Estudio Bíblico:
"Abominaciones a Dios"
Por: Hno. Francisco Velázquez Cruz
Por: Hno. Francisco Velázquez Cruz
Introducción
En el vasto panorama de la Biblia, se revela un Código Divino que trasciende los límites del tiempo y la cultura. Entre las páginas de esta antigua narrativa sagrada, encontramos no solo relatos de fe, amor, redención y prodigios, sino también advertencias solemnes sobre aquellas acciones que provocan la ira y el desagrado del Creador de todo el Universo.
Imagina un escenario donde las estrellas mismas contemplan con horror los actos abominables que ocurren en la Tierra, donde el susurro del viento lleva consigo el lamento de los cielos. En este paisaje espiritual, la luz y la oscuridad chocan en una batalla eterna, y cada elección humana puede inclinar la balanza hacia la bendición o la maldición.
En este estudio, nos aventuraremos a explorar los abismos del desagrado Divino, donde las sombras se alargan sobre las acciones humanas que desafían la Santidad y la Justicia de Dios. Desde la adoración a ídolos hasta la violencia despiadada, pasando por la inmoralidad sexual y el engaño, nos sumergiremos en un viaje revelador que nos confrontará con la realidad innegable: hay acciones que hacen estremecer al mismísimo cielo y hacen temblar los cimientos de la Creación.
Acompáñanos en este viaje hacia el corazón mismo de lo que es abominable a Dios, y descubre cómo nuestras decisiones cotidianas pueden resonar en el tejido mismo del Universo Espiritual. Que esta exploración nos inspire a buscar la luz en medio de las tinieblas, y a vivir con integridad y devoción ante Aquel que nos creó y nos llama a una vida de santidad y rectitud.
Deuteronomio 18:9-14:
9Cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas gentes.
10No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo o su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,
11Ni fraguador de encantamentos, ni quien pregunte a pitón, ni mágico, ni quien pregunte a los muertos.
12Porque es abominación a Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante de ti.
13Perfecto serás con Jehová tu Dios.
14Porque estas gentes que has de heredar, a agoreros y hechiceros oían: mas tú, no así te ha dado Jehová tu Dios.
Apocalipsy 21:23-27:
23Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella: porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera.
24Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella
25Y sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche.
26Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
27No entrará en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la Vida del Cordero.
Definición de “Abominación”
El término “abominación” se refiere a algo que es extremadamente repulsivo, detestable o desagradable, especialmente en el contexto moral o religioso. En la Biblia, la palabra "abominación" se utiliza para describir acciones, actitudes o prácticas que son consideradas como pecaminosas o moralmente reprensibles ante los Ojos de Dios.
Las abominaciones pueden variar en naturaleza, pero generalmente implican acciones que están en conflicto con los estándares Divinos de Justicia, Amor y Santidad. Esto puede incluir comportamientos como la idolatría, la violencia, la injusticia, la inmoralidad sexual, el engaño y la opresión, entre otros.
En el contexto religioso, una abominación es algo que es incompatible con la voluntad de Dios y que provoca Su disgusto o indignación. Se considera una afrenta a Su Carácter y a Su Soberanía. La Biblia advierte sobre las consecuencias de participar en abominaciones y llama a la humanidad a apartarse del mal y buscar la rectitud y la santidad.
Así que, una abominación es cualquier cosa que va en contra de los principios morales y espirituales establecidos por Dios, y que resulta en Su desaprobación y juicio. Es un llamado a vivir en obediencia a Dios y a evitar todo lo que desagrada a Su Corazón Justo y Misericordioso.
Adoración a Ídolos
La adoración a ídolos es una de las abominaciones más destacadas en la Biblia. Desde los tiempos antiguos, Dios ha advertido a Su Pueblo contra la fabricación y adoración de ídolos hechos por el hombre.
Éxodo 20:4-5:
4No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra:
5No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me aborrecen,…
En estos versículos, Dios establece claramente Su Mandamiento contra la fabricación y adoración de imágenes o ídolos. Dios es un Dios celoso, lo que significa que no tolera que Sus Hijos adoren a otros dioses o entidades que no sean Él mismo. Él demanda exclusividad en la adoración y no comparte Su Gloria con ídolos hechos por el hombre.
La razón detrás de esta prohibición radica en la Santidad de Dios. Él es infinitamente superior a cualquier cosa que el hombre pueda crear, y adorar ídolos es una forma de rebajar Su Majestad y Poder a algo creado por nuestras manos. Además, la adoración a ídolos conduce a la idolatría, que es una desviación de la verdadera fe y una ofensa directa contra Dios.
Esta prohibición se extiende a lo largo de toda la Biblia, y vemos ejemplos de las consecuencias devastadoras de la adoración a ídolos en la historia de Israel y otras naciones. La idolatría lleva al alejamiento de Dios y al Juicio Divino sobre aquellos que la practican. Por lo tanto, es fundamental para los creyentes evitar la tentación de adorar cualquier cosa que no sea el Dios verdadero y vivir en fidelidad exclusiva a Él.
El llamado hoy en este pleno siglo XXI, de tanta idolatría y adoración a falsos dioses, es el de Apocalipsis 14:7:
14…Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida; y adorad a Aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas.
Somos desafiados a vivir vidas que reflejen una Reverencia y Adoración genuinas hacia Dios, reconociendo Su Autoridad sobre nuestras vidas y obedeciendo Sus Mandamientos. Nos recuerda que el temor a Dios no es solo un reconocimiento de Su Poder, sino también un acto de Amor y Devoción hacia Él.
Prácticas de Brujería y Ocultismo
Las prácticas de brujería y ocultismo son consideradas abominaciones delante de Dios según la enseñanza bíblica. Estas actividades implican la búsqueda de poder o conocimiento a través de medios sobrenaturales que no provienen de Dios, sino más bien de fuerzas malignas.
Deuteronomio 18:10-12:
10No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo o su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,
11Ni fraguador de encantamentos, ni quien pregunte a pitón, ni mágico, ni quien pregunte a los muertos.
12Porque es abominación a Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante de ti.
En estos versículos, Dios establece claramente Su prohibición contra una serie de prácticas asociadas con la brujería y el ocultismo. Estas prácticas incluyen la adivinación (que intentar predecir el futuro), la hechicería (que es el uso de encantamientos o conjuros para manipular fuerzas sobrenaturales), la necromancia (que es consultar a los muertos), entre otros.
Dios declara que estas prácticas son abominables ante Él y que son motivo de expulsión de las naciones que las practican. La razón detrás de esta prohibición radica en el hecho de que estas actividades abren la puerta a la influencia demoníaca y desvían a las personas de confiar en Dios como única Fuente de Poder y Dirección.
La brujería y el ocultismo son formas de rebelión contra Dios y Su Autoridad. En lugar de confiar en Su Provisión y buscar Su Guía, aquellos que participan en estas prácticas buscan poder y conocimiento de fuentes que están en oposición directa a Dios. Esto no solo es peligroso espiritualmente, sino que también puede llevar a la esclavitud espiritual y al alejamiento de la verdadera Luz y Verdad que provienen de Dios.
Por lo tanto, los creyentes deben mantenerse alejados de todas las formas de brujería y ocultismo, y buscar en su lugar la Protección y la Dirección de Dios a través de la oración y la comunión con Él.
Inmoralidad Sexual
La inmoralidad sexual es otra de las abominaciones claramente condenadas en la Biblia. Dios establece estándares morales para la sexualidad humana, y cualquier desviación de estos estándares es considerada como pecado y desagrado a Dios.
1 Corintios 6:9-10:
9¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
10Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios.
Efesios 5:3-5:
3Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;
4Ni palabras torpes, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias.
5Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es servidor de ídolos, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Estos versículos nos muestran claramente la posición de Dios respecto a la inmoralidad sexual. Se mencionan términos como fornicación, adulterio, homosexualidad y toda forma de impureza sexual, todos los cuales son condenados en las Escrituras.
La razón detrás de esta condena es que la sexualidad fue diseñada por Dios para ser una expresión de amor y unidad dentro del matrimonio entre un hombre y una mujer. Cualquier actividad sexual fuera de este contexto va contra del Plan Divino y deshonra tanto a Dios como a las personas involucradas.
La inmoralidad sexual no solo afecta a las personas directamente involucradas, sino que también tiene consecuencias en la sociedad en general. Promueve la promiscuidad, el egoísmo y el desprecio por la santidad del matrimonio y la familia.
Por lo tanto, los creyentes son llamados a vivir vidas de pureza y castidad, honrando el Diseño de Dios para la sexualidad humana. Esto implica abstenerse de relaciones sexuales fuera del matrimonio, evitar la pornografía y cualquier otra actividad sexual inmoral, y buscar la pureza en pensamiento y acción.
Deuteronomio 23:17:
17No habrá ramera de las hijas de Israel, ni habrá sodomítico de los hijos de Israel.
Deuteronomio 24:4:
4No podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue amancillada; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.
Estos dos versículos abordan el tema de la promiscuidad y la infidelidad conyugal. La fidelidad en el matrimonio es un principio fundamental en la Biblia, y cualquier acción que viole este pacto sagrado es considerada una abominación delante de Dios. La promiscuidad y la infidelidad erosionan la confianza y la intimidad en las relaciones, y Dios establece límites claros para proteger la pureza y la santidad del matrimonio.
Levítico 18:22:
22No te echarás con varón como con mujer: es abominación.
Levítico 20:13:
13Y cualquiera que tuviere ayuntamiento con varón como con mujer, abominación hicieron: entrambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.
Estos versículos condenan la práctica de la homosexualidad. La Biblia enseña que el Diseño Original de Dios para la sexualidad es la unión entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio. La homosexualidad es vista como una distorsión de este Diseño Divino y es considerada una abominación ante los Ojos de Dios. Esto no solo es una cuestión de moralidad, sino también de respeto por el Orden establecido por Dios en la creación.
Deuteronomio 22:5:
5No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
Esta enseñanza es parte de las leyes dadas por Dios al pueblo de Israel a través de Moisés. La prohibición de vestir prendas del sexo opuesto tiene profundas implicaciones en términos de identidad, roles y pureza en la cultura de la antigua Israel.
La vestimenta en la antigüedad no solo servía como una forma de protección y comodidad, sino que también era un símbolo de identidad y pertenencia. La distinción entre la vestimenta masculina y femenina reflejaba las diferencias de roles y funciones entre hombres y mujeres en la sociedad. Vestirse con prendas del sexo opuesto se consideraba una violación de este orden establecido por Dios.
Esta instrucción también tiene implicaciones morales y espirituales. Dios creó a los hombres y a las mujeres con características y roles específicos, y la transgresión de estas diferencias puede conducir a confusión y desorden en la sociedad. Además, vestirse como el sexo opuesto puede ser visto como un rechazo de la identidad y el propósito que Dios ha dado a cada persona.
En el contexto moderno, este versículo sigue siendo relevante en términos de respetar la identidad de género y mantener la pureza en la expresión de la sexualidad. Si bien la vestimenta en sí misma no determina la identidad de género, este principio bíblico nos recuerda la importancia de honrar y celebrar las diferencias entre hombres y mujeres, así como de vivir con integridad en nuestras identidades creadas por Dios.
Levítico 20:15-16:
15Y cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto; y mataréis á la bestia.
16Y la mujer que se allegare á algún animal, para tener ayuntamiento con él, á la mujer y al animal matarás: morirán infaliblemente; será su sangre sobre ellos.
En estos versículos se establecen cómo debía funcionar la sociedad y qué comportamientos eran inaceptables ante los Ojos de Dios. La bestialidad, el acto de tener relaciones sexuales con animales, es claramente condenada en estas Leyes Divinas.
Dios considera la bestialidad como una violación extrema del orden natural y moral que Él ha establecido. Esta práctica no solo es una perversión de la sexualidad humana, sino que también degrada la dignidad tanto del ser humano como del animal involucrado. Además, la bestialidad desafía la Autoridad y el Diseño de Dios para la sexualidad humana, que es la unión exclusiva entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio.
Las consecuencias de la bestialidad en el contexto bíblico son graves. En la Ley tanto la persona como el animal involucrado deben ser ejecutados como castigo por este acto abominable. Esta severa penalización refleja la gravedad del pecado y la necesidad de mantener la pureza y la santidad en la conducta humana.
