Introducción

Hermanos y Hermanas, hoy nos adentraremos a un tema que ha estado resonado en estas últimas décadas, en estos últimos tiempos con un poder indescriptible: la Gran Voz de Trompeta. Este no es un simple toque de trompeta literal que escuchamos en la distancia. Es el Clamor Divino que atraviesa toda la creación, una Voz Poderosa que no puede ser ignorada, un Llamado que nos habla desde las páginas de la Biblia y que viene directamente del Trono Eterno de Dios.

El Señor Jesús mismo nos reveló en Mateo 24:31 que, en el tiempo del fin, cuando se muestre la Señal del Hijo del Hombre en el Cielo, habrá una Gran Voz de Trompeta que reunirá a Sus Escogidos de todas partes de la tierra. Este llamado es único y decisivo. No es solo un sonido; es el Mensaje de Dios en su máxima Plenitud, un Mensaje que trae Vida, Justicia, y un despertar espiritual a todos los que están en Él. Hoy, esta Voz resuena más fuerte que nunca, llamando a preparase, a despertar del letargo, a dejar toda sombra de pecado, y a mantenerse firme en Su Verdad.

¿Qué significa esta Gran Voz de Trompeta para nosotros Hoy? ¿Es solo una profecía de algo futuro, o ya está resonando en nuestros corazones y en el mundo? Esta Voz, Hermanos, es la misma que tronó desde el Sinaí, que habló a los profetas y que se levantó en el Calvario cuando Cristo entregó Su Vida por nosotros. Es la Voz de Dios, llamando a Su Pueblo a alistarse para el gran encuentro final, a vivir en Su Plenitud y a proclamar Su Verdad en estos días oscuros.

Hoy, escudriñemos juntos esta Gran Voz de Trompeta. Permítanos ver cómo las Escrituras nos revelan el significado profundo de esta Voz que no solo anuncia el fin, sino que llama a Su Pueblo a entrar en Su Perfecta y Gloriosa Voluntad. Que estemos atentos y dispuestos a recibir este Mensaje de Vida y de Victoria en Jesucristo, nuestro Señor.

Mateo 24:27-31:

27Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.

28Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

29Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas.

30Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.

31Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro.

LA VOZ DE DIOS COMO TROMPETA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Desde los tiempos antiguos, la Voz de Dios ha sido comparada con el sonido de la trompeta, un sonido que reverbera con Autoridad y Santidad, que llama al Pueblo de Dios a una obediencia profunda y la reverencia. En varias ocasiones, Dios se reveló a Su Pueblo a través de un sonido de trompeta, un llamado poderoso que marcaba el comienzo de Su Pacto y establecía Su Santidad. La trompeta no solo anunciaba Su Presencia, sino que también convocaba a Su Pueblo a unirse en comunión, a alinearse con Su Voluntad y a seguir Su Dirección con temor reverente.

La Trompeta en el Monte Sinaí

Uno de los momentos más impactantes en los que Dios usa el sonido de la trompeta para manifestarse se encuentra en Éxodo 19:16-19, cuando Él descendió en Gloria sobre el monte Sinaí para entregar la Ley a Moisés y establecer Su Pacto con Israel. En este pasaje, el pueblo de Israel experimenta la Santidad de Dios de una forma que sacude sus almas y cuerpos. La Escritura dice en Éxodo 19:16:

16Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y estremecióse todo el pueblo que estaba en el real.

Este sonido de bocina o sonido de trompeta que se oía sobre el monte Sinaí era una manifestación directa de la Voz de Dios. No era un simple sonido humano; era un Sonido Sobrenatural, creciente e imponente, que hacía temblar la tierra y el corazón de cada israelita. La Presencia de Dios era tan imponente y aterradora que el pueblo temía acercarse y pidió a Moisés que hablara en lugar de Dios, pues no podían soportar la intensidad de Su Voz.

La Trompeta como Llamado a la Santidad y Obediencia

El sonido de la trompeta en el Sinaí también simbolizaba el llamado de Dios a la santidad y obediencia. Israel estaba siendo preparado para recibir las Instrucciones de Dios, y esta preparación incluía purificación y reverencia. En Éxodo 19:10-11, Dios había mandado que el pueblo se consagrara y lavara sus vestiduras, y que estuvieran listos para el tercer día, cuando Él descendería en el monte. Esta preparación espiritual era esencial, pues el sonido de la trompeta señalaba el acercamiento de una Presencia Divina que no podía ser tomada a la ligera.

El monte Sinaí fue un momento decisivo para Israel. La trompeta de Dios resonó como una llamada a la pureza, una preparación para recibir el Pacto de Santidad que sellaría Su Relación con el Pueblo. En este sentido, la voz de trompeta era tanto una advertencia como una promesa, un recordatorio de que Dios es Santo y que espera de Su Pueblo una vida consagrada a Él.

La Trompeta en las Marchas y Guerras de Israel

El sonido de la trompeta también marcaba los momentos en que Dios dirigía a Su Pueblo en batalla, como un símbolo de Su Protección y Liderazgo. En Números 10:9-10, Dios ordenó a los hijos de Israel que hicieran sonar las trompetas en tiempos de guerra para recordarle que Él estaba con ellos en medio del combate:

9Y cuando viniereis á la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas: y seréis en memoria delante de Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.

10Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de vuestras paces, y os serán por memoria delante de vuestro Dios: Yo Jehová vuestro Dios.

Aquí vemos cómo el sonido de la trompeta no solo era una señal para el pueblo, sino también una invocación a Dios para recordar Su Pacto con Israel y asegurar Su Intervención en la batalla. La trompeta se convierte en una representación de la Voz de Dios que guía, defiende y protege. En estos momentos de guerra, la trompeta era el recordatorio de que Dios mismo iba delante de ellos, que Su Voz como trompeta era el Poder que vencía a sus enemigos.

La Trompeta como Anuncio de Jubileo

Además de su uso en el Sinaí y en tiempos de guerra, la trompeta también era el instrumento que anunciaba el jubileo, el año de libertad y restauración para el pueblo de Israel. En Levítico 25:9, Dios ordena que el año de jubileo se anuncie con un toque de trompeta, y que se proclame libertad en toda la tierra:

9Entonces harás pasar la trompeta de jubilación en el mes séptimo á los diez del mes; el día de la expiación haréis pasar la trompeta por toda vuestra tierra.

Este sonido de trompeta simbolizaba la restauración y la redención. Era un recordatorio de que Dios es quien libera, quien restaura, y quien devuelve a cada uno lo que le pertenece. El jubileo era un tiempo de descanso y reconciliación, y la trompeta anunciaba este tiempo con un clamor de gozo y esperanza. Aquí, la trompeta es también un eco de la Misericordia de Dios, que nos llama no solo a recibir Su Justicia, sino también Su Amor y Su Redención.

Significado de la Trompeta como Voz de Dios

En cada una de estas manifestaciones en el Antiguo Testamento, la trompeta representa la Voz de Dios, que llama a Su Pueblo a alistarse, a luchar, a arrepentirse, y a entrar en la Redención. Cuando Dios habla como trompeta, Él está marcando momentos decisivos para Su Pueblo. La trompeta no es simplemente un sonido; es la confirmación de Su Presencia, de Su Poder y de Su Dirección para aquellos que han sido llamados y apartados por Él.

Así, cuando llegamos al Nuevo Testamento y escuchamos acerca de la Gran Voz de Trompeta en Mateo 24:31, comprendemos que este es un llamado que engloba todos estos significados. Es el llamado final y decisivo, un llamado que convoca a los Escogidos para que se reúnan y se preparen para el encuentro con su Señor. La voz de trompeta es el sonido de la victoria y la culminación de la redención. Nos recuerda que Dios ha hablado antes con trompeta y que Su Pueblo ha sido guiado por esa Voz; ahora, esa misma Voz, en su forma plena, vuelve a llamar a todos los que están en Cristo a unirse en la Eternidad con Él.

La Gran Voz de Trompeta es, entonces, el cumplimiento de lo que Dios ya había comenzado en el Sinaí, en las batallas de Israel y en el jubileo: el anuncio de una relación renovada y eterna con Él, una invitación a Su Plenitud y a la victoria en Su Nombre.

LA VOZ PROFÉTICA Y EL JUICIO DE DIOS

La Voz de Dios en la Escritura no solo llama a Su Pueblo a la obediencia y santidad, sino que también actúa como una Voz de Juicio contra el pecado y la rebelión. A lo largo de la Biblia, observamos cómo la Voz de Dios, a menudo descrita como una Voz Potente, Sonora, y como de trompeta, anuncia juicio sobre aquellos que se apartan de Su Voluntad. Esta Voz Profética es la misma que llamó a los profetas a advertir al pueblo de Israel sobre la Justicia y la Santidad de Dios, y que también es descrita en el Nuevo Testamento como una Gran Trompeta que anuncia el fin de los tiempos y el juicio final.

La Voz Profética en los Profetas del Antiguo Testamento

Desde los tiempos antiguos, Dios levantó profetas para anunciar Sus Juicios, y estos profetas fueron llamados a alzar sus voces como trompeta para advertir al pueblo de sus pecados. En Isaías 58:1, Dios le dice al profeta Isaías:

1CLAMA á voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia á mi pueblo su rebelión, y á la casa de Jacob su pecado.

Aquí vemos cómo la voz de trompeta no solo llama a la obediencia, sino que también denuncia el pecado de manera clara y sin reservas. Isaías debía alzar su voz como una trompeta para que todo el pueblo escuchara la reprensión de Dios y se arrepintiera. Este pasaje muestra que la voz de trompeta también simboliza la urgencia y severidad del Mensaje de Dios cuando el pecado está presente. Es una Voz que no puede ser ignorada y que confronta la rebelión directamente.

El Sonido de la Trompeta y el Juicio sobre las Naciones

Otro ejemplo poderoso de la Voz de Dios como trompeta de juicio se encuentra en el profeta Joel, quien anuncia un día de juicio y oscuridad para los enemigos de Dios. En Joel 2:1, leemos:

1TOCAD trompeta en Sión, y pregondad en mi santo monte: tiemblen todos los moradores de la tierra; porque viene el día de Jehová, porque está cercano.

Aquí, el toque de trompeta anuncia el “Día del Señor,” un tiempo de juicio y purificación. El profeta Joel utiliza el simbolismo de la trompeta para declarar la inminente llegada del Juicio de Dios sobre el pueblo y las naciones que se han alejado de Su Justicia. Es una advertencia que señala un momento de cambio drástico y de temor reverente. Este toque de trompeta no solo es para el Pueblo de Dios, sino que es un Mensaje para todos los habitantes de la tierra: nadie está fuera del alcance de la Justicia Divina, y todos deben temblar ante Su Poder.

El Juicio en Ezequiel: La Voz que Llama a la Responsabilidad

El profeta Ezequiel también recibió una misión de advertencia, en la cual debía ser una voz de alerta, como el toque de una trompeta que avisa del peligro. En Ezequiel 33:3-4, Dios establece la responsabilidad de los profetas como atalayas:

3Y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare corneta, y avisare al pueblo;

4Cualquiera que oyere el sonido de la corneta, y no se apercibiere, y viniendo la espada lo tomare, su sangre será sobre su cabeza.

Aquí, la trompeta representa la Advertencia de Dios contra el peligro inminente. La voz profética llama al pueblo a la responsabilidad personal de escuchar y responder. Dios le indica a Ezequiel que, si el pueblo no escucha el sonido de trompeta y no se prepara, el juicio caerá sobre ellos sin excusa. Esto refleja la Justicia de Dios, quien siempre da una oportunidad de arrepentimiento antes de que el Juicio llegue. La trompeta es un medio de Misericordia, una Voz que ofrece una última oportunidad de corrección antes de que caiga el juicio.

La Voz Profética en el Juicio Final

Al llegar al Nuevo Testamento, encontramos que esta voz de trompeta continúa resonando en el contexto del juicio final. En 1 Tesalonicenses 4:16, el apóstol Pablo describe el regreso de Cristo con un toque de trompeta que marca el juicio y la reunión de Su Pueblo:

16Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero:

Esta trompeta es una señal clara del Juicio de Dios y la culminación de Su Plan Redentor. No solo anuncia el regreso de Cristo, sino también la separación final entre aquellos que están en Cristo y aquellos que lo han rechazado. La voz de trompeta en este pasaje trae tanto esperanza para los creyentes como advertencia para los que han permanecido en pecado. Es un recordatorio de que la Voz de Dios, tan clara y poderosa como una trompeta, culminará Su Obra Redentora y ejecutará Su Justicia final.

Las Trompetas del Juicio en el Libro de Apocalipsis

El libro de Apocalipsis presenta la trompeta en una serie de juicios que caen sobre la tierra, marcando la intensidad del Juicio de Dios en los últimos tiempos. En Apocalipsis 8:6-7, leemos sobre el primer toque de trompeta y el juicio que sigue:

6Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas, se aparejaron para tocar.

7Y el primer ángel tocó la trompeta, y fué hecho granizo y fuego, mezclado con sangre, y fueron arrojados á la tierra; y la tercera parte de los árboles fué quemada, y quemóse toda la hierba verde.

Cada toque de trompeta en Apocalipsis trae un juicio específico sobre la tierra. Estas trompetas representan la Voz de Dios en Su Máxima severidad, ya que cada sonido simboliza el avance del Juicio Divino sobre el pecado y la rebelión de la humanidad. Cada trompeta anuncia una calamidad, una advertencia del Juicio que está por venir; un llamado a la humanidad a arrepentirse antes de que sea demasiado tarde.

La Voz Profética como Voz de Llamado y Juicio

La Voz Profética de Dios como trompeta es tanto una advertencia como un juicio sobre el pecado y la desobediencia. Es una Voz que no puede ser ignorada ni minimizada. A través de las Escrituras, vemos que esta Voz llama al arrepentimiento, pero también establece una responsabilidad. Si el pueblo escucha la trompeta y responde, Dios está dispuesto a perdonar. Sin embargo, si se ignora esta Voz, el Juicio de Dios es inevitable.

La Gran Voz de Trompeta en Mateo 24:31 no es solo una llamada a reunir a los Escogidos, sino también la declaración de que el Juicio de Dios está por caer sobre un mundo que ha rechazado Su Verdad. Es una Voz que separará a los redimidos de los que permanecen en la oscuridad. Es el último y definitivo llamado, la Voz que reunirá a los santos y juzgará al mundo.

Esta Voz Profética y de juicio nos recuerda la seriedad de estar preparados y atentos, porque el Día del Juicio de Dios es real y Su Trompeta sonará en el momento indicado, como lo profetizaron los antiguos profetas y los apóstoles en el Nuevo Testamento.

LA GRAN VOZ DE TROMPETA EN LA VENIDA DE CRISTO

La Gran Voz de Trompeta en la Venida de Cristo es un símbolo del cumplimiento pleno de Su Plan Redentor y el Juicio Final que pondrá fin a la historia humana como la conocemos. En Mateo 24:31, Jesús nos muestra que esta Voz, que envía a Sus Ángeles a recoger a los escogidos, es un anuncio solemne y definitivo. Esta trompeta se describe como la que convoca a los santos de todas las naciones, trayéndolos a una reunión santa y eterna en la Presencia de Dios.

Esta Gran Voz de Trompeta tiene su manifestación tanto en la Segunda Venida como en la Tercera Venida de Cristo, cuando Su Presencia completa y gloriosa se manifiesta y los últimos acontecimientos de la historia se despliegan en cumplimiento de las profecías. Es también la Voz Profética de Juicio que suenan los dos testigos de Dios, proclamando un mensaje de arrepentimiento y juicio en los tiempos finales.

La Voz de Trompeta en Apocalipsis: Los Juicios de Dios y la Consumación de los Tiempos

A través del libro de Apocalipsis, las trompetas representan juicios progresivos que caen sobre la tierra, marcando la cercanía del fin y la consumación del Plan de Dios. Cada trompeta trae un juicio específico, y estos toques de trompeta en secuencia culminan con la séptima trompeta, que declara la victoria final y el establecimiento del Reino Eterno de Dios. En Apocalipsis 10:7 leemos:

7Pero en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comenzare á tocar la trompeta, el misterio de Dios será consumado, como él lo anunció á sus siervos los profetas.

Este pasaje nos revela que, al sonar la última trompeta, el Misterio de Dios llega a Su Plenitud. La Gran Voz de Trompeta, que acompaña la Segunda y Tercera Venida de Cristo, es la Voz que trae Justicia y Redención, y que establece Su Reino en el mundo. Es la trompeta que anuncia el fin del sistema humano y el comienzo del Gobierno Eterno de Dios.

La Reunión De Los Escogidos Y El Juicio Del Mundo

La Gran Voz de Trompeta en Mateo 24:31 también tiene un propósito específico: reunir a los escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro. Este llamado final es para los santos, que han sido redimidos por Su Sangre y están preparados para Su Venida. Es el toque de trompeta que separa a los santos de los impíos y declara la culminación del tiempo de Gracia.

En 1 Corintios 15:52, Pablo describe este momento de gloriosa transformación:

52En un momento, en un abrir de ojo, a la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos transformados.

La Gran Voz de Trompeta no solo anuncia el juicio, sino también el cumplimiento de la promesa de Vida Eterna para los redimidos. Es el sonido que marca la victoria final de Cristo y la reunión de Su Pueblo en Gloria.

En la Venida de Cristo, tanto en Su Segunda como en Su Tercera Venida, la Gran Voz de Trompeta es el símbolo final de Su Poder y Justicia. Es una Voz que no solo llama a los creyentes a la resurrección y la Vida Eterna, sino que también declara el Juicio sobre el mundo incrédulo. Esta trompeta representa el cumplimiento de todas las promesas de Dios y la realización completa de Su Plan Redentor.

Los dos testigos, como heraldos de esta voz de trompeta, proclaman el Mensaje Final de arrepentimiento y advertencia. Su testimonio es un último llamado a la humanidad para volverse hacia Dios antes de que llegue el Juicio definitivo. La trompeta, entonces, es tanto la señal de salvación para los redimidos como una Voz de condenación para los que rechazan a Cristo.

En la Gran Voz de Trompeta encontramos el anuncio de la Gloria de Dios, la manifestación de Su Justicia y el cumplimiento de Su Reino Eterno, llamando a Su Pueblo a prepararse y estar firmes, porque el Día del Señor se acerca, y Su Justicia será revelada para siempre.

