas necessidades espirituais, mas abrange todas as áreas de nossas vidas. Em sua Mensagem, ele conta histórias de cura e libertação como exemplos de como Jeová-Jireh continua a agir hoje. Por exemplo, no parágrafo 26:
26 Na outra noite havia pessoas aqui, uma mulher que não conseguia falar. Assim que esse poder maligno foi desafiado, ela falou normalmente.
Isso reflete o caráter de Deus como provedor de nossas necessidades físicas, emocionais e espirituais.
O irmão Branham nos exorta a confiar na Provisão de Deus, mesmo quando as circunstâncias parecem impossíveis. Este princípio é resumido no parágrafo 81, onde o Irmão nos diz:
81Quando uma promessa divina é feita, Deus está sob juramento e obrigado a cumprir qualquer uma de Suas promessas.
Isso significa que nossa responsabilidade é ter fé e agir em obediência, sabendo que Deus proverá o que for necessário no momento certo.
O PODER DA PALAVRA FALADA
A Bíblia nos ensina que tudo o que existe foi criado pela Palavra falada de Deus. Na Mensagem do irmão Branham, é enfatizado que este mundo é o resultado dessa Palavra falada, ouçamos do parágrafo 135 desta Mensagem:
135 Sabe de uma coisa? Como Deus fez a terra, esta terra em que você está nesta manhã? As pessoas não querem acreditar na fé. Como Deus fez a terra? Ele falou com ela. Amém. Você vê isso? Ele falou, e o mundo veio à existência. E este mundo, esta manhã, é a Palavra falada de Deus, e Ele creu em Sua própria Palavra.
Se Deus falou o universo à existência, então Sua Palavra tem o mesmo Poder Transformador em nossas vidas.
O Poder Criativo da Palavra
O irmão Branham enfatiza que a Palavra Falada de Deus não é apenas uma declaração escrita, mas uma realidade viva com o Poder de produzir o que ela declara. Nos parágrafos 83 a 85, o irmão Branham nos diz, e cito:
E então Esta é Deus, Sua Palavra. E essa Palavra quando está ancorada no – no coração. Oh, se eu pudesse fazer você ver. Quando essa Palavra estiver ancorada ali, ela – ela produzirá exatamente o que ela disse. Vai fazer exatamente... Ela é Deus; ele tem que fazer.
Mas se você apenas disser: "Bem, eu sei que a Palavra está lá; Sim, isso mesmo," eles estarão apenas impondo as mãos sobre ela, sim, Ela – Ela estará inativa. Isso mesmo, ela não vai se mexer, porque... "Oh, eu, eu leio a Bíblia!"
Mas até que você possa fazê-lo ancorar e dizer: "Sim, Senhor, isso é para mim", então algo vai acontecer. Tem que acontecer. Até que isso aconteça, é apenas uma Palavra escrita. Está correto. Mas uma vez ancorado!
Isso reflete o que Isaías 55:11 afirma sobre a Palavra falada por Deus:
11 Assim será a palavra que sair da minha boca: não voltará para mim vazia, mas fará o que me apraz, e prosperará naquilo para que a enviei.
A palavra de inspiração em ação
Na Mensagem, o irmão Branham relata exemplos de como o Poder da Palavra falada de Deus opera na vida dos crentes. Um dos testemunhos notáveis é o de uma mulher com um tumor no pescoço, cito os parágrafos 27 a 29:
27 E havia aqui uma senhora que tinha um grande crescimento na garganta; Eu apenas fui até ela e disse: "Satanás, eu – eu tenho autoridade para quebrar seu poder; você tem que sair disso." Eu disse: "Está fora". Eu disse: "Você acredita nisso?" E ela disse: "Sim".
28 Eu disse: "Tudo bem, vá para casa e coloque uma corda em volta de seu pescoço, e meça-a, veja o que – quão grande ela é. E a cada três dias, corte o pedaço de corda ali, veja como ele começa a encolher.
29 O primeiro dia foi um pouco assim, o segundo dia, muito parecido com aquele, e o terceiro dia tão parecido com aquele, onde tinha diminuído, vê? É a mesma corda; Ela a trouxe aqui para a plataforma.
Este exemplo ilustra que a Palavra falada com Autoridade Divina, apoiada pela fé, pode mudar qualquer situação adversa.