Esta cita bíblica nos recuerda la importancia de respetar los límites establecidos por Dios para la sexualidad humana y de mantener la pureza en nuestras relaciones y comportamientos. La bestialidad es una práctica que va en contra del orden moral y natural de Dios y debe ser evitada y condenada enérgicamente.
Injusticia y Opresión
La Biblia condena enérgicamente la injusticia y la opresión en todas sus formas. Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, Dios revela Su Carácter Justo y Amoroso, llamando a Su Pueblo a practicar la justicia y mostrar compasión hacia los oprimidos.
Proverbios 22:22-23:
22No robes al pobre, porque es pobre, Ni quebrantes en la puerta al afligido:
23Porque Jehová juzgará la causa de ellos, Y despojará el alma de aquellos que los despojaren.
Isaías 1:17:
17Aprended á hacer bien: buscad juicio, restituid al agraviado, oíd en derecho al huérfano, amparad á la viuda.
Jeremías 22:3:
3Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis, ni robéis al extranjero, ni al huérfano, ni á la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.
Miqueas 6:8:
8Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno, y qué pida de ti Jehová: solamente hacer juicio, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios.
Mateo 23:23:
23Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro.
Estos versículos nos muestran la importancia que Dios otorga a la práctica de la justicia y la compasión en la vida de Sus seguidores. La injusticia y la opresión son abominaciones ante Dios porque van en contra de Su Carácter Justo y Amoroso, y violan los principios fundamentales de Su Reino.
En el Antiguo Testamento, vemos cómo los profetas denunciaron la opresión de los pobres y los vulnerables por parte de los poderosos y llamaron al pueblo a practicar la Justicia y la Compasión. Dios demanda que Su Pueblo defienda los derechos de los oprimidos, proteja a los débiles y busque el bienestar de todos.
En el Nuevo Testamento, Jesús también enfatiza la importancia de la justicia y la misericordia, reprendiendo a los líderes religiosos hipócritas que descuidaban los asuntos más importantes de la ley, como la Justicia y la Compasión, mientras se enfocaban en rituales religiosos superficiales.
Para los seguidores de Cristo, la práctica de la justicia y la compasión no es opcional, sino fundamental para vivir una vida que honre a Dios. Debemos estar atentos a las necesidades de los demás, defender la justicia y los derechos humanos, y trabajar por la restauración y la reconciliación en un mundo marcado por la injusticia y la opresión.
Orgullo y Arrogancia
La Biblia advierte repetidamente sobre los peligros del orgullo y la arrogancia, identificándolos como actitudes que son abominables ante Dios. El orgullo y la arrogancia representan una exaltación de uno mismo sobre Dios y sobre los demás, lo cual está en directa oposición al espíritu de humildad y dependencia de Dios que Él requiere de Sus seguidores.
Proverbios 16:5:
5Abominación es á Jehová todo altivo de corazón: Aunque esté mano sobre mano, no será reputado inocente.
Proverbios 16:18:
18Antes del quebrantamiento es la soberbia; Y antes de la caída la altivez de espíritu.
Proverbios 8:13:
13El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, y el mal camino Y la boca perversa, aborrezco.
Santiago 4:6:
6Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
1 Pedro 5:5:
5Igualmente, mancebos, sed sujetos á los ancianos; y todos sumisos unos á otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
Estos versículos nos enseñan que el orgullo y la arrogancia son abominables ante Dios porque representan una actitud de rebelión y desobediencia hacia Él. Cuando una persona se enorgullece y se exalta a sí misma, está colocándose por encima de Dios y rechazando Su Autoridad y Soberanía sobre su vida.
El orgullo también lleva consigo la autodeterminación y la autosuficiencia, negando la necesidad de la Gracia y la Misericordia de Dios. En contraste, la humildad reconoce nuestra dependencia de Dios y nuestra necesidad constante de Su Guía y Provisión.
Además, el orgullo conduce a conflictos y divisiones en las relaciones humanas, ya que fomenta la competencia, el desprecio y la falta de empatía hacia los demás. Por otro lado, la humildad promueve la unidad, el respeto mutuo y la colaboración.
Para los seguidores de Cristo, la humildad es una virtud fundamental que debemos cultivar en nuestras vidas. Debemos reconocer que todo lo que somos y tenemos viene de Dios, y vivir en obediencia y sumisión a Su Voluntad. Al hacerlo, evitamos caer en el peligroso abismo del orgullo y la arrogancia, y nos acercamos más al Corazón de Dios, que ama y exalta a los humildes.
Mentira y Engaño
La mentira y el engaño son abominaciones ante Dios, ya que van en contra de Su Carácter de verdad y honestidad. La Biblia advierte sobre las consecuencias destructivas de la mentira y nos insta a vivir en la verdad en todas nuestras relaciones y acciones.
Proverbios 6:16-19:
16Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:
17Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,
18El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal,
19El testigo falso que habla mentiras, Y el que enciende rencillas entre los hermanos.
Efesios 4:25:
25Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Colosenses 3:9:
9No mintáis los unos á los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,…
Proverbios 12:22:
22Los labios mentirosos son abominación á Jehová: Mas los obradores de verdad su contentamiento.
Juan 8:44:
44Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. Él, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
Estos versículos nos muestran la gravedad del pecado de mentir y engañar. La mentira es aborrecida por Dios porque es una distorsión de la verdad, que es un atributo fundamental de Su Carácter. Cuando mentimos, estamos siguiendo los pasos del diablo, que es el padre de la mentira, y nos alejamos de la Voluntad de Dios para nuestras vidas.
La mentira no solo afecta nuestras relaciones con los demás, sino que también corrompe nuestro propio carácter. La práctica habitual de la mentira puede llevarnos por un camino de engaño y autoengaño, oscureciendo nuestra percepción de la verdad y separándonos de Dios.
Por otro lado, la verdad nos libera y nos acerca a Dios. Vivir en la verdad nos permite experimentar la Plenitud de la Vida que Dios desea para nosotros, y nos capacita para vivir en autenticidad y transparencia en todas nuestras relaciones.
31…Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
32Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará.
[San Juan 8:31-32]
Como seguidores de Cristo, debemos esforzarnos por ser personas de verdad y honestidad en todo lo que decimos y hacemos. Esto significa renunciar a la mentira y al engaño en todas sus formas y permitir que la Verdad de Dios guíe nuestras palabras y acciones. Al hacerlo, reflejamos el carácter de Dios y contribuimos a la edificación del Reino de Dios en la tierra.
Violencia y Derramamiento de Sangre Inocente
La violencia y el derramamiento de sangre inocente son considerados abominaciones ante Dios, ya que van en contra del Valor Supremo que Él otorga a la vida humana y el mandamiento de amar al prójimo como a uno mismo. La Biblia condena enérgicamente todo acto de violencia y llama a la justicia y la protección de los vulnerables.
Génesis 9:6:
6El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque á imagen de Dios es hecho el hombre.
Éxodo 20:13:
13No matarás.
Proverbios 6:16-17:
16Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma:
17Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente,…
Isaías 59:7:
7Sus pies corren al mal, y se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad, destrucción y quebrantamiento en sus caminos.
Mateo 26:52:
52Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada á su lugar; porque todos los que tomaren espada, á espada perecerán.
Romanos 12:19:
19No os venguéis vosotros mismos, amados míos; antes dad lugar á la ira; porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor.
Estos versículos nos enseñan la santidad y el valor de la vida humana, así como la prohibición Divina del derramamiento de sangre inocente. Desde los primeros relatos bíblicos hasta el Nuevo Testamento, Dios establece claramente Su Mandamiento de no matar y Su Juicio sobre aquellos que cometen actos de violencia.
El Génesis nos revela que los seres humanos están creados a imagen de Dios, lo que confiere un valor intrínseco e inalienable a cada vida humana. Cualquier acto de violencia que resulte en la pérdida de vidas humanas inocentes es considerado una grave transgresión del Mandamiento Divino y es abominable ante los ojos de Dios.
Jesús, en el Nuevo Testamento, enseñó el camino del amor, la misericordia y el perdón, llamando a Sus seguidores a renunciar a la violencia y a buscar la reconciliación y la paz. La venganza y el desquite no tienen cabida en el Reino de Dios, y Él mismo promete traer justicia a aquellos que han sufrido injusticia.
Como seguidores de Cristo, estamos llamados a ser agentes de paz y justicia en un mundo marcado por la violencia y el derramamiento de sangre. Debemos trabajar por la protección de los vulnerables, la promoción de la reconciliación y la construcción de una sociedad basada en el amor y el respeto por la vida humana en todas sus formas.
Conclusión
En este estudio, hemos explorado brevemente algunas de las abominaciones que la Biblia identifica como desagradables ante Dios. Estos pecados van en contra de Su Carácter Santo y de los principios que Él ha establecido para una vida justa y piadosa. Sin embargo, en medio de estas advertencias, también encontramos el Amor y la Gracia de Dios que nos ofrece perdón y restauración cuando nos arrepentimos.
Es esencial recordar que, aunque hemos sido confrontados con la realidad del pecado y sus consecuencias, Dios nos ama incondicionalmente. Su Deseo es que nos apartemos del mal y nos volvamos a Él con corazones arrepentidos. A través de la Obra Redentora de Jesucristo, tenemos la oportunidad de experimentar el perdón y la renovación que solo Él puede ofrecer.
Este estudio no busca provocar sentimientos de culpa o condenación, sino más bien inspirarnos a reflexionar sobre nuestras vidas y a examinar si estamos viviendo en armonía con la Voluntad de Dios. Al reconocer lo que desagrada a Dios, podemos tomar decisiones conscientes para apartarnos del pecado y buscar Su Perdón y dirección en nuestras vidas.
Que este estudio nos motive a buscar una vida de obediencia y fidelidad a Dios en todas las áreas de nuestra existencia. Que nos impulse a huir del pecado y a buscar la santidad, honrando y glorificando a Dios en todo momento. Que Su Espíritu Santo nos guíe y fortalezca en el camino de la rectitud, para que podamos vivir vidas que reflejen Su Amor y Su Gracia al mundo que nos rodea.
Que el Señor Jesucristo te continúe bendiciendo hoy, mañana y por siempre. ¡Amén!
Introduction
In the vast panorama of the Bible, a Divine Code is revealed that transcends the boundaries of time and culture. Among the pages of this ancient sacred narrative, we find not only accounts of faith, love, redemption, and wonders, but also solemn warnings about those actions that provoke the wrath and displeasure of the Creator of the entire Universe.
Imagine a scenario where the stars themselves gaze in horror at the abominable acts that occur on Earth, where the whisper of the wind carries with it the wail of the heavens. In this spiritual landscape, light and darkness collide in an eternal battle, and every human choice can tip the scales toward blessing or curse.
In this study, we will venture to explore the abysses of Divine displeasure, where shadows loom over human actions that defy God's Holiness and Justice. From idol worship to ruthless violence, sexual immorality and deception, we will be immersed in an eye-opening journey that will confront us with the undeniable reality: there are actions that shake heaven itself and shake the foundations of Creation.
Join us on this journey into the very heart of what is abominable to God, and discover how our everyday choices can resonate in the very fabric of the Spiritual Universe. May this exploration inspire us to seek the light in the midst of darkness, and to live with integrity and devotion before the One who created us and calls us to a life of holiness and righteousness.
Deuteronomy 18:9-14:
9 When you have entered the land that the LORD your God is giving you, you will not learn to do according to the abominations of those people.
10Let not anyone be found in you who makes his son or daughter pass through the fire, or a diviner, or a soothsayer, or a sorcerer, or a sorcerer.
11 Neither a wobble of enchantments, nor a python, nor a magician, nor a questioner of the dead.
12For it is an abomination to the LORD who does these things, and for these abominations the LORD your God has cast them out from before you.
13You shall be perfect with the LORD your God.
14 For these people whom you are to inherit heard soothsayers and sorcerers, but you have not been given by the Lord your God.
Revelation 21:23-27:
23 And the city had no need of the sun or the moon to shine in it, for the brightness of God had illuminated it, and the Lamb was its light.
24 And the nations that have been saved shall walk in the light of it: and the kings of the earth shall bring their glory and honor to it
25 And its gates shall never be shut by day, for there shall be no night there.
26 And they shall bring the glory and honor of the nations to it.
27 No thing that is unclean or that does abomination or falsehood shall enter into it; but only those that are written in the Lamb's book of Life.