LA GRAN VOZ DE TROMPETA COMO MENSAJE EN LA PLENITUD DE CRISTO

La Gran Voz de Trompeta no solo es un sonido audible o un toque literal; representa un Mensaje Divino, un llamamiento profundo y espiritual que se encuentra en la Plenitud de Cristo. Es la Voz que proclama la total revelación de Su Naturaleza y propósito para la humanidad en estos últimos tiempos. Esta Voz, que se manifiesta a través de Su Palabra y Espíritu, revela las profundidades del Carácter de Cristo y llama a Su Pueblo a una unión completa y transformadora en Él.

La Voz como Mensaje en la Plenitud de Cristo se entiende mejor al examinar la Revelación continua de Dios a lo largo de la Escritura y cómo se ha manifestado de manera suprema en Cristo. En Hebreos 1:1-2 nos da una introducción a esta verdad, afirmando que:

1DIOS, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo á los padres por los profetas,

2En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por el cual asimismo hizo el universo:

Aquí, vemos que, en Cristo, la Voz de Dios es plena y final, ya que Él es el Mensaje encarnado, el cumplimiento de todas las profecías y el Propósito Eterno de Dios revelado.

La Plenitud de Cristo como Voz Profética

Cristo es la Palabra de Dios encarnada, y Su Mensaje trae Claridad y Plenitud a toda Revelación Divina. En Juan 1:1 y Juan 1:14, leemos:

1 EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

14Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

La Voz de Cristo, Su Mensaje, es más que palabras; es Vida, Gracia, y Verdad, una Revelación Plena y viviente que ilumina y transforma.

A través de Sus Enseñanzas y Su Vida, Cristo dejó un Mensaje completo que llama a los Suyos a seguirlo y a vivir en Su Luz. Es este mismo Mensaje que la Iglesia proclama hoy, como Su Cuerpo en la tierra, siendo los portadores de Su Voz en este mundo. La Gran Voz de Trompeta, en este sentido, es el Mensaje de Salvación, Juicio y Redención que llama a todos a una decisión final ante el Rey.

La Voz Como Mensaje Final A La Iglesia

En Apocalipsis 3:20, Cristo mismo expresa este llamado a Su Iglesia:

20He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.

Este versículo representa Su Voz llamando a cada corazón, instando a Su Pueblo a abrirse completamente a Él. Este es el mensaje que transforma, que da vida, y que llena con Su Espíritu, estableciendo una comunión profunda y permanente.

El apóstol Pablo también destaca esta Plenitud en Colosenses 2:9-10, donde dice:

9Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente:

10Y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad:

Este pasaje revela que en Cristo encontramos toda la Plenitud de Dios, y que, al recibir Su Mensaje, somos hechos completos en Él. La Voz de Cristo es, entonces, una Voz de cumplimiento y perfección, una Voz que lleva a los suyos a la totalidad de la Vida en Dios.

La Voz en los Tiempos del Fin: Llamado a Prepararse

Esta Voz también es una advertencia y un llamado de preparación. En Apocalipsis 10:7, encontramos que la voz del séptimo ángel marca la consumación del Misterio de Dios, que fue anunciado desde antiguo, y ahora, en la plenitud de los tiempos, es revelado a Su Pueblo en Cristo.

Esta Gran Voz de Trompeta en la Plenitud de Cristo no solo es un mensaje para la Iglesia, sino también para el mundo entero. Es un anuncio de que el tiempo es corto y que el misterio de la salvación ha sido revelado en Cristo para todo el que crea. Es la Voz que nos llama a vivir de acuerdo a Su Verdad y a predicar este Mensaje sin temor, porque Su Próxima Venida está cerca.

La Voz Del Espíritu Y La Esposa: Llamado Final

En Apocalipsis 22:17, encontramos la unión perfecta entre la Voz del Espíritu y la Voz de la Iglesia, Su Esposa, proclamando el mismo mensaje en plenitud:

17Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde.

Aquí vemos que, en la Plenitud de Cristo, la Voz de Su Espíritu y la Voz de Su Iglesia se convierten en una sola. La Esposa de Cristo proclama el Mensaje de Salvación y Vida Eterna, invitando a todos a beber del Agua de la Vida que es Cristo mismo.

La Voz de Cristo, en Su Plenitud, se expresa a través de Su Pueblo, quienes, llenos del Espíritu, llaman a los demás a encontrarse con el Señor. La Gran Voz de Trompeta, por lo tanto, es también el clamor final de la Esposa hacia el mundo, un Mensaje de Amor y Redención que invita a todos a una relación con el Salvador antes de que llegue el juicio final.

La Voz como Mensaje en la Plenitud de Cristo es, en esencia, el llamado final de Dios a la humanidad a través de Su Hijo y Su Iglesia. Es una Voz de reconciliación y restauración que ofrece salvación, pero también es una Voz de Juicio que llama a todos a tomar una decisión final ante la próxima Venida de Cristo. Esta Voz de trompeta resuena a través de las generaciones, llamando a cada persona a abrirse a la Plenitud de Cristo y a recibir Su Vida Eterna.

En Cristo, hemos recibido un Mensaje de vida y de esperanza que debemos proclamar con valentía, como si fuéramos los portadores de esa trompeta en nuestros tiempos. La Voz de Cristo, en Su Plenitud, está disponible hoy para aquellos que escuchan y responden a Su Llamado. La Gran Voz de Trompeta en la Plenitud de Cristo nos insta a vivir con urgencia, a predicar con pasión y a caminar en Su Luz, porque Su Retorno se acerca y Su Reino será establecido para siempre.

LA GRAN VOZ DE TROMPETA EN NUESTROS DÍAS

La Gran Voz de Trompeta no es solo un concepto del pasado ni una profecía futura; es una realidad y un Mensaje actual que habla directamente a nuestras vidas en estos días finales. Es el Llamado Urgente de Dios a la humanidad para que despierten, escuchen Su Mensaje y se preparen para la inminente Tercera Venida de Cristo. Hoy, esa Voz resuena a través de la predicación del Evangelio Eterno, la proclamación profética y el testimonio de la Esposa. Es una Voz que llama a la verdadera adoración, a la santidad y a una vida dedicada plenamente a Dios.

La Urgencia del Mensaje en los Tiempos Actuales

En nuestros días, esta Gran Voz de Trompeta continúa llamando a los Creyentes a la consagración y al arrepentimiento. Tal como declara el apóstol Pablo en Romanos 13:11-12:

11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos.

12La noche ha pasado, y ha llegado el día: echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz,…

Este llamado a despertar y desechar las obras de las tinieblas refleja la urgencia de la Gran Voz de Trompeta en nuestro tiempo. Es una invitación a prepararnos para la Tercera Venida de Cristo y a vivir con un sentido de propósito y obediencia hacia Dios.

La trompeta es un símbolo de alarma y advertencia en toda la Escritura. Así, la Voz de Dios hoy nos advierte de los tiempos peligrosos que enfrentamos y nos insta a redoblar nuestro compromiso y devoción. En Efesios 5:14, Pablo nos dice:

14Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.

Este llamado a despertar de la complacencia espiritual es, en esencia, el eco de la Gran Voz de Trompeta en nuestros días.

La Voz Profética en la Iglesia de Hoy

La Iglesia Verdadera de Cristo en este tiempo es el medio a través del cual se proclama la Gran Voz de Trompeta al mundo. Como nos dice 1 Pedro 2:9:

9Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable.

Aquí, la Voz de la Iglesia, siendo la Esposa del Espíritu, es el eco de la Voz de Cristo, llamando a los perdidos y anunciando las Virtudes y Maravillas de Dios.

El Señor Jesús mismo declaró que Sus Discípulos serían Sus Testigos hasta los confines de la tierra (Hechos 1:8). Esto nos recuerda que la proclamación del Evangelio en el Poder del Espíritu Santo es, de hecho, la trompeta espiritual que resuena en estos últimos días, llamando a todos a reconciliarse con Dios. La misión de la Esposa del Cordero es esencial en la interpretación de esta Gran Voz de Trompeta, ya que su proclamación es un anuncio a las naciones del Amor y la Justicia de Dios, pero también de Su Regreso y de Su Juicio.

Un Llamado a la Santidad y la Preparación

El apóstol Pablo, en su carta en 1 Tesalonicenses 5:2-6, advierte acerca de la venida del Señor como ladrón en la noche y llama a la vigilancia:

2Porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá así como ladrón de noche,

3Que cuando dirán, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores á la mujer preñada; y no escaparán.

4Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón;

5Porque todos vosotros sois hijos de luz, é hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas.

6Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.

Este llamado a estar atentos y preparados es una respuesta a la Gran Voz de Trompeta en nuestros días, que nos insta a vivir en Santidad y a mantenernos firmes en la fe en medio de un mundo de tinieblas.

La Voz de Dios en estos tiempos también es un llamado a la pureza de corazón y a la santidad. Hebreos 12:14 nos dice:

14Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:…

Este es el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta, que resuena como una advertencia amorosa para que vivamos de acuerdo a la Santidad de Dios, pues solo aquellos que estén preparados y puros de corazón podrán recibir a Cristo en Su Tercera Venida en Plenitud.

La Voz de Trompeta como Alerta para el Juicio Inminente

En nuestros días, la Gran Voz de Trompeta también alerta a la humanidad sobre el juicio venidero. Al igual que en los tiempos de Noé y Lot, donde hubo advertencias antes de la destrucción, hoy la Voz de Dios proclama el inminente Juicio y la necesidad de arrepentimiento. 2 Pedro 3:9-10 expresa esta realidad:

9El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

10Mas el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están serán quemadas.

Esta paciencia de Dios, expresada en la espera y en la oportunidad que brinda para que todos se arrepientan, es parte del Mensaje de la Gran Voz de Trompeta. Sin embargo, esta oportunidad no es indefinida, pues el juicio llegará y Cristo vendrá como Juez para juzgar y enjuiciar a las naciones.

La Gran Voz de Trompeta en la Vida de Cada Creyente

La interpretación de esta Gran Voz de Trompeta no es solo un Mensaje a la Iglesia de Cristo, sino también un llamado a cada Creyente individualmente. En Apocalipsis 3:20, el Señor dice:

20He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.

La trompeta, en este sentido, es un llamado personal, una Voz que invita a cada Creyente a abrir su corazón completamente a Cristo y a permitirle transformar sus vidas.

Cada Creyente es llamado a escuchar y obedecer esta Voz en su vida diaria, permitiendo que el Espíritu Santo lo guíe en todos sus caminos. La Voz de Dios es una Guía constante, llamándonos a vivir en obediencia y fe en un mundo lleno de tentaciones y dificultades.

La Voz de Trompeta que Unirá a Su Pueblo

La Gran Voz de Trompeta en nuestros días también nos llama a la unidad como Cuerpo de Cristo. En Efesios 4:4-6, se nos dice:

4Un cuerpo, y un Espíritu; como sois también llamados á una misma esperanza de vuestra vocación:

5Un Señor, una fe, un bautismo,

6Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros.

Esta unidad es fundamental, ya que la trompeta no llama a una multitud dispersa, sino a un Pueblo unido, listo para recibir al Señor. Esta Voz de trompeta une a Su Pueblo en la Fe, la Esperanza y el Amor de Cristo, preparando a la Iglesia para Su Próxima Venida.

La Voz de Trompeta en nuestros días es un Llamado Divino y urgente que nos impulsa a la consagración, la preparación, y la proclamación de la Verdad de Dios. Esta Voz no es solo un sonido profético del pasado o una advertencia para el futuro; es un llamado actual a vivir en la Luz de Cristo y a preparar nuestras vidas para Su Venida. La trompeta resuena hoy en la vida de cada Creyente, instándonos a abandonar el pecado, a vivir en santidad, y a proclamar el Evangelio con fidelidad.

Este Mensaje es un clamor de Esperanza y Redención, pero también es una advertencia seria del Juicio venidero. En esta Voz encontramos tanto la Gracia de Dios como Su Justicia, y estamos llamados a responder en obediencia. Que cada uno escuche y responda a esta Gran Voz de Trompeta, permitiendo que el Espíritu Santo nos guíe a vivir en Plenitud y Verdad en estos tiempos finales, porque el Señor está cerca, y Su Voz nos llama a estar preparados.

CONCLUSIÓN

La Gran Voz de Trompeta es la expresión Poderosa de Dios llamando a Su Pueblo en estos tiempos finales. Es un Mensaje de Advertencia y Esperanza, de juicio y redención. Hemos explorado cómo esta Voz ha resonado a lo largo de las Escrituras: como trompeta que guía y corrige, como anuncio profético y juicio, y como señal de la Venida de Cristo en Gloria. Hoy, esta Gran Voz de Trompeta suena con mayor claridad que nunca, instándonos a despertar, a consagrarnos y a proclamar con firmeza el Mensaje de Cristo.

La Biblia nos recuerda la importancia de oír y obedecer a esta Voz Divina. Hebreos 12:25 advierte:

25Mirad que no desechéis al que habla. Porque si aquellos no escaparon que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháramos al que habla de los cielos.

Este versículo nos alerta de la seriedad de esta Voz Celestial. En el pasado, Dios habló a través de Sus Profetas y de Su Hijo Jesucristo; ahora, Su Voz retumba en el Mensaje del Evangelio Eterno o Evangelio del Reino y en la Obra del Espíritu Santo, llamándonos a la fidelidad. Esta es la Voz que nos guía hacia la Salvación, pero también hacia la preparación para el Juicio Venidero.

Este es un Mensaje de Esperanza para los que permanecen firmes en Su Palabra. La Gran Voz de Trompeta no solo es una Advertencia, sino también una promesa de Protección y Salvación para aquellos que escuchen y respondan con fe y obediencia.

En estos últimos tiempos, cada uno está llamado a prestar atención a esta Voz con un corazón dispuesto y obediente. Mateo 24:42-44 nos insta a estar vigilantes. La trompeta suena para recordarnos que la Próxima Venida de Cristo está cerca y que debemos vivir cada día en santidad, obedeciendo Su Palabra, apartándonos del pecado y reflejando Su Luz en un mundo de tinieblas.

Este Mensaje también es un llamado a llevar la Luz del Evangelio a los que aún no conocen a Cristo. La Gran Voz de Trompeta nos recuerda nuestra misión como Embajadores de Cristo, como lo dice 2 Corintios 5:20:

20Así que, somos embajadores en Nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Esta Voz nos impulsa a predicar el Evangelio con fervor, a clamar por las almas y a cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas.

Finalmente, que la Gran Voz de Trompeta nos encuentre vigilantes y preparados, amando al Señor con todo nuestro corazón y viviendo conforme a Su Perfecta Voluntad. Que podamos decir como el apóstol Pablo en 2 Timoteo 4:7-8:

7He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

8Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo á mí, sino también á todos los que aman su venida.

La Gran Voz de Trompeta nos llama a pelear la buena batalla, a mantener nuestra fe y a estar listos para recibir la Corona de Justicia en la Gloriosa Venida de nuestro Señor Jesucristo.

Que cada uno de nosotros responda a esta Voz con humildad, obediencia y entrega total. Que el eco de esta trompeta resuene en nuestras vidas y nos mantenga firmes hasta el fin, esperando con ansias el Retorno de nuestro Rey, Jesucristo.

ORACIÓN

Amado Dios Todopoderoso, venimos ante Ti con corazones humildes y reverentes, agradecidos por la Revelación de Tu Palabra y por el llamado de la Gran Voz de Trompeta que resuena en nuestros días. Te damos gracias, Señor, porque a través de Tu Voz nos has despertado, nos has llamado al arrepentimiento y nos has recordado la urgencia de vivir en santidad y obediencia. Tú eres nuestro Refugio, nuestra Fortaleza y nuestro Guía en estos tiempos finales.

Padre Celestial, Te pedimos que nos ayudes a escuchar claramente Tu Voz en medio de las distracciones y desafíos de este mundo. Danos discernimiento para reconocer Tu Llamado y para obedecer sin reservas. Que nuestro corazón permanezca firme y sensible a Tu Espíritu, y que vivamos cada día preparados, como lámparas encendidas, listos para Tu Próxima Venida. Señor, límpianos de todo pecado, de toda apatía y de toda tibieza. Despiértanos, Dios, para que podamos reflejar Tu Luz y caminar en el propósito que has establecido para nuestras vidas.

Señor Jesucristo, ayúdanos a ser Embajadores fieles de Tu Verdad, proclamando con valentía el Mensaje del Evangelio Eterno en medio de un mundo que necesita escuchar Tu Voz. Que seamos instrumentos de Tu Paz y Amor, y que muchos sean atraídos hacia Ti por medio de nuestro testimonio. Que Tu Espíritu Santo nos fortalezca, nos llene de Tu Poder y nos guíe cada día, capacitándonos para vivir con la esperanza y la santidad que demandan estos tiempos finales.

Padre, Te rogamos por todos aquellos que aún no han respondido a Tu Llamado. Que la Gran Voz de Trompeta resuene en sus corazones y los lleve a un encuentro personal contigo. Derrama Tu Gracia y Misericordia sobre sus vidas, para que sean rescatados de la oscuridad y llevados a la Luz de Tu Salvación.

Oh, Dios, anhelamos Tu Venida. Que Tu Voluntad se cumpla en nuestras vidas y en el mundo entero. Permítenos ser hallados fieles hasta el fin, perseverando en Tu Verdad, y esperando con gozo el Día Glorioso en que Te veremos cara a cara. En el Nombre Todopoderoso de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡Amén!

Introduction

Brothers and Sisters, today we will delve into a theme that has been resonating in recent decades, in recent times with indescribable power: the Great Voice of Trumpet. This is not just a literal trumpet blast we hear in the distance. It is the Divine Cry that runs through all creation, a Mighty Voice that cannot be ignored, a Call that speaks to us from the pages of the Bible and that comes directly from the Eternal Throne of God.

The Lord Jesus Himself revealed to us in Matthew 24:31 that, in the time of the end, when the Sign of the Son of Man is shown in Heaven, there will be a Great Voice of a Trumpet that will gather His Elect from all parts of the earth. This call is unique and decisive. It's not just a sound; it is God's Message in its fullest Fullness, a Message that brings Life, Justice, and a spiritual awakening to all who are in Him. Today, this Voice resonates louder than ever, calling to prepare, to awaken from lethargy, to leave every shadow of sin, and to stand firm in His Truth.

What does this Great Trumpet Voice mean  for us today? Is it just a prophecy of something future, or is it already ringing in our hearts and in the world? This Voice, Brethren, is the same Voice that thundered from Sinai, that spoke to the prophets, and that rose up at Calvary when Christ laid down His Life for us. It is the Voice of God, calling His People to get ready for the great final encounter, to live in His Fullness and to proclaim His Truth in these dark days.