A Palavra Falada como Nossa Arma Espiritual
O irmão Branham enfatiza que os Filhos de Deus têm em suas mãos a autoridade para usar o Nome de Jesus Cristo e declarar Sua Palavra com Poder, cito o parágrafo 107:
Oh, se você soubesse que em Suas mãos, Cristo nos deu autoridade, com Seu Nome, para sermos cristãos, a arma mais poderosa que o mundo já conheceu. A oração até muda tudo. Ela mudará a mente de Deus. Foi assim. Depois que um homem foi declarado morto, ele orou; Deus disse ao profeta: "Volte e diga-lhe que eu o ouvi". Você vê isso, oração, espere!
Isso é apoiado pelas Escrituras de Marcos 11:23 e João 14:12-14:
23 Porque em verdade vos digo que qualquer que disser a este monte: Retira-te, e lança-te ao mar, e não duvidares no seu coração, mas creres que se fará o que ele disser, o que disser lhe será feito.
[Marcos 11:23]
12 Em verdade, em verdade vos digo que aquele que crê em mim, as obras que eu faço, também fará; e maior do que estes fará; porque eu vou para o Pai.
13 E tudo quanto pedirdes ao Pai em meu nome, isso farei, para que o Pai seja glorificado no Filho.
14Se pedirem alguma coisa em meu nome, eu o farei.
[João 14:12-14]
Ancorando nossa fé na Palavra
O irmão Branham insiste que a Palavra de Deus deve estar profundamente enraizada em nossos corações, não apenas como conhecimento intelectual, mas como uma realidade viva, cito novamente os parágrafos 83 a 85:
E então Isto é Deus, Sua Palavra. E essa Palavra quando ela está ancorada no – no coração. Oh, se eu pudesse fazer você ver isso. Quando essa Palavra estiver ancorada ali, ela – ela produzirá exatamente o que ela disse. Vai fazer exatamente... Ela é Deus; ele tem que fazer.
Mas se você apenas disser: "Bem, eu sei que a Palavra está lá; Sim, isso mesmo," eles estarão apenas impondo as mãos sobre ela, sim, Ela – Ela estará inativa. Isso mesmo, ela não vai se mexer, porque... "Oh, eu, eu leio a Bíblia!"
Mas até que você possa fazê-lo ancorar e dizer: "Sim, Senhor, isso é para mim", então algo vai acontecer. Tem que acontecer. Até que isso aconteça, é apenas uma Palavra escrita. Está correto. Mas uma vez ancorado!
O irmão Branham se relaciona com a Palavra Falada de Deus para a criação do mundo e a Palavra Falada que podemos falar, dizendo-nos que Deus teve que crer em Sua Própria Palavra para que ela agisse e viesse à criação tudo o que é visível. Da mesma forma, devemos acreditar sem um pingo de dúvida na Palavra Falada que pronunciamos. O irmão Branham nos diz nos parágrafos 135 e 136:
135 Sabe de uma coisa? Como Deus fez a terra, esta terra em que você está nesta manhã? As pessoas não querem acreditar na fé. Como Deus fez a terra? Ele falou com ela. Amém. Você vê isso? Ele falou, e o mundo veio à existência. E este mundo, esta manhã, é a Palavra falada de Deus, e Ele creu em Sua própria Palavra.
136Aqui está ele! Olhe para ele! E se Deus, e você é Sua descendência, e Deus está em você, Ele crerá em Sua própria Palavra. Mesmo que você não possa ver, sentir, saborear ou qualquer coisa, você vai acreditar. Vê o que quero dizer? Porque Deus em você acreditará em Sua própria Palavra. Correto? [A congregação diz: "Amém." — Ed.] Então você não olha para as coisas que vê; você olha para as coisas que Deus disse.
A fé na Palavra nos leva a não depender do que sentimos ou vemos, mas a confiar completamente no que Deus disse. Como o apóstolo Paulo nos ensina em 2 Coríntios 5:7:
7(Porque andamos por fé, não por vista);...
Devemos permitir que a Palavra falada de Deus transforme nossas vidas agindo com fé e declarando o que Ele prometeu. Isso inclui acreditar no poder de curar, restaurar e prover em todas as áreas de nossas vidas. O irmão Branham resume este princípio de uma maneira poderosa, repito o parágrafo 136:
136... Mesmo que você não possa ver, sentir, saborear ou qualquer coisa, você vai acreditar. Vê o que quero dizer? Porque Deus em você acreditará em Sua própria Palavra. Correto? [A congregação diz: "Amém." — Ed.] Então você não olha para as coisas que vê; você olha para as coisas que Deus disse.
Desafiando o Diabo com Autoridade
O irmão Branham nos ensina em sua Mensagem que os crentes têm autoridade para desafiar o diabo e reivindicar as promessas divinas, porque essa autoridade vem da Palavra de Deus. O irmão Branham nos diz, e cito o parágrafo 27: "Satanás, eu tenho autoridade para quebrar o seu poder".