Definition of "Abomination"
The term "abomination" refers to something that is extremely repulsive, detestable, or unpleasant, especially in the moral or religious context. In the Bible, the word "abomination" is used to describe actions, attitudes, or practices that are considered sinful or morally reprehensible in God's eyes.
Abominations can vary in nature, but generally involve actions that are in conflict with the Divine standards of Justice, Love, and Holiness. This can include behaviors such as idolatry, violence, injustice, sexual immorality, deception, and oppression, among others.
In the religious context, an abomination is something that is incompatible with God's will and causes God's disgust or indignation. It is considered an affront to His Character and His Sovereignty. The Bible warns of the consequences of engaging in abominations and calls mankind to turn away from evil and pursue righteousness and holiness.
So, an abomination is anything that goes against God's established moral and spiritual principles, and results in God's disapproval and judgment. It is a call to live in obedience to God and to avoid everything that displeases His Just and Merciful Heart.
Idol Worship
Idol worship is one of the most prominent abominations in the Bible. Since ancient times, God has warned His people against the making and worship of man-made idols.
Exodus 20:4-5:
4Thou shalt not make unto thee an image, or any likeness of anything that is in heaven above, or that is in the earth beneath, or in the waters under the earth.
5Thou shalt not bow down to them, nor honor them; for I am the LORD your God, strong and zealous, visiting the iniquity of the fathers upon the children, the third, and the fourth, whom they hate me,...
In these verses, God clearly states His Commandment against the making and worship of images or idols. God is a jealous God, which means that He does not tolerate His Children worshipping gods or entities other than Himself. He demands exclusivity in worship and does not share His glory with man-made idols.
The reason behind this prohibition lies in the holiness of God. He is infinitely superior to anything man can create, and worshipping idols is a way of lowering His Majesty and Power to something created by our hands. In addition, idol worship leads to idolatry, which is a deviation from the true faith and a direct offense against God.
This prohibition extends throughout the entire Bible, and we see examples of the devastating consequences of idol worship in the history of Israel and other nations. Idolatry leads to alienation from God and Divine Judgment on those who practice it. Therefore, it is critical for believers to avoid the temptation to worship anything other than the true God and to live in exclusive faithfulness to Him.
The call today in this 21st century, of so much idolatry and worship of false gods, is that of Revelation 14:7:
14... Fear God, and give him honor; for the hour of his judgment is come; and worship Him who made heaven and earth and the sea and the fountains of waters.
We are challenged to live lives that reflect genuine Reverence and Worship for God, acknowledging His Authority over our lives and obeying His Commandments. It reminds us that the fear of God is not only an acknowledgment of His Power, but also an act of Love and Devotion to Him.
Witchcraft and Occult Practices
The practices of witchcraft and the occult are considered abominations before God according to biblical teaching. These activities involve the pursuit of power or knowledge through supernatural means that do not come from God, but rather from evil forces.
Deuteronomy 18:10-12:
10Let not anyone be found in you who makes his son or daughter pass through the fire, or a diviner, or a soothsayer, or a sorcerer, or a sorcerer.
11 Neither a wobble of enchantments, nor a python, nor a magician, nor a questioner of the dead.
12For it is an abomination to the LORD who does these things, and for these abominations the LORD your God has cast them out from before you.
In these verses, God clearly states His prohibition against a number of practices associated with witchcraft and the occult. These practices include divination (which attempts to predict the future), sorcery (which is the use of incantations or incantations to manipulate supernatural forces), necromancy (which is consulting the dead), among others.
God declares these practices to be abominable before Him and to be grounds for expulsion from the nations that practice them. The reason behind this prohibition lies in the fact that these activities open the door to demonic influence and divert people from trusting God as the only Source of Power and Direction.
Witchcraft and the occult are forms of rebellion against God and His Authority. Instead of trusting in His Provision and seeking His Guidance, those who engage in these practices seek power and knowledge from sources that are in direct opposition to God. Not only is this spiritually dangerous, but it can also lead to spiritual bondage and alienation from the true Light and Truth that come from God.
Therefore, believers should stay away from all forms of witchcraft and the occult, and seek instead God's Protection and Direction through prayer and communion with Him.
Sexual Immorality
Sexual immorality is another of the abominations clearly condemned in the Bible. God sets moral standards for human sexuality, and any deviation from these standards is regarded as sin and displeasure to God.
1 Corinthians 6:9-10:
9Do you not know that the unrighteous will not possess the kingdom of God? Do not be mistaken, for neither fornicators, nor idolaters, nor adulterers, nor effeminate ones, nor those who lie with men,
10Neither thieves, nor covetous, nor drunkards, nor slanderers, nor thieves, will inherit the kingdom of God.
Ephesians 5:3-5:
3 But fornication, and all uncleanness, or covetousness, let not even be named among you, as befits saints;
4 Neither foolish words, nor foolishness, nor trickery, which are not fitting; but rather thanksgiving.
5For you know this, that no fornicator, or unclean, or covetous, who is a servant of idols, has an inheritance in the kingdom of Christ and of God.
These verses clearly show us God's position on sexual immorality. Terms such as fornication, adultery, homosexuality, and all forms of sexual impurity are mentioned, all of which are condemned in Scripture.
The reason behind this condemnation is that sexuality was designed by God to be an expression of love and unity within marriage between a man and a woman. Any sexual activity outside of this context goes against the Divine Plan and dishonors both God and the people involved.
Sexual immorality not only affects the people directly involved, but also has consequences on society at large. It promotes promiscuity, selfishness, and contempt for the sanctity of marriage and family.
Therefore, believers are called to live lives of purity and chastity, honoring God's Design for human sexuality. This involves abstaining from sexual relations outside of marriage, avoiding pornography and any other immoral sexual activity, and seeking purity in thought and action.
Deuteronomy 23:17:
17 There shall be no harlot of the daughters of Israel, nor shall there be a sodomitical of the children of Israel.
Deuteronomy 24:4:
4Her first husband, who sent her away, will not be able to take her back to be his wife, after she has been breastfed. for it is an abomination in the sight of the LORD, and thou shalt not pervert the land which the LORD thy God giveth thee for an inheritance.
These two verses address the issue of promiscuity and marital infidelity. Faithfulness in marriage is a fundamental principle in the Bible, and any action that violates this sacred covenant is considered an abomination before God. Promiscuity and infidelity erode trust and intimacy in relationships, and God sets clear boundaries to protect the purity and sanctity of marriage.
Leviticus 18:22:
22Thou shalt not lie with a man as with a woman: it is an abomination.
Leviticus 20:13:
13 And whosoever hath counsel with a man as well as with a woman, they have done an abomination: they shall both be put to death; His blood will be upon them.
These verses condemn the practice of homosexuality. The Bible teaches that God's Original Design for sexuality is the union between a man and a woman within marriage. Homosexuality is seen as a distortion of this Divine Design and is considered an abomination in the Eyes of God. This is not only a matter of morality, but also of respect for the Order established by God in creation.
Deuteronomy 22:5:
5A woman shall not wear a man's robe, nor shall a man wear a woman's garment; for it is an abomination to the LORD thy God that doeth this.
This teaching is part of the laws given by God to the people of Israel through Moses. The prohibition on wearing the clothing of the opposite sex has profound implications in terms of identity, roles, and purity in the culture of ancient Israel.
Clothing in ancient times not only served as a form of protection and comfort, but was also a symbol of identity and belonging. The distinction between male and female dress reflected the differences in roles and functions between men and women in society. Dressing in the garments of the opposite sex was considered a violation of this God-established order.
This instruction also has moral and spiritual implications. God created men and women with specific characteristics and roles, and transgression of these differences can lead to confusion and disorder in society. In addition, dressing as the opposite sex can be seen as a rejection of the identity and purpose that God has given to each person.
In the modern context, this verse is still relevant in terms of respecting gender identity and maintaining purity in the expression of sexuality. While clothing itself does not determine gender identity, this biblical principle reminds us of the importance of honoring and celebrating the differences between men and women, as well as living with integrity in our God-created identities.
Leviticus 20:15-16:
15 And whosoever shall have intercourse with a beast shall be put to death; and you shall slay the beast.
16 And the woman that comes near to any beast, that she may have counsel with it, the woman and the beast thou shalt shalt kill: they shall surely die; it will be his blood upon them.
These verses set out how society should function and what behaviors were unacceptable in God's eyes. Bestiality, the act of having sex with animals, is clearly condemned in these Divine Laws.
God regards bestiality as an extreme violation of the natural and moral order He has established. This practice is not only a perversion of human sexuality, but also degrades the dignity of both the human being and the animal involved. Furthermore, bestiality challenges God's Authority and Design for human sexuality, which is the exclusive union between a man and a woman within marriage.
The consequences of bestiality in the biblical context are severe. In the Law, both the person and the animal involved must be executed as punishment for this abominable act. This severe penalty reflects the seriousness of sin and the need to maintain purity and holiness in human conduct.
This biblical quote reminds us of the importance of respecting God's established boundaries for human sexuality and maintaining purity in our relationships and behaviors. Bestiality is a practice that goes against God's moral and natural order and must be strongly avoided and condemned.
Injustice and Oppression
The Bible strongly condemns injustice and oppression in all its forms. From the Old Testament to the New Testament, God reveals His Just and Loving Character, calling His People to practice justice and show compassion toward the oppressed.
Proverbs 22:22-23:
22Do not rob the poor, for he is poor, nor break the afflicted at the door.
23For the LORD will judge their cause, and he will despoil the souls of those who despoil them.
Isaiah 1:17:
17Learn to do good: seek judgment, restore the wronged, hear the fatherless in law, protect the widow.
Jeremiah 22:3:
3Thus saith the LORD: Do judgment and justice, and deliver the oppressed out of the hand of the oppressor, and do not deceive, nor rob the stranger, nor the fatherless, nor the widow, nor shed innocent blood in this place.
Micah 6:8:
8 O man, he hath declared unto thee what is good, and what the LORD shall require of thee: only to exert judgment, and to love mercy, and to humble thyself to walk with thy God.
Matthew 23:23:
23Woe to you, scribes and Pharisees, hypocrites! For you have tithed the mint and the dill and the cumin, and forsaken that which is the most grievous thing in the law, namely, judgment and mercy and faith: this it was necessary to do, and not to forsake the other.
These verses show us the importance God places on the practice of justice and compassion in the lives of His followers. Injustice and oppression are abominations before God because they go against His Just and Loving Disposition and violate the fundamental principles of His Kingdom.
In the Old Testament, we see how prophets denounced the oppression of the poor and vulnerable by the powerful and called the people to practice Justice and Compassion. God demands that His people defend the rights of the oppressed, protect the weak, and seek the welfare of all.
In the New Testament, Jesus also emphasizes the importance of justice and mercy, rebuking hypocritical religious leaders who neglected the most important matters of the law, such as Justice and Compassion, while focusing on superficial religious rituals.
For followers of Christ, the practice of justice and compassion is not optional, but fundamental to living a life that honors God. We must be attentive to the needs of others, stand up for justice and human rights, and work for restoration and reconciliation in a world marked by injustice and oppression.
Pride and Arrogance
The Bible repeatedly warns of the dangers of pride and arrogance, identifying them as attitudes that are abominable before God. Pride and arrogance represent an exaltation of oneself above God and others, which is in direct opposition to the spirit of humility and dependence on God that He requires of His followers.
Proverbs 16:5:
5 An abomination is an abomination to the LORD who is haughty in heart: though he be hand over hand, he shall not be reckoned innocent.
Proverbs 16:18:
18Pride is before destruction; And before the fall, haughtiness of spirit.
Proverbs 8:13:
13The fear of the LORD is to hate evil; Pride and arrogance, and the evil way, and the perverse mouth, I hate.
James 4:6:
6 But he gives greater grace. Wherefore he says, "God resists the proud, and gives grace to the humble."
1 Peter 5:5:
5 In the same way, young men, be subject to the elderly; and all of you submissive to one another, clothe yourselves with humility; for God resists the proud, and gives grace to the humble.
These verses teach us that pride and arrogance are abominable before God because they represent an attitude of rebellion and disobedience toward Him. When a person takes pride and exalts himself, he is placing himself above God and rejecting His Authority and Sovereignty over his life.