Today, let's search together this Great Trumpet Voice. Let us see how the Scriptures reveal to us the deep meaning of this Voice that not only announces the end, but calls His People to enter into His Perfect and Glorious Will. May we be attentive and willing to receive this Message of Life and Victory in Jesus Christ, our Lord.

Matthew 24:27-31:

27 For as the lightning that comes out of the east and shines as far as the west, so will the coming of the Son of Man be.

28 For wherever the dead body is, there the eagles will gather.

29 And then after the affliction of those days the sun will be darkened, and the moon will not give its light, and the stars will fall from heaven, and the virtues of the heavens will be shaken.

30 And then the sign of the Son of Man will be shown in heaven; and then all the tribes of the earth will mourn, and they will see the Son of Man coming on the clouds of heaven with great power and glory.

31 And he will send his angels with a loud trumpet voice, and they will gather his elect from the four winds, from one end of heaven to the other.

THE VOICE OF GOD AS A TRUMPET IN THE OLD TESTAMENT

Since ancient times, the Voice of God has been compared to the sound of the trumpet, a sound that reverberates with Authority and Holiness, which calls the People of God to deep obedience and reverence. On several occasions, God revealed Himself to His people through a trumpet sound, a powerful call that ushered in His Covenant and established His Holiness. The trumpet not only announced His Presence, but also summoned His People to join in communion, to align with His Will, and to follow His Leading with reverent awe.

The Trumpet at Mount Sinai

One of the most impactful moments in which God uses the sound of the trumpet to manifest Himself is found in Exodus 19:16-19, when He descended in glory on Mount Sinai to deliver the Law to Moses and establish His Covenant with Israel. In this passage, the people of Israel experience God's holiness in a way that shakes their souls and bodies. Scripture says in Exodus 19:16:

16 And it came to pass on the third day, when morning came, that thunder and lightning came, and a thick cloud on the mountain, and the sound of a loud horn, and all the people who were in the royal palace trembled.

This honking sound or trumpet sound heard over Mount Sinai was a direct manifestation of God's Voice. It was not a simple human sound; it was a supernatural Sound, growing and imposing, that made the earth and the heart of every Israelite tremble. God's Presence was so awe-inspiring and terrifying that the people were afraid to approach and asked Moses to speak instead of God, for they could not bear the intensity of His Voice.

The Trumpet as a Call to Holiness and Obedience

The sounding of the trumpet at Sinai also symbolized God's call to holiness and obedience. Israel was being prepared to receive God's Instructions, and this preparation included purification and reverence. In Exodus 19:10-11, God had commanded that the people consecrate themselves and wash their garments, and that they be ready for the third day, when He would descend on the mountain. This spiritual preparation was essential, for the sound of the trumpet signaled the approach of a Divine Presence that could not be taken lightly.

Mount Sinai was a watershed moment for Israel. God's trumpet sounded like a call to purity, a preparation for receiving the Covenant of Holiness that would seal His Relationship with the People. In this sense, the trumpet voice was both a warning and a promise, a reminder that God is holy and expects from His People a life consecrated to Him.

The Trumpet in the Marches and Wars of Israel

The sound of the trumpet also marked the times when God led His people in battle, as a symbol of His Protection and Leadership. In Numbers 10:9-10, God commanded the children of Israel to blow the trumpets in times of war to remind Him that He was with them in the midst of combat:

9 And when you come to war in your land against an enemy that troubles you, you shall sound an alarm with the trumpets: and you shall be remembered before the Lord your God, and you shall be saved from your enemies.

10 And in the day of your gladness, and in your feasts, and in the beginning of your months, you shall blow the trumpets over your burnt offerings, and over the sacrifices of your peacekeeping, and they shall be a memorial to you before your God: I am the Lord your God.

Here we see how the sounding of the trumpet was not only a signal to the people, but also an invocation to God to remember His Covenant with Israel and to ensure His Intervention in the battle. The trumpet becomes a representation of the Voice of God that guides, defends, and protects. In these times of war, the trumpet was the reminder that God Himself was before them, that His Voice as a trumpet was the Power that overcame their enemies.

The Trumpet as a Jubilee Announcement

In addition to its use at Sinai and in times of war, the trumpet was also the instrument that heralded the jubilee, the year of freedom and restoration for the people of Israel. In Leviticus 25:9, God commands that the jubilee year be announced with a trumpet blast, and that freedom be proclaimed in all the earth:

9 Then you shall make the trumpet of retirement pass in the seventh month , on the tenth day of the month; on the day of atonement you shall spread the trumpet throughout all your land.

This trumpet blast symbolized restoration and redemption. It was a reminder that God is the one who liberates, who restores, and who gives back to each one what belongs to him. The jubilee was a time of rest and reconciliation, and the trumpet heralded this time with a cry of joy and hope. Here, the trumpet is also an echo of God's Mercy, which calls us not only to receive His Justice, but also His Love and His Redemption.

Meaning of the Trumpet as the Voice of God

In each of these manifestations in the Old Testament, the trumpet represents the Voice of God, calling His people to enlist, to fight, to repent, and to enter into Redemption. When God speaks like a trumpet, He is marking decisive moments for His people. The trumpet is not simply a sound; it is the confirmation of His Presence, His Power, and His Direction to those who have been called and set apart by Him.

Thus, when we come to the New Testament and hear about the Great Voice of Trumpet in Matthew 24:31, we understand that this is a call that encompasses all of these meanings. It is the final and decisive call, a call that summons the Elect to come together and prepare for the encounter with their Lord. The trumpet voice is the sound of victory and the culmination of redemption. It reminds us that God has spoken before with a trumpet and that His People have been guided by that Voice; now, that same Voice, in its full form, calls again all who are in Christ to be united in Eternity with Him.

The Great Voice of Trumpet is, then, the fulfillment of what God had already begun at Sinai, in the battles of Israel, and in the jubilee: the announcement of a renewed and eternal relationship with Him, an invitation to His Fullness and victory in His Name.

THE PROPHETIC VOICE AND GOD'S JUDGMENT

The Voice of God in Scripture not only calls His People to obedience and holiness, but also acts as a Voice of Judgment against sin and rebellion. Throughout the Bible, we observe how the Voice of God, often described as a Powerful, Sonorous, and Trumpet-like Voice, announces judgment upon those who turn away from His Will. This Prophetic Voice is the same one that called the prophets to warn the people of Israel about God's Justice and Holiness, and that is also described in the New Testament as a Great Trumpet that announces the end times and the final judgment.

The Prophetic Voice in the Old Testament Prophets

From ancient times, God raised up prophets to announce His Judgments, and these prophets were called to lift up their voices like a trumpet to warn the people of their sins. In Isaiah 58:1, God tells the prophet Isaiah:

1 Cry out loud, do not be delayed; lift up your voice like a trumpet, and declare their transgression to my people, and their sin to the house of Jacob.

Here we see how the trumpet voice not only calls for obedience, but also denounces sin clearly and unreservedly. Isaiah was to lift up his voice like a trumpet so that all the people would hear God's rebuke and repent. This passage shows that the trumpet voice also symbolizes the urgency and severity of God's Message when sin is present. It is a Voice that cannot be ignored and that confronts rebellion directly.

The Sound of the Trumpet and the Judgment on the Nations

Another powerful example of God's Voice as a trumpet of judgment is found in the prophet Joel, who announces a day of judgment and darkness for God's enemies. In Joel 2:1, we read:

1 Blow a trumpet in Zion, and proclaim on my holy mountain: let all the inhabitants of the earth tremble: for the day of the Lord is coming, for it is at hand.

Here, the trumpet blast heralds the "Day of the Lord," a time of judgment and purification. The prophet Joel uses the symbolism of the trumpet to declare the imminent arrival of God's Judgment upon the people and nations who have turned away from His Righteousness. It is a warning that signals a time of drastic change and reverent awe. This trumpet blast is not only for the People of God, but it is a Message for all the inhabitants of the earth: no one is beyond the reach of Divine Justice, and all must tremble before His Power.

The Judgment in Ezekiel: The Voice That Calls for Responsibility

The prophet Ezekiel was also given a warning mission, in which he was to be a warning voice, like the sound of a trumpet warning of danger. In Ezekiel 33:3-4, God establishes the responsibility of prophets as watchmen:

3 And he shall see the sword coming upon the earth, and shall sound a bugle, and shall warn the people;

4Whoever hears the sound of the bugle and does not notice it, and the sword comes and takes it, his blood shall be on his head.

Here, the trumpet represents God's Warning against imminent danger. The prophetic voice calls the people to a personal responsibility to listen and respond. God instructs Ezekiel that if the people do not hear the sound of the trumpet and do not prepare, judgment will fall upon them without excuse. This reflects the Justice of God, who always gives an opportunity for repentance before Judgment comes. The trumpet is a means of Mercy, a Voice that offers one last chance for correction before judgment falls.

The Prophetic Voice at the Last Judgment

Coming to the New Testament, we find that this trumpet voice continues to resound in the context of the final judgment. In 1 Thessalonians 4:16, the apostle Paul describes Christ's return with a trumpet blast that marks the judgment and gathering of His people:

16 For the Lord himself will come down from heaven with an acclamation, with the voice of the archangel, and with the trumpet of God; and the dead in Christ will rise first:

This trumpet is a clear sign of God's Judgment and the culmination of His Redemptive Plan. It not only heralds Christ's return, but also the final separation between those who are in Christ and those who have rejected Him. The trumpet voice in this passage brings both hope for believers and warning for those who have remained in sin. It is a reminder that the Voice of God, as clear and powerful as a trumpet, will culminate His Work of Redemption and execute His final Justice.

The Trumpets of Judgment in the Book of Revelation

The book of Revelation presents the trumpet in a series of judgments falling upon the earth, marking the intensity of God's Judgment in the end times. In Revelation 8:6-7, we read of the first trumpet blast and the judgment that follows:

6 And the seven angels who had the seven trumpets prepared to sound.

7 And the first angel sounded the trumpet, and it was made hail and fire, mingled with blood, and they were thrown to the earth; and the third part of the trees was burned, and all the green grass was burned.

Each trumpet blast in Revelation brings a specific judgment upon the earth. These trumpets represent the Voice of God in His Utmost Severity, as each sound symbolizes the advancement of the Divine Judgment on mankind's sin and rebellion. Every trumpet announces a calamity, a warning of the Judgment that is to come; a call to humanity to repent before it is too late.

The Prophetic Voice as a Voice of Call and Judgment

God's Prophetic Voice as a trumpet is both a warning and a judgment about sin and disobedience. It is a Voice that cannot be ignored or minimized. Throughout Scripture, we see that this Voice calls for repentance, but it also establishes a responsibility. If the people hear the trumpet and respond, God is willing to forgive. However, if this Voice is ignored, God's Judgment is inevitable.

The Great Voice of Trumpet in Matthew 24:31 is not only a call to gather the Elect, but also the declaration that God's Judgment is about to fall on a world that has rejected His Truth. It is a Voice that will separate the redeemed from those who remain in darkness. It is the last and final call, the Voice that will gather the saints and judge the world.

This Prophetic and Judgmental Voice reminds us of the seriousness of being prepared and attentive, because God's Day of Judgment is real and His Trumpet will sound at the right time, as prophesied by the ancient prophets and apostles in the New Testament.

THE GREAT TRUMPET VOICE AT CHRIST'S COMING

The Great Voice of the Trumpet at the Coming of Christ is a symbol of the full fulfillment of His Redemptive Plan and the Final Judgment that will end human history as we know it. In Matthew 24:31, Jesus shows us that this Voice, which sends His Angels to gather the elect, is a solemn and definitive announcement. This trumpet is described as the one that summons the saints of all nations, bringing them to a holy and eternal gathering in the Presence of God.

This Great Voice of Trumpet has its manifestation in both the Second and Third Comings of Christ, when His full and glorious Presence is manifested and the last events of history unfold in fulfillment of the prophecies. It is also the Prophetic Voice of Judgment sounded by God's two witnesses, proclaiming a message of repentance and judgment in the end times.

The Voice of Trumpet in Revelation: God's Judgments and the Consummation of Times

Throughout the book of Revelation, the trumpets represent progressive judgments falling upon the earth, marking the nearness of the end and consummation of God's Plan. Each trumpet brings a specific judgment, and these trumpet blasts in sequence culminate in the seventh trumpet, which declares the final victory and establishment of God's Eternal Kingdom. In Revelation 10:7 we read:

7 But in the days of the voice of the seventh angel, when he begins to blow the trumpet, the mystery of God will be finished, as he announced to his servants the prophets.

This passage reveals to us that, at the sounding of the last trumpet, the Mystery of God comes to Its fullness. The Great Voice of Trumpet, which accompanies the Second and Third Comings of Christ, is the Voice that brings Justice and Redemption, and that establishes His Kingdom in the world. It is the trumpet that announces the end of the human system and the beginning of God's Eternal Government.

The Gathering of the Elect and the Judgment of the World

The Great Voice of Trumpet in Matthew 24:31 also has a specific purpose: to gather the elect from the four winds, from one end of heaven to the other. This final call is for the saints, who have been redeemed by His Blood and are prepared for His Coming. It is the trumpet blast that separates the saints from the ungodly and declares the culmination of probation.

In 1 Corinthians 15:52, Paul describes this moment of glorious transformation:

52In a moment, in the twinkling of an eye, at the final trumpet; for the trumpet will be blown, and the dead will be raised without corruption, and we will be changed.

The Great Voice of Trumpet not only announces judgment, but also the fulfillment of the promise of Eternal Life for the redeemed. It is the sound that marks the final victory of Christ and the gathering of His People in Glory.

At the Coming of Christ, both at His Second and Third Comings, the Great Voice of the Trumpet is the final symbol of His Power and Righteousness. It is a Voice that not only calls believers to resurrection and Eternal Life, but also declares Judgment upon the unbelieving world. This trumpet represents the fulfillment of all of God's promises and the complete realization of His Redemptive Plan.

The two witnesses, as heralds of this trumpet voice, proclaim the Final Message of repentance and warning. His testimony is a final call to mankind to turn to God before the final Judgment comes. The trumpet, then, is both the sign of salvation for the redeemed and a Voice of condemnation for those who reject Christ.

In the Great Voice of Trumpet we find the announcement of God's Glory, the manifestation of His Justice, and the fulfillment of His Eternal Kingdom, calling His People to prepare and stand, for the Day of the Lord is approaching, and His Justice will be revealed forever.

THE GREAT TRUMPET VOICE AS A MESSAGE IN THE FULLNESS OF CHRIST

The Great Trumpet Voice is not just an audible sound or a literal touch; it represents a Divine Message, a deep and spiritual calling that is found in the Fullness of Christ. It is the Voice that proclaims the full revelation of His Nature and purpose for mankind in these end times. This Voice, manifested through His Word and Spirit, reveals the depths of Christ's Character and calls His People to complete and transforming union in Him.

The Voice as Message in the Fullness of Christ is best understood by examining God's ongoing Revelation throughout Scripture and how it has been supremely manifested in Christ. Hebrews 1:1-2 gives us an introduction to this truth, stating that:

1 God, having spoken many times and in various ways in the past to the fathers through the prophets,

2 In these last days he has spoken to us by his Son, whom he appointed heir of all things, through whom he also made the worlds:

Here, we see that, in Christ, the Voice of God is full and final, as He is the incarnate Message, the fulfillment of all prophecies, and the revealed Eternal Purpose of God.

The Fullness of Christ as a Prophetic Voice

Christ is the Word of God incarnate, and His Message brings Clarity and Fullness to all Divine Revelation. In John 1:1 and John 1:14, we read:

1 In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God.

14 And that Word was made flesh, and dwelt among us (and we saw his glory, glory as of the only begotten of the Father), full of grace and truth.

The Voice of Christ, His Message, is more than words; it is Life, Grace, and Truth, a full and living Revelation that illuminates and transforms.

Through His Teachings and His Life, Christ left a complete Message that calls His own to follow Him and live in His Light. It is this same Message that the Church proclaims today, as His Body on earth, being the bearers of His Voice in this world. The Great Voice of Trumpet, in this sense, is the Message of Salvation, Judgment, and Redemption that calls all to a final decision before the King.

The Voice as a Final Message to the Church

In Revelation 3:20, Christ Himself expresses this call to His Church:

20 Behold, I stand at the door and knock: if anyone hears my voice and opens the door, I will go in to him and sup with him, and he with me.

This verse represents His Voice calling every heart, urging His People to open themselves completely to Him. This is the message that transforms, that gives life, and that fills with His Spirit, establishing a deep and permanent communion.

The apostle Paul also highlights this Fullness in Colossians 2:9-10, where he says:

9For in him dwells all the fullness of the Godhead bodily:

10 And in him are fulfilled, who is the head of all principality and power:

This passage reveals that in Christ we find all the fullness of God, and that, as we receive His Message, we are made complete in Him. The Voice of Christ is, then, a Voice of fulfillment and perfection, a Voice that leads His own to the totality of Life in God.

The Voice in the End Times: A Call to Prepare

This Voice is also a warning and a call to preparation. In Revelation 10:7, we find that the voice of the seventh angel marks the consummation of the Mystery of God, which was foretold of old, and now, in the fullness of time, is revealed to His People in Christ.

This Great Trumpet Voice in the Fullness of Christ is not only a message for the Church, but also for the whole world. It is an announcement that time is short and that the mystery of salvation has been revealed in Christ to all who believe. It is the Voice that calls us to live according to His Truth and to preach this Message without fear, because His Next Coming is near.

The Voice of the Spirit and the Bride: Final Call

In Revelation 22:17, we find the perfect union between the Voice of the Spirit and the Voice of the Church, His Bride, proclaiming the same message in fullness:

17 And the Spirit and the Bride say, "Come." And he who hears must say, "Come." And he who thirsts must come, and he who wills may take of the water of life for nothing.

Here we see that, in the fullness of Christ, the Voice of His Spirit and the Voice of His Church become one. The Bride of Christ proclaims the Message of Salvation and Eternal Life, inviting all to drink of the Water of Life that is Christ Himself.

The Voice of Christ, in His Fullness, is expressed through His People, who, filled with the Spirit, call others to meet the Lord. The Great Voice of the Trumpet, therefore, is also the Bride's final cry to the world, a Message of Love and Redemption that invites all into a relationship with the Savior before the final judgment comes.