Esta Autoridade não é exclusiva de ministros ou servos específicos de Deus; é uma promessa disponível para todo crente que vive em fé e obediência à Palavra de Deus.
A autoridade do crente
O Senhor Jesus nos deu autoridade para resistir ao inimigo e destruir suas obras. O Senhor Jesus nos diz em Lucas 10:19 e Marcos 16:17-18, o seguinte:
19 Eis que te dou o poder de pisar serpentes e escorpiões, e toda força do inimigo, e nada te fará mal.
[Lucas 10:19]
17 E estes sinais seguirão aos que crerem: Em meu nome expulsarão demônios; falarão novas línguas;
18 Removerão as serpentes, e se beberem alguma coisa mortífera, não lhes fará mal; Sobre os enfermos imporão as mãos e serão curados.
[Marcos 16:17-18]
O irmão Branham enfatiza que esta Autoridade se manifesta quando um crente se ancora nas Promessas Divinas. O inimigo treme diante de um crente que é firme na Palavra, cito o parágrafo 150:
150 E eu sei disto, que alguns de nós têm mais fé do que outros, e aqueles que têm fé em abundância devem orar por eles. Mas se você não vive o tipo certo de vida, é melhor ficar longe dela; O diabo vai rir de sua oração. Mas quando você Você vive certo e faz as coisas certas, age corretamente e tem fé em Deus, Satanás tremerá quando você falar, porque Deus jurou sob obrigação que cuidaria dessa oração. É verdade.
Desafiando as circunstâncias com fé
Na Mensagem, o irmão Branham relata o testemunho de um pai cujo filho estava à beira da morte por difteria negra. Os médicos declararam que não havia esperança, mas o pai desafiou essas circunstâncias, vou citá-lo do testemunho encontrado nos parágrafos 70 a 81, o irmão Branham nos diz:
70Um homem velho... foram chamados à sua casa, ele disse: "Irmão, venha orar pelo meu bebê, ele tem difteria negra e atacou o coração. E o cardiograma mostra o coração muito enfraquecido e não se recupera."
71 Bem, eles não queriam nos deixar entrar e orar pelo bebê. Mas quando ele entrou lá, ora, oh, o estagiário, o médico: "Não, senhor! Não, senhor! Você não pode entrar, você também tem filhos; ele não pode entrar."
72 Mas , mesmo assim, ele creu em Deus e persuadiu. Aquele homem era católico. Ele disse: "Bem, se o paciente estivesse morrendo e um padre estivesse aqui para lhe dar os santos óleos, você o deixaria entrar?" "Oh, ele não tem filhos!"
73 "Bem, isso não é – essa não é a questão. Isso é tão sagrado quanto os santos óleos, veja, da igreja. "Muito bom."
74 Eu finalmente pude entrar e me ajoelhar ao lado do bebê, e eu apenas fiz uma oração curta e simples; eu impus minhas mãos sobre o bebê, disse: "Senhor, Deus do céu e da terra, que criou todas as coisas, Tu nos dás o poder divino para quebrar o poder de Satanás sobre esta vida. Em Nome de Jesus Cristo, Satanás saiu da criança; ele viverá." Eu me virei.
75O pai: "Obrigado, Senhor! Obrigado!" A mãe e eles começaram a comemorar com alegria.
76A enfermeira estava chateada. Ele disse: "Ei, você sabe, como...?" Ele disse: "Não há problema em ter fé, mas esse bebê está morrendo". Ele disse: "Como ele pode agir tão despreocupado? "Bem", disse ele, "você. Ele não entendeu o médico!" Ele disse: "O médico disse que o bebê está morrendo; ele está inconsciente há mais de um dia." Disse: "Você não entendeu o médico."
77O velho patriarca disse: "Não, não entendo-... Eu não entendi mal o médico. Ele disse: "Ouvi o que ele declarou; ele disse: 'O bebê está morrendo.'"
Ele disse: "Bem, mas, veja, quando este cardiograma mostra que o coração está nessa condição", disse ele, "não houve um caso de recuperação em toda a história". Disse: "Não há problema em ter fé, mas", disse ele, "não - não posso; a fé não pode mais fazer nada." Vem cá?
O velho, com um dedo firme, olhou para a enfermeira e disse: "Senhora, você está olhando para esse histórico médico; Estou olhando para uma promessa divina.