Pride also carries with it self-determination and self-sufficiency, denying the need for God's Grace and Mercy. In contrast, humility recognizes our dependence on God and our constant need for His Guidance and Provision.
In addition, pride leads to conflict and divisions in human relationships, as it fosters competition, contempt, and a lack of empathy towards others. On the other hand, humility promotes unity, mutual respect, and collaboration.
For followers of Christ, humility is a fundamental virtue that we must cultivate in our lives. We must recognize that everything we are and have comes from God, and live in obedience and submission to His Will. In doing so, we avoid falling into the dangerous abyss of pride and arrogance, and draw closer to the Heart of God, which loves and exalts the humble.
Lies and Deceit
Lying and deceit are abominations before God, as they go against His Character of truth and honesty. The Bible warns of the destructive consequences of lying and urges us to live in the truth in all our relationships and actions.
Proverbs 6:16-19:
16Six things the LORD hates, and seven his soul abominates:
17The haughty eyes, the lying tongue, the hands that shed innocent blood,
18The heart that devises wicked thoughts, The swift feet to run to evil,
19 A false witness who speaks lies, and a false witness who kindles quarrels among the brethren.
Ephesians 4:25:
25Wherefore, when you have forsaken falsehood, speak the truth, every man to his neighbor; because we are members of each other.
Colossians 3:9:
9 Do not lie to one another, having put off the old man by his deeds,...
Proverbs 12:22:
22 Lying lips are an abomination to the LORD, but the workers of truth their contentment.
John 8:44:
44You are the devil of your father, and you want to fulfill your father's desires. He has been a murderer from the beginning, and did not abide in the truth, because there is no truth in him. When he speaks a lie, he speaks of himself; for he is a liar, and the father of lies.
These verses show us the gravity of the sin of lying and cheating. Lying is hated by God because it is a distortion of the truth, which is a fundamental attribute of His Character. When we lie, we are following in the footsteps of the devil, who is the father of lies, and we are moving away from God's Will for our lives.
Lying not only affects our relationships with others, but it also corrupts our own character. The habitual practice of lying can lead us down a path of deception and self-deception, obscuring our perception of truth and separating us from God.
On the other hand, the truth sets us free and brings us closer to God. Living in truth allows us to experience the Fullness of Life that God desires for us, and enables us to live in authenticity and transparency in all our relationships.
31... If you abide in my word, you will truly be my disciples;
32 And ye shall know the truth, and the truth shall set you free.
[John 8:31-32]
As followers of Christ, we should strive to be people of truth and honesty in all that we say and do. This means renouncing lies and deception in all its forms and allowing God's Truth to guide our words and actions. In doing so, we reflect God's character and contribute to the building of God's Kingdom on earth.
Violence and Innocent Bloodshed
Violence and the shedding of innocent blood are considered abominations before God, as they go against the Supreme Value that He places on human life and the commandment to love one's neighbor as oneself. The Bible strongly condemns all acts of violence and calls for justice and protection of the vulnerable.
Genesis 9:6:
6He that shedth the blood of man, by the man his blood shall be shed; for in the image of God man is made.
Exodus 20:13:
13Thou shalt not kill.
Proverbs 6:16-17:
16Six things the LORD hates, and seven his soul abominates:
17The haughty eyes, the lying tongue, the hands that shed innocent blood,...
Isaiah 59:7:
7 Their feet run to evil, and they hasten to shed innocent blood; their thoughts, thoughts of iniquity, destruction, and brokenness in their ways.
Matthew 26:52:
52Then Jesus said to him, "Put your sword back in its place. for all who take the sword shall perish by the sword.
Romans 12:19:
19Do not avenge yourselves, my beloved; but give way to wrath; for it is written, Vengeance is mine: I will repay, saith the Lord.
These verses teach us the sanctity and value of human life, as well as the Divine prohibition of the shedding of innocent blood. From the earliest biblical accounts to the New Testament, God clearly states His Commandment not to kill and His Judgment on those who commit acts of violence.
Genesis reveals to us that human beings are created in the image of God, which confers an intrinsic and inalienable value on every human life. Any act of violence that results in the loss of innocent human life is considered a grave transgression of the Divine Commandment and is abominable in the eyes of God.
Jesus, in the New Testament, taught the way of love, mercy, and forgiveness, calling His followers to renounce violence and seek reconciliation and peace. Vengeance and revenge have no place in God's Kingdom, and He Himself promises to bring justice to those who have suffered injustice.
As followers of Christ, we are called to be agents of peace and justice in a world marked by violence and bloodshed. We must work for the protection of the vulnerable, the promotion of reconciliation and the building of a society based on love and respect for human life in all its forms.
Conclusion
In this study, we have briefly explored some of the abominations that the Bible identifies as displeasing to God. These sins go against His Holy Character and the principles He has established for righteous and godly living. However, in the midst of these warnings, we also find God's Love and Grace offering us forgiveness and restoration when we repent.
It is essential to remember that although we have been confronted with the reality of sin and its consequences, God loves us unconditionally. His Desire is for us to turn away from evil and turn to Him with repentant hearts. Through the Redemptive Work of Jesus Christ, we have the opportunity to experience the forgiveness and renewal that only He can offer.
This study does not seek to provoke feelings of guilt or condemnation, but rather to inspire us to reflect on our lives and examine whether we are living in harmony with God's Will. By acknowledging what displeases God, we can make conscious choices to turn away from sin and seek His forgiveness and direction in our lives.
May this study motivate us to seek a life of obedience and faithfulness to God in all areas of our existence. May it prompt us to flee from sin and seek holiness, honoring and glorifying God at all times. May His Holy Spirit guide and strengthen us in the path of righteousness, so that we can live lives that reflect His Love and Grace to the world around us.
May the Lord Jesus Christ continue to bless you today, tomorrow, and forever. Amen!
Introduction
Dans le vaste panorama de la Bible, un Code divin se révèle qui transcende les frontières du temps et de la culture. Parmi les pages de cet ancien récit sacré, nous trouvons non seulement des récits de foi, d'amour, de rédemption et de prodiges, mais aussi des avertissements solennels sur les actions qui provoquent la colère et le mécontentement du Créateur de l'univers entier.
Imaginez un scénario où les étoiles elles-mêmes regardent avec horreur les actes abominables qui se produisent sur Terre, où le murmure du vent porte avec lui le gémissement des cieux. Dans ce paysage spirituel, la lumière et les ténèbres entrent en collision dans une bataille éternelle, et chaque choix humain peut faire pencher la balance en faveur de la bénédiction ou de la malédiction.
Dans cette étude, nous nous aventurerons à explorer les abîmes du mécontentement divin, où des ombres planent sur les actions humaines qui défient la sainteté et la justice de Dieu. De l'idolâtrie à la violence impitoyable, en passant par l'immoralité sexuelle et la tromperie, nous serons plongés dans un voyage révélateur qui nous confrontera à la réalité indéniable : il y a des actions qui ébranlent le ciel lui-même et ébranlent les fondements de la Création.
Rejoignez-nous dans ce voyage au cœur même de ce qui est abominable à Dieu, et découvrez comment nos choix quotidiens peuvent résonner dans le tissu même de l'Univers Spirituel. Que cette exploration nous inspire à chercher la lumière au milieu des ténèbres et à vivre avec intégrité et dévotion devant Celui qui nous a créés et nous appelle à une vie de sainteté et de droiture.
Deutéronome 18 :9-14 :
9 Quand tu seras entré dans le pays que Yahvé, ton Dieu, te donne, tu n'apprendras pas à faire selon les abominations de ce peuple.
10Qu'il ne se trouve en toi personne qui fasse passer son fils ou sa fille par le feu, ni un devin, ni un devin, ni un sorcier, ni un sorcier.
11 Ni un vacillement d'enchantements, ni un python, ni un magicien, ni un interrogateur des morts.
12Car c'est une abomination à l'Éternel qui fait ces choses, et c'est à cause de ces abominations que l'Éternel, ton Dieu, les a chassées de devant toi.
13Tu seras parfait devant l'Eternel, ton Dieu.
14 Car ce peuple dont tu hériteras a entendu des devins et des sorciers, mais tu n'as pas reçu de l'Eternel, ton Dieu.
Révélation 21 :23-27 :
23 Et la ville n'avait besoin ni du soleil ni de la lune pour briller en elle, car l'éclat de Dieu l'avait illuminée, et l'Agneau était sa lumière.
24 Et les nations qui ont été sauvées marcheront à sa lumière, et les rois de la terre y apporteront leur gloire et leur honneur
25 Et ses portes ne seront jamais fermées le jour, car il n'y aura pas de nuit.
26 Et ils y apporteront la gloire et l'honneur des nations.
27 Rien d'impur, ni d'abomination ou de mensonge n'y entrera ; mais seulement ceux qui sont écrits dans le livre de Vie de l'Agneau.
Définition de « l'abomination »
Le terme « abomination » fait référence à quelque chose d'extrêmement répugnant, détestable ou désagréable, en particulier dans le contexte moral ou religieux. Dans la Bible, le mot « abomination » est utilisé pour décrire des actions, des attitudes ou des pratiques qui sont considérées comme pécheresses ou moralement répréhensibles aux yeux de Dieu.
Les abominations peuvent varier en nature, mais impliquent généralement des actions qui sont en conflit avec les normes divines de justice, d'amour et de sainteté. Cela peut inclure des comportements tels que l'idolâtrie, la violence, l'injustice, l'immoralité sexuelle, la tromperie et l'oppression, entre autres.
Dans le contexte religieux, une abomination est quelque chose qui est incompatible avec la volonté de Dieu et qui provoque le dégoût ou l'indignation de Dieu. C'est considéré comme un affront à son caractère et à sa souveraineté. La Bible met en garde contre les conséquences de l'abomination et appelle l'humanité à se détourner du mal et à rechercher la justice et la sainteté.
Ainsi, une abomination est tout ce qui va à l'encontre des principes moraux et spirituels établis par Dieu, et qui entraîne la désapprobation et le jugement de Dieu. C'est un appel à vivre dans l'obéissance à Dieu et à éviter tout ce qui déplaît à son Cœur Juste et Miséricordieux.
Adoration des idoles
L'adoration des idoles est l'une des abominations les plus importantes de la Bible. Depuis les temps anciens, Dieu a mis en garde son peuple contre la fabrication et l'adoration d'idoles fabriquées par l'homme.
Exode 20 :4-5 :
4Tu ne te feras point d'image, ni d'image de ce qui est dans les cieux en haut, ou de ce qui est en bas sur la terre, ou dans les eaux sous la terre.
5Tu ne te prosterneras pas devant eux, et tu ne les honoreras point ; car je suis l'Eternel, ton Dieu, fort et zélé, qui punis l'iniquité des pères sur les enfants, le troisième et le quatrième, qu'ils me haïssent,...
Dans ces versets, Dieu déclare clairement Son Commandement contre la fabrication et l'adoration d'images ou d'idoles. Dieu est un Dieu jaloux, ce qui signifie qu'Il ne tolère pas que Ses enfants adorent des dieux ou des entités autres que Lui-même. Il exige l'exclusivité dans l'adoration et ne partage pas sa gloire avec les idoles faites par l'homme.
La raison de cette interdiction réside dans la sainteté de Dieu. Il est infiniment supérieur à tout ce que l'homme peut créer, et adorer des idoles est une façon d'abaisser Sa Majesté et Sa Puissance à quelque chose créé par nos mains. De plus, l'idolâtrie conduit à l'idolâtrie, qui est une déviation de la vraie foi et une offense directe contre Dieu.
Cette interdiction s'étend à toute la Bible, et nous voyons des exemples des conséquences dévastatrices de l'adoration des idoles dans l'histoire d'Israël et d'autres nations. L'idolâtrie conduit à l'aliénation de Dieu et au jugement divin sur ceux qui la pratiquent. Par conséquent, il est essentiel pour les croyants d'éviter la tentation d'adorer autre chose que le vrai Dieu et de vivre dans une fidélité exclusive à Lui.
L'appel aujourd'hui, en ce 21ème siècle, de tant d'idolâtrie et d'adoration de faux dieux, est celui d'Apocalypse 14 :7 :
14... Craignez Dieu, et honorez-le ; car l'heure de son jugement est venue ; et adorez Celui qui a fait le ciel, la terre, la mer et les sources d'eaux.