The Voice as Message in the Fullness of Christ is, in essence, God's final call to humanity through His Son and His Church. It is a Voice of reconciliation and restoration that offers salvation, but it is also a Voice of Judgment that calls all to make a final decision before the coming of Christ. This trumpet Voice resounds through the generations, calling each person to open to the Fullness of Christ and to receive His Eternal Life.

In Christ, we have received a Message of life and hope that we must proclaim with courage, as if we were the bearers of that trumpet in our time. The Voice of Christ, in His Fullness, is available today to those who hear and respond to His Call. The Great Voice of Trumpet in the Fullness of Christ urges us to live with urgency, to preach passionately, and to walk in His Light, for His Return is near and His Kingdom will be established forever.

THE GREAT TRUMPET VOICE IN OUR DAY

The Great Voice of Trumpet is not just a concept of the past or a future prophecy; it is a reality and a current Message that speaks directly to our lives in these final days. It is God's Urgent Call to mankind to wake up, listen to His Message, and prepare for the imminent Third Coming of Christ. Today, that Voice resounds through the preaching of the everlasting gospel, the prophetic proclamation, and the testimony of the Bride. It is a Voice that calls for true worship, holiness, and a life fully dedicated to God.

The Urgency of the Message in Current Times

In our day, this Great Voice of Trumpet continues to call Believers to consecration and repentance. As the apostle Paul states in Romans 13:11-12:

11 And this, knowing the time, that it is time to rise from sleep; because now our health is closer to us than when we believed.

12 The night is past, and the day has come: let us cast out the works of darkness, and put on the weapons of light,...

This call to awaken and cast away the works of darkness reflects the urgency of the Great Trumpet Voice in our time. It is an invitation to prepare for the Third Coming of Christ and to live with a sense of purpose and obedience to God.

The trumpet is a symbol of alarm and warning throughout Scripture. Thus, the Voice of God today warns us of the perilous times we face and urges us to redouble our commitment and devotion. In Ephesians 5:14, Paul tells us:

14 Wherefore he says, Awake, you who sleep, and rise from the dead, and Christ will give you light.

This wake-up call from spiritual complacency is, in essence, the echo of the Great Voice of Trumpet in our day.

The Prophetic Voice in the Church Today

The True Church of Christ at this time is the means through which the Great Voice of Trumpet is proclaimed to the world. As 1 Peter 2:9 tells us:

9 But you are a chosen race, a royal priesthood, a holy nation, a people for your own sake, to proclaim the virtues of him who has called you out of darkness into his marvelous light.

Here, the Voice of the Church, being the Bride of the Spirit, is the echo of the Voice of Christ, calling the lost and announcing the Virtues and Wonders of God.

The Lord Jesus Himself declared that His Disciples would be His Witnesses to the ends of the earth (Acts 1:8). This reminds us that the proclamation of the Gospel in the Power of the Holy Spirit is, in fact, the spiritual trumpet that rings out in these last days, calling all to be reconciled to God. The mission of the Bride of the Lamb is essential in the interpretation of this Great Voice of Trumpet, for her proclamation is an announcement to the nations of God's Love and Justice, but also of His Return and His Judgment.

A Call to Holiness and Preparation

The apostle Paul, in his letter in 1 Thessalonians 5:2-6, warns of the Lord's coming as a thief in the night and calls for vigilance:

2 For you know well that the day of the Lord will come like a thief by night,

3 When they say, Peace and security, then destruction will come upon them suddenly, like pains to a pregnant woman; and they will not escape.

4 But you, brethren, are not in darkness, so that that day should overtake you like a thief;

5 For you are all children of light, children of the day; we are not of the night or of darkness.

6 Therefore let us not sleep like others; but let us be vigilant and sober.

This call to be attentive and prepared is a response to the Great Voice of Trumpet in our day, which urges us to live in holiness and to stand firm in the faith in the midst of a world of darkness.

The Voice of God in these times is also a call to purity of heart and holiness. Hebrews 12:14 tells us:

14 Pursue peace with all men, and holiness, without which no one will see the Lord: ...

This is the Message of the Great Voice of Trumpet, which resounds as a loving warning to live according to God's Holiness, for only those who are prepared and pure of heart will be able to receive Christ at His Third Coming in Fullness.

The Voice of Trumpet as a Warning for Impending Judgment

In our day, the Great Voice of Trumpet also warns mankind of the coming judgment. Just as in the days of Noah and Lot, where there were warnings before the destruction, today the Voice of God proclaims the impending Judgment and the need for repentance. 2 Peter 3:9-10 expresses this reality:

9 The Lord is not slow about his promise, as some consider it to be slackness. but he is patient toward us, not willing that any should perish, but that all should come to repentance.

10 But the day of the Lord will come like a thief in the night; in which the heavens shall pass away with a great noise, and the elements shall be destroyed burning, and the earth and the works that are in it shall be burned.

This patience of God, expressed in the waiting and opportunity He provides for all to repent, is part of the Message of the Great Voice of Trumpet. However, this opportunity is not indefinite, for judgment will come and Christ will come as Judge to judge and judge the nations.

The Great Voice of Trumpet in the Life of Every Believer

The interpretation of this Great Trumpet Voice is not only a Message to the Church of Christ, but also a call to each Believer individually. In Revelation 3:20, the Lord says:

20 Behold, I stand at the door and knock: if anyone hears my voice and opens the door, I will go in to him and sup with him, and he with me.

The trumpet, in this sense, is a personal call, a Voice that invites every believer to open his heart completely to Christ and to enable him to transform their lives.

Every Believer is called to hear and obey this Voice in their daily lives, allowing the Holy Spirit to guide them in all their ways. The Voice of God is a constant Guide, calling us to live in obedience and faith in a world full of temptations and difficulties.

The Trumpet Voice That Will Unite His People

The Great Voice of Trumpet in our day also calls us to unity as the Body of Christ. In Ephesians 4:4-6, we are told:

4 One body, and one Spirit, as you are also called to the same hope of your calling:

5One Lord, one faith, one baptism,

6 One God and Father of all, who is over all things, and through all things, and in all of you.

This unity is fundamental, since the trumpet does not call a scattered multitude, but a united People, ready to receive the Lord. This Voice of the trumpet unites His People in the Faith, Hope and Love of Christ, preparing the Church for His Next Coming.

The Voice of the Trumpet in our day is a Divine and urgent Call that impels us to the consecration, preparation, and proclamation of God's Truth. This Voice is not just a prophetic sound from the past or a warning for the future; it is a current call to live in the Light of Christ and to prepare our lives for His Coming. The trumpet sounds in the lives of every believer today, urging us to forsake sin, to live in holiness, and to proclaim the gospel faithfully.

This Message is a cry of Hope and Redemption, but it is also a serious warning of the coming Judgment. In this Voice we find both God's Grace and His Justice, and we are called to respond in obedience. May each one listen and respond to this Great Voice of Trumpet, allowing the Holy Spirit to lead us to live in Fullness and Truth in these end times, for the Lord is near, and His Voice calls us to be prepared.

CONCLUSION

The Great Voice of Trumpet is the Mighty expression of God calling His People in these end times. It is a Message of Warning and Hope, of judgment and redemption. We have explored how this Voice has resounded throughout Scripture: as a trumpet that guides and corrects, as prophetic announcement and judgment, and as a sign of Christ's Coming in Glory. Today, this Great Voice of Trumpet sounds more clearly than ever, urging us to wake up, to consecrate ourselves, and to proclaim firmly the Message of Christ.

The Bible reminds us of the importance of hearing and obeying this Divine Voice. Hebrews 12:25 warns:

25 Take heed that you do not reject the one who speaks. For if those did not escape, they rejected the one who spoke on earth, much less us, if we rejected the one who speaks of the heavens.

This verse alerts us to the seriousness of this Heavenly Voice. In the past, God spoke through His prophets and His Son, Jesus Christ. now, His Voice resounds in the Message of the Everlasting Gospel or Gospel of the Kingdom and in the Work of the Holy Spirit, calling us to faithfulness. This is the Voice that guides us toward Salvation, but also toward preparation for the Coming Judgment.

This is a Message of Hope for those who stand firm in His Word. The Great Voice of Trumpet is not only a Warning, but also a promise of Protection and Salvation to those who listen and respond with faith and obedience.

In these end times, each one is called to heed this Voice with a willing and obedient heart. Matthew 24:42-44 urges us to be vigilant. The trumpet sounds to remind us that Christ's Next Coming is near and that we are to live each day in holiness, obeying His Word, turning away from sin, and reflecting His Light in a world of darkness.

This Message is also a call to bring the Light of the Gospel to those who do not yet know Christ. The Great Voice of the Trumpet reminds us of our mission as Ambassadors of Christ, as 2 Corinthians 5:20 says:

20 So we are ambassadors in the name of Christ, as if God were praying through us; we beseech you in Christ's name, Be reconciled to God.

This Voice impels us to preach the gospel earnestly, to cry out for souls, and to fulfill God's purpose in our lives.

Finally, may the Great Voice of Trumpet find us vigilant and prepared, loving the Lord with all our heart and living according to His Perfect Will. May we say as the apostle Paul said in 2 Timothy 4:7-8:

7 I have fought the good fight, I have finished the race, I have kept the faith.

8 And the crown of righteousness is laid up for me, which the Lord, the righteous judge, will give me in that day, and not only to me, but also to all who love his coming.

The Great Voice of Trumpet calls us to fight the good fight, to keep our faith, and to be ready to receive the Crown of Righteousness at the Glorious Coming of our Lord Jesus Christ.

May each of us respond to this Voice with humility, obedience and total surrender. May the echo of this trumpet resound in our lives and keep us steadfast to the end, eagerly awaiting the Return of our King, Jesus Christ.

PRAY

Dear Almighty God, we come before You with humble and reverent hearts, thankful for the Revelation of Your Word and for the call of the Great Trumpet Voice that resounds in our day. We thank You, Lord, that through Your Voice You have awakened us, called us to repentance, and reminded us of the urgency of living in holiness and obedience. You are our Refuge, our Strength, and our Guide in these end times.

Heavenly Father, we ask You to help us hear Your Voice clearly in the midst of the distractions and challenges of this world. Give us discernment to recognize Your Call and to obey without reservation. May our hearts remain steadfast and sensitive to Your Spirit, and may we live each day prepared, like lighted lamps, ready for Your Next Coming. Lord, cleanse us of all sin, of all apathy and of all lukewarmness. Wake us up, God, so that we can reflect Your Light and walk in the purpose You have set for our lives.

Lord Jesus Christ, help us to be faithful Ambassadors of Your Truth, boldly proclaiming the Message of the Everlasting Gospel in the midst of a world that needs to hear Your Voice. May we be instruments of Your Peace and Love, and may many be drawn to You through our testimony. May Your Holy Spirit strengthen us, fill us with Your Power, and guide us each day, enabling us to live with the hope and holiness that these end times demand.

Father, we pray for all those who have not yet responded to Your Call. May the Great Voice of Trumpet resound in their hearts and lead them to a personal encounter with You. Pour out Your Grace and Mercy upon their lives, that they may be rescued from darkness and brought into the Light of Your Salvation.

O God, we long for Your coming. May Your Will be fulfilled in our lives and in the whole world. Let us be found faithful to the end, persevering in Thy Truth, and looking forward with joy to the Glorious Day when we shall see Thee face to face. In the Almighty Name of our Lord and Savior Jesus Christ. Amen!

Introduction

Frères et sœurs, aujourd'hui, nous allons approfondir un thème qui a résonné au cours des dernières décennies, ces derniers temps avec une puissance indescriptible : la Grande Voix de la Trompette. Il ne s'agit pas d'un coup de trompette littéral que nous entendons au loin. C'est le Cri Divin qui traverse toute la création, une Voix Puissante qui ne peut être ignorée, un Appel qui nous parle à partir des pages de la Bible et qui vient directement du Trône Éternel de Dieu.

Le Seigneur Jésus Lui-même nous a révélé dans Matthieu 24:31 qu'au temps de la fin, lorsque le signe du Fils de l'homme sera montré dans le ciel, il y aura une grande voix de trompette qui rassemblera ses élus de toutes les parties de la terre. Cet appel est unique et décisif. Ce n'est pas seulement un son ; c'est le Message de Dieu dans sa plénitude dans sa plénitude, un Message qui apporte la Vie, la Justice et un éveil spirituel à tous ceux qui sont en Lui. Aujourd'hui, cette Voix résonne plus fort que jamais, appelant à se préparer, à se réveiller de la léthargie, à laisser toute ombre de péché et à rester ferme dans Sa Vérité.

Que signifie cette Grande Voix de la Trompette pour  nous aujourd'hui ? Est-ce juste une prophétie de quelque chose d'avenir, ou résonne-t-elle déjà dans nos cœurs et dans le monde ? Cette Voix, Frères, est la même Voix qui a tonné du Sinaï, qui a parlé aux prophètes, et qui s'est levée au Calvaire lorsque Christ a donné Sa Vie pour nous. C'est la Voix de Dieu, qui appelle Son Peuple à se préparer à la grande rencontre finale, à vivre dans Sa Plénitude et à proclamer Sa Vérité en ces jours sombres.

Aujourd'hui, cherchons ensemble cette Grande Voix de la Trompette. Voyons comment les Écritures nous révèlent le sens profond de cette Voix qui non seulement annonce la fin, mais appelle Son Peuple à entrer dans Sa Volonté Parfaite et Glorieuse. Puissions-nous être attentifs et disposés à recevoir ce Message de Vie et de Victoire en Jésus-Christ, notre Seigneur.

Matthieu 24:27-31 :

27 Car, comme l'éclair qui sort de l'orient et brille jusqu'à l'occident, ainsi sera l'avènement du Fils de l'homme.

28 Car là où il y aura le cadavre, là les aigles se rassembleront.

29 Et alors, après l'affliction de ces jours-là, le soleil s'obscurcira, et la lune ne donnera plus sa lumière, et les étoiles tomberont du ciel, et les vertus des cieux seront ébranlées.

30 Et alors le signe du Fils de l'homme sera montré dans le ciel ; et alors toutes les tribus de la terre se lamenteront, et elles verront le Fils de l'homme venir sur les nuées du ciel avec une grande puissance et une grande gloire.

31 Et il enverra ses anges d'une voix de trompette forte, et ils rassembleront ses élus des quatre vents, d'une extrémité du ciel à l'autre.

LA VOIX DE DIEU COMME TROMPETTE DANS L'ANCIEN TESTAMENT

Depuis les temps anciens, la Voix de Dieu a été comparée au son de la trompette, un son qui résonne avec Autorité et Sainteté, qui appelle le Peuple de Dieu à une profonde obéissance et révérence. À plusieurs reprises, Dieu s'est révélé à son peuple par le son d'une trompette, un appel puissant qui a inauguré son alliance et établi sa sainteté. La trompette n'annonçait pas seulement Sa Présence, mais elle appelait aussi Son peuple à se joindre à la communion, à s'aligner sur Sa Volonté et à suivre Sa direction avec une crainte respectueuse.

La trompette du mont Sinaï

L'un des moments les plus percutants où Dieu utilise le son de la trompette pour se manifester se trouve dans Exode 19:16-19, lorsqu'Il est descendu dans la gloire sur le mont Sinaï pour remettre la Loi à Moïse et établir Son alliance avec Israël. Dans ce passage, le peuple d'Israël fait l'expérience de la sainteté de Dieu d'une manière qui secoue son âme et son corps. L'Écriture dit dans Exode 19:16 :

16 Et le troisième jour, quand le matin fut venu, il y eut du tonnerre et des éclairs, et une nuée épaisse sur la montagne, et le son d'un grand cor de corne, et tout le peuple qui était dans le palais royal trembla.

Ce klaxon ou son de trompette entendu au-dessus du mont Sinaï était une manifestation directe de la voix de Dieu. Ce n'était pas un simple son humain ; c'était un son surnaturel, grandissant et imposant, qui faisait trembler la terre et le cœur de chaque Israélite. La Présence de Dieu était si impressionnante et terrifiante que les gens avaient peur de s'approcher et demandèrent à Moïse de parler à la place de Dieu, car ils ne pouvaient pas supporter l'intensité de Sa Voix.

La trompette comme appel à la sainteté et à l'obéissance

Le son de la trompette au Sinaï symbolisait également l'appel de Dieu à la sainteté et à l'obéissance. Israël était en train d'être préparé à recevoir les instructions de Dieu, et cette préparation comprenait la purification et la révérence. Dans Exode 19:10-11, Dieu avait ordonné au peuple de se consacrer et de laver ses vêtements, et d'être prêt pour le troisième jour, lorsqu'Il descendrait sur la montagne. Cette préparation spirituelle était essentielle, car le son de la trompette signalait l'approche d'une Présence divine qui ne pouvait être prise à la légère.

Le mont Sinaï a été un moment décisif pour Israël. La trompette de Dieu a sonné comme un appel à la pureté, une préparation à recevoir l'Alliance de Sainteté qui scellerait Sa relation avec le Peuple. En ce sens, la voix de la trompette était à la fois un avertissement et une promesse, un rappel que Dieu est saint et attend de son peuple une vie qui lui est consacrée.

La trompette dans les marches et les guerres d'Israël

Le son de la trompette marquait également les moments où Dieu menait son peuple dans la bataille, comme symbole de sa protection et de son leadership. Dans Nombres 10:9-10, Dieu a commandé aux enfants d'Israël de sonner des trompettes en temps de guerre pour Lui rappeler qu'Il était avec eux au milieu du combat :

9 Et quand tu viendras faire la guerre dans ton pays contre un ennemi qui te trouble, tu sonneras l'alarme au son des trompettes, et on se souviendra de toi devant l'Éternel, ton Dieu, et tu seras sauvé de tes ennemis.

10 Et au jour de ta joie, et dans tes fêtes, et au commencement de tes mois, tu sonneras de la trompette sur tes holocaustes et sur les sacrifices de ton commandement, et ils seront un mémorial pour toi devant ton Dieu : Je suis l'Éternel, ton Dieu.

Nous voyons ici comment le son de la trompette n'était pas seulement un signal pour le peuple, mais aussi une invocation à Dieu pour qu'il se souvienne de son alliance avec Israël et qu'il assure son intervention dans la bataille. La trompette devient une représentation de la Voix de Dieu qui guide, défend et protège. En ces temps de guerre, la trompette était le rappel que Dieu Lui-même était devant eux, que Sa Voix en tant que trompette était la Puissance qui vainquait leurs ennemis.