80O rapaz está até casado hoje. Muito bem. Ele ficou assim por cerca de vinte e quatro horas, e de repente aquele coração começou a bater. Foi aí que começou. [O irmão Branham estala o dedo. — Ed.] Vem cá?
81Quando uma promessa divina é feita, Deus está sob juramento e obrigado a cumprir qualquer uma de Suas promessas.
"Com um dedo firme, ele olhou para a enfermeira e disse: 'Senhora, você está olhando para esse histórico médico; Estou olhando para uma promessa divina'": essa declaração de fé não apenas desafiou o diagnóstico médico, mas ativou o Poder de Deus, e a criança foi milagrosamente curada.
COMO USAR NOSSA AUTORIDADE ESPIRITUAL
Primeiro, acredite nas promessas de Deus: O irmão Branham enfatiza que devemos confiar plenamente no que Deus disse, além do que vemos ou sentimos, cito o parágrafo 166: "Não considere seu próprio corpo; Não considere as doenças, pois elas são do diabo. Está correto. Considere a promessa de Deus." O apóstolo Paulo, por outro lado, nos diz em Romanos 4:18-21, falando de Abraão: "Ele creu em esperança contra esperança, para se tornar pai de muitas nações, conforme o que lhe foi dito: 'Assim será a tua descendência'. E ele não enfraqueceu na fé, nem considerou seu corpo já morto (com quase cem anos) nem o ventre morto de Sara; Nem duvidou com desconfiança da promessa de Deus, mas foi fortalecido na fé, dando glória a Deus, plenamente convencido de que tudo o que havia prometido, também era poderoso para fazer."
Segundo, Declarando a Palavra com Autoridade: Em outro exemplo da Mensagem, o irmão Branham conta como ele enfrentou um homem possuído que tentou atacá-lo fisicamente. Ele nos conta este relato nos parágrafos 21 a 25:
21... Um homem que pesava cerca de cento e cinquenta libras, correu para a plataforma e disse: "Ei, seu hipócrita!" Ele disse: "Vou mostrar a você o quanto ele é um homem de Deus!" Ele era um louco que havia sido libertado do asilo. E ele correu para a plataforma e – e ia quebrar meu pescoço. E – e quinhentos pregadores se afastaram dele. E ele jogou o braço para trás e disse: "Vou quebrar todos os ossos do seu corpo!" E eu pesava cinquenta e oito quilos. E ele tinha cerca de cento e cinqüenta, e peito grande, e, oh, ele era um - um homem forte, muito capaz de realizar suas ameaças. E no... Lá, enquanto eu estava nisso, bem, algo veio sobre mim, e eu caminhei até onde ele estava. Ele disse: "Esta noite vou quebrar todos os ossos do seu corpo delicado e frágil!"
22 Eu disse: "No ... Porque você desafiou o Espírito de Deus, esta noite você cairá sobre meus pés, em Nome do Senhor." Lá as duas profecias foram dadas.
23 E correu para mim, e disse: Mostrarei a cujos pés vou cair! E ele cuspiu na minha cara quando se aproximou e ergueu o grande punho.
24 Naquele momento eu disse: "Satanás, saia desse homem". E ele levantou os braços e gritou, e caiu de pé, a ponto de a polícia ter que levá-lo embora.
25 Ora, ele não tinha fé em mim; Eu não acreditei em mim mesmo. E vejo que é necessário um desafio ousado.
Em Tiago 4:7, a Palavra de Deus nos diz: "Sujeitai-vos, pois, a Deus; resista ao diabo, e ele fugirá de você."
Terceiro, devemos viver em obediência à Palavra: a autoridade espiritual está ligada à santidade e à fé. O irmão Branham nos adverte, repito o parágrafo 150:
150... Mas se você não vive o tipo certo de vida, é melhor ficar longe dela; O diabo vai rir de sua oração. Mas quando você Você vive certo e faz as coisas certas, age corretamente e tem fé em Deus, Satanás tremerá quando você falar, porque Deus jurou sob obrigação que cuidaria dessa oração. É verdade.
CONCLUSÃO
O irmão Branham nos lembra de uma verdade eterna: Deus honra a fé que confia plenamente em Sua Palavra. Como Abraão, cada um de nós é chamado a acreditar além das circunstâncias, a desafiar o visível e a declarar as Promessas Divinas com Autoridade.
No Monte Moriá, Abraão não sabia como Deus proveria, mas sabia que Ele era fiel. Essa mesma fé o levou a declarar profeticamente: "Espere aqui com o jumento, e eu e o menino iremos para cá, adoraremos e voltaremos para você". (Gênesis 22:5).