Nous sommes mis au défi de vivre une vie qui reflète une révérence et une adoration authentiques pour Dieu, en reconnaissant son autorité sur nos vies et en obéissant à ses commandements. Il nous rappelle que la crainte de Dieu n'est pas seulement une reconnaissance de Sa Puissance, mais aussi un acte d'Amour et de Dévotion envers Lui.
Sorcellerie et pratiques occultes
Les pratiques de sorcellerie et d'occultisme sont considérées comme des abominations devant Dieu selon l'enseignement biblique. Ces activités impliquent la poursuite du pouvoir ou de la connaissance par des moyens surnaturels qui ne viennent pas de Dieu, mais plutôt des forces du mal.
Deutéronome 18 :10-12 :
10Qu'il ne se trouve en toi personne qui fasse passer son fils ou sa fille par le feu, ni un devin, ni un devin, ni un sorcier, ni un sorcier.
11 Ni un vacillement d'enchantements, ni un python, ni un magicien, ni un interrogateur des morts.
12Car c'est une abomination à l'Éternel qui fait ces choses, et c'est à cause de ces abominations que l'Éternel, ton Dieu, les a chassées de devant toi.
Dans ces versets, Dieu déclare clairement Son interdiction contre un certain nombre de pratiques associées à la sorcellerie et à l'occultisme. Ces pratiques comprennent la divination (qui tente de prédire l'avenir), la sorcellerie (qui est l'utilisation d'incantations ou d'incantations pour manipuler des forces surnaturelles), la nécromancie (qui consiste à consulter les morts), entre autres.
Dieu déclare que ces pratiques sont abominables devant Lui et qu'elles sont des motifs d'expulsion des nations qui les pratiquent. La raison de cette interdiction réside dans le fait que ces activités ouvrent la porte à l'influence démoniaque et détournent les gens de la confiance en Dieu comme seule Source de Pouvoir et de Direction.
La sorcellerie et l'occultisme sont des formes de rébellion contre Dieu et Son Autorité. Au lieu de faire confiance à Sa Providence et de chercher Sa Direction, ceux qui s'engagent dans ces pratiques recherchent le pouvoir et la connaissance auprès de sources qui sont en opposition directe avec Dieu. Non seulement c'est spirituellement dangereux, mais cela peut aussi conduire à l'esclavage spirituel et à l'aliénation de la vraie Lumière et de la Vérité qui viennent de Dieu.
Par conséquent, les croyants doivent rester à l'écart de toutes les formes de sorcellerie et d'occultisme, et rechercher plutôt la protection et la direction de Dieu par la prière et la communion avec Lui.
Immoralité sexuelle
L'immoralité sexuelle est une autre des abominations clairement condamnées dans la Bible. Dieu établit des normes morales pour la sexualité humaine, et tout écart par rapport à ces normes est considéré comme un péché et un déplaisir pour Dieu.
1 Corinthiens 6 :9-10 :
9Ne savez-vous pas que les injustes ne posséderont pas le royaume de Dieu ? Ne vous y trompez pas, car ni les fornicateurs, ni les idolâtres, ni les adultères, ni les efféminés, ni ceux qui couchent avec les hommes,
10Ni les voleurs, ni les cupides, ni les ivrognes, ni les calomniateurs, ni les voleurs, n'hériteront le royaume de Dieu.
Éphésiens 5 :3-5 :
3 Mais la fornication et toute impureté ou convoitise, qu'on ne les nomme pas parmi vous, comme il convient aux saints ;
4 Ni sottises, ni sottises, ni ruses qui ne sont pas convenables ; mais plutôt l'action de grâces.
5Car vous savez ceci, qu'aucun fornicateur, ni impur, ni cupide, qui est serviteur des idoles, n'a d'héritage dans le royaume de Christ et de Dieu.
Ces versets nous montrent clairement la position de Dieu sur l'immoralité sexuelle. Des termes tels que la fornication, l'adultère, l'homosexualité et toutes les formes d'impureté sexuelle sont mentionnés, qui sont tous condamnés dans les Écritures.
La raison de cette condamnation est que la sexualité a été conçue par Dieu pour être une expression de l'amour et de l'unité dans le mariage entre un homme et une femme. Toute activité sexuelle en dehors de ce contexte va à l'encontre du Plan Divin et déshonore à la fois Dieu et les personnes impliquées.
L'immoralité sexuelle n'affecte pas seulement les personnes directement concernées, mais a également des conséquences sur la société dans son ensemble. Il promeut la promiscuité, l'égoïsme et le mépris du caractère sacré du mariage et de la famille.
Par conséquent, les croyants sont appelés à vivre une vie de pureté et de chasteté, en honorant le dessein de Dieu sur la sexualité humaine. Cela implique de s'abstenir de relations sexuelles en dehors du mariage, d'éviter la pornographie et toute autre activité sexuelle immorale, et de rechercher la pureté dans la pensée et l'action.
Deutéronome 23 :17 :
17 Il n'y aura pas de prostituée parmi les filles d'Israël, et il n'y aura pas de sodomite parmi les enfants d'Israël.
Deutéronome 24 :4 :
4Son premier mari, qui l'a renvoyée, ne pourra pas la reprendre pour qu'elle soit sa femme, après qu'elle aura été allaitée. car c'est une abomination aux yeux de l'Eternel, et tu ne pervertiras pas le pays que l'Eternel, ton Dieu, te donne en héritage.
Ces deux versets abordent la question de la promiscuité et de l'infidélité conjugale. La fidélité dans le mariage est un principe fondamental de la Bible, et toute action qui viole cette alliance sacrée est considérée comme une abomination devant Dieu. La promiscuité et l'infidélité érodent la confiance et l'intimité dans les relations, et Dieu fixe des limites claires pour protéger la pureté et la sainteté du mariage.
Lévitique 18 :22 :
22Tu ne coucheras pas avec un homme comme avec une femme, c'est une abomination.
Lévitique 20 :13 :
13 Et quiconque tiendra conseil à un homme aussi bien qu'à une femme, ils auront commis une abomination : ils seront tous deux mis à mort ; Son sang retombera sur eux.
Ces versets condamnent la pratique de l'homosexualité. La Bible enseigne que le dessein originel de Dieu pour la sexualité est l'union entre un homme et une femme dans le mariage. L'homosexualité est considérée comme une distorsion de ce dessein divin et est considérée comme une abomination aux yeux de Dieu. Ce n'est pas seulement une question de morale, mais aussi de respect de l'Ordre établi par Dieu dans la création.
Deutéronome 22 :5 :
5La femme ne portera pas la robe d'un homme, et l'homme ne portera pas le vêtement d'une femme ; car c'est une abomination à l'Eternel, ton Dieu, qui fait cela.
Cet enseignement fait partie des lois données par Dieu au peuple d'Israël par l'intermédiaire de Moïse. L'interdiction de porter les vêtements du sexe opposé a de profondes implications en termes d'identité, de rôles et de pureté dans la culture de l'ancien Israël.
Dans les temps anciens, les vêtements ne servaient pas seulement de protection et de confort, mais étaient également un symbole d'identité et d'appartenance. La distinction entre l'habillement masculin et féminin reflète les différences de rôles et de fonctions entre les hommes et les femmes dans la société. S'habiller avec les vêtements du sexe opposé était considéré comme une violation de cet ordre établi par Dieu.
Cette instruction a aussi des implications morales et spirituelles. Dieu a créé des hommes et des femmes avec des caractéristiques et des rôles spécifiques, et la transgression de ces différences peut conduire à la confusion et au désordre dans la société. De plus, s'habiller comme le sexe opposé peut être considéré comme un rejet de l'identité et du but que Dieu a donnés à chaque personne.
Dans le contexte moderne, ce verset est toujours pertinent en termes de respect de l'identité de genre et de maintien de la pureté dans l'expression de la sexualité. Bien que les vêtements eux-mêmes ne déterminent pas l'identité de genre, ce principe biblique nous rappelle l'importance d'honorer et de célébrer les différences entre les hommes et les femmes, ainsi que de vivre avec intégrité dans nos identités créées par Dieu.
Lévitique 20 :15-16 :
15 Et quiconque aura des rapports sexuels avec une bête sera puni de mort ; et tu tueras la bête.
16 Et la femme qui s'approchera d'une bête, afin qu'elle tienne conseil avec elle, tu tueras la femme et la bête, elles mourront certainement ; ce sera son sang sur eux.
Ces versets expliquent comment la société devrait fonctionner et quels comportements sont inacceptables aux yeux de Dieu. La bestialité, c'est-à-dire le fait d'avoir des relations sexuelles avec des animaux, est clairement condamnée dans ces Lois Divines.
Dieu considère la bestialité comme une violation extrême de l'ordre naturel et moral qu'il a établi. Cette pratique est non seulement une perversion de la sexualité humaine, mais elle dégrade également la dignité de l'être humain et de l'animal concerné. De plus, la bestialité remet en question l'autorité et le dessein de Dieu sur la sexualité humaine, qui est l'union exclusive entre un homme et une femme dans le mariage.
Les conséquences de la bestialité dans le contexte biblique sont graves. Selon la loi, la personne et l'animal impliqués doivent être exécutés en punition de cet acte abominable. Ce châtiment sévère reflète la gravité du péché et la nécessité de maintenir la pureté et la sainteté dans la conduite humaine.
Cette citation biblique nous rappelle l'importance de respecter les limites établies par Dieu pour la sexualité humaine et de maintenir la pureté dans nos relations et nos comportements. La bestialité est une pratique qui va à l'encontre de l'ordre moral et naturel de Dieu et qui doit être fortement évitée et condamnée.
Injustice et oppression
La Bible condamne fermement l'injustice et l'oppression sous toutes ses formes. De l'Ancien Testament au Nouveau Testament, Dieu révèle Son caractère juste et aimant, appelant Son Peuple à pratiquer la justice et à faire preuve de compassion envers les opprimés.
Proverbes 22 :22-23 :
22Ne dépouille pas le pauvre, car il est pauvre, et ne brise pas l'affligé à la porte.
23Car l'Éternel jugera leur cause, et il dépouillera les âmes de ceux qui les dépouillent.
Ésaïe 1 :17 :
17Apprenez à faire le bien, recherchez le jugement, rétablissez l'injuste, écoutez l'orphelin dans la loi, protégez la veuve.
Jérémie 22 :3 :
3Ainsi parle l'Eternel : Fais justice et justice, et délivre l'opprimé de la main de l'oppresseur, et ne séduis point, ne dépouille ni l'étranger, ni l'orphelin, ni la veuve, et ne répands pas le sang innocent en ce lieu.
Michée 6 :8 :
8 Homme, il t'a annoncé ce qui est bon et ce que l'Eternel exigera de toi, seulement d'exercer le jugement, d'aimer la miséricorde, et de t'humilier pour marcher avec ton Dieu.
Matthieu 23 :23 :
23Malheur à vous, scribes et pharisiens hypocrites ! Car vous avez donné la dîme de la menthe, de l'aneth et du cumin, et vous avez abandonné ce qu'il y a de plus grave dans la loi, c'est-à-dire le jugement, la miséricorde et la foi : c'est ce qu'il fallait faire, et ne pas abandonner l'autre.
Ces versets nous montrent l'importance que Dieu accorde à la pratique de la justice et de la compassion dans la vie de ses disciples. L'injustice et l'oppression sont des abominations devant Dieu parce qu'elles vont à l'encontre de Son tempérament juste et aimant et violent les principes fondamentaux de Son Royaume.
Dans l'Ancien Testament, nous voyons comment les prophètes ont dénoncé l'oppression des pauvres et des vulnérables par les puissants et ont appelé le peuple à pratiquer la Justice et la Compassion. Dieu exige que son peuple défende les droits des opprimés, protège les faibles et recherche le bien-être de tous.
Dans le Nouveau Testament, Jésus souligne également l'importance de la justice et de la miséricorde, réprimandant les chefs religieux hypocrites qui négligent les questions les plus importantes de la loi, telles que la justice et la compassion, tout en se concentrant sur des rituels religieux superficiels.
Pour les disciples du Christ, la pratique de la justice et de la compassion n'est pas facultative, mais fondamentale pour vivre une vie qui honore Dieu. Nous devons être attentifs aux besoins des autres, défendre la justice et les droits de l'homme, et œuvrer à la restauration et à la réconciliation dans un monde marqué par l'injustice et l'oppression.