La trompette comme annonce jubilaire

En plus de son utilisation au Sinaï et en temps de guerre, la trompette était également l'instrument qui annonçait le jubilé, l'année de la liberté et de la restauration pour le peuple d'Israël. Dans Lévitique 25:9, Dieu ordonne que l'année jubilaire soit annoncée par un son de trompette, et que la liberté soit proclamée sur toute la terre :

9 Alors tu feras passer la trompette de la retraite le septième mois , le dixième jour du mois, et le jour des expiations, tu répandras la trompette dans tout ton pays.

Ce son de trompette symbolisait la restauration et la rédemption. C'était un rappel que Dieu est celui qui libère, qui restaure et qui rend à chacun ce qui lui appartient. Le jubilé a été un temps de repos et de réconciliation, et la trompette a annoncé ce temps par un cri de joie et d'espérance. Ici, la trompette est aussi un écho de la Miséricorde de Dieu, qui nous appelle non seulement à recevoir Sa Justice, mais aussi Son Amour et Sa Rédemption.

Signification de la trompette en tant que voix de Dieu

Dans chacune de ces manifestations de l'Ancien Testament, la trompette représente la Voix de Dieu, appelant Son peuple à s'enrôler, à combattre, à se repentir et à entrer dans la Rédemption. Quand Dieu parle comme une trompette, il marque des moments décisifs pour son peuple. La trompette n'est pas simplement un son ; c'est la confirmation de Sa Présence, de Sa Puissance et de Sa Direction à ceux qui ont été appelés et mis à part par Lui.

Ainsi, lorsque nous arrivons au Nouveau Testament et que nous entendons parler de la Grande Voix de la Trompette dans Matthieu 24:31, nous comprenons qu'il s'agit d'un appel qui englobe toutes ces significations. C'est l'appel final et décisif, un appel qui appelle les élus à se rassembler et à se préparer à la rencontre avec leur Seigneur. La voix de la trompette est le son de la victoire et le point culminant de la rédemption. Cela nous rappelle que Dieu a déjà parlé avec une trompette et que Son peuple a été guidé par cette Voix ; maintenant, cette même Voix, dans sa pleine forme, appelle de nouveau tous ceux qui sont en Christ à être unis dans l'Éternité avec Lui.

La Grande Voix de la Trompette est donc l'accomplissement de ce que Dieu avait déjà commencé au Sinaï, dans les batailles d'Israël et dans le jubilé : l'annonce d'une relation renouvelée et éternelle avec Lui, une invitation à Sa Plénitude et à la victoire en Son Nom.

LA VOIX PROPHÉTIQUE ET LE JUGEMENT DE DIEU

La Voix de Dieu dans l'Écriture n'appelle pas seulement Son peuple à l'obéissance et à la sainteté, mais agit également comme une Voix de Jugement contre le péché et la rébellion. Tout au long de la Bible, nous observons comment la Voix de Dieu, souvent décrite comme une voix puissante, sonore et semblable à une trompette, annonce le jugement sur ceux qui se détournent de Sa Volonté. Cette Voix Prophétique est la même que celle qui a appelé les prophètes à avertir le peuple d'Israël de la Justice et de la Sainteté de Dieu, et qui est également décrite dans le Nouveau Testament comme une Grande Trompette qui annonce la fin des temps et le jugement final.

La voix prophétique dans les prophètes de l'Ancien Testament

Depuis les temps anciens, Dieu a suscité des prophètes pour annoncer ses jugements, et ces prophètes ont été appelés à élever leurs voix comme une trompette pour avertir le peuple de ses péchés. Dans Ésaïe 58:1, Dieu dit au prophète Ésaïe :

1 Crie à grands cris, ne t'éternise pas ; élève ta voix comme une trompette, et annonce leur transgression à mon peuple, et leur péché à la maison de Jacob.

Nous voyons ici comment la voix de la trompette n'appelle pas seulement à l'obéissance, mais dénonce aussi le péché clairement et sans réserve. Ésaïe devait élever sa voix comme une trompette afin que tout le peuple entende la réprimande de Dieu et se repente. Ce passage montre que la voix de la trompette symbolise également l'urgence et la sévérité du Message de Dieu lorsque le péché est présent. C'est une Voix qui ne peut être ignorée et qui s'oppose directement à la rébellion.

Le son de la trompette et le jugement sur les nations

Un autre exemple puissant de la voix de Dieu en tant que trompette du jugement se trouve dans le prophète Joël, qui annonce un jour de jugement et de ténèbres pour les ennemis de Dieu. Dans Joël 2:1, nous lisons :

1 Sonnez de la trompette en Sion, et proclamez sur ma montagne sainte : Que tous les habitants de la terre tremblent, car le jour du Seigneur vient, car il est proche.

Ici, le son de la trompette annonce le « Jour du Seigneur », un temps de jugement et de purification. Le prophète Joël utilise le symbolisme de la trompette pour annoncer l'arrivée imminente du jugement de Dieu sur les peuples et les nations qui se sont détournés de sa justice. C'est un avertissement qui signale une période de changement radical et de respect respectueux. Ce son de trompette n'est pas seulement pour le Peuple de Dieu, mais c'est un Message pour tous les habitants de la terre : personne n'est hors de portée de la Justice Divine, et tous doivent trembler devant Sa Puissance.

Le jugement dans Ézéchiel : la voix qui appelle à la responsabilité

Le prophète Ézéchiel a également reçu une mission d'avertissement, dans laquelle il devait être une voix d'avertissement, comme le son d'une trompette avertissant du danger. Dans Ézéchiel 33:3-4, Dieu établit la responsabilité des prophètes en tant que sentinelles :

3 Et il verra l'épée venir sur la terre, et il sonnera du clairon, et il avertira le peuple ;

4Celui qui entend le son du clairon et ne s'en aperçoit pas, et que l'épée vienne et la prend, son sang sera sur sa tête.

Ici, la trompette représente l'avertissement de Dieu contre un danger imminent. La voix prophétique appelle le peuple à la responsabilité personnelle d'écouter et de répondre. Dieu enseigne à Ézéchiel que si le peuple n'entend pas le son de la trompette et ne se prépare pas, le jugement tombera sur lui sans excuse. Cela reflète la Justice de Dieu, qui donne toujours l'occasion de se repentir avant que le Jugement ne vienne. La trompette est un moyen de miséricorde, une voix qui offre une dernière chance de correction avant que le jugement ne tombe.

La voix prophétique au jugement dernier

En ce qui concerne le Nouveau Testament, nous constatons que cette voix de trompette continue de résonner dans le contexte du jugement dernier. Dans 1 Thessaloniciens 4:16, l'apôtre Paul décrit le retour du Christ avec un son de trompette qui marque le jugement et le rassemblement de son peuple :

16 Car le Seigneur lui-même descendra du ciel avec une acclamation, avec la voix de l'archange et avec la trompette de Dieu ; et les morts en Christ ressusciteront les premiers :

Cette trompette est un signe clair du Jugement de Dieu et de l'aboutissement de Son Plan Rédempteur. Il annonce non seulement le retour du Christ, mais aussi la séparation finale entre ceux qui sont en Christ et ceux qui l'ont rejeté. La voix de la trompette dans ce passage apporte à la fois de l'espoir pour les croyants et un avertissement pour ceux qui sont restés dans le péché. C'est un rappel que la Voix de Dieu, aussi claire et puissante qu'une trompette, culminera Son œuvre de rédemption et exécutera Sa justice finale.

Les trompettes du jugement dans le livre de l'Apocalypse

Le livre de l'Apocalypse présente la trompette dans une série de jugements tombant sur la terre, marquant l'intensité du jugement de Dieu à la fin des temps. Dans Apocalypse 8:6-7, nous lisons à propos du premier coup de trompette et du jugement qui s'ensuit :

6 Et les sept anges qui avaient les sept trompettes prêtes à sonner.

7 Et le premier ange sonna de la trompette, et on fit de la grêle et du feu, mêlés de sang, et on les jeta à terre ; et le tiers des arbres fut brûlé, et toute l'herbe verte fut brûlée.

Chaque coup de trompette dans l'Apocalypse apporte un jugement spécifique sur la terre. Ces trompettes représentent la Voix de Dieu dans Sa plus Grande Sévérité, car chaque son symbolise l'avancement du Jugement Divin sur le péché et la rébellion de l'humanité. Chaque trompette annonce une calamité, un avertissement du jugement à venir ; Un appel à l'humanité à se repentir avant qu'il ne soit trop tard.

La voix prophétique comme voix d'appel et de jugement

La voix prophétique de Dieu en tant que trompette est à la fois un avertissement et un jugement sur le péché et la désobéissance. C'est une voix qui ne peut être ignorée ou minimisée. Tout au long de l'Écriture, nous voyons que cette Voix appelle à la repentance, mais elle établit aussi une responsabilité. Si les gens entendent la trompette et répondent, Dieu est prêt à pardonner. Cependant, si cette Voix est ignorée, le Jugement de Dieu est inévitable.

La Grande Voix de la Trompette dans Matthieu 24:31 n'est pas seulement un appel à rassembler les élus, mais aussi la déclaration que le Jugement de Dieu est sur le point de tomber sur un monde qui a rejeté Sa Vérité. C'est une Voix qui séparera les rachetés de ceux qui restent dans les ténèbres. C'est le dernier et dernier appel, la Voix qui rassemblera les saints et jugera le monde.

Cette Voix Prophétique et Critique nous rappelle le sérieux d'être préparé et attentif, parce que le Jour du Jugement de Dieu est réel et que Sa Trompette sonnera au bon moment, comme prophétisé par les anciens prophètes et apôtres dans le Nouveau Testament.

LA GRANDE VOIX DE LA TROMPETTE À L'AVÈNEMENT DU CHRIST

La Grande Voix de la Trompette à l'Avènement du Christ est un symbole du plein accomplissement de Son Plan Rédempteur et du Jugement Final qui mettra fin à l'histoire humaine telle que nous la connaissons. Dans Matthieu 24:31, Jésus nous montre que cette Voix, qui envoie Ses Anges pour rassembler les élus, est une annonce solennelle et définitive. Cette trompette est décrite comme celle qui convoque les saints de toutes les nations, les amenant à un rassemblement saint et éternel dans la Présence de Dieu.

Cette Grande Voix de la Trompette se manifeste à la fois dans la Seconde et la Troisième Venue du Christ, lorsque Sa Présence pleine et glorieuse est manifestée et que les derniers événements de l'histoire se déroulent en accomplissement des prophéties. C'est aussi la voix prophétique du jugement sonnée par les deux témoins de Dieu, proclamant un message de repentance et de jugement à la fin des temps.

La voix de la trompette dans l'Apocalypse : les jugements de Dieu et la consommation des temps

Tout au long du livre de l'Apocalypse, les trompettes représentent des jugements progressifs tombant sur la terre, marquant l'approche de la fin et de la consommation du plan de Dieu. Chaque trompette apporte un jugement spécifique, et ces coups de trompette se succèdent et culminent dans la septième trompette, qui déclare la victoire finale et l'établissement du Royaume éternel de Dieu. Dans Apocalypse 10:7, nous lisons :

7 Mais aux jours de la voix du septième ange, quand il commencera à sonner de la trompette, le mystère de Dieu sera accompli, comme il l'a annoncé à ses serviteurs les prophètes.

Ce passage nous révèle qu'au son de la dernière trompette, le Mystère de Dieu atteint sa plénitude. La Grande Voix de la Trompette, qui accompagne la Seconde et la Troisième Venue du Christ, est la Voix qui apporte la Justice et la Rédemption, et qui établit Son Royaume dans le monde. C'est la trompette qui annonce la fin du système humain et le début du gouvernement éternel de Dieu.

Le rassemblement des élus et le jugement du monde

La Grande Voix de la Trompette dans Matthieu 24:31 a également un but spécifique : rassembler les élus des quatre vents, d'un bout du ciel à l'autre. Cet appel final est pour les saints, qui ont été rachetés par Son Sang et sont préparés pour Sa Venue. C'est le son de la trompette qui sépare les saints des impies et déclare le point culminant de la probation.

Dans 1 Corinthiens 15:52, Paul décrit ce moment de transformation glorieuse :

52Dans un instant, en un clin d'œil, à la trompette finale ; Car on sonnera de la trompette, et les morts ressusciteront sans corruption, et nous serons changés.

La Grande Voix de la Trompette n'annonce pas seulement le jugement, mais aussi l'accomplissement de la promesse de la Vie Éternelle pour les rachetés. C'est le son qui marque la victoire finale du Christ et le rassemblement de son peuple dans la gloire.

Lors de la venue du Christ, à la fois lors de sa deuxième et de sa troisième venue, la grande voix de la trompette est le symbole final de sa puissance et de sa justice. C'est une Voix qui non seulement appelle les croyants à la résurrection et à la Vie Eternelle, mais qui déclare aussi le Jugement sur le monde incroyant. Cette trompette représente l'accomplissement de toutes les promesses de Dieu et la réalisation complète de Son Plan Rédempteur.

Les deux témoins, en tant que hérauts de cette voix de trompette, proclament le Message final de repentance et d'avertissement. Son témoignage est un dernier appel à l'humanité à se tourner vers Dieu avant que le jugement final n'arrive. La trompette est donc à la fois le signe du salut pour les rachetés et une voix de condamnation pour ceux qui rejettent le Christ.

Dans la Grande Voix de la Trompette, nous trouvons l'annonce de la Gloire de Dieu, la manifestation de Sa Justice et l'accomplissement de Son Royaume Éternel, appelant Son Peuple à se préparer et à se tenir debout, car le Jour du Seigneur approche, et Sa Justice sera révélée pour toujours.

LA GRANDE VOIX DE LA TROMPETTE COMME MESSAGE DANS LA PLÉNITUDE DU CHRIST

La Grande Voix de Trompette n'est pas seulement un son audible ou un toucher littéral ; il représente un message divin, un appel profond et spirituel qui se trouve dans la plénitude du Christ. C'est la Voix qui proclame la pleine révélation de Sa Nature et de Son dessein pour l'humanité en ces temps de la fin. Cette Voix, manifestée par Sa Parole et Son Esprit, révèle les profondeurs du Caractère du Christ et appelle Son Peuple à l'union complète et transformatrice en Lui.

La Voix en tant que Message dans la Plénitude du Christ est mieux comprise en examinant la Révélation continue de Dieu à travers les Écritures et comment elle s'est manifestée suprêmement en Christ. Hébreux 1:1-2 nous donne une introduction à cette vérité, en déclarant que :

1 Dieu, ayant parlé maintes fois et de diverses manières dans le passé aux pères par l'intermédiaire des prophètes,

2 En ces derniers jours, il nous a parlé par son Fils, qu'il a établi héritier de toutes choses, et par qui il a aussi fait les mondes.

Ici, nous voyons que, en Christ, la Voix de Dieu est pleine et définitive, car Il est le Message incarné, l'accomplissement de toutes les prophéties et le Dessein éternel révélé de Dieu.

La plénitude du Christ comme voix prophétique

Le Christ est la Parole de Dieu incarnée, et Son Message apporte Clarté et Plénitude à toute Révélation Divine. Dans Jean 1:1 et Jean 1:14, nous lisons :

1 Au commencement était le Verbe, et le Verbe était avec Dieu, et le Verbe était Dieu.

14 Et ce Verbe s'est fait chair, et il a habité parmi nous, et nous avons vu sa gloire, la gloire du Fils unique du Père, pleine de grâce et de vérité.

La Voix du Christ, Son Message, est plus que des mots ; c'est la Vie, la Grâce et la Vérité, une Révélation pleine et vivante qui illumine et transforme.

À travers ses enseignements et sa vie, le Christ a laissé un message complet qui appelle les siens à le suivre et à vivre dans sa lumière. C'est ce même Message que l'Église proclame aujourd'hui, comme son Corps sur la terre, étant porteur de sa voix dans ce monde. La Grande Voix de la Trompette, en ce sens, est le Message de Salut, de Jugement et de Rédemption qui appelle tout le monde à une décision finale devant le Roi.

La Voix comme message final à l'Église

Dans Apocalypse 3:20, le Christ lui-même exprime cet appel à son Église :

20 Voici, je me tiens à la porte et je frappe ; si quelqu'un entend ma voix et ouvre la porte, j'entrerai chez lui et je souperai avec lui, et lui avec moi.

Ce verset représente Sa Voix appelant chaque cœur, exhortant Son Peuple à s'ouvrir complètement à Lui. C'est le message qui transforme, qui donne la vie et qui remplit de son Esprit, établissant une communion profonde et permanente.

L'apôtre Paul souligne également cette plénitude dans Colossiens 2:9-10, où il dit :

9Car en lui habite corporellement toute la plénitude de la Divinité.

10 Et en lui qui est le chef de toute principauté et de toute puissance s'accomplit.

Ce passage révèle qu'en Christ nous trouvons toute la plénitude de Dieu, et que, lorsque nous recevons Son Message, nous sommes rendus complets en Lui. La Voix du Christ est donc une Voix d'accomplissement et de perfection, une Voix qui conduit les siens à la totalité de la Vie en Dieu.

La voix de la fin des temps : un appel à se préparer

Cette Voix est aussi un avertissement et un appel à la préparation. Dans Apocalypse 10:7, nous trouvons que la voix du septième ange marque la consommation du mystère de Dieu, qui a été prédit dans le passé, et maintenant, dans la plénitude des temps, est révélé à son peuple en Christ.

Cette grande voix de la trompette dans la plénitude du Christ n'est pas seulement un message pour l'Église, mais aussi pour le monde entier. C'est l'annonce que le temps presse et que le mystère du salut a été révélé dans le Christ à tous ceux qui croient. C'est la Voix qui nous appelle à vivre selon Sa Vérité et à prêcher ce Message sans crainte, parce que Son prochain Avènement est proche.

La voix de l'Esprit et de l'Épouse : l'appel final

Dans Apocalypse 22:17, nous trouvons l'union parfaite entre la Voix de l'Esprit et la Voix de l'Église, Son Épouse, proclamant le même message dans sa plénitude :

17 Et l'Esprit et l'Epouse disent : Venez. Et celui qui entend doit dire : Venez. Et celui qui a soif doit venir, et celui qui veut peut prendre de l'eau de la vie pour rien.

Nous voyons ici que, dans la plénitude du Christ, la Voix de Son Esprit et la Voix de Son Église ne font qu'un. L'Epouse du Christ proclame le Message du Salut et de la Vie éternelle, invitant tous à boire de l'Eau de Vie qui est le Christ Lui-même.