Hoje, essa mesma Promessa de Provisão, Cura e Vitória está disponível para todos os Filhos de Deus. Jeová-Jiré, o Senhor Provisor, não mudou. Ele é o mesmo ontem, hoje e eternamente (Hebreus 13:8).
Para aqueles que precisam de fé: Se você está enfrentando uma situação impossível hoje, lembre-se de que o mesmo Deus que criou o universo está pronto para trabalhar em sua vida. Como diz a Palavra: "Pois nada é impossível para Deus". (Lucas 1:37).
O irmão Branham enfatiza no parágrafo 166: "Não consideres o teu próprio corpo; Não considere as doenças, pois elas são do diabo. Está correto. Considere a promessa de Deus."
Anime-se, você não está sozinho. Se Deus é Poderoso para criar o mundo com Sua Palavra, Ele pode transformar qualquer circunstância em sua vida. Creia e confie que Ele cumprirá Suas promessas!
Para aqueles que já têm fé: Se sua fé já está firme, este é o momento de usar a Autoridade que Cristo lhe deu. Não deixe o inimigo intimidá-lo. Ele declara com confiança, como Branham fez: "Satanás, eu tenho autoridade para quebrar seu poder".
Lembre-se de que Deus equipou Seus filhos com Sua Palavra e Seu Espírito. Como o Senhor Jesus disse: "O que eu faço, vós também fareis; e maiores do que estes fareis" (João 14:12).
Este é um chamado para agir com fé: não deixe o inimigo roubar de você as promessas que Deus já providenciou para você. Declare em voz alta que você é mais do que vencedor em Cristo Jesus (Romanos 8:37). Levante-se com ousadia e enfrente qualquer desafio, sabendo que o Criador do universo está do seu lado. O irmão Branham nos disse: "Quando uma promessa divina é feita, Deus está sob juramento e obrigado a cumprir qualquer uma de Suas promessas".
Oração
Pai Celestial, neste momento entramos em Sua presença com corações humildes, mas cheios de fé, pois sabemos que Tu és Jeová-Jiré, nosso fiel Provedor. Reconhecemos que a Tua Palavra é Viva e Poderosa, capaz de mudar qualquer situação, quebrar correntes e abrir caminhos onde não existem.
Senhor, como Abraão, queremos andar em fé inabalável, confiando plenamente em Tuas Promessas. Ajudai-nos a não olhar para as nossas circunstâncias, para os nossos limites ou para as nossas fraquezas, mas a fixar o olhar em Ti, o Deus que tudo pode. Como Abraão declarou corajosamente: "O menino e eu voltaremos", ensina-nos a declarar vida e vitória sobre tudo o que parece perdido ou impossível.
Pai, fortalece nossa fé neste dia. Se houver corações partidos, encha-os de esperança. Se houver vidas presas pela dúvida ou pelo medo, liberte-as com a Verdade da Sua Palavra. Declaramos que nada é impossível para Ti (Lucas 1:37), e reivindicamos todas as promessas que fizeste aos Teus filhos.
Senhor, em Nome do Senhor Jesus Cristo, assumimos autoridade contra toda obra do inimigo. Pronunciamos liberdade aos cativos, cura aos enfermos e restauração aos feridos. Como o irmão Branham disse: "Satanás, eu tenho autoridade para quebrar o seu poder", hoje levantamos nossa voz nessa mesma autoridade, proclamando que o inimigo não tem lugar em nossas vidas.
Para aqueles que são fracos na fé, oramos para que seja Tu levantando-os e dando-lhes uma nova medida de confiança em Tua Palavra. E para aqueles que já estão firmes, oramos para que sejam ainda mais fortalecidos, para que sejam luz e testemunha de Teu Poder neste mundo.
Obrigado, Senhor, por sabermos que você já está trabalhando. Obrigado por nos ter dado Armas Poderosas para a batalha: Sua Palavra, Seu Espírito e a Autoridade em Nome de Jesus Cristo. Ajuda-nos a caminhar cada dia com coragem, acreditando em Tua Fidelidade e proclamando que somos mais que vencedores.
Agora, Pai, oramos para que todas as necessidades representadas neste lugar sejam atendidas. Você conhece os fardos de cada coração, as batalhas que enfrentamos e os anseios mais profundos. Em Tua Misericórdia, estende Tua Mão Poderosa e manifesta Tua Glória em nossas vidas.
Nós Te agradecemos e Te louvamos por seres o mesmo ontem, hoje e eternamente. No poderoso Nome do Senhor Jesus Cristo, nós pedimos, cremos e declaramos que está feito. Amém e amém.
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