Orgueil et arrogance
La Bible met en garde à plusieurs reprises contre les dangers de l'orgueil et de l'arrogance, les identifiant comme des attitudes abominables devant Dieu. L'orgueil et l'arrogance représentent une exaltation de soi-même au-dessus de Dieu et des autres, qui est en opposition directe avec l'esprit d'humilité et de dépendance à l'égard de Dieu qu'Il exige de Ses disciples.
Proverbes 16 :5 :
5 Une abomination est une abomination pour l'Éternel qui a le cœur hautain, quand même il est la main dans la main, il ne sera pas considéré comme innocent.
Proverbes 16 :18 :
18L'orgueil est avant la perdition ; Et avant la chute, l'orgueil de l'esprit.
Proverbes 8 :13 :
13La crainte de l'Éternel, c'est de haïr le mal ; L'orgueil et l'arrogance, et la mauvaise voie, et la bouche perverse, je les déteste.
Jacques 4 :6 :
6 Mais il donne une plus grande grâce. C'est pourquoi il dit : « Dieu résiste aux orgueilleux, et fait grâce aux humbles. »
1 Pierre 5 :5 :
5 De même, jeunes gens, soyez soumis aux vieillards ; et vous tous soumis les uns aux autres, revêtez-vous d'humilité ; car Dieu résiste aux orgueilleux, et fait grâce aux humbles.
Ces versets nous enseignent que l'orgueil et l'arrogance sont abominables devant Dieu parce qu'ils représentent une attitude de rébellion et de désobéissance envers Lui. Lorsqu'une personne s'enorgueillit et s'exalte, elle se place au-dessus de Dieu et rejette Son autorité et Sa souveraineté sur sa vie.
L'orgueil porte aussi en lui l'autodétermination et l'autosuffisance, niant le besoin de la Grâce et de la Miséricorde de Dieu. En revanche, l'humilité reconnaît notre dépendance à l'égard de Dieu et notre besoin constant de Sa Guidance et de Sa Providence.
De plus, l'orgueil conduit à des conflits et à des divisions dans les relations humaines, car il favorise la compétition, le mépris et le manque d'empathie envers les autres. D'autre part, l'humilité favorise l'unité, le respect mutuel et la collaboration.
Pour les disciples du Christ, l'humilité est une vertu fondamentale que nous devons cultiver dans notre vie. Nous devons reconnaître que tout ce que nous sommes et avons vient de Dieu, et vivre dans l'obéissance et la soumission à Sa Volonté. Ce faisant, nous évitons de tomber dans l'abîme dangereux de l'orgueil et de l'arrogance, et nous nous rapprochons du Cœur de Dieu, qui aime et élève les humbles.
Mensonges et tromperie
Le mensonge et la tromperie sont des abominations devant Dieu, car ils vont à l'encontre de Son caractère de vérité et d'honnêteté. La Bible nous met en garde contre les conséquences destructrices du mensonge et nous exhorte à vivre dans la vérité dans toutes nos relations et nos actions.
Proverbes 6 :16-19 :
16L'Éternel hait six choses, et son âme en a sept en horreur.
17Les yeux hautains, la langue mensongère, les mains qui versent le sang innocent,
18Le cœur qui a de mauvaises pensées, Les pieds rapides pour courir au mal,
19 Un faux témoin qui profère des mensonges, et un faux témoin qui allume des querelles entre frères.
Éphésiens 4 :25 :
25C'est pourquoi, quand vous aurez abandonné le mensonge, dites la vérité, chacun à son prochain ; parce que nous sommes membres les uns des autres.
Colossiens 3 :9 :
9 Ne vous mentez pas les uns aux autres, ayant rebuté le vieillard par ses œuvres,...
Proverbes 12 :22 :
22 Les lèvres mensongères sont en abomination à Yahvé, mais les ouvriers de la vérité sont leur contentement.
Jean 8 :44 :
44 Tu es le démon de ton père, et tu veux accomplir les désirs de ton père. Il a été un meurtrier dès le commencement, et il n'a pas demeuré dans la vérité, parce qu'il n'y a pas de vérité en lui. Quand il dit un mensonge, il parle de lui-même ; car c'est un menteur, et le père du mensonge.
Ces versets nous montrent la gravité du péché de mensonge et de tricherie. Le mensonge est haï par Dieu parce qu'il est une distorsion de la vérité, qui est un attribut fondamental de Son Caractère. Lorsque nous mentons, nous suivons les traces du diable, qui est le père du mensonge, et nous nous éloignons de la Volonté de Dieu pour nos vies.
Le mensonge affecte non seulement nos relations avec les autres, mais il corrompt également notre propre caractère. La pratique habituelle du mensonge peut nous conduire sur un chemin de tromperie et d'auto-tromperie, obscurcissant notre perception de la vérité et nous séparant de Dieu.
D'autre part, la vérité nous libère et nous rapproche de Dieu. Vivre dans la vérité nous permet de faire l'expérience de la plénitude de la vie que Dieu désire pour nous, et nous permet de vivre dans l'authenticité et la transparence dans toutes nos relations.
31... Si vous demeurez dans ma parole, vous serez vraiment mes disciples ;
32 Et vous connaîtrez la vérité, et la vérité vous affranchira.
[Jean 8 :31-32]
En tant que disciples du Christ, nous devons nous efforcer d'être des gens de vérité et d'honnêteté dans tout ce que nous disons et faisons. Cela signifie renoncer au mensonge et à la tromperie sous toutes ses formes et permettre à la Vérité de Dieu de guider nos paroles et nos actions. Ce faisant, nous reflétons le caractère de Dieu et contribuons à l'édification du Royaume de Dieu sur la terre.
Violence et effusion de sang innocente
La violence et l'effusion du sang innocent sont considérées comme des abominations devant Dieu, car elles vont à l'encontre de la valeur suprême qu'Il accorde à la vie humaine et du commandement d'aimer son prochain comme soi-même. La Bible condamne fermement tous les actes de violence et appelle à la justice et à la protection des personnes vulnérables.
Genèse 9 :6 :
6Celui qui verse le sang de l'homme, c'est par l'homme que son sang sera versé ; car l'homme est fait à l'image de Dieu.
Exode 20 :13 :
13Tu ne tueras point.
Proverbes 6 :16-17 :
16L'Éternel hait six choses, et son âme en a sept en horreur.
17Les yeux hautains, la langue mensongère, les mains qui répandent le sang innocent,...
Ésaïe 59 :7 :
7 Leurs pieds courent vers le mal, et ils se hâtent de répandre le sang innocent ; leurs pensées, des pensées d'iniquité, de destruction et de rupture dans leurs voies.
Matthieu 26 :52 :
52Jésus lui dit : Remets ton épée à sa place. car tous ceux qui prendront l'épée périront par l'épée.
Romains 12 :19 :
19Ne vous vengez pas, mes bien-aimés ; mais cède à la colère ; car il est écrit : À moi la vengeance, Je rendrai, dit l'Eternel.
Ces versets nous enseignent le caractère sacré et la valeur de la vie humaine, ainsi que l'interdiction divine de l'effusion du sang innocent. Depuis les premiers récits bibliques jusqu'au Nouveau Testament, Dieu énonce clairement son commandement de ne pas tuer et son jugement sur ceux qui commettent des actes de violence.
La Genèse nous révèle que l'être humain est créé à l'image de Dieu, ce qui confère une valeur intrinsèque et inaliénable à toute vie humaine. Tout acte de violence qui entraîne la perte d'une vie humaine innocente est considéré comme une grave transgression du Commandement Divin et est abominable aux yeux de Dieu.
Jésus, dans le Nouveau Testament, a enseigné la voie de l'amour, de la miséricorde et du pardon, appelant ses disciples à renoncer à la violence et à rechercher la réconciliation et la paix. La vengeance et la vengeance n'ont pas leur place dans le Royaume de Dieu, et Lui-même promet d'apporter la justice à ceux qui ont souffert de l'injustice.
En tant que disciples du Christ, nous sommes appelés à être des agents de paix et de justice dans un monde marqué par la violence et l'effusion de sang. Nous devons œuvrer pour la protection des personnes vulnérables, la promotion de la réconciliation et l'édification d'une société fondée sur l'amour et le respect de la vie humaine sous toutes ses formes.
Conclusion
Dans cette étude, nous avons brièvement exploré quelques-unes des abominations que la Bible identifie comme déplaisantes pour Dieu. Ces péchés vont à l'encontre de Son Saint Caractère et des principes qu'Il a établis pour une vie juste et pieuse. Cependant, au milieu de ces avertissements, nous trouvons aussi l'Amour et la Grâce de Dieu qui nous offrent le pardon et la restauration lorsque nous nous repentons.
Il est essentiel de se rappeler que, bien que nous ayons été confrontés à la réalité du péché et à ses conséquences, Dieu nous aime inconditionnellement. Son désir est que nous nous détournions du mal et que nous nous tournions vers Lui avec un cœur repentant. Grâce à l'œuvre rédemptrice de Jésus-Christ, nous avons l'occasion de faire l'expérience du pardon et du renouveau que Lui seul peut offrir.
Cette étude ne cherche pas à provoquer des sentiments de culpabilité ou de condamnation, mais plutôt à nous inciter à réfléchir sur notre vie et à examiner si nous vivons en harmonie avec la Volonté de Dieu. En reconnaissant ce qui déplaît à Dieu, nous pouvons faire des choix conscients pour nous détourner du péché et rechercher son pardon et sa direction dans notre vie.
Puisse cette étude nous motiver à rechercher une vie d'obéissance et de fidélité à Dieu dans tous les domaines de notre existence. Puisse-t-elle nous inciter à fuir le péché et à rechercher la sainteté, en honorant et en glorifiant Dieu en tout temps. Que son Saint-Esprit nous guide et nous fortifie sur le chemin de la justice, afin que nous puissions vivre une vie qui reflète son amour et sa grâce au monde qui nous entoure.
Que le Seigneur Jésus-Christ continue de vous bénir aujourd'hui, demain et éternellement. Amen!
Introdução
No vasto panorama da Bíblia, revela-se um Código Divino que transcende as fronteiras do tempo e da cultura. Entre as páginas dessa antiga narrativa sagrada, encontramos não apenas relatos de fé, amor, redenção e maravilhas, mas também advertências solenes sobre as ações que provocam a ira e o desagrado do Criador de todo o Universo.
Imagine um cenário onde os próprios astros olham horrorizados para os atos abomináveis que ocorrem na Terra, onde o sussurro do vento carrega consigo o gemido dos céus. Nessa paisagem espiritual, luz e escuridão colidem em uma batalha eterna, e cada escolha humana pode inclinar a balança para bênção ou maldição.
Neste estudo, nos aventuraremos a explorar os abismos do desprazer Divino, onde sombras pairam sobre as ações humanas que desafiam a Santidade e a Justiça de Deus. Da adoração a ídolos à violência implacável, à imoralidade sexual e ao engano, estaremos imersos em uma jornada reveladora que nos confrontará com a realidade inegável: há ações que abalam o próprio céu e abalam os fundamentos da Criação.
Junte-se a nós nesta jornada até o coração do que é abominável para Deus e descubra como nossas escolhas diárias podem ressoar no próprio tecido do Universo Espiritual. Que esta exploração nos inspire a buscar a luz em meio às trevas e a viver com integridade e devoção diante Daquele que nos criou e nos chama a uma vida de santidade e retidão.
Deuteronômio 18:9-14:
9 Quando entrardes na terra que o Senhor, teu Deus, te dá, não aprenderás a fazer de acordo com as abominações daquele povo.
10 Não se encontre em vós ninguém que faça passar pelo fogo o seu filho ou filha, ou um adivinho, ou um adivinho, ou um feiticeiro, ou um feiticeiro.
11 Nem um vaivém de encantamentos, nem uma píton, nem um mago, nem um questionador dos mortos.
12 Porque é uma abominação para o Senhor que faz estas coisas, e para estas abominações o Senhor, o seu Deus, as expulsou de diante de vós.
13 Sereis perfeitos com o Senhor, teu Deus.
14 Porque essas pessoas que deveis herdar ouviram adivinhos e feiticeiros, mas não vos foi dado pelo Senhor, vosso Deus.
Apocalipse 21:23-27:
23 E a cidade não tinha necessidade do sol nem da lua para brilhar nela, porque o brilho de Deus a iluminara, e o Cordeiro era a sua luz.