La Voix du Christ, dans sa plénitude, s'exprime à travers son peuple qui, rempli de l'Esprit, appelle les autres à rencontrer le Seigneur. La Grande Voix de la Trompette est donc aussi le dernier cri de l'Épouse au monde, un Message d'Amour et de Rédemption qui invite tout le monde à entrer dans une relation avec le Sauveur avant que le jugement final ne vienne.

La Voix comme Message dans la Plénitude du Christ est, par essence, l'appel final de Dieu à l'humanité à travers Son Fils et Son Église. C'est une voix de réconciliation et de restauration qui offre le salut, mais c'est aussi une voix de jugement qui appelle tout le monde à prendre une décision finale avant la venue du Christ. Cette Voix de trompette résonne à travers les générations, appelant chaque personne à s'ouvrir à la Plénitude du Christ et à recevoir Sa Vie Eternelle.

Dans le Christ, nous avons reçu un Message de vie et d'espérance que nous devons annoncer avec courage, comme si nous étions les porteurs de cette trompette à notre époque. La Voix du Christ, dans sa plénitude, est aujourd'hui disponible pour ceux qui entendent et répondent à son appel. La Grande Voix de la Trompette dans la Plénitude du Christ nous exhorte à vivre avec urgence, à prêcher passionnément et à marcher dans Sa Lumière, car Son Retour est proche et Son Royaume sera établi pour toujours.

LA GRANDE VOIX DE LA TROMPETTE À NOTRE ÉPOQUE

La Grande Voix de la Trompette n'est pas seulement un concept du passé ou une prophétie future ; c'est une réalité et un Message actuel qui s'adresse directement à nos vies en ces derniers jours. C'est l'appel urgent de Dieu à l'humanité à se réveiller, à écouter son message et à se préparer pour la troisième venue imminente du Christ. Aujourd'hui, cette voix résonne à travers la prédication de l'évangile éternel, la proclamation prophétique et le témoignage de l'Épouse. C'est une Voix qui appelle à la vraie adoration, à la sainteté et à une vie entièrement consacrée à Dieu.

L'urgence du message à l'heure actuelle

De nos jours, cette Grande Voix de la Trompette continue d'appeler les croyants à la consécration et à la repentance. Comme l'apôtre Paul le déclare dans Romains 13:11-12 :

11 Et cela, sachant l'heure, qu'il est temps de se lever du sommeil ; Parce que maintenant notre santé est plus proche de nous que lorsque nous croyions.

12 La nuit est passée, et le jour est venu ; chassons les œuvres des ténèbres, et revêtons les armes de la lumière,...

Cet appel à réveiller et à rejeter les œuvres des ténèbres reflète l'urgence de la Grande Voix de la Trompette à notre époque. C'est une invitation à se préparer à la troisième venue du Christ et à vivre avec un sens du but et de l'obéissance à Dieu.

La trompette est un symbole d'alarme et d'avertissement dans toute l'Écriture. Ainsi, la Voix de Dieu nous avertit aujourd'hui des temps périlleux que nous traversons et nous exhorte à redoubler d'engagement et de dévouement. Dans Éphésiens 5:14, Paul nous dit :

14 C'est pourquoi il dit : Réveillez-vous, vous qui dormez, et ressuscitez-vous d'entre les morts, et Christ vous donnera la lumière.

Ce réveil de la complaisance spirituelle est, par essence, l'écho de la Grande Voix de la Trompette à notre époque.

La voix prophétique dans l'Église aujourd'hui

La Véritable Église du Christ en ce temps est le moyen par lequel la Grande Voix de la Trompette est proclamée au monde. Comme nous le dit 1 Pierre 2:9 :

9 Mais tu es une race élue, un sacerdoce royal, une nation sainte, un peuple pour toi-même, pour annoncer les vertus de celui qui t'a appelé des ténèbres à sa merveilleuse lumière.

Ici, la Voix de l'Église, étant l'Épouse de l'Esprit, est l'écho de la Voix du Christ, appelant les perdus et annonçant les Vertus et les Merveilles de Dieu.

Le Seigneur Jésus Lui-même a déclaré que Ses disciples seraient Ses Témoins jusqu'aux extrémités de la terre (Actes 1:8). Cela nous rappelle que l'annonce de l'Évangile dans la puissance de l'Esprit Saint est, en fait, la trompette spirituelle qui retentit en ces derniers jours, appelant tous à se réconcilier avec Dieu. La mission de l'Épouse de l'Agneau est essentielle dans l'interprétation de cette Grande Voix de la Trompette, car sa proclamation est une annonce aux nations de l'Amour et de la Justice de Dieu, mais aussi de Son Retour et de Son Jugement.

Un appel à la sainteté et à la préparation

L'apôtre Paul, dans sa lettre dans 1 Thessaloniciens 5:2-6, met en garde contre la venue du Seigneur comme un voleur dans la nuit et appelle à la vigilance :

2 Car vous savez bien que le jour de l'Éternel viendra comme un voleur de nuit,

3 Quand ils diront : Paix et sécurité, la ruine viendra sur eux à l'improviste, comme des douleurs pour une femme enceinte, et ils n'échapperont pas.

4 Mais vous, frères, vous n'êtes pas dans les ténèbres, pour que ce jour-là vous surprenne comme un voleur ;

5 Car vous êtes tous enfants de lumière, enfants du jour, nous ne sommes ni de la nuit ni des ténèbres.

6 Ne dormons donc pas comme les autres ; Mais soyons vigilants et sobres.

Cet appel à être attentifs et préparés est une réponse à la Grande Voix de la Trompette de notre temps, qui nous exhorte à vivre dans la sainteté et à rester fermes dans la foi au milieu d'un monde de ténèbres.

La Voix de Dieu en ces temps est aussi un appel à la pureté du cœur et à la sainteté. Hébreux 12:14 nous dit :

14 Recherchez la paix avec tous les hommes, et la sainteté, sans laquelle personne ne verra le Seigneur.

C'est le Message de la Grande Voix de la Trompette, qui résonne comme un avertissement d'amour à vivre selon la Sainteté de Dieu, car seuls ceux qui sont préparés et purs de cœur pourront recevoir le Christ lors de Sa Troisième Venue en Plénitude.

La voix de la trompette comme avertissement pour un jugement imminent

De nos jours, la Grande Voix de la Trompette avertit également l'humanité du jugement à venir. Tout comme aux jours de Noé et de Lot, où il y avait des avertissements avant la destruction, aujourd'hui la Voix de Dieu proclame l'imminence du Jugement et la nécessité de la repentance. 2 Pierre 3:9-10 exprime cette réalité :

9 Le Seigneur n'est pas lent à tenir sa promesse, car certains considèrent qu'il s'agit d'un relâchement. Mais il est patient envers nous, ne voulant pas qu'aucun périsse, mais que tous viennent à la repentance.

10 Mais le jour de l'Éternel viendra comme un voleur dans la nuit ; où les cieux passeront avec un grand bruit, et les éléments seront détruits en brûlant, et la terre et les œuvres qui s'y trouvent seront brûlées.

Cette patience de Dieu, exprimée dans l'attente et l'occasion qu'Il offre à tous de se repentir, fait partie du Message de la Grande Voix de la Trompette. Cependant, cette opportunité n'est pas indéfinie, car le jugement viendra et le Christ viendra comme Juge pour juger et juger les nations.

La grande voix de la trompette dans la vie de chaque croyant

L'interprétation de cette Grande Voix de la Trompette n'est pas seulement un Message à l'Église du Christ, mais aussi un appel à chaque croyant individuellement. Dans Apocalypse 3:20, le Seigneur dit :

20 Voici, je me tiens à la porte et je frappe ; si quelqu'un entend ma voix et ouvre la porte, j'entrerai chez lui et je souperai avec lui, et lui avec moi.

La trompette, en ce sens, est un appel personnel, une Voix qui invite chaque croyant à ouvrir pleinement son cœur au Christ et à lui permettre de transformer leur vie.

Chaque croyant est appelé à entendre et à obéir à cette Voix dans sa vie quotidienne, en laissant l'Esprit Saint le guider dans toutes ses voies. La Voix de Dieu est un guide constant, nous appelant à vivre dans l'obéissance et la foi dans un monde plein de tentations et de difficultés.

La voix de la trompette qui unira son peuple

La Grande Voix de la Trompette à notre époque nous appelle également à l'unité en tant que Corps du Christ. Dans Éphésiens 4:4-6, il nous est dit :

4 Un seul corps et un seul Esprit, comme vous êtes aussi appelés à la même espérance de votre appel,

5Un seul Seigneur, une seule foi, un seul baptême,

6 Un seul Dieu et Père de tous, qui est au-dessus de toutes choses, et par toutes choses, et en vous tous.

Cette unité est fondamentale, car la trompette n'appelle pas une multitude dispersée, mais un peuple uni, prêt à recevoir le Seigneur. Cette Voix de la Trompette unit Son Peuple dans la Foi, l'Espérance et l'Amour du Christ, préparant l'Église à Son prochain Avènement.

La Voix de la Trompette à notre époque est un Appel Divin et urgent qui nous pousse à la consécration, à la préparation et à la proclamation de la Vérité de Dieu. Cette Voix n'est pas seulement un son prophétique du passé ou un avertissement pour l'avenir ; c'est un appel actuel à vivre dans la lumière du Christ et à préparer nos vies à sa venue. La trompette sonne dans la vie de chaque croyant aujourd'hui, nous exhortant à abandonner le péché, à vivre dans la sainteté et à proclamer fidèlement l'Évangile.

Ce Message est un cri d'Espérance et de Rédemption, mais c'est aussi un avertissement sérieux du Jugement à venir. Dans cette Voix, nous trouvons à la fois la Grâce de Dieu et Sa Justice, et nous sommes appelés à répondre par l'obéissance. Que chacun écoute et réponde à cette Grande Voix de la Trompette, permettant à l'Esprit Saint de nous conduire à vivre dans la Plénitude et la Vérité en ces temps de la fin, car le Seigneur est proche, et Sa Voix nous appelle à être préparés.

CONCLUSION

La Grande Voix de la Trompette est la puissante expression de Dieu appelant Son Peuple en ces temps de la fin. C'est un Message d'Avertissement et d'Espérance, de jugement et de rédemption. Nous avons exploré comment cette voix a résonné dans toute l'Écriture : comme une trompette qui guide et corrige, comme une annonce et un jugement prophétiques, et comme un signe de la venue du Christ dans la gloire. Aujourd'hui, cette Grande Voix de la Trompette retentit plus clairement que jamais, nous exhortant à nous réveiller, à nous consacrer et à proclamer fermement le Message du Christ.

La Bible nous rappelle l'importance d'entendre et d'obéir à cette voix divine. Hébreux 12:25 met en garde :

25 Prenez garde de ne pas rejeter celui qui parle. Car si ceux-là n'ont pas échappé, ils ont rejeté celui qui a parlé sur la terre, et encore moins nous, si nous avons rejeté celui qui parle des cieux.

Ce verset nous alerte sur le sérieux de cette Voix Céleste. Dans le passé, Dieu a parlé par l'intermédiaire de ses prophètes et de son Fils, Jésus-Christ. maintenant, Sa Voix résonne dans le Message de l'Évangile éternel ou Évangile du Royaume et dans l'Œuvre du Saint-Esprit, nous appelant à la fidélité. C'est la Voix qui nous guide vers le Salut, mais aussi vers la préparation au Jugement à venir.

C'est un Message d'Espérance pour ceux qui restent fermes dans Sa Parole. La Grande Voix de la Trompette n'est pas seulement un avertissement, mais aussi une promesse de protection et de salut à ceux qui écoutent et répondent avec foi et obéissance.

En ces temps de la fin, chacun est appelé à écouter cette Voix avec un cœur volontaire et obéissant. Matthieu 24:42-44 nous exhorte à être vigilants. La trompette sonne pour nous rappeler que la prochaine venue du Christ est proche et que nous devons vivre chaque jour dans la sainteté, en obéissant à sa Parole, en nous détournant du péché et en reflétant sa lumière dans un monde de ténèbres.

Ce Message est aussi un appel à apporter la lumière de l'Évangile à ceux qui ne connaissent pas encore le Christ. La Grande Voix de la Trompette nous rappelle notre mission en tant qu'Ambassadeurs du Christ, comme le dit 2 Corinthiens 5:20 :

20 C'est pourquoi nous sommes des ambassadeurs au nom du Christ, comme si Dieu priait par nous ; nous vous en supplions au nom du Christ : Réconciliez-vous avec Dieu.

Cette voix nous pousse à prêcher l'Évangile avec ferveur, à crier pour des âmes et à accomplir le dessein de Dieu dans nos vies.

Enfin, que la Grande Voix de la Trompette nous trouve vigilants et préparés, aimant le Seigneur de tout notre cœur et vivant selon sa volonté parfaite. Puissions-nous dire comme l'apôtre Paul l'a dit dans 2 Timothée 4:7-8 :

7 J'ai combattu le bon combat, j'ai achevé la course, j'ai gardé la foi.

8 Et la couronne de justice m'a été réservée, que le Seigneur, le juste juge, me donnera en ce jour-là, et non seulement à moi, mais encore à tous ceux qui aiment sa venue.

La Grande Voix de la Trompette nous appelle à combattre le bon combat, à garder notre foi et à être prêts à recevoir la Couronne de Justice lors de la Venue Glorieuse de notre Seigneur Jésus-Christ.

Que chacun de nous réponde à cette Voix avec humilité, obéissance et abandon total. Puisse l'écho de cette trompette résonner dans nos vies et nous garder fermes jusqu'à la fin, attendant avec impatience le retour de notre Roi, Jésus-Christ.

PRIÈRE

Cher Dieu Tout-Puissant, nous venons devant Toi avec un cœur humble et respectueux, reconnaissants pour la Révélation de Ta Parole et pour l'appel de la Grande Voix de la Trompette qui résonne à notre époque. Nous Te rendons grâce, Seigneur, de nous avoir réveillés par Ta Voix, de nous avoir appelés à la repentance et de nous avoir rappelé l'urgence de vivre dans la sainteté et l'obéissance. Vous êtes notre Refuge, notre Force et notre Guide en ces temps de la fin.

Père céleste, nous Te demandons de nous aider à entendre clairement Ta voix au milieu des distractions et des difficultés de ce monde. Donne-nous le discernement pour reconnaître Ton Appel et pour obéir sans réserve. Que nos cœurs restent fermes et sensibles à Ton Esprit, et que nous vivions chaque jour préparés, comme des lampes allumées, prêts pour Ton prochain Avènement. Seigneur, purifie-nous de tout péché, de toute apathie et de toute tiédeur. Réveille-nous, Dieu, afin que nous puissions refléter Ta Lumière et marcher dans le but que Tu as fixé pour nos vies.

Seigneur Jésus-Christ, aide-nous à être de fidèles Ambassadeurs de Ta Vérité, en proclamant avec audace le Message de l'Évangile éternel au milieu d'un monde qui a besoin d'entendre Ta Voix. Puissions-nous être des instruments de Ta Paix et de Ton Amour, et que beaucoup soient attirés à Toi par notre témoignage. Que ton Esprit Saint nous fortifie, nous remplisse de ta puissance et nous guide chaque jour, nous permettant de vivre avec l'espérance et la sainteté qu'exige cette fin des temps.

Père, nous prions pour tous ceux qui n'ont pas encore répondu à Ton Appel. Que la Grande Voix de la Trompette résonne dans leurs cœurs et les conduise à une rencontre personnelle avec Toi. Déverse Ta Grâce et Miséricorde sur leurs vies, afin qu'ils soient sauvés des ténèbres et amenés à la Lumière de Ton Salut.

Ô Dieu, nous aspirons à Ta venue. Que Ta Volonté s'accomplisse dans nos vies et dans le monde entier. Laissons-nous être trouvés fidèles jusqu'à la fin, persévérant dans Ta Vérité, et attendant avec joie le Jour Glorieux où nous te verrons face à face. Au Nom Tout-Puissant de notre Seigneur et Sauveur Jésus-Christ. Amen!

Introdução

Irmãos e irmãs, hoje vamos nos aprofundar em um tema que tem ressoado nas últimas décadas, nos últimos tempos com uma força indescritível: a Grande Voz de Trombeta. Este não é apenas um toque literal de trombeta que ouvimos à distância. É o Grito Divino que percorre toda a criação, uma Voz Poderosa que não pode ser ignorada, um Chamado que nos fala das páginas da Bíblia e que provém diretamente do Trono Eterno de Deus.

O próprio Senhor Jesus nos revelou em Mateus 24:31 que, no tempo do fim, quando o Sinal do Filho do Homem for mostrado no Céu, haverá uma Grande Voz de Trombeta que reunirá Seus Escolhidos de todas as partes da terra. Este apelo é único e decisivo. Não é apenas um som; é a Mensagem de Deus em sua plenitude, uma Mensagem que traz Vida, Justiça e um despertar espiritual a todos os que estão n'Ele. Hoje, esta Voz ressoa mais alto do que nunca, chamando a preparar-se, a despertar da letargia, a deixar toda sombra de pecado e a permanecer firmes em Sua Verdade.

O que essa Grande Voz de Trombeta significa  para nós hoje? É apenas uma profecia de algo futuro ou já está ressoando em nossos corações e no mundo? Esta Voz, irmãos, é a mesma Voz que trovejou do Sinai, que falou aos profetas e que se levantou no Calvário quando Cristo deu Sua Vida por nós. É a Voz de Deus, chamando Seu Povo a se preparar para o grande encontro final, a viver em Sua Plenitude e a proclamar Sua Verdade nestes dias sombrios.

Hoje, vamos pesquisar juntos esta Grande Voz de Trombeta. Vejamos como as Escrituras nos revelam o sentido profundo desta Voz que não só anuncia o fim, mas chama Seu Povo a entrar em Sua Perfeita e Gloriosa Vontade. Que estejamos atentos e dispostos a receber esta Mensagem de Vida e Vitória em Jesus Cristo, nosso Senhor.

Mateus 24:27-31:

27 Porque, como o relâmpago que sai do oriente e se resplandece até ao ocidente, assim será a vinda do Filho do homem.

28 Pois onde estiver o cadáver, ali se ajuntarão as águias.

29 E então, depois da tribulação daqueles dias, o sol escurecerá, e a lua não dará a sua luz, e as estrelas cairão do céu, e as virtudes dos céus serão abaladas.

30 E então o sinal do Filho do Homem será mostrado no céu; e então todas as tribos da terra se lamentarão e verão o Filho do Homem vindo sobre as nuvens do céu com grande poder e glória.

31 E enviará os seus anjos com grande voz de trombeta, os quais ajuntarão os seus escolhidos desde os quatro ventos, de uma à outra extremidade do céu.

A VOZ DE DEUS COMO TROMBETA NO ANTIGO TESTAMENTO

Desde os tempos antigos, a Voz de Deus é comparada ao som da trombeta, um som que reverbera com Autoridade e Santidade, que chama o Povo de Deus a uma profunda obediência e reverência. Em várias ocasiões, Deus se revelou ao Seu povo por meio de um som de trombeta, um poderoso chamado que inaugurou Sua Aliança e estabeleceu Sua Santidade. A trombeta não apenas anunciou Sua Presença, mas também convocou Seu Povo a se unir em comunhão, a se alinhar com Sua Vontade e a seguir Sua Liderança com reverente temor.

A trombeta no Monte Sinai

Um dos momentos mais impactantes em que Deus usa o som da trombeta para se manifestar é encontrado em Êxodo 19:16-19, quando Ele desceu em glória ao Monte Sinai para entregar a Lei a Moisés e estabelecer Sua Aliança com Israel. Nesta passagem, o povo de Israel experimenta a santidade de Deus de uma forma que abala suas almas e corpos. As escrituras dizem em Êxodo 19:16:

16 E sucedeu que, ao terceiro dia, ao amanhecer, vieram trovões e relâmpagos, e uma nuvem espessa sobre o monte, e o som de uma grande buzina, e todo o povo que estava no palácio real tremeu.

Este som de buzina ou som de trombeta ouvido sobre o Monte Sinai era uma manifestação direta da Voz de Deus. Não era um simples som humano; era um Som sobrenatural, crescente e imponente, que fazia tremer a terra e o coração de todo israelita. A Presença de Deus era tão inspiradora e aterrorizante que o povo teve medo de se aproximar e pediu a Moisés que falasse em vez de Deus, pois não podiam suportar a intensidade de Sua Voz.

A trombeta como um chamado à santidade e obediência

O toque da trombeta no Sinai também simbolizava o chamado de Deus à santidade e obediência. Israel estava sendo preparado para receber as instruções de Deus, e essa preparação incluía purificação e reverência. Em Êxodo 19:10-11, Deus ordenou que o povo se consagrasse e lavasse suas vestes, e que estivesse pronto para o terceiro dia, quando Ele desceria à montanha. Essa preparação espiritual era essencial, pois o som da trombeta sinalizava a aproximação de uma Presença Divina que não podia ser tomada de ânimo leve.

O Monte Sinai foi um divisor de águas para Israel. A trombeta de Deus soou como um chamado à pureza, uma preparação para receber a Aliança de Santidade que selaria Seu Relacionamento com o Povo. Nesse sentido, a voz da trombeta era ao mesmo tempo uma advertência e uma promessa, um lembrete de que Deus é santo e espera de Seu Povo uma vida consagrada a Ele.

A Trombeta nas Marchas e Guerras de Israel

O som da trombeta também marcou os momentos em que Deus liderou Seu povo na batalha, como um símbolo de Sua Proteção e Liderança. Em Números 10:9-10, Deus ordenou aos filhos de Israel que tocassem as trombetas em tempos de guerra para lembrá-Lo de que Ele estava com eles no meio do combate:

9 E, quando fores à guerra na tua terra contra um inimigo que te perturba, tocarás o alarme com as trombetas, e serás lembrado diante do Senhor teu Deus, e serás salvo dos teus inimigos.

10 E no dia da vossa alegria, e nas vossas festas, e no princípio dos vossos meses, tocareis as trombetas sobre os vossos holocaustos, e sobre os sacrifícios da vossa manutenção da paz, e elas vos serão em memória perante o vosso Deus; Eu sou o Senhor vosso Deus.

Aqui vemos como o soar da trombeta não foi apenas um sinal para o povo, mas também uma invocação a Deus para que se lembre de Sua Aliança com Israel e assegure Sua Intervenção na batalha. A trombeta se torna uma representação da Voz de Deus que guia, defende e protege. Nestes tempos de guerra, a trombeta era o lembrete de que o próprio Deus estava diante deles, que Sua Voz como trombeta era o Poder que venceu seus inimigos.

A Trombeta como Anúncio do Jubileu

Além de seu uso no Sinai e em tempos de guerra, a trombeta também foi o instrumento que anunciou o jubileu, o ano da liberdade e restauração para o povo de Israel. Em Levítico 25:9, Deus ordena que o ano jubilar seja anunciado com toque de trombeta, e que a liberdade seja proclamada em toda a terra:

9 Então farás passar a trombeta do retiro no sétimo mês , no décimo dia do mês; no dia da expiação espalharás a trombeta por toda a tua terra.

Este toque de trombeta simbolizava restauração e redenção. Foi um lembrete de que Deus é aquele que liberta, que restaura e que devolve a cada um o que lhe pertence. O jubileu foi um tempo de descanso e reconciliação, e a trombeta anunciou esse tempo com um grito de alegria e esperança. Aqui, a trombeta é também um eco da Misericórdia de Deus, que nos chama não só a receber a Sua Justiça, mas também o Seu Amor e a Sua Redenção.

Significado da Trombeta como a Voz de Deus

Em cada uma dessas manifestações no Antigo Testamento, a trombeta representa a Voz de Deus, chamando Seu povo a se alistar, lutar, arrepender-se e entrar na Redenção. Quando Deus fala como uma trombeta, Ele está marcando momentos decisivos para o Seu povo. A trombeta não é simplesmente um som; é a confirmação de Sua Presença, Seu Poder e Sua Direção para aqueles que foram chamados e separados por Ele.

Assim, quando chegamos ao Novo Testamento e ouvimos sobre a Grande Voz de Trombeta em Mateus 24:31, entendemos que este é um chamado que abrange todos esses significados. É o chamado final e decisivo, um chamado que convoca os Eleitos a se unirem e se prepararem para o encontro com seu Senhor. A voz da trombeta é o som da vitória e o ponto culminante da redenção. Isso nos lembra que Deus falou antes com uma trombeta e que Seu Povo foi guiado por essa Voz; agora, essa mesma Voz, em sua forma plena, chama novamente todos os que estão em Cristo para se unirem na Eternidade com Ele.

A Grande Voz de Trombeta é, então, o cumprimento do que Deus já havia começado no Sinai, nas batalhas de Israel e no jubileu: o anúncio de um relacionamento renovado e eterno com Ele, um convite à Sua Plenitude e vitória em Seu Nome.

A VOZ PROFÉTICA E O JULGAMENTO DE DEUS

A Voz de Deus nas Escrituras não apenas chama Seu Povo à obediência e santidade, mas também atua como uma Voz de Julgamento contra o pecado e a rebelião. Ao longo da Bíblia, observamos como a Voz de Deus, muitas vezes descrita como uma Voz Poderosa, Sonora e semelhante a uma Trombeta, anuncia julgamento sobre aqueles que se afastam de Sua Vontade. Esta Voz Profética é a mesma que chamou os profetas para alertar o povo de Israel sobre a Justiça e Santidade de Deus, e que também é descrita no Novo Testamento como uma Grande Trombeta que anuncia o fim dos tempos e o juízo final.

A Voz Profética nos Profetas do Antigo Testamento

Desde os tempos antigos, Deus levantou profetas para anunciar Seus Julgamentos, e esses profetas foram chamados para levantar suas vozes como uma trombeta para alertar o povo de seus pecados. Em Isaías 58:1, Deus diz ao profeta Isaías:

1 Clama em alta voz, não te demores; levanta a tua voz como a trombeta, e anuncia a sua transgressão ao meu povo, e o seu pecado à casa de Jacó.

Aqui vemos como a voz da trombeta não apenas pede obediência, mas também denuncia o pecado de forma clara e sem reservas. Isaías deveria levantar a voz como uma trombeta para que todo o povo ouvisse a repreensão de Deus e se arrependesse. Esta passagem mostra que a voz da trombeta também simboliza a urgência e a severidade da Mensagem de Deus quando o pecado está presente. É uma Voz que não pode ser ignorada e que enfrenta diretamente a rebelião.

O som da trombeta e o julgamento sobre as nações

Outro exemplo poderoso da Voz de Deus como trombeta de julgamento é encontrado no profeta Joel, que anuncia um dia de julgamento e trevas para os inimigos de Deus. Em Joel 2:1, lemos:

1 Tocai a trombeta em Sião, e proclamai no meu santo monte; tremam todos os moradores da terra, porque vem o dia do Senhor, porque está próximo.

Aqui, o toque da trombeta anuncia o "Dia do Senhor", um tempo de julgamento e purificação. O profeta Joel usa o simbolismo da trombeta para declarar a chegada iminente do Julgamento de Deus sobre as pessoas e nações que se afastaram de Sua Justiça. É um aviso que sinaliza um tempo de mudança drástica e reverente reverência. Este toque de trombeta não é apenas para o Povo de Deus, mas é uma Mensagem para todos os habitantes da terra: ninguém está fora do alcance da Justiça Divina, e todos devem tremer diante de Seu Poder.

O Julgamento em Ezequiel: A Voz que Clama por Responsabilidade

O profeta Ezequiel também recebeu uma missão de aviso, na qual ele deveria ser uma voz de aviso, como o som de uma trombeta alertando sobre o perigo. Em Ezequiel 33:3-4, Deus estabelece a responsabilidade dos profetas como atalaias:

3 E ele verá a espada vindo sobre a terra, e tocará uma corneta, e advertirá o povo;

4Quem ouvir o som da corneta e não o notar, e vier a espada e a tomar, o seu sangue cairá sobre a sua cabeça.

Aqui, a trombeta representa a advertência de Deus contra o perigo iminente. A voz profética chama o povo a uma responsabilidade pessoal de ouvir e responder. Deus instrui Ezequiel que, se o povo não ouvir o som da trombeta e não se preparar, o julgamento cairá sobre eles sem desculpa. Isso reflete a Justiça de Deus, que sempre dá uma oportunidade de arrependimento antes que venha o Julgamento. A trombeta é um meio de Misericórdia, uma Voz que oferece uma última chance de correção antes que o julgamento caia.

A voz profética no Juízo Final

Chegando ao Novo Testamento, descobrimos que essa voz de trombeta continua a ressoar no contexto do julgamento final. Em 1 Tessalonicenses 4:16, o apóstolo Paulo descreve o retorno de Cristo com um toque de trombeta que marca o julgamento e a reunião de Seu povo:

16 Porque o Senhor mesmo descerá do céu com aclamação, voz do arcanjo e trombeta de Deus; e os mortos em Cristo ressuscitarão primeiro:

Esta trombeta é um sinal claro do Julgamento de Deus e da culminação de Seu Plano Redentor. Não apenas anuncia o retorno de Cristo, mas também a separação final entre aqueles que estão em Cristo e aqueles que O rejeitaram. A voz da trombeta nesta passagem traz esperança para os crentes e advertência para aqueles que permaneceram em pecado. É um lembrete de que a Voz de Deus, tão clara e poderosa como uma trombeta, culminará Sua Obra de Redenção e executará Sua Justiça final.

As Trombetas do Julgamento no Livro do Apocalipse

O livro do Apocalipse apresenta a trombeta em uma série de julgamentos caindo sobre a terra, marcando a intensidade do Julgamento de Deus no fim dos tempos. Em Apocalipse 8:6-7, lemos sobre o primeiro toque de trombeta e o julgamento que se segue:

6 E os sete anjos que tinham as sete trombetas preparadas para soar.

7 E o primeiro anjo tocou a trombeta, e fez-se saraiva e fogo, misturados com sangue, e foram lançados à terra; e a terça parte das árvores foi queimada, e toda a erva verde foi queimada.

Cada toque de trombeta em Apocalipse traz um julgamento específico sobre a terra. Essas trombetas representam a Voz de Deus em Sua Máxima Severidade, pois cada som simboliza o avanço do Julgamento Divino sobre o pecado e a rebelião da humanidade. Cada trombeta anuncia uma calamidade, uma advertência do Juízo que está por vir; um chamado à humanidade para se arrepender antes que seja tarde demais.

A voz profética como voz de chamado e julgamento

A Voz Profética de Deus como trombeta é tanto uma advertência quanto um julgamento sobre o pecado e a desobediência. É uma Voz que não pode ser ignorada ou minimizada. Ao longo das Escrituras, vemos que essa Voz chama ao arrependimento, mas também estabelece uma responsabilidade. Se as pessoas ouvem a trombeta e respondem, Deus está disposto a perdoar. No entanto, se essa Voz for ignorada, o Julgamento de Deus é inevitável.

A Grande Voz de Trombeta em Mateus 24:31 não é apenas um chamado para reunir os Eleitos, mas também a declaração de que o Julgamento de Deus está prestes a cair sobre um mundo que rejeitou Sua Verdade. É uma Voz que separará os redimidos dos que permanecem na escuridão. É o último e último chamado, a Voz que reunirá os santos e julgará o mundo.

Esta Voz Profética e Julgadora nos lembra da seriedade de estarmos preparados e atentos, porque o Dia do Juízo de Deus é real e Sua Trombeta soará no momento certo, como profetizado pelos antigos profetas e apóstolos no Novo Testamento.

A GRANDE VOZ DA TROMBETA NA VINDA DE CRISTO

A Grande Voz da Trombeta na Vinda de Cristo é um símbolo do pleno cumprimento de Seu Plano Redentor e do Juízo Final que encerrará a história humana como a conhecemos. Em Mateus 24:31, Jesus nos mostra que esta Voz, que envia Seus Anjos para reunir os escolhidos, é um anúncio solene e definitivo. Esta trombeta é descrita como aquela que convoca os santos de todas as nações, levando-os a uma reunião santa e eterna na Presença de Deus.

Esta Grande Voz de Trombeta tem sua manifestação tanto na Segunda como na Terceira Vinda de Cristo, quando Sua plena e gloriosa Presença se manifesta e os últimos acontecimentos da história se desenrolam em cumprimento das profecias. É também a Voz Profética do Julgamento soada pelas duas testemunhas de Deus, proclamando uma mensagem de arrependimento e julgamento no fim dos tempos.

A Voz da Trombeta em Apocalipse: Os Julgamentos de Deus e a Consumação dos Tempos

Ao longo do livro de Apocalipse, as trombetas representam julgamentos progressivos caindo sobre a terra, marcando a proximidade do fim e a consumação do Plano de Deus. Cada trombeta traz um julgamento específico, e esses toques de trombeta em sequência culminam na sétima trombeta, que declara a vitória final e o estabelecimento do Reino Eterno de Deus. Em Apocalipse 10:7 lemos:

7 Mas nos dias da voz do sétimo anjo, quando ele começar a tocar a trombeta, o mistério de Deus se cumprirá, como ele anunciou aos seus servos, os profetas.

Esta passagem nos revela que, ao soar da última trombeta, o Mistério de Deus chega à sua plenitude. A Grande Voz de Trombeta, que acompanha a Segunda e a Terceira Vindas de Cristo, é a Voz que traz Justiça e Redenção, e que estabelece Seu Reino no mundo. É a trombeta que anuncia o fim do sistema humano e o início do Governo Eterno de Deus.

A reunião dos eleitos e o julgamento do mundo

A Grande Voz de Trombeta em Mateus 24:31 também tem um propósito específico: reunir os escolhidos dos quatro ventos, de uma extremidade do céu à outra. Este chamado final é para os santos, que foram redimidos por Seu Sangue e estão preparados para Sua Vinda. É o toque da trombeta que separa os santos dos ímpios e declara o ponto culminante da graça.

Em 1 Coríntios 15:52, Paulo descreve esse momento de gloriosa transformação:

52Num momento, num abrir e fechar de olhos, ao som da trombeta final; porque a trombeta será tocada, e os mortos ressuscitarão sem corrupção, e nós seremos transformados.

A Grande Voz de Trombeta não só anuncia o julgamento, mas também o cumprimento da promessa de Vida Eterna para os redimidos. É o som que marca a vitória final de Cristo e a reunião de Seu Povo em Glória.

Na Vinda de Cristo, tanto em Sua Segunda como em Sua Terceira Vinda, a Grande Voz da Trombeta é o símbolo final de Seu Poder e Justiça. É uma Voz que não apenas chama os crentes à ressurreição e à Vida Eterna, mas também declara o Julgamento sobre o mundo incrédulo. Esta trombeta representa o cumprimento de todas as promessas de Deus e a realização completa de Seu Plano Redentor.

As duas testemunhas, como arautos dessa voz de trombeta, proclamam a Mensagem Final de arrependimento e advertência. Seu testemunho é um chamado final para a humanidade se voltar para Deus antes que o Juízo Final venha. A trombeta, então, é tanto o sinal de salvação para os redimidos quanto uma Voz de condenação para aqueles que rejeitam a Cristo.

Na Grande Voz de Trombeta encontramos o anúncio da Glória de Deus, a manifestação de Sua Justiça e o cumprimento de Seu Reino Eterno, chamando Seu Povo a se preparar e se levantar, pois o Dia do Senhor se aproxima e Sua Justiça será revelada para sempre.

A GRANDE VOZ DA TROMBETA COMO MENSAGEM NA PLENITUDE DE CRISTO

A Grande Voz da Trombeta não é apenas um som audível ou um toque literal; representa uma Mensagem Divina, um chamado profundo e espiritual que se encontra na Plenitude de Cristo. É a Voz que proclama a plena revelação de Sua Natureza e propósito para a humanidade nestes tempos finais. Esta Voz, manifestada através de Sua Palavra e Espírito, revela as profundezas do Caráter de Cristo e chama Seu Povo à união completa e transformadora Nele.

A Voz como Mensagem na Plenitude de Cristo é melhor compreendida examinando a Revelação contínua de Deus em toda a Escritura e como ela foi supremamente manifestada em Cristo. Hebreus 1:1-2 nos dá uma introdução a essa verdade, afirmando que:

1 Tendo Deus, falado muitas vezes e de várias maneiras aos pais pelos profetas,

2 Nestes últimos dias, ele nos falou por meio de seu Filho, a quem constituiu herdeiro de todas as coisas, por meio de quem também fez o mundo:

Aqui vemos que, em Cristo, a Voz de Deus é plena e final, pois Ele é a Mensagem encarnada, o cumprimento de todas as profecias e o Propósito Eterno de Deus revelado.