24 E as nações que foram salvas andarão à luz dela, e os reis da terra lhe trarão a sua glória e honra
25 E as suas portas nunca serão fechadas de dia, porque ali não haverá noite.
26 E lhe trarão a glória e a honra das nações.
27 Nenhuma coisa que seja impura, ou que faça abominação ou falsidade, entrará nela; mas apenas aqueles que estão escritos no livro da Vida do Cordeiro.
Definição de "Abominação"
O termo "abominação" refere-se a algo que é extremamente repulsivo, detestável ou desagradável, especialmente no contexto moral ou religioso. Na Bíblia, a palavra "abominação" é usada para descrever ações, atitudes ou práticas que são consideradas pecaminosas ou moralmente repreensíveis aos olhos de Deus.
As abominações podem variar em natureza, mas geralmente envolvem ações que estão em conflito com os padrões Divinos de Justiça, Amor e Santidade. Isso pode incluir comportamentos como idolatria, violência, injustiça, imoralidade sexual, engano e opressão, entre outros.
No contexto religioso, uma abominação é algo que é incompatível com a vontade de Deus e causa o desgosto ou a indignação de Deus. É considerada uma afronta ao Seu Caráter e à Sua Soberania. A Bíblia adverte sobre as consequências de se envolver em abominações e chama a humanidade a se afastar do mal e buscar a justiça e a santidade.
Assim, uma abominação é qualquer coisa que vai contra os princípios morais e espirituais estabelecidos por Deus, e resulta na desaprovação e julgamento de Deus. É um chamado a viver em obediência a Deus e a evitar tudo o que desagrada ao Seu Justo e Misericordioso Coração.
Adoração a Ídolos
A adoração a ídolos é uma das abominações mais proeminentes da Bíblia. Desde os tempos antigos, Deus tem advertido Seu povo contra a criação e adoração de ídolos feitos pelo homem.
Êxodo 20:4-5:
4 Não farás para ti uma imagem, ou qualquer semelhança de qualquer coisa que esteja no céu acima, ou que esteja na terra embaixo, ou nas águas debaixo da terra.
5 Não te curvarás a eles, nem os honrarás; porque eu sou o SENHOR, teu Deus, forte e zeloso, visitando a iniquidade dos pais sobre os filhos, o terceiro e o quarto, a quem eles me odeiam,...
Nesses versículos, Deus declara claramente Seu Mandamento contra a criação e adoração de imagens ou ídolos. Deus é um Deus ciumento, o que significa que Ele não tolera que Seus Filhos adorem deuses ou entidades que não sejam Ele mesmo. Ele exige exclusividade na adoração e não compartilha Sua glória com ídolos criados pelo homem.
A razão por trás dessa proibição está na santidade de Deus. Ele é infinitamente superior a qualquer coisa que o homem possa criar, e adorar ídolos é uma forma de rebaixar Sua Majestade e Poder a algo criado por nossas mãos. Além disso, a adoração a ídolos leva à idolatria, que é um desvio da verdadeira fé e uma ofensa direta contra Deus.
Essa proibição se estende por toda a Bíblia, e vemos exemplos das consequências devastadoras da adoração a ídolos na história de Israel e de outras nações. A idolatria leva à alienação de Deus e ao Juízo Divino sobre aqueles que a praticam. Portanto, é fundamental que os crentes evitem a tentação de adorar qualquer coisa que não seja o verdadeiro Deus e vivam em fidelidade exclusiva a Ele.
O chamado hoje, neste século 21, de tanta idolatria e adoração aos falsos deuses, é o de Apocalipse 14:7:
14... Temei a Deus e dai-lhe honra; porque chegou a hora do seu juízo; e adorai Aquele que fez o céu e a terra, o mar e as fontes das águas.
Somos desafiados a viver vidas que reflitam genuína Reverência e Adoração a Deus, reconhecendo Sua Autoridade sobre nossas vidas e obedecendo a Seus Mandamentos. Ele nos lembra que o temor de Deus não é apenas um reconhecimento de Seu Poder, mas também um ato de Amor e Devoção a Ele.
Bruxaria e Práticas Ocultas
As práticas de feitiçaria e ocultismo são consideradas abominações diante de Deus de acordo com o ensino bíblico. Essas atividades envolvem a busca de poder ou conhecimento por meios sobrenaturais que não vêm de Deus, mas sim de forças malignas.
Deuteronômio 18:10-12:
10 Não se encontre em vós ninguém que faça passar pelo fogo o seu filho ou filha, ou um adivinho, ou um adivinho, ou um feiticeiro, ou um feiticeiro.
11 Nem um vaivém de encantamentos, nem uma píton, nem um mago, nem um questionador dos mortos.
12 Porque é uma abominação para o Senhor que faz estas coisas, e para estas abominações o Senhor, o seu Deus, as expulsou de diante de vós.
Nesses versículos, Deus declara claramente Sua proibição contra uma série de práticas associadas à feitiçaria e ao ocultismo. Essas práticas incluem adivinhação (que tenta prever o futuro), feitiçaria (que é o uso de encantamentos ou encantamentos para manipular forças sobrenaturais), necromancia (que é consultar os mortos), entre outras.
Deus declara que essas práticas são abomináveis diante Dele e como motivos para expulsão das nações que as praticam. A razão por trás dessa proibição está no fato de que essas atividades abrem a porta para a influência demoníaca e desviam as pessoas de confiar em Deus como a única Fonte de Poder e Direção.
A feitiçaria e o ocultismo são formas de rebelião contra Deus e Sua Autoridade. Em vez de confiar em Sua Provisão e buscar Sua Orientação, aqueles que se envolvem nessas práticas buscam poder e conhecimento de fontes que estão em oposição direta a Deus. Isso não só é espiritualmente perigoso, mas também pode levar à escravidão espiritual e à alienação da verdadeira Luz e Verdade que vêm de Deus.
Portanto, os crentes devem ficar longe de todas as formas de feitiçaria e ocultismo e, em vez disso, buscar a Proteção e a Direção de Deus por meio da oração e da comunhão com Ele.
Imoralidade sexual
A imoralidade sexual é outra das abominações claramente condenadas na Bíblia. Deus estabelece padrões morais para a sexualidade humana, e qualquer desvio desses padrões é considerado pecado e desprazer para Deus.
1 Coríntios 6:9-10:
9 Não sabeis que os injustos não possuirão o reino de Deus? Não vos enganeis, pois nem fornicadores, nem idólatras, nem adúlteros, nem afeminados, nem os que se deitam com os homens,
10 Nem ladrões, nem avarentos, nem bêbados, nem caluniadores, nem ladrões, herdarão o reino de Deus.
Efésios 5:3-5:
3 Mas a, e toda a impureza, ou cobiça, não sejam sequer nomeadas entre vós, como convém aos santos;
4 Nem palavras tolas, nem tolices, nem artimanhas, que não são apropriadas; mas sim ação de graças.
5 Porque sabeis isto, que nenhum fornicador, ou impuro, ou avarento, que é servo de ídolos, tem herança no reino de Cristo e de Deus.
Esses versículos nos mostram claramente a posição de Deus sobre a imoralidade sexual. Termos como, adultério, homossexualidade e todas as formas de impureza sexual são mencionados, todos condenados nas Escrituras.
A razão por trás dessa condenação é que a sexualidade foi projetada por Deus para ser uma expressão de amor e unidade dentro do casamento entre um homem e uma mulher. Qualquer atividade sexual fora desse contexto vai contra o Plano Divino e desonra tanto Deus quanto as pessoas envolvidas.
A imoralidade sexual não afeta apenas as pessoas diretamente envolvidas, mas também tem consequências na sociedade em geral. Promove a promiscuidade, o egoísmo e o desprezo pela santidade do casamento e da família.
Portanto, os crentes são chamados a viver vidas de pureza e castidade, honrando o desígnio de Deus para a sexualidade humana. Isso envolve abster-se de relações sexuais fora do casamento, evitar pornografia e qualquer outra atividade sexual imoral e buscar pureza no pensamento e na ação.
Deuteronômio 23:17:
17 Não haverá meretriz das filhas de Israel, nem haverá sodomítico dos filhos de Israel.
Deuteronômio 24:4:
4 Seu primeiro marido, que a mandou embora, não poderá levá-la de volta para ser sua esposa, depois que ela tiver sido amamentada. porque é uma abominação aos olhos do SENHOR, e não perverterás a terra que o SENHOR, teu Deus, te dá por herança.
Esses dois versículos abordam a questão da promiscuidade e da infidelidade conjugal. A fidelidade no casamento é um princípio fundamental na Bíblia, e qualquer ação que viole essa aliança sagrada é considerada uma abominação diante de Deus. A promiscuidade e a infidelidade corroem a confiança e a intimidade nos relacionamentos, e Deus estabelece limites claros para proteger a pureza e a santidade do casamento.
Levítico 18:22:
22 Não te deitarás com um homem como com uma mulher: é uma abominação.
Levítico 20:13:
13 E todo aquele que tiver aconselhado com um homem e com uma mulher, fizeram uma abominação: ambos serão mortos; Seu sangue estará sobre eles.
Esses versículos condenam a prática da homossexualidade. A Bíblia ensina que o Projeto Original de Deus para a sexualidade é a união entre um homem e uma mulher dentro do casamento. A homossexualidade é vista como uma distorção desse Desígnio Divino e é considerada uma abominação aos Olhos de Deus. Não se trata apenas de moralidade, mas também de respeito à Ordem estabelecida por Deus na criação.
Deuteronômio 22:5:
5 A mulher não usará o manto de um homem, nem o homem usará a roupa de uma mulher; porque é uma abominação ao Senhor teu Deus que faz isto.
Esse ensinamento faz parte das leis dadas por Deus ao povo de Israel por meio de Moisés. A proibição de usar roupas do sexo oposto tem profundas implicações em termos de identidade, papéis e pureza na cultura do antigo Israel.
A roupa na antiguidade não servia apenas como forma de proteção e conforto, mas também era um símbolo de identidade e pertencimento. A distinção entre vestimentas masculinas e femininas refletia as diferenças de papéis e funções entre homens e mulheres na sociedade. Vestir-se com as vestes do sexo oposto era considerado uma violação dessa ordem estabelecida por Deus.
Essa instrução também tem implicações morais e espirituais. Deus criou homens e mulheres com características e papéis específicos, e a transgressão dessas diferenças pode levar à confusão e à desordem na sociedade. Além disso, vestir-se como o sexo oposto pode ser visto como uma rejeição da identidade e propósito que Deus deu a cada pessoa.
No contexto moderno, esse verso ainda é relevante em termos de respeito à identidade de gênero e manutenção da pureza na expressão da sexualidade. Embora a roupa em si não determine a identidade de gênero, esse princípio bíblico nos lembra da importância de honrar e celebrar as diferenças entre homens e mulheres, bem como viver com integridade em nossas identidades criadas por Deus.
Levítico 20:15-16:
15 E todo aquele que tiver relações sexuais com uma besta será morto; e matarás a besta.
16 E a mulher que se aproximar de qualquer besta, para que com ela se aconselhe, a mulher e a besta matarás: certamente morrerão; será o seu sangue sobre eles.
Esses versículos estabelecem como a sociedade deveria funcionar e quais comportamentos eram inaceitáveis aos olhos de Deus. A bestialidade, o ato de fazer sexo com animais, é claramente condenada nessas Leis Divinas.
Deus considera a bestialidade como uma violação extrema da ordem natural e moral que Ele estabeleceu. Essa prática não é apenas uma perversão da sexualidade humana, mas também degrada a dignidade do ser humano e do animal envolvido. Além disso, a bestialidade desafia a Autoridade e o Desígnio de Deus para a sexualidade humana, que é a união exclusiva entre um homem e uma mulher dentro do casamento.
As consequências da bestialidade no contexto bíblico são graves. Na Lei, tanto a pessoa quanto o animal envolvido devem ser executados como punição por esse ato abominável. Esta severa pena reflete a gravidade do pecado e a necessidade de manter a pureza e a santidade na conduta humana.
Esta citação bíblica nos lembra da importância de respeitar os limites estabelecidos por Deus para a sexualidade humana e manter a pureza em nossos relacionamentos e comportamentos. A bestialidade é uma prática que vai contra a ordem moral e natural de Deus e deve ser fortemente evitada e condenada.