A Plenitude de Cristo como uma Voz Profética

Cristo é o Verbo de Deus encarnado, e Sua Mensagem traz Clareza e Plenitude a toda Revelação Divina. Em João 1:1 e João 1:14, lemos:

1 No princípio era o Verbo, e o Verbo estava com Deus, e o Verbo era Deus.

14 E esse Verbo se fez carne e habitou entre nós (e vimos a sua glória, glória como do unigênito do Pai), cheio de graça e de verdade.

A Voz de Cristo, Sua Mensagem, é mais do que palavras; é Vida, Graça e Verdade, uma Revelação plena e viva que ilumina e transforma.

Através de Seus Ensinamentos e de Sua Vida, Cristo deixou uma Mensagem completa que chama os Seus a segui-Lo e viver em Sua Luz. É esta mesma Mensagem que a Igreja proclama hoje, como Seu Corpo na terra, sendo os portadores de Sua Voz neste mundo. A Grande Voz de Trombeta, nesse sentido, é a Mensagem de Salvação, Juízo e Redenção que chama todos a uma decisão final diante do Rei.

A Voz como Mensagem Final para a Igreja

Em Apocalipse 3:20, o próprio Cristo expressa este chamado à Sua Igreja:

20 Eis que estou à porta e bato; se alguém ouvir a minha voz e abrir a porta, entrarei em sua casa, e cearei com ele, e ele comigo.

Este versículo representa Sua Voz chamando todos os corações, exortando Seu Povo a se abrir completamente a Ele. Esta é a mensagem que transforma, que dá vida e que enche de Seu Espírito, estabelecendo uma comunhão profunda e permanente.

O apóstolo Paulo também destaca essa plenitude em Colossenses 2:9-10, onde diz:

9Pois nele habita corporalmente toda a plenitude da divindade;

10 E nele se cumpriu, que é a cabeça de todo principado e potestade;

Esta passagem revela que em Cristo encontramos toda a plenitude de Deus e que, ao recebermos Sua Mensagem, somos completados Nele. A Voz de Cristo é, então, uma Voz de realização e perfeição, uma Voz que conduz os Seus à totalidade da Vida em Deus.

A Voz no Fim dos Tempos: Um Chamado para Preparar

Esta Voz é também um aviso e um chamado à preparação. Em Apocalipse 10:7, encontramos que a voz do sétimo anjo marca a consumação do Mistério de Deus, que foi predito desde a antiguidade, e agora, na plenitude dos tempos, é revelado ao Seu Povo em Cristo.

Esta Grande Voz de Trombeta na Plenitude de Cristo não é apenas uma mensagem para a Igreja, mas também para o mundo inteiro. É um anúncio de que o tempo é curto e que o mistério da salvação foi revelado em Cristo a todos os que crêem. É a Voz que nos chama a viver segundo a Sua Verdade e a pregar esta Mensagem sem medo, porque a Sua Próxima Vinda está próxima.

A Voz do Espírito e a Noiva: Chamada Final

Em Apocalipse 22:17, encontramos a união perfeita entre a Voz do Espírito e a Voz da Igreja, Sua Noiva, proclamando a mesma mensagem em plenitude:

17 E o Espírito e a Noiva dizem: Vem; e quem ouve deve dizer: Vem. E é necessário que venha quem tem sede, e quem quiser pode tomar da água da vida de graça.

Aqui vemos que, na plenitude de Cristo, a Voz do Seu Espírito e a Voz da Sua Igreja se tornam uma só. A Esposa de Cristo proclama a Mensagem de Salvação e Vida Eterna, convidando todos a beber da Água da Vida que é o próprio Cristo.

A Voz de Cristo, em Sua Plenitude, se expressa através de Seu Povo que, cheio do Espírito, chama outros ao encontro do Senhor. A Grande Voz da Trombeta, portanto, é também o grito final da Noiva para o mundo, uma Mensagem de Amor e Redenção que convida todos a um relacionamento com o Salvador antes que o julgamento final venha.

A Voz como Mensagem na Plenitude de Cristo é, em essência, o chamado final de Deus para a humanidade por meio de Seu Filho e Sua Igreja. É uma Voz de reconciliação e restauração que oferece salvação, mas também é uma Voz de Julgamento que chama todos a tomar uma decisão final antes da vinda de Cristo. Esta Voz de trombeta ressoa através das gerações, chamando cada pessoa a abrir-se à Plenitude de Cristo e a receber Sua Vida Eterna.

Em Cristo, recebemos uma Mensagem de vida e de esperança que devemos proclamar com coragem, como se fôssemos os portadores daquela trombeta no nosso tempo. A Voz de Cristo, em Sua Plenitude, está hoje disponível para os que escutam e respondem ao Seu Chamado. A Grande Voz de Trombeta na Plenitude de Cristo nos impele a viver com urgência, a pregar apaixonadamente e a caminhar em Sua Luz, pois Seu Retorno está próximo e Seu Reino será estabelecido para sempre.

A GRANDE VOZ DA TROMBETA EM NOSSOS DIAS

A Grande Voz da Trombeta não é apenas um conceito do passado ou uma profecia futura; é uma realidade e uma Mensagem atual que fala diretamente às nossas vidas nestes dias finais. É o Chamado Urgente de Deus para a humanidade acordar, ouvir Sua Mensagem e se preparar para a iminente Terceira Vinda de Cristo. Hoje, essa Voz ressoa através da pregação do evangelho eterno, da proclamação profética e do testemunho da Noiva. É uma Voz que clama por verdadeira adoração, santidade e uma vida totalmente dedicada a Deus.

A urgência da mensagem nos tempos atuais

Em nossos dias, esta Grande Voz de Trombeta continua chamando os crentes à consagração e ao arrependimento. Como o apóstolo Paulo afirma em Romanos 13:11-12:

11 E isto, sabendo o tempo, que é tempo de se levantar do sono; porque agora nossa saúde está mais perto de nós do que quando acreditávamos.

12 Passou a noite, e é chegado o dia; lancemos fora as obras das trevas, e vistamo-nos das armas da luz,...

Este chamado para despertar e rejeitar as obras das trevas reflete a urgência da Grande Voz de Trombeta em nosso tempo. É um convite para se preparar para a Terceira Vinda de Cristo e viver com um senso de propósito e obediência a Deus.

A trombeta é um símbolo de alarme e advertência em toda a Escritura. Assim, a Voz de Deus hoje nos adverte sobre os tempos perigosos que enfrentamos e nos exorta a redobrar nosso compromisso e devoção. Em Efésios 5:14, Paulo nos diz:

14 Por isso diz: Despertai, vós que dormes, e ressuscitai dentre os mortos, e Cristo vos iluminará.

Este chamado de despertar da complacência espiritual é, em essência, o eco da Grande Voz de Trombeta em nossos dias.

A Voz Profética na Igreja Hoje

A Verdadeira Igreja de Cristo neste tempo é o meio pelo qual a Grande Voz de Trombeta é proclamada ao mundo. Como 1 Pedro 2:9 nos diz:

9 Mas vocês são uma raça eleita, um sacerdócio real, uma nação santa, um povo por amor de vocês, para proclamar as virtudes daquele que os chamou das trevas para a sua maravilhosa luz.

Aqui, a Voz da Igreja, sendo a Esposa do Espírito, é o eco da Voz de Cristo, chamando os perdidos e anunciando as Virtudes e Maravilhas de Deus.

O próprio Senhor Jesus declarou que Seus discípulos seriam Suas testemunhas até os confins da terra (Atos 1:8). Isto recorda-nos que o anúncio do Evangelho na força do Espírito Santo é, de facto, a trombeta espiritual que ressoa nestes últimos dias, chamando todos a reconciliarem-se com Deus. A missão da Esposa do Cordeiro é essencial na interpretação desta Grande Voz de Trombeta, porque a sua proclamação é um anúncio às nações do Amor e da Justiça de Deus, mas também do Seu Retorno e do Seu Juízo.

Um chamado à santidade e preparação

O apóstolo Paulo, em sua carta em 1 Tessalonicenses 5:2-6, adverte sobre a vinda do Senhor como ladrão à noite e pede vigilância:

2 Pois bem sabeis que o dia do Senhor virá de noite como um ladrão,

3 Quando disserem: Paz e segurança, então de repente lhes sobrevirá a destruição, como dores para a mulher grávida; e não escaparão.

4 Mas vós, irmãos, não estais em trevas, para que aquele dia vos surpreenda como um ladrão;

5 Porque todos vós sois filhos da luz, filhos do dia; nós não somos da noite nem das trevas.

6 Portanto, não durmamos como os outros; mas sejamos vigilantes e sóbrios.

Este apelo a estar atentos e preparados é uma resposta à Grande Voz de Trombeta dos nossos dias, que nos impele a viver em santidade e a permanecer firmes na fé no meio de um mundo de trevas.

A Voz de Deus nestes tempos também é um chamado à pureza de coração e à santidade. Hebreus 12:14 nos diz:

14 Buscai a paz com todos e a santificação, sem a qual ninguém verá o Senhor.

Esta é a Mensagem da Grande Voz de Trombeta, que ressoa como uma advertência amorosa para viver segundo a Santidade de Deus, pois somente aqueles que estiverem preparados e puros de coração poderão receber Cristo em Sua Terceira Vinda em plenitude.

A Voz da Trombeta como Aviso para o Julgamento Iminente

Em nossos dias, a Grande Voz de Trombeta também adverte a humanidade sobre o julgamento vindouro. Assim como nos dias de Noé e Ló, onde houve advertências antes da destruição, hoje a Voz de Deus proclama o Juízo iminente e a necessidade do arrependimento. 2 Pedro 3:9-10 expressa essa realidade:

9 O Senhor não demora em cumprir a sua promessa, pois alguns a consideram negligência. mas ele é paciente para conosco, não querendo que ninguém pereça, mas que todos cheguem ao arrependimento.

10 Mas o dia do Senhor virá como um ladrão de noite; no qual os céus passarão com grande estrondo, e os elementos serão destruídos em chamas, e a terra e as obras que nela há serão queimadas.

Essa paciência de Deus, expressa na espera e na oportunidade que Ele proporciona para que todos se arrependam, faz parte da Mensagem da Grande Voz de Trombeta. No entanto, esta oportunidade não é indefinida, pois o julgamento virá e Cristo virá como Juiz para julgar e julgar as nações.

A Grande Voz da Trombeta na Vida de Todo Crente

A interpretação desta Grande Voz de Trombeta não é apenas uma Mensagem para a Igreja de Cristo, mas também um chamado para cada Crente individualmente. Em Apocalipse 3:20, o Senhor diz:

20 Eis que estou à porta e bato; se alguém ouvir a minha voz e abrir a porta, entrarei em sua casa, e cearei com ele, e ele comigo.

A trombeta, neste sentido, é um apelo pessoal, uma Voz que convida cada crente a abrir completamente o seu coração a Cristo e a torná-lo capaz de transformar a sua vida.

Todo crente é chamado a ouvir e obedecer a essa Voz em sua vida diária, permitindo que o Espírito Santo o guie em todos os seus caminhos. A Voz de Deus é um Guia constante, chamando-nos a viver em obediência e fé em um mundo cheio de tentações e dificuldades.

A voz de trombeta que unirá seu povo

A Grande Voz de Trombeta em nossos dias também nos chama à unidade como o Corpo de Cristo. Em Efésios 4:4-6, somos informados:

4 Um só corpo e um só Espírito, como também vós sois chamados para a mesma esperança da vossa vocação;

5Um só Senhor, uma só fé, um só batismo,

6 Um só Deus e Pai de todos, que é sobre todas as coisas, e por todas as coisas, e em todos vós.

Esta unidade é fundamental, porque a trombeta não chama uma multidão dispersa, mas um povo unido, pronto a receber o Senhor. Esta Voz da trombeta une o Seu Povo na Fé, na Esperança e no Amor de Cristo, preparando a Igreja para a Sua Vinda Próxima.

A Voz da Trombeta em nossos dias é um Chamado Divino e urgente que nos impele à consagração, preparação e proclamação da Verdade de Deus. Esta Voz não é apenas um som profético do passado ou um aviso para o futuro; é um chamado atual para viver na Luz de Cristo e preparar nossas vidas para Sua Vinda. A trombeta soa na vida de cada crente hoje, exortando-nos a abandonar o pecado, a viver em santidade e a proclamar o evangelho fielmente.

Esta Mensagem é um grito de Esperança e Redenção, mas também é uma séria advertência do Juízo vindouro. Nesta Voz encontramos tanto a Graça de Deus quanto Sua Justiça, e somos chamados a responder em obediência. Que cada um escute e responda a esta Grande Voz de Trombeta, permitindo que o Espírito Santo nos conduza a viver em Plenitude e Verdade nestes tempos finais, porque o Senhor está próximo e Sua Voz nos chama a estar preparados.

CONCLUSÃO

A Grande Voz de Trombeta é a Poderosa expressão de Deus chamando Seu Povo nestes tempos finais. É uma Mensagem de Advertência e Esperança, de julgamento e redenção. Exploramos como essa Voz ressoou em toda a Escritura: como uma trombeta que guia e corrige, como anúncio e julgamento profético e como um sinal da Vinda de Cristo em Glória. Hoje, esta Grande Voz de Trombeta ressoa mais claramente do que nunca, exortando-nos a despertar, a consagrar-nos e a proclamar com firmeza a Mensagem de Cristo.

A Bíblia nos lembra da importância de ouvir e obedecer a essa Voz Divina. Hebreus 12:25 adverte:

25 Tome cuidado para não rejeitar aquele que fala. Porque, se não escaparam, rejeitaram aquele que falou na terra, muito menos nós, se rejeitámos aquele que fala dos céus.

Este versículo nos alerta para a seriedade dessa Voz Celestial. No passado, Deus falou por meio de Seus profetas e de Seu Filho, Jesus Cristo. agora, Sua Voz ressoa na Mensagem do Evangelho Eterno ou Evangelho do Reino e na Obra do Espírito Santo, chamando-nos à fidelidade. Esta é a Voz que nos guia para a Salvação, mas também para a preparação para o Juízo Futuro.

Esta é uma Mensagem de Esperança para aqueles que permanecem firmes em Sua Palavra. A Grande Voz de Trombeta não é apenas um Aviso, mas também uma promessa de Proteção e Salvação para aqueles que ouvem e respondem com fé e obediência.

Nestes tempos finais, cada um é chamado a dar ouvidos a essa Voz com um coração disposto e obediente. Mateus 24:42-44 nos exorta a sermos vigilantes. A trombeta soa para nos lembrar que a próxima vinda de Cristo está próxima e que devemos viver cada dia em santidade, obedecendo à Sua Palavra, afastando-nos do pecado e refletindo Sua Luz em um mundo de trevas.

Esta Mensagem é também um apelo a levar a Luz do Evangelho àqueles que ainda não conhecem Cristo. A Grande Voz da Trombeta nos lembra de nossa missão como Embaixadores de Cristo, como diz 2 Coríntios 5:20:

20 Portanto, somos embaixadores em nome de Cristo, como se Deus estivesse orando por meio de nós; nós lhes suplicamos em nome de Cristo: Reconciliem-se com Deus.

Essa Voz nos impele a pregar o evangelho com sinceridade, a clamar pelas almas e a cumprir o propósito de Deus em nossas vidas.

Por fim, que a Grande Voz de Trombeta nos encontre vigilantes e preparados, amando o Senhor de todo o coração e vivendo segundo a Sua Perfeita Vontade. Digamos como o apóstolo Paulo disse em 2 Timóteo 4:7-8:

7 Combati o bom combate, terminei a carreira, guardei a fé.

8 E me está guardada a coroa da justiça, a qual o Senhor, justo juiz, me dará naquele dia, e não somente a mim, mas também a todos os que amam a sua vinda.

A Grande Voz de Trombeta nos chama a combater o bom combate, a manter nossa fé e a estar prontos para receber a Coroa da Justiça na Vinda Gloriosa de nosso Senhor Jesus Cristo.

Que cada um de nós responda a essa Voz com humildade, obediência e entrega total. Que o eco desta trombeta ressoe em nossas vidas e nos mantenha firmes até o fim, aguardando ansiosamente o retorno de nosso Rei, Jesus Cristo.

ORAÇÃO

Querido Deus Todo-Poderoso, viemos diante de Ti com corações humildes e reverentes, agradecidos pela Revelação da Tua Palavra e pelo chamado da Grande Voz de Trombeta que ressoa em nossos dias. Nós Te agradecemos, Senhor, porque através da Tua Voz nos despertos, nos chamaste ao arrependimento e nos lembraste da urgência de viver em santidade e obediência. Você é nosso Refúgio, nossa Força e nosso Guia nestes tempos finais.

Pai Celestial, pedimos que nos ajude a ouvir Sua Voz claramente em meio às distrações e desafios deste mundo. Dá-nos discernimento para reconhecer o Teu Chamado e obedecer sem reservas. Que nossos corações permaneçam firmes e sensíveis ao Seu Espírito, e que possamos viver cada dia preparados, como lâmpadas acesas, prontos para Sua próxima vinda. Senhor, purifica-nos de todo pecado, de toda apatia e de toda tibieza. Desperta-nos, Deus, para que possamos refletir a Tua Luz e andar no propósito que estabeleceste para as nossas vidas.

Senhor Jesus Cristo, ajudai-nos a ser fiéis Embaixadores da Vossa Verdade, proclamando com ousadia a Mensagem do Evangelho Eterno no meio de um mundo que precisa de ouvir a Vossa Voz. Que sejamos instrumentos de Sua Paz e Amor, e que muitos sejam atraídos a Ti por meio de nosso testemunho. Que o Teu Espírito Santo nos fortaleça, nos encha com o Teu Poder e nos guie a cada dia, capacitando-nos a viver com a esperança e a santidade que estes tempos finais exigem.

Pai, oramos por todos aqueles que ainda não responderam ao Teu Chamado. Que a Grande Voz de Trombeta ressoe em seus corações e os leve a um encontro pessoal Contigo. Derramai a Vossa Graça e Misericórdia sobre as suas vidas, para que possam ser resgatados das trevas e trazidos para a Luz da Vossa Salvação.

Ó Deus, ansiamos por Sua vinda. Que Tua Vontade se cumpra em nossas vidas e no mundo inteiro. Sejamos encontrados fiéis até o fim, perseverando em Tua Verdade e aguardando com alegria o Dia Glorioso em que Te veremos face a face. No Nome Todo-Poderoso de nosso Senhor e Salvador Jesus Cristo. Amém!