Injustiça e opressão
A Bíblia condena veementemente a injustiça e a opressão em todas as suas formas. Do Antigo Testamento ao Novo Testamento, Deus revela Seu Caráter Justo e Amoroso, chamando Seu Povo a praticar a justiça e mostrar compaixão pelos oprimidos.
Provérbios 22:22-23:
22 Não roubeis o pobre, porque ele é pobre, nem quebre os aflitos à porta.
23 Porque o Senhor julgará a sua causa, e despojará as almas dos que as despojarem.
Isaías 1:17:
17 Aprenda a fazer o bem: busque o juízo, restaure o injustiçado, ouça o órfão na lei, proteja a viúva.
Jeremias 22:3:
3Assim diz o Senhor: Fazei juízo e justiça, e livrai-vos os oprimidos da mão do opressor, e não enganeis, nem roubeis o estrangeiro, nem os órfãos, nem a viúva, nem derramei sangue inocente neste lugar.
Miquéias 6:8:
8 Ó homem, ele te declarou o que é bom, e o que o Senhor te exigirá: somente para exercer juízo, e amar a misericórdia, e humilhar-te para andar com o teu Deus.
Mateus 23:23:
23 Ai de vós, escribas e fariseus, hipócritas! Porque tu dizimaste a hortelã, o endro e o cominho, e abandonaste aquilo que é a coisa mais grave da lei, a saber, o juízo, a misericórdia e a fé: isto era necessário fazer, e não abandonar o outro.
Esses versículos nos mostram a importância que Deus dá à prática da justiça e da compaixão na vida de Seus seguidores. A injustiça e a opressão são abominações diante de Deus porque vão contra Seu Caráter Justo e Amoroso e violam os princípios fundamentais de Seu Reino.
No Antigo Testamento, vemos como os profetas denunciaram a opressão dos pobres e vulneráveis pelos poderosos e chamaram o povo a praticar a Justiça e a Compaixão. Deus exige que Seu povo defenda os direitos dos oprimidos, proteja os fracos e busque o bem-estar de todos.
No Novo Testamento, Jesus também enfatiza a importância da justiça e da misericórdia, repreendendo líderes religiosos hipócritas que negligenciaram as questões mais importantes da lei, como a Justiça e a Compaixão, enquanto se concentrava em rituais religiosos superficiais.
Para os seguidores de Cristo, a prática da justiça e da compaixão não é opcional, mas fundamental para viver uma vida que honre a Deus. Devemos estar atentos às necessidades dos outros, defender a justiça e os direitos humanos e trabalhar pela restauração e reconciliação num mundo marcado pela injustiça e pela opressão.
Orgulho e arrogância
A Bíblia adverte repetidamente sobre os perigos do orgulho e da arrogância, identificando-os como atitudes abomináveis diante de Deus. O orgulho e a arrogância representam uma exaltação de si mesmo acima de Deus e dos outros, o que está em oposição direta ao espírito de humildade e dependência de Deus que Ele exige de Seus seguidores.
Provérbios 16:5:
5 Uma abominação é uma abominação para o Senhor que é altivo de coração: embora seja entregue de mão, não será considerado inocente.
Provérbios 16:18:
18 O orgulho está antes da destruição; E antes da queda, altivez de espírito.
Provérbios 8:13:
13 O temor do Senhor é odiar o mal; O orgulho e a arrogância, e o mau caminho, e a boca perversa, eu odeio.
Tiago 4:6:
6 Mas ele dá maior graça. Por isso, ele diz: "Deus resiste aos soberbos e dá graça aos humildes".
1 Pedro 5:5:
5 Da mesma forma, os rapazes, sujeitam-se aos idosos; e todos vós submissos uns aos outros, revesti-vos de humildade; porque Deus resiste aos soberbos e dá graça aos humildes.
Esses versículos nos ensinam que o orgulho e a arrogância são abomináveis diante de Deus porque representam uma atitude de rebelião e desobediência em relação a Ele. Quando uma pessoa se orgulha e se exalta, ela está se colocando acima de Deus e rejeitando Sua Autoridade e Soberania sobre sua vida.
O orgulho também carrega consigo a autodeterminação e a autossuficiência, negando a necessidade da Graça e da Misericórdia de Deus. Em contraste, a humildade reconhece nossa dependência de Deus e nossa constante necessidade de Sua Orientação e Provisão.
Além disso, o orgulho leva a conflitos e divisões nas relações humanas, pois fomenta a competição, o desprezo e a falta de empatia para com os outros. Por outro lado, a humildade promove a união, o respeito mútuo e a colaboração.
Para os seguidores de Cristo, a humildade é uma virtude fundamental que devemos cultivar em nossas vidas. Devemos reconhecer que tudo o que somos e temos vem de Deus e vivemos em obediência e submissão à Sua Vontade. Ao fazê-lo, evitamos cair no perigoso abismo do orgulho e da arrogância e nos aproximamos do Coração de Deus, que ama e exalta os humildes.
Mentiras e enganos
A mentira e o engano são abominações diante de Deus, pois vão contra o Seu Caráter de verdade e honestidade. A Bíblia adverte sobre as consequências destrutivas da mentira e nos exorta a viver na verdade em todos os nossos relacionamentos e ações.
Provérbios 6:16-19:
16 Seis coisas o Senhor odeia, e sete abominadas a sua alma:
17 Os olhos altivos, a língua mentirosa, as mãos que derramam sangue inocente,
18 O coração que inventa os maus pensamentos, Os pés rápidos para correr para o mal,
19 Uma falsa testemunha que fala mentiras e uma falsa testemunha que acende brigas entre os irmãos.
Efésios 4:25:
25 Portanto, quando abandonardes a falsidade, falai a verdade, cada um ao seu próximo; porque somos membros uns dos outros.
Colossenses 3:9:
9 Não mintam uns aos outros, tendo afastado o velho por suas obras,...
Provérbios 12:22:
22 Os lábios mentirosos são uma abominação para o Senhor, mas os obreiros da verdade o seu contentamento.
João 8:44:
44 Tu és o diabo do teu pai e queres satisfazer os desejos do teu pai. Ele foi um assassino desde o início, e não permaneceu na verdade, porque não há verdade nele. Quando fala uma mentira, fala de si mesmo; pois ele é mentiroso e pai da mentira.
Esses versículos nos mostram a gravidade do pecado de mentir e trapacear. A mentira é odiada por Deus porque é uma distorção da verdade, que é um atributo fundamental de Seu Caráter. Quando mentimos, estamos seguindo os passos do diabo, que é o pai da mentira, e estamos nos afastando da Vontade de Deus para nossas vidas.
Mentir não afeta apenas nossas relações com os outros, mas também corrompe nosso próprio caráter. A prática habitual da mentira pode nos levar a um caminho de engano e autoengano, obscurecendo nossa percepção da verdade e nos separando de Deus.
Por outro lado, a verdade nos liberta e nos aproxima de Deus. Viver na verdade nos permite experimentar a Plenitude de Vida que Deus deseja para nós, e nos capacita a viver com autenticidade e transparência em todos os nossos relacionamentos.
31... Se permanecerdes na Minha palavra, sereis verdadeiramente meus discípulos;
32 E conhecereis a verdade, e a verdade vos libertará.
[João 8:31-32]
Como seguidores de Cristo, devemos nos esforçar para ser pessoas de verdade e honestidade em tudo o que dizemos e fazemos. Isso significa renunciar à mentira e ao engano em todas as suas formas e permitir que a Verdade de Deus guie nossas palavras e ações. Ao fazer isso, refletimos o caráter de Deus e contribuímos para a construção do Reino de Deus na Terra.
Violência e derramamento de sangue inocente
A violência e o derramamento de sangue inocente são considerados abominações diante de Deus, pois vão contra o Valor Supremo que Ele coloca sobre a vida humana e o mandamento de amar o próximo como a si mesmo. A Bíblia condena veementemente todos os atos de violência e pede justiça e proteção aos vulneráveis.
Gênesis 9:6:
6 Aquele que derramar o sangue do homem, pelo homem será derramado o seu sangue; porque à imagem de Deus se faz o homem.
Êxodo 20:13:
13 Não matarás.
Provérbios 6:16-17:
16 Seis coisas o Senhor odeia, e sete abominadas a sua alma:
17 Os olhos altivos, a língua mentirosa, as mãos que derramam sangue inocente,...
Isaías 59:7:
7 Seus pés correm para o mal, e eles se apressam a derramar sangue inocente; seus pensamentos, pensamentos de iniquidade, destruição e quebrantamento em seus caminhos.
Mateus 26:52:
52 Então Jesus lhe disse: Põe a tua espada de volta no seu lugar. porque todos os que tomarem a espada perecerão pela espada.
Romanos 12:19:
19 Não vos vingeis, meu amado; mas dê lugar à ira; porque está escrito: A vingança é minha: Eu retribuirei, diz o Senhor.
Esses versículos nos ensinam a santidade e o valor da vida humana, bem como a proibição divina do derramamento de sangue inocente. Desde os primeiros relatos bíblicos até o Novo Testamento, Deus declara claramente Seu Mandamento de não matar e Seu Julgamento sobre aqueles que cometem atos de violência.
O Gênesis nos revela que os seres humanos são criados à imagem de Deus, o que confere um valor intrínseco e inalienável a toda vida humana. Qualquer ato de violência que resulte na perda de vidas humanas inocentes é considerado uma grave transgressão do Mandamento Divino e é abominável aos olhos de Deus.
Jesus, no Novo Testamento, ensinou o caminho do amor, da misericórdia e do perdão, chamando Seus seguidores a renunciar à violência e buscar a reconciliação e a paz. A vingança e a vingança não têm lugar no Reino de Deus, e Ele mesmo promete trazer justiça àqueles que sofreram injustiças.
Como seguidores de Cristo, somos chamados a ser agentes da paz e da justiça num mundo marcado pela violência e pelo derramamento de sangue. Devemos trabalhar pela protecção dos vulneráveis, pela promoção da reconciliação e pela construção de uma sociedade baseada no amor e no respeito pela vida humana em todas as suas formas.
Conclusão
Neste estudo, exploramos brevemente algumas das abominações que a Bíblia identifica como desagradando a Deus. Esses pecados vão contra Seu Santo Caráter e os princípios que Ele estabeleceu para uma vida justa e piedosa. No entanto, em meio a essas advertências, também encontramos o Amor e a Graça de Deus nos oferecendo perdão e restauração quando nos arrependemos.
É essencial lembrar que, embora tenhamos sido confrontados com a realidade do pecado e suas consequências, Deus nos ama incondicionalmente. Seu Desejo é que nos afastemos do mal e nos voltemos para Ele com o coração arrependido. Por meio da Obra Redentora de Jesus Cristo, temos a oportunidade de experimentar o perdão e a renovação que somente Ele pode oferecer.
Este estudo não busca provocar sentimentos de culpa ou condenação, mas sim nos inspirar a refletir sobre nossas vidas e examinar se estamos vivendo em harmonia com a Vontade de Deus. Ao reconhecer o que desagrada a Deus, podemos fazer escolhas conscientes para nos afastarmos do pecado e buscarmos Seu perdão e direção em nossas vidas.
Que este estudo nos motive a buscar uma vida de obediência e fidelidade a Deus em todas as áreas de nossa existência. Que ela nos leve a fugir do pecado e buscar a santidade, honrando e glorificando a Deus em todos os momentos. Que Seu Espírito Santo nos guie e nos fortaleça no caminho da justiça, para que possamos viver vidas que reflitam Seu Amor e Sua Graça para o mundo ao nosso redor.
Que o Senhor Jesus Cristo continue a abençoá-los hoje, amanhã e sempre. Amém!
NOTA SOBRE LOS DERECHOS DE AUTOR
Este sitio web posee contenido con derechos reservados. Puede ser compartido de forma gratuita para propagar el Evangelio de Jesucristo. Se permite su reproducción en masa, publicarlo en sitios web, redes sociales, traducir a otros idiomas dando el crédito al escritor de este contenido. Se prohíbe la venta o recaudación de fondos de cualquier contenido en este sitio web. Para más información puede escribirnos a:
LA PALABRA HABLADA DE DIOS
PO Box 2017 PMB 345
Las Piedras, PR 